Me he propuesto leer más literatura juvenil así que cada vez que veo entre los libros que nos ofrecen para reseñar en Anika entre Libros un título que me llama la atención, lo pido y lo leo. Este no ha sido lo que esperaba, pero me ha servido para darme cuenta de la calidad de algunos de los libros y escritores LIJ que he ido leyendo.
Título: La vida complicada de Léa Olivier. Rumores
Título Original: (La vie compliquée de Léa Olivier, 2, Rumeurs, 2012)
Autor: Catherine Girard-Audet
Editorial: B de Blok
Colección: La Escritura Desatada
Copyright:
© Les éditions Les Malins Inc., Catherine Girard-Audet, 2012
© Ediciones B, S.A., 2015
Traducción: Natalia Navarro Díaz
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2015
ISBN: 9788416075638
Tapa: Blanda
Etiquetas: adolescentes, adolescencia, amistad,
internet, colecciones, epistolar, literatura canadiense, novela, 15
años, 14 años, 13 años, literatura infantil, literatura juvenil, medios
de comunicación, instituto, e-mails, primeros amores, pandilla, miedos,
rumores, Montreal, skype
Nº de páginas: 272
Argumento:
Léa Olivier consigue ir haciéndose hueco en su nuevo instituto y
acostumbrándose a la forma de vida de Montreal, al tiempo que va
logrando crear una pandilla de amigos y amigas en quienes confiar y
a quienes acudir cuando llegan los problemas. Problemas que tienen
que ver con asuntos tan propios de la edad como los novios y los
exnovios o las compañeras de instituto que te hacen la vida
imposible a base de rumores.
Opinión:
En esta segunda entrega protagonizada por Léa
Olivier encontramos a una chica de 15
años casi completamente adaptada a su nueva ciudad y su
nuevo instituto y que ha logrado hacerse con un grupo de amigos que
la apoyan y le prestan su ayuda cuando lo necesita. Y ello sin
olvidar a su amiga Marilou, con quien, pese a pertenecer a su
antigua vida, mantiene un fluido contacto a través de internet.
De hecho, la característica más notable de esta novela es la
técnica literaria empleada para contarla: toda la historia
está construida a través de los correos electrónicos y las
conversaciones de mensajería instantánea que intercambia Léa con
sus amigos. Creo que esta forma de contar conecta de lleno
con los lectores adolescentes a los que va dirigida no solo por
utilizar una herramienta de comunicación habitual para ellos, sino
porque permite actualizar y analizar los hechos que le van
ocurriendo a través de la escritura llana, cotidiana y sin exceso
de florituras que supone un mail, una carta o un
mensaje.
Léa va, así, desgranando sus problemas a través de su
comunicación digital, unos problemas que se resumen, básicamente,
en tres: la adaptación a su nuevo entorno y el hecho de echar de
menos a sus antiguos amigos; sus conflictos sentimentales y el
rechazo que encuentra en un grupo de chicas de su instituto.
A pesar de esta cercanía a los lectores adolescentes, conseguida
a través del lenguaje, las herramientas de comunicación y los temas
y problemas típicos de la edad tratados, creo que a la obra le
falta profundidad. Mientras la leía, me ha dado la sensación de que
la autora se queda en la superficie, en el mero hecho de contar los
problemas, y que no profundiza ni en las implicaciones ni en las
consecuencias ni en su resolución. Además, algunos de estos
problemas quedan solo esbozados o aparecen casi al final, de modo
que durante la mayoría de la novela la única preocupación de Léa
son los chicos.
El resultado final es, para mí, una obra un poco desperdiciada,
que captará la atención de los lectores por temas y lenguaje pero
que se queda bastante vacía respecto al análisis y a la reflexión
que podría incluir. Se trata de una mera sucesión de anécdotas, eso
sí, dispuestas y transmitidas de una forma muy ágil y amena.
Enlace a la reseña original.
Nos seguimos leyendo.