Ficha técnica: (los datos corresponden a una de las ediciones que se pueden comprar actualmente, no a la que he leído, que tiene más años que yo y está descatalogada)
Título: El Principito Autor: Antoine de Saint-Exupéry Editorial: Salamandra Género: literatura infantil Páginas: 96 Publicación: 2008 ISBN: 9788498381498
Sinopsis (editorial):
El valor de la amistad, el heroísmo como meta y la responsabilidad como motor de la conducta moral encuentran su plasmación definitiva en el mundo que descubre El principito , añorado planeta del que todos los hombres han sido exiliados y al que sólo mediante la fabulación cabe regresar.
No soy objetiva con El principito. No puedo serlo porque para mí representa el no va más del lenguaje poético, de las metáforas, de las profundas reflexiones sobre el ser humano escondidas en la inocencia de las preguntas y los procesos mentales infantiles. ¿Qué es el amor? ¿Qué es la amistad? ¿Cómo nacen y cómo se mantienen? ¿Qué es lo importante en la vida? ¿Qué son las responsabilidades? ¿Qué árboles no nos dejan ver el bosque de lo verdaderamente importante? ¿Por qué no buscamos más pozos en el desierto, por qué no perseguimos más quimeras, por qué somos tan prosaicos y atados a lo seguro, a lo numérico, a lo tangible? ¿Por qué ese afán por poseerlo todo, incluso algo tan lejano como las estrellas? ¿Por qué nos hacemos una idea general de alguien cuando sabemos de quién es hijo, cuántos años tiene o qué ha estudiado en vez de preocuparnos por sus sueños, sus pesadillas, su color favorito o su libro preferido
Todas estas (y muchas más) son algunas de las reflexiones de fondo que plantea El principito, bajo la inocente apariencia de un libro infantil protagonizado por un niño que hace preguntas de niños, un adulto que sigue sintiéndose pequeño y unas ilustraciones tan esquemáticas como sugerentes.
Y es que, para mí, esa es, precisamente, la clave de El principito, la razón por la que me gusta tanto: las sugerencias, las metáforas, la poesía que encierra, las preguntas y respuestas que cada lector encuentra en sus páginas, las lecturas e interpretaciones diferentes que cada uno de nosotros podemos dar a los grandes símbolos de la obra: los baobabs, la rosa, el zorro, los volcanes, las estrellas, el propio principito...
No sé cuántas veces lo he leído ya y sé que es una obra que volveré a releer. Porque cada vez encuentro algo nuevo en ella, un matiz derivado de mi propia vida, de mi propia evolución, y porque nunca me cansaré de volver a las frases llenas de poesía y de verdad que ya hice mías la primera que las leí: lo esencial es invisible a los ojos; si me domesticas y vienes cada día a las cuatro, yo empezaré a ser feliz desde las tres; el tiempo que invertiste en tu rosa hace que tu rosa sea importante; las flores son tan contradictorias; es preciso que soporte dos o tres orugas si quiero conocer las mariposas; es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás... etcétera, etcétera, etcétera. Hay todo un manual de vida escondido en sus páginas, una lección de humanidad y de poesía.
Total, que no puedo dejar de recomendar esta pequeña obra que encierra tanta sabiduría, que nos abre los ojos a la forma de ver el mundo de los niños y a la magia que perdemos por el camino y que prepara nuestra corazón para descubrir la verdad sobre lo que realmente importa en la vida: solo una rosa, quizá algún zorro y muchas puestas de sol para aliviar la tristeza.
Todas estas (y muchas más) son algunas de las reflexiones de fondo que plantea El principito, bajo la inocente apariencia de un libro infantil protagonizado por un niño que hace preguntas de niños, un adulto que sigue sintiéndose pequeño y unas ilustraciones tan esquemáticas como sugerentes.
Y es que, para mí, esa es, precisamente, la clave de El principito, la razón por la que me gusta tanto: las sugerencias, las metáforas, la poesía que encierra, las preguntas y respuestas que cada lector encuentra en sus páginas, las lecturas e interpretaciones diferentes que cada uno de nosotros podemos dar a los grandes símbolos de la obra: los baobabs, la rosa, el zorro, los volcanes, las estrellas, el propio principito...
No sé cuántas veces lo he leído ya y sé que es una obra que volveré a releer. Porque cada vez encuentro algo nuevo en ella, un matiz derivado de mi propia vida, de mi propia evolución, y porque nunca me cansaré de volver a las frases llenas de poesía y de verdad que ya hice mías la primera que las leí: lo esencial es invisible a los ojos; si me domesticas y vienes cada día a las cuatro, yo empezaré a ser feliz desde las tres; el tiempo que invertiste en tu rosa hace que tu rosa sea importante; las flores son tan contradictorias; es preciso que soporte dos o tres orugas si quiero conocer las mariposas; es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás... etcétera, etcétera, etcétera. Hay todo un manual de vida escondido en sus páginas, una lección de humanidad y de poesía.
Total, que no puedo dejar de recomendar esta pequeña obra que encierra tanta sabiduría, que nos abre los ojos a la forma de ver el mundo de los niños y a la magia que perdemos por el camino y que prepara nuestra corazón para descubrir la verdad sobre lo que realmente importa en la vida: solo una rosa, quizá algún zorro y muchas puestas de sol para aliviar la tristeza.
PD: Ha sido maravilloso compartir esta pequeña/gran lectura en Twitter gracias a la lectura conjunta organizada por Cargada con libros. ¡Tenemos que repetirlo!
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 10 clásicos: 5/10
PD2:¡¡ Papá Noel me conoce!! ;)