Hoy recupero de Anika entre Libros la reseña de un libro maravilloso con unos protagonistas llenos de amor y ternura: los abuelos. ¡Qué importantes son en nuestras vidas! Quienes hemos tenido el placer de conocerlos y de disfrutarlos durante muuuchos años sabemos que son un auténtico regalo, al menos en mi caso. Ya hablé de una de mis abuelas y de mi bisabuela en este blog... hoy son otros abuelos los que toman la palabra.
Argumento:
Yayerías recoge 11 relatos del contador de historias Félix Albo.
Todos ellos tienen como denominador común a sus protagonistas: los
yayos y las yayas, es decir, los abuelos y las abuelas, que ofrecen en
ellos un auténtico retrato generacional lleno de humor y, por supuesto,
de amor.
Opinión:
No suelen ser
protagonistas de libros ni de películas. Sus historias, deben pensar los
autores, no son tan interesantes como las de los jóvenes, los niños,
las personas de edad media, los zombis o los vampiros. Pero no es así.
Los abuelos también pueden dar lugar a las historias más bellas. No
suelen ser los protagonistas pero, cuando lo son, la obra suele merece
la pena. Y mucho. De hecho, puede llegar a ser tan inolvidable como La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro.
Y su personaje principal puede convertirse en parte de nuestra vida, en
pieza de nuestra educación sentimental, como el Bruno de Sampedro.
Los abuelos son hoy pieza fundamental
del engranaje social, sostén y apoyo de muchas familias. Sin embargo,
quienes antes eran venerados y mantenían una gran consideración social
(por su experiencia y su sabiduría) hoy son, en muchos casos, olvidados.
Al menos, no siempre ocupan el lugar social que les corresponde. Y sin
embargo, protagonizan historias entrañables, de esas que ayudan a crecer
y a madurar como persona, llenas de ternura y cariño.
Así son los 11 relatos que Félix Albo
recoge en esta obra. Once cuentos en los que los abuelos (los yayos y
las yayas de muchas zonas de España, entre ellas, del Levante) se
convierten no sólo en personajes sino también en protagonistas absolutos
de historias capaces de despertar recuerdos, cariño y admiración.
Y es que el inevitable diálogo que se
entabla siempre entre la infancia y la tercera edad, el intercambio
(siempre enriquecedor) entre nietos y abuelos; la sabiduría que da la
vida vivida, el camino andado; la paciencia de quien ya sólo tiene que
esperar; la soledad; la fuerza de quien ha fundado una familia; los
secretos que afloran cuando el paso del tiempo los convierte en
naderías; el amor en todas sus variantes; la paz; la tranquilidad de la
vida lenta… desfilan por las “historias de voz mayor” de esta obra.
Es inevitable no pensar en los propios
abuelos cuando uno lee estos 11 relatos y comparar y recordar e incluso
revivir los momentos compartidos con ellos. Sobre todo si has tenido
abuelos de los de toda la vida, de los que no tenían prisa, de los que
cuentan batallitas y de los que saben que lo importante siempre coincide
con lo urgente. Pero también es inevitable preguntarte por tu futuro,
por cómo será tu vejez, por qué pasará cuando la edad te alcance y el
porvenir sea irremediablemente mucho más breve que el pasado: el miedo a
la soledad, a la lejanía de tus hijos, a la indiferencia del sistema, a
la incertidumbre de lo que vendrá…
Yayerías
(una obra absolutamente recomendable, para leer y para contar, para
degustar en silencio o para compartir) demuestra que son muchas las
cosas que nos quedan por aprender de nuestros abuelos, aunque hayamos
tenido una vida entera para hacerlo. Del valor de sus historias y de sus
recuerdos, la mayoría sencillos, cotidianos, pero con la trascendencia
que para cada cual tiene su propia vida nos habla Albo en una pequeña
obra capaz de transportarnos a lugares donde los límites
espacio-temporales no existen, donde el tiempo desfila a otro compás,
donde lo importante es dar en vez de recibir, donde la muerte se siente
como cercana (son cosas de la edad) pero se acepta como lo que es: parte
de la vida. Y donde lo único primordial es cuidar y ser cuidado, amar… y
ser amado.
¡¡¡que buen título!!!
ResponderEliminarEl título es muy bueno y los cuentos, también :)
EliminarPero cuantos libros interesantes hay por leer, este parece muy bueno y con un toque de entrañable por la figura del abuelo que siempre es tan bonita...
ResponderEliminarMe ha gustado Lidia!
Un beso :)
Ya te digo, Nieves. A mí no me da la vida para leer todo lo que quiero. Y eso que últimamente llevo un ritmito...
EliminarMe alegro de que te haya gustado. Un beso!
No soy para nada de relatos... pero es que la figura abuelil me pierde, siento debilidad de inmediato =)
ResponderEliminarApuntadísimo!
Por cierto, me encanta el título =)
Besites
A mí sí me gustan los cuentos, me parece que concentran la esencia de la literatura en unas cuantas páginas. Siempre y cuando estén bien hechos, claro. Estos lo están, así que si te animas, espero que me cuentes qué te han parecido.
EliminarBesos!