Ficha técnica:
Título: Libro de cine para regalar Autor: Michi Huerta Editorial: Amazon Género: testimonio, autobiografía novelada, autoficción Páginas: 106 Publicación: Abril 2014 ASIN: B00JDR6OG0
Sinopsis (editorial):
Al protagonista de este relato los Reyes Magos le regalaron un Cinexin cuando tenía cinco años. Devoró docenas de películas clásicas en las sobremesas de Televisión Española mientras su abuelo se quedaba embobado con John Wayne pegando tiros. Acarició por primera vez la mano de una chica en la oscuridad de una sala justo cuando Bud Spencer le partía la cara a un tío. El vídeo le cambió la vida, aunque en la década de los ochenta no podía imaginar los fenómenos de los que sería testigo en poco tiempo: la desaparición de los grandes cines, la proliferación de multisalas, el DVD y, cómo no, Internet. De hecho, ahora ve filmes de Bergman en un iPad… e intenta convertir a su hija de cinco años en seguidora de John Ford.
Cuando acepté leer el libro de Michi Huerta sabía que me iba a gustar, pero, sinceramente, nunca pensé que lo fuera a hacer tanto como lo ha hecho. Y me ha encantado por varias razones.
En primer lugar, por lo que de mí hay en la obra (una obra de difícil clasificación, que se mueve a caballo entre la novela y el testimonio, entre la autoficción y la autobiografía pero en la que resulta innegable su afán literario y la belleza y trabajo de su expresión). Libro de cine para regalar tocará el corazón de muchos, iba a decir, miembros de mi generación, pero probablemente a mucha gente más. Tocará el corazón de esa Generación EGB que ahora está tan de moda porque las referencias a sucesos que hemos compartido y a películas, series y juguetes que todos hemos tenido (o deseado tener) son infinitas. Pero también llegará (creo yo) a lectores de más edad o de menos, porque tiene un puntito de descubrimiento infantil, de maduración y de sorpresas que nos da el vivir que nos aúna a todos. Huerta describe y descubre para el lector la magia que el cine provoca en quien se acerca a él por primera vez y lo hace a través de la narración de sus tempranas relaciones con el séptimo arte cuando era un niño pero también a través de lo que ha supuesto para su hija de cuatro años (miembro de una generación totalmente diferente, en todos los sentidos) chocar con la brujería hipnótica de la gran pantalla.
Más allá de estos espacios y situaciones comunes que muchas (o todas) de las blogueras que participamos en esta lectura conjunta compartiremos con el autor, hay mucho más de mí en esta obra. Hay una ciudad, rincones, profesores en común, aulas, enseñanzas y hasta medios en los que empezar a hacer nuestros primeros pinitos profesionales. Y a uno siempre le gusta encontrar algo que conoce en los libros que lee. Más si ese algo le marcó, le cambió el destino o le tocó el corazón.
En segundo lugar, Libro de cine para regalar me ha encantado porque está muy bien escrito. A Huerta se le nota el oficio y la práctica de años y años juntando letras, con muchísima fortuna en su caso. Tiene una manera de expresarse llena de belleza y con un puntito de ironía y humor muy muy atractivo. Libro de cine para regalar es como un bello viaje que una hace acompañada del mejor guía: desde que abres el libro, la voz en primera persona de Huerta te lleva a su infancia, sus primeros amores, sus juegos, sus amistades, su paso por la universidad, sus primeros pasos en los medios, los giros que da la vida y las sorpresas que a uno le aguardan a medida que van pasando los años. Huerta nos hace viajar del escenario más rural de su infancia a lo que se esconde detrás del telón de los grandes festivales del cine. Y lo hace con soltura, facilitándote el trayecto, haciendo que te diviertas y, sobre todo, generando interés en lo que está contando.
Como periodista y profesor universitario que es, Huerta juega con los niveles del lenguaje para utilizar un estilo sencillo pero en el que se cuelan expresiones cultas, definiciones y toques de un lenguaje más técnico que enriquecen el producto final. Y, con ese sentido del humor y ese gusto por la ironía del que hace gala a lo largo de todo el trayecto, se ríe hasta de su propia sombra si se pone demasiado espléndido.
Finalmente, la vida novelada de Huerta me ha enamorado por lo que cuenta: por el retrato sincero y sentimental, por lo que deja traslucir sobre el protagonista/narrador y su visión del mundo y por las reflexiones que plantea a lo largo de la obra, como el cambio en nuestras vidas que ha producido la invasión digital o la pervivencia de la esencia del cine, por mucho que cambien los formatos y los aparatos que nos permiten disfrutar de él. Y un reproche de calado en el que yo no había reparado, que me ha dado mucho que pensar y sobre el que creo que debería surgir el debate (y la corrección de esta situación) ya: Huerta lamenta que inmersos en una cultura eminentemente visual como estamos no enseñemos a nuestros niños a comprender, utilizar y sacar el máximo provecho al lenguaje audiovisual.
En definitiva, Libro de cine para regalar es, a pesar de sus pocas páginas, muchísimas cosas: es una crónica sentimental que muchos compartimos, una disección del pasado, una narración del viaje vital del héroe en el que se convierte el protagonista, una obra con estilo literario definido, bello y trabajado; un buen puñado de reflexiones que no hay que dejar pasar y un interrogante sobre un futuro que ya no nos tendrá a nosotros como dueños, sino a nuestros hijos, con lo que de nosotros hay en ellos y lo mucho que nos enseñan cada día. Libro de cine para regalar es un libro que habla de cine y que se puede regalar, perfectamente. Porque es un regalo para quien lo lea, para quien lo haya vivido y para quien lo sienta.
