Ficha técnica:
Título: Palmeras en la nieve Autora: Luz Gabás
Editorial: Temas de Hoy Género: novela landscape Páginas: 736Publicación: 07/02/2012 ISBN: 978-84-9998-023-2
Sinopsis (editorial):
Es 1953 y Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la finca Sampaka, el lugar donde se cultiva y tuesta uno de los mejores cacaos del mundo.
En esa tierra eternamente verde, cálida y voluptuosa, los jóvenes hermanos descubren la ligereza de la vida social de la colonia en comparación con una España encorsetada y gris; comparten el duro trabajo necesario para conseguir el cacao perfecto de la finca Sampaka; aprenden las diferencias y similitudes culturales entre coloniales y autóctonos; y conocen el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio. Pero uno de ellos cruzará una línea prohibida e invisible y se enamorará perdidamente de una nativa. Su amor por ella, enmarcado en unas complejas circunstancias históricas, y el especial vínculo que se crea entre el colono y los oriundos de la isla transformarán la relación de los hermanos, cambiarán el curso de sus vidas y serán el origen de un secreto cuyas consecuencias alcanzarán el presente.
En el año 2003, Clarence, hija y sobrina de ese par de hermanos, llevada por la curiosidad del que desea conocer sus orígenes, se zambulle en el ruinoso pasado que habitaron Kilian y Jacobo y descubre los hilos polvorientos de ese secreto que finalmente será desentrañado.
Un excelente relato que recupera nuestras raíces coloniales y una extraordinaria y conmovedora historia de amor prohibido con resonancias de Memorias de áfrica.
Si sueles leer las entradas de este blog sabrás que en ellas no hago reseñas como tal: no incluyen la parte más objetiva del análisis ni hago un estudio exhaustivo de las categorías narratológicas (narrador, tiempo, espacio, personajes...). Simplemente hablo de las que me parecen más interesantes, destacables o que ofrecen una visión global de la obra y, sobre todo, hablo de mi encuentro personal con un libro determinado. Lo único que yo puedo aportar diferente a la blogosfera respecto a otros blogs que publican reseñas buenísimas es mi lectura personal, así que eso es lo que hago (con el deseo, claro está, de que resulte de interés).
Digo todo esto porque hoy más que nunca quiero destacar que todo lo que voy a contar a continuación es mi experiencia personal, particular e intransferible con esta novela. Es una obra que ha vendido y gustado muchísimo durante el año pasado y no quiero que nadie crea que hablo sobre generalidades: hablo sobre particularidades, las que me parecen más destacables de mi encuentro con ella.
Tras leer todo esto, quizá creas que la novela no me ha gustado. Y no es así. Hay aspectos que me han gustado (algunos de ellos muchísimo) pero hay una parte con la que no me he quedado a gusto y, para mí, es una parte fundamental de cualquier novela. Vayamos por partes.
Me ha gustado la historia. Contada a través de dos ejes temporales diferentes, la autora va reconstruyendo las vivencias de dos hermanos (Jacobo y Kilian) en una finca de producción de cacao en la Guinea española. Desde el primer momento sabemos de dos amantes que se tienen que separar abruptamente y, desde el primer capítulo, que alguien ha estado años enviando dinero allí por algún motivo. La intriga se cimenta, pues, en descubrir qué ocurrió y por qué alguien se ha preocupado de mantener económicamente a alguien durante años. Cuando publiqué el BBF, varios comentarios (el de Dorothy y el de Concha, concretamente) hablaban sobre la necesidad o no del eje temporal presente. A mí, sinceramente, no me ha sobrado, porque me parece que ahonda en la reflexión del pasado que sigue afectando al presente y que se muestra tanto en la historia de la familia como en la relación España-Guinea (o España y sus colonias, en general, que para el caso es lo mismo: ojalá pensásemos un poquito más en ello, la verdad). Sí que me han sobrado, no obstante, algunos episodios de ese eje situado en el presente, como la aventura entre Iniko y Clarence, que me parece que no aporta nada al hilo argumental (si sirviera para producir un cambio en alguno de los personajes, entendería su inclusión, pero contarla por contarla... pues no lo veo). De igual modo, creo que la historia de Naha y Daniela está recogida de forma muy desigual: el narrador se centra mucho en esos personajes en una parte de la novela (y me parece que hace bien en centrar el foco en ese momento de conflicto en esa pareja y que esa relación hace avanzar la trama) pero luego no cuenta cómo se resuelve ese conflicto y ofrece cuatro pinceladas sueltas que resumen lo ocurrido posteriormente, con el foco de nuevo centrado en Clarence.
