De Dulce Chacón solo había leído, hasta ahora, La voz dormida y la verdad es que me encantó. Me parece un libro imprescindible, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta, aunque es una de esas novelas que no se leen por placer, que te duele en cada página, que te horroriza casi en cada escena, que te hace pensar cómo pudo ocurrir algo parecido a lo que en ella se describe.
Tenía pendiente leer algo más de la autora y, por eso, le propuse a mi directora del Trabajo Fin de Máster incluirla entre mis lecturas para elaborarlo. Aceptó más que encantada, claro. Su calidad literaria y los temas que abordan nos vienen que ni pintados para el tema que investigo. Así que incluí tres de sus novelas, unificadas como Trilogía de la huida, en mis lecturas de noviembre. Solo por los títulos ya intuía que iban a ser amargos, por eso llamé a mi reto mensual "Un noviembre agridulce", pero no sabía hasta qué punto. Ayer devoré Algún amor que no mate, que habla sobre violencia de género y que me dejó tocadísima (aunque me gustó mucho) y, ya por la noche, empecé el segundo libro de la trilogía, Blanca vuela mañana, cuyo principio también es triste, duro y precioso.
BBF#6
No es fácil habitar el silencio, esa obstinación torpe y muda que no devuelve el eco de su risa, Ulrike no está. No es tristeza lo que siente Heiner. Es ausencia. Es la descarnada necesidad de estar en otro, y no encontrarlo. Es tiempo para el recuerdo. Para Heiner. Rescatar lo que queda de ella, en él. Y Heiner se mira hacia dentro, se abre la herida que no sangra, buscando a Ulrike, para que siga viviendo. Por eso, a menudo Heiner se sienta en el jardín con la mirada prendida en una rama, o los ojos fijos en sus zapatos, parece que mira, pero no. Atento a su memoria para que Ulrike habite el jardín, para verla caminar, verla reírse. Y la memoria le devuelve su imagen; su mirada lenta y cómplice, sus labios, y las palabras moviéndose en su boca, pero le niega su voz. Inmóvil, se revuelve en su búsqueda. Recuperar su voz. Su risa rota, o su lamento. No me dejes sola frente a la muerte. Palabras, no son voz sin su garganta. (“Blanca vuela mañana”, Dulce Chacón)
Se me ponen los pelos de punta. ¡Qué capacidad para expresarse! ¡Qué manera de hacerte sentir el dolor de Heiner! ¡Uff!
Estoy encantada con mi lectura de hoy y, aunque a veces tengo que parar de leer y hacer otra cosa para liberarme de los sentimientos que la narración va generando en mí (como también me ocurrió ayer) me encanta zambullirme en una novela tan bellamente escrita como esta. Un auténtico regalo.
Nos seguimos leyendo
Estoy encantada con mi lectura de hoy y, aunque a veces tengo que parar de leer y hacer otra cosa para liberarme de los sentimientos que la narración va generando en mí (como también me ocurrió ayer) me encanta zambullirme en una novela tan bellamente escrita como esta. Un auténtico regalo.
Aún no me he estrenado con esta autora, a pesar de todas las recomendaciones que he recibido. Creo que empezaré con "La voz dormida", de la que no he leído más que maravillas por ahí.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
"La voz dormida" es un libro maravilloso. Duro, pero maravilloso. Espero que lo disfrutes prontito y que me cuentes qué te ha parecido.
EliminarBesos
A la lista de pendientes de cabeza =)
ResponderEliminarBesotes
¡Me das un alegrón!!!
EliminarYa me dirás qué te parece :)
Besos!
Sólo he leído La Voz Dormida, pero aunque es una novela dura, es una delicia su lectura.
ResponderEliminarTodavía no he leído un libro de Dulce Chacón que me haya decepcionado. Una lástima que una voz como la suya se haya apagado...
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