Nos seguimos leyendo. En primer lugar, por lo que de mí hay en la obra (una obra de difícil clasificación, que se mueve a caballo entre la novela y el testimonio, entre la autoficción y la autobiografía pero en la que resulta innegable su afán literario y la belleza y trabajo de su expresión). Libro de cine para regalar tocará el corazón de muchos, iba a decir, miembros de mi generación, pero probablemente a mucha gente más. Tocará el corazón de esa Generación EGB que ahora está tan de moda porque las referencias a sucesos que hemos compartido y a películas, series y juguetes que todos hemos tenido (o deseado tener) son infinitas. Pero también llegará (creo yo) a lectores de más edad o de menos, porque tiene un puntito de descubrimiento infantil, de maduración y de sorpresas que nos da el vivir que nos aúna a todos. Huerta describe y descubre para el lector la magia que el cine provoca en quien se acerca a él por primera vez y lo hace a través de la narración de sus tempranas relaciones con el séptimo arte cuando era un niño pero también a través de lo que ha supuesto para su hija de cuatro años (miembro de una generación totalmente diferente, en todos los sentidos) chocar con la brujería hipnótica de la gran pantalla.
Más allá de estos espacios y situaciones comunes que muchas (o todas) de las blogueras que participamos en esta lectura conjunta compartiremos con el autor, hay mucho más de mí en esta obra. Hay una ciudad, rincones, profesores en común, aulas, enseñanzas y hasta medios en los que empezar a hacer nuestros primeros pinitos profesionales. Y a uno siempre le gusta encontrar algo que conoce en los libros que lee. Más si ese algo le marcó, le cambió el destino o le tocó el corazón.
En segundo lugar, Libro de cine para regalar me ha encantado porque está muy bien escrito. A Huerta se le nota el oficio y la práctica de años y años juntando letras, con muchísima fortuna en su caso. Tiene una manera de expresarse llena de belleza y con un puntito de ironía y humor muy muy atractivo. Libro de cine para regalar es como un bello viaje que una hace acompañada del mejor guía: desde que abres el libro, la voz en primera persona de Huerta te lleva a su infancia, sus primeros amores, sus juegos, sus amistades, su paso por la universidad, sus primeros pasos en los medios, los giros que da la vida y las sorpresas que a uno le aguardan a medida que van pasando los años. Huerta nos hace viajar del escenario más rural de su infancia a lo que se esconde detrás del telón de los grandes festivales del cine. Y lo hace con soltura, facilitándote el trayecto, haciendo que te diviertas y, sobre todo, generando interés en lo que está contando.
Como periodista y profesor universitario que es, Huerta juega con los niveles del lenguaje para utilizar un estilo sencillo pero en el que se cuelan expresiones cultas, definiciones y toques de un lenguaje más técnico que enriquecen el producto final. Y, con ese sentido del humor y ese gusto por la ironía del que hace gala a lo largo de todo el trayecto, se ríe hasta de su propia sombra si se pone demasiado espléndido.
Finalmente, la vida novelada de Huerta me ha enamorado por lo que cuenta: por el retrato sincero y sentimental, por lo que deja traslucir sobre el protagonista/narrador y su visión del mundo y por las reflexiones que plantea a lo largo de la obra, como el cambio en nuestras vidas que ha producido la invasión digital o la pervivencia de la esencia del cine, por mucho que cambien los formatos y los aparatos que nos permiten disfrutar de él. Y un reproche de calado en el que yo no había reparado, que me ha dado mucho que pensar y sobre el que creo que debería surgir el debate (y la corrección de esta situación) ya: Huerta lamenta que inmersos en una cultura eminentemente visual como estamos no enseñemos a nuestros niños a comprender, utilizar y sacar el máximo provecho al lenguaje audiovisual.
En definitiva, Libro de cine para regalar es, a pesar de sus pocas páginas, muchísimas cosas: es una crónica sentimental que muchos compartimos, una disección del pasado, una narración del viaje vital del héroe en el que se convierte el protagonista, una obra con estilo literario definido, bello y trabajado; un buen puñado de reflexiones que no hay que dejar pasar y un interrogante sobre un futuro que ya no nos tendrá a nosotros como dueños, sino a nuestros hijos, con lo que de nosotros hay en ellos y lo mucho que nos enseñan cada día. Libro de cine para regalar es un libro que habla de cine y que se puede regalar, perfectamente. Porque es un regalo para quien lo lea, para quien lo haya vivido y para quien lo sienta.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto100 libros: 48/100
- Reto Genérico: 33 (1 autoeditado)/40
Una reseña preciosa. Coincido en todo contigo. Por cierto, no me había dado cuenta del reproche del que nos hablas. Tendré que leerlo de nuevo a ver si soy capaz de detectarlo.
ResponderEliminarUn saludo.
A mí también me ha gustado mucho. Además de que está genial escrito, me he visto reflejada en muchas cosas y he disfrutado como una enana, sobre todo cuando cuenta los primeros años.
ResponderEliminarEstá genial
Besos
Yo la estoy leyendo en los tiempos muertos y me esta gustando. Además, soy de la Generación E.G.B y me llega.
ResponderEliminarPues lo tendré en cuenta, sobre todo para regalar. Besos.
ResponderEliminarMe he visto tan reflejada en tantas cosas que sólo he podido disfrutarlo :)
ResponderEliminarBesos.
A mi tambien me gustó y he recordado muchas cosas ;)
ResponderEliminarEs de esos libros que me gusta tener en casa en la estantería del salón
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