Asimismo, me ha resultado bastante atractiva toda la descripción de lugares, ambientes, personas y procesos que realiza. No había leído ninguna novela Landscape y, la verdad, estaba a punto de utilizar el comodín para pasarla por alto en el Reto Genérico de Laky pero cuando ella y Lectora de Tot propusieron dedicar el mes de mayo a este género, pensé que podría ser una buena opción y que podía aprovechar la iniciativa para estrenarme con este tipo de relatos en los que el paisaje (y añado: exótico) cobra tanta importancia. Y, en este sentido, he de decir que la experiencia ha resultado mejor de lo que esperaba y que no descarto leer más novelas de este tipo, aunque tendrá que ser en otro momento, porque este mes ya lo tengo bien cubierto, como demuestra el hecho de la fecha en que publico esta reseña: un poco más... y no llego a incluirla en el Mes Landscape.
También me han gustado las oposiciones que plantea: presente/pasado, los caracteres opuestos de Jacobo y Kilian, de Daniela y Clarence y de Iniko y Naha... Eso por no hablar de algo que me ha encantado: la reflexión sobre la doble moral imperante en la época o, mejor, la doble-doble moral: negros/blancos y hombres/mujeres. La diferenciación absoluta del negro y el blanco y el utilitarismo con el que segundo utiliza al primero (y, encima, convencido de que lo hace por su bien). Y, por otro lado, la doble moral que lleva a los hombres blancos a mantener relaciones con las mujeres negras pero reservándose las blancas para el matrimonio. Y, por supuesto, el diferente rasero por el que medir las relaciones de hombres y mujeres: como bien plantea Julia... ¿y si ella fuese tan proclive a las aventuras como Jacobo? No, ella tenía que ser recatada y conservar su honra a salvo para su futuro marido, aunque ese marido hubiese compartido lecho con medio Fernando Poo antes de pasar por el altar. Y aquí surge una nueva oposición más: la moral conservadora y religiosa de la España franquista frente a la libertad de la isla (aplicable, claro, solo a los hombres).
Me ha parecido realmente interesante toda la reflexión sobre el colonialismo: las diferentes percepciones de dominador y dominado. Creo que mete el dedo en la llaga de la herida de una España que no supo gestionar bien sus colonias, ni su explotación ni su independencia. Una herida que sigue abierta porque los problemas de entonces aún colean, aunque no sean tema frecuente en los medios de comunicación (como tampoco lo fueron en su momento, como bien se ve en la obra). Me parece que la novela abre, desde la ficción, un debate muy interesante sobre la realidad, sobre una realidad muy desconocida para muchos de nosotros. Como la pincelada que da, al final de la obra, sobre ese Waldo que regresa a España y no solo no es tratado como el ciudadano español que fue sino que es considerado marginal. Suerte que encontró al padre Rafael.
Y, finalmente, me han encantado todas las alusiones a los problemas lingüísticos, los dialectos, el pidgin... El origen y desarrollo de las lenguas siempre me ha parecido muy curioso, así que verlo en el caso de Guinea y de España y traspuesto en una novela me ha encantado.
