Durante el año pasado, quise aprovechar el aniversario de la muerte de Cervantes para ponerme al día con su obra. Entre los títulos que leí estaba este, que reseñé para Anika entre Libros y hace unas semanas y que ahora traigo hasta el blog.
Enlace a la reseña original.
Título Original: (Los trabajos de Persiles y
Sigismunda, 2016)
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra
Editorial: Penguin Clásicos
Colección: Penguin clásicos
Copyright:
©
Introducción, edición y apéndices: Isabel Lozano-Renieblas, 2016
© Penguin
Random House Grupo Editorial, S.A.U., 2016
Edición: 1ª Edición: Febrero 2016
ISBN: 9788491051640
Tapa: Blanda
Etiquetas: aventuras, clásicos, amor, intriga, literatura española, novela, viajes, alegorías, novela bizantina
Nº de páginas: 496
Tapa: Blanda
Etiquetas: aventuras, clásicos, amor, intriga, literatura española, novela, viajes, alegorías, novela bizantina
Nº de páginas: 496
Argumento:
Periandro y Auristela se
hacen pasar por hermanos mientras viajan por medio mundo,
corren aventuras y conocen a personajes de lo más singulares. Solo al final descubriremos
quiénes son en realidad, cuál es el vínculo que los une y el porqué de todas
sus peripecias.
Opinión:
Si con "El Quijote" Cervantes escribió una novela de caballerías que superaba a
todas las demás novelas de caballería y que utilizaba todos sus tópicos y
convenciones para dinamitar el género desde dentro y crear una suerte de
parodia mágica e inmortal, algo parecido hace con "Los trabajos
de Persiles y Sigismunda": elige un género en el que enmarcar su obra y luego hace
y deshace tópicos y códigos hasta conseguir una novela que supera a todas las
demás de su género. Incluso, a
todas las demás de su producción, al menos desde el punto de vista del propio
autor que siempre consideró que esta, publicada en 1617, era su mejor obra.
Como bien explica Isabel
Lozano-Renieblas en la introducción que abre la obra, Cervantes rehízo la novela bizantina o de
aventuras para
conseguir algo que va más allá de ella y que, por lo tanto, se ha leído de
forma muy diferente a lo largo de los siglos. De hecho, más allá de las
aventuras que corren y de los personajes con los que se van encontrando y cuyas
historias van descubriendo a medida que avanza el viaje, se puede hacer una lectura
alegórica, simbólica, llena de significados diferentesa lo explicitado en el texto a lo largo de toda la obra.
El autor
alcalaíno se sirve de convenciones propias del género, como la sucesión de
peripecias, el viaje, los peligros, las pruebas, etcétera para crear una novela
diferente, que tiene un hilo conductor subyacente (cuya intriga irá siendo
desvelada poco a poco) pero que también mantiene una de las características más
típicamente cervantinas: el hecho de que los protagonistas se vayan cruzando en
su camino con toda suerte de personajes que les van contando sus historias, de
manera que, en el fondo, la novela es una suerte de cuento enmarcado (de novela
enmarcada, dada su amplitud) en el que la trama principal se va enriqueciendo
con montones de subtramas que tienen interés e importancia desde que aparece el
personaje que las protagoniza hasta que este desaparece.
Esta
característica también da pie a otro de los elementos que más me han llamado la
atención de la novela: las aventuras no son vividas, son narradas. Es decir, no
vives la aventura con el personaje (algunas sí, pero muchas no) sino que es el
personaje el que, a posteriori, cuenta la peripecia en la que se vio envuelto.
De esta manera, se deja ligeramente a un lado la inmediatez y la tensión de lo
que se está viviendo en el momento y se añade un poso de reflexión y análisis
de lo ocurrido.
Así pues, Cervantes vuelve a ofrecernos una novela redonda,
magnífica, intricada y llena de peripecias que demuestra su don como narrador
y, sobre todo, como innovador literario. Una auténtica joya.
Nos seguimos leyendo.