No me ha encantado tanto el gran pero que yo le pongo a esta novela: el desigual ritmo y la estructura poco clara, desde mi punto de vista (insisto). Me gusta que la intriga de una novela esté bien dosificada, que fluya, que vaya planteando dudas y resolviendo flecos a medida que transcurre el argumento, hasta completar el puzle al final. Pero leyendo Palmeras en la nieve he tenido la sensación de que la intriga no fluía, que de repente la autora le daba un tajo al ritmo para volver a uno de los ejes temporales y mantener así el misterio... pero de una forma un poco artificial. Un método que me ha enfadado más que invitarme a leer. Además, creo que los saltos de un eje cronológico a otro responden solo a este criterio. Me ha parecido excesivo el número de capítulos dedicado a uno antes de retomar el primero, no he tenido la impresión de que ambos estén bien trabados. Y, por si fuera poco, hay parte de la intriga que se diluye porque, gracias al presente, ya sabemos lo que va a ocurrir (es lo que pasa, por ejemplo, con el enfrentamiento entre Jacobo y Mosi) y, a pesar de ello, esa parte de la trama se dilata durante un número de páginas, para mí excesivo. Además, he notado un claro desequilibrio entre el principio y el final de la novela: en general, la trama avanza lenta, con gran profusión de detalles, historias paralelas, descripciones, etc. Y, sin embargo, los capítulos finales resumen con pocas pinceladas lo que ha ocurrido en casi treinta y tantos años. No lo he percibido como equilibrado y no le encuentro justificación a la precipitación del final frente a la tremenda calma del principio. No es una cuestión de ritmo, como he dicho, y no consigo comprender el porqué.
En definitiva, una historia interesante, respaldada por un grandísimo y encomiable trabajo de documentación y contada con un estilo ágil y sencillo, que plantea temas muy atractivos pero a la que, para mí, le falla el ritmo, la estructura y la dosificación de la intriga. En cualquier caso, recomendable, sobre todo, por la reflexiones de fondo que plantea.
Nos seguimos leyendo.
Digo todo esto porque hoy más que nunca quiero destacar que todo lo que voy a contar a continuación es mi experiencia personal, particular e intransferible con esta novela. Es una obra que ha vendido y gustado muchísimo durante el año pasado y no quiero que nadie crea que hablo sobre generalidades: hablo sobre particularidades, las que me parecen más destacables de mi encuentro con ella.
Tras leer todo esto, quizá creas que la novela no me ha gustado. Y no es así. Hay aspectos que me han gustado (algunos de ellos muchísimo) pero hay una parte con la que no me he quedado a gusto y, para mí, es una parte fundamental de cualquier novela. Vayamos por partes.
Me ha gustado la historia. Contada a través de dos ejes temporales diferentes, la autora va reconstruyendo las vivencias de dos hermanos (Jacobo y Kilian) en una finca de producción de cacao en la Guinea española. Desde el primer momento sabemos de dos amantes que se tienen que separar abruptamente y, desde el primer capítulo, que alguien ha estado años enviando dinero allí por algún motivo. La intriga se cimenta, pues, en descubrir qué ocurrió y por qué alguien se ha preocupado de mantener económicamente a alguien durante años. Cuando publiqué el BBF, varios comentarios (el de Dorothy y el de Concha, concretamente) hablaban sobre la necesidad o no del eje temporal presente. A mí, sinceramente, no me ha sobrado, porque me parece que ahonda en la reflexión del pasado que sigue afectando al presente y que se muestra tanto en la historia de la familia como en la relación España-Guinea (o España y sus colonias, en general, que para el caso es lo mismo: ojalá pensásemos un poquito más en ello, la verdad). Sí que me han sobrado, no obstante, algunos episodios de ese eje situado en el presente, como la aventura entre Iniko y Clarence, que me parece que no aporta nada al hilo argumental (si sirviera para producir un cambio en alguno de los personajes, entendería su inclusión, pero contarla por contarla... pues no lo veo). De igual modo, creo que la historia de Naha y Daniela está recogida de forma muy desigual: el narrador se centra mucho en esos personajes en una parte de la novela (y me parece que hace bien en centrar el foco en ese momento de conflicto en esa pareja y que esa relación hace avanzar la trama) pero luego no cuenta cómo se resuelve ese conflicto y ofrece cuatro pinceladas sueltas que resumen lo ocurrido posteriormente, con el foco de nuevo centrado en Clarence.
Asimismo, me ha resultado bastante atractiva toda la descripción de lugares, ambientes, personas y procesos que realiza. No había leído ninguna novela Landscape y, la verdad, estaba a punto de utilizar el comodín para pasarla por alto en el Reto Genérico de Laky pero cuando ella y Lectora de Tot propusieron dedicar el mes de mayo a este género, pensé que podría ser una buena opción y que podía aprovechar la iniciativa para estrenarme con este tipo de relatos en los que el paisaje (y añado: exótico) cobra tanta importancia. Y, en este sentido, he de decir que la experiencia ha resultado mejor de lo que esperaba y que no descarto leer más novelas de este tipo, aunque tendrá que ser en otro momento, porque este mes ya lo tengo bien cubierto, como demuestra el hecho de la fecha en que publico esta reseña: un poco más... y no llego a incluirla en el Mes Landscape.
También me han gustado las oposiciones que plantea: presente/pasado, los caracteres opuestos de Jacobo y Kilian, de Daniela y Clarence y de Iniko y Naha... Eso por no hablar de algo que me ha encantado: la reflexión sobre la doble moral imperante en la época o, mejor, la doble-doble moral: negros/blancos y hombres/mujeres. La diferenciación absoluta del negro y el blanco y el utilitarismo con el que segundo utiliza al primero (y, encima, convencido de que lo hace por su bien). Y, por otro lado, la doble moral que lleva a los hombres blancos a mantener relaciones con las mujeres negras pero reservándose las blancas para el matrimonio. Y, por supuesto, el diferente rasero por el que medir las relaciones de hombres y mujeres: como bien plantea Julia... ¿y si ella fuese tan proclive a las aventuras como Jacobo? No, ella tenía que ser recatada y conservar su honra a salvo para su futuro marido, aunque ese marido hubiese compartido lecho con medio Fernando Poo antes de pasar por el altar. Y aquí surge una nueva oposición más: la moral conservadora y religiosa de la España franquista frente a la libertad de la isla (aplicable, claro, solo a los hombres).
Me ha parecido realmente interesante toda la reflexión sobre el colonialismo: las diferentes percepciones de dominador y dominado. Creo que mete el dedo en la llaga de la herida de una España que no supo gestionar bien sus colonias, ni su explotación ni su independencia. Una herida que sigue abierta porque los problemas de entonces aún colean, aunque no sean tema frecuente en los medios de comunicación (como tampoco lo fueron en su momento, como bien se ve en la obra). Me parece que la novela abre, desde la ficción, un debate muy interesante sobre la realidad, sobre una realidad muy desconocida para muchos de nosotros. Como la pincelada que da, al final de la obra, sobre ese Waldo que regresa a España y no solo no es tratado como el ciudadano español que fue sino que es considerado marginal. Suerte que encontró al padre Rafael.
Y, finalmente, me han encantado todas las alusiones a los problemas lingüísticos, los dialectos, el pidgin... El origen y desarrollo de las lenguas siempre me ha parecido muy curioso, así que verlo en el caso de Guinea y de España y traspuesto en una novela me ha encantado.
No me ha encantado tanto el gran pero que yo le pongo a esta novela: el desigual ritmo y la estructura poco clara, desde mi punto de vista (insisto). Me gusta que la intriga de una novela esté bien dosificada, que fluya, que vaya planteando dudas y resolviendo flecos a medida que transcurre el argumento, hasta completar el puzle al final. Pero leyendo Palmeras en la nieve he tenido la sensación de que la intriga no fluía, que de repente la autora le daba un tajo al ritmo para volver a uno de los ejes temporales y mantener así el misterio... pero de una forma un poco artificial. Un método que me ha enfadado más que invitarme a leer. Además, creo que los saltos de un eje cronológico a otro responden solo a este criterio. Me ha parecido excesivo el número de capítulos dedicado a uno antes de retomar el primero, no he tenido la impresión de que ambos estén bien trabados. Y, por si fuera poco, hay parte de la intriga que se diluye porque, gracias al presente, ya sabemos lo que va a ocurrir (es lo que pasa, por ejemplo, con el enfrentamiento entre Jacobo y Mosi) y, a pesar de ello, esa parte de la trama se dilata durante un número de páginas, para mí excesivo. Además, he notado un claro desequilibrio entre el principio y el final de la novela: en general, la trama avanza lenta, con gran profusión de detalles, historias paralelas, descripciones, etc. Y, sin embargo, los capítulos finales resumen con pocas pinceladas lo que ha ocurrido en casi treinta y tantos años. No lo he percibido como equilibrado y no le encuentro justificación a la precipitación del final frente a la tremenda calma del principio. No es una cuestión de ritmo, como he dicho, y no consigo comprender el porqué.
En definitiva, una historia interesante, respaldada por un grandísimo y encomiable trabajo de documentación y contada con un estilo ágil y sencillo, que plantea temas muy atractivos pero a la que, para mí, le falla el ritmo, la estructura y la dosificación de la intriga. En cualquier caso, recomendable, sobre todo, por la reflexiones de fondo que plantea.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto Genérico: 31/35 (novela Landscape)
- Desafío100 libros: 49/100
- Reto Sumando: 20/2013
Que ganas de ponerme con él! pero no sé cuando será...me tocó en el sorteo de Lectora de tot, espero no tardar ;D
ResponderEliminarPues claro que nos encantan tus reseñas personalísimas, faltaría más
ResponderEliminarYo tengo este libro pendiente así que no puedo decirte si coincido o no con tus peros
Besos
Totalmente de acuerdo contigo. Cuando dije que podría haber prescindido del hilo temporal actual lo dije precisamente porque me pareció tan malo que la novela me hubiera gustado mucho más sin él la alarga de forma innecesaria sin aportar tampoco mucho más, la verdad.
ResponderEliminarBesines
A mí me encantó, desde todos los puntos de vista. Yo no encontré ningún fallo en el ritmo y la historia del presente me gustó tanto como la del pasado.
ResponderEliminarUn besito y feliz lunes.
Lo leí el año padado y me encantó. Es cierto que las primeras 200 páginas son demasiado lentas y no ocurre nada. Aún así, es un libro que merece la pena leer.
ResponderEliminarEste se lo ha pedido mi madre en Circulo, porque estaba de oferta a 9.95 junto con otro, en la sección de ofertas de su pag. web, tiene muy buena pinta. Besos
ResponderEliminarLlevo tiempo tras este libro... estoy a ver si se lo lee mi amiga y me lo presta jejej
ResponderEliminarBesotes
Pues a pesar de esos fallos de ritmo que indicas, todos los aspectos positivos que señalas hacen que tenga mchas ganas de ponerme con este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!!!
Uno de los méritos de esta novela es llevarnos a una parte reciente de la historia de España que algunos se empeñan en enterrar.
ResponderEliminarLo tengo en mi lista de pendientes.
ResponderEliminarUna gran reseña.
Besitos.
Hola! Veo que los comentarios son bastante antiguos, pero espero que leas este:
ResponderEliminarHoy he visto la película Palmeras en la Nieve (no sabía que había un libro hasta que lo he leído en tu blog) y me ha parecido muy extraña.
En primer lugar, no he entendido el final, en el que los dos hijos de Baisila visitan la casa de Kilian en la actualidad. Sin embargo no concretan qué sucede después ni si Baisila va con ellos.
Por otro lado, en el principio de la película se dan demasiados detalles confusos que pensaba que se iban a resolver a lo largo de la película, como el por qué empieza con ellos dos juntos y Kialian marchándose (no sé por qué).
Espero que puedas resolverme alguna duda, y ya de paso hacerme el spoiler del libro, contándome lo que sucede realmente al final. Un saludo!!
Acabo de ver la película...no he leído el libro..alguien me explica el final? Bisila muere? Por qué los hijos van a España? Por qué Killian no fue por ella
ResponderEliminarYo igual termine de ver la película recien y quede con la duda de quien era el ultimo hijo de la chica bisila si hizo luto y antes de kilian jamas la toco por el ultraje que su hermano cometio, y tambien de quien era el otro hijo de la negra que le dijo que tuviera cuidado con lo que andaba buscando...
ResponderEliminarPero pese a todo lindisima la película aqui una se da cuanta que amores asi con fuego en las venas hay solo en peliculas y duran lo que es un sueño en un abrir y cerrar de ojos y luego no esta.
Leyendo el libro se responde algunas de rus preguntas
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