Ficha técnica:
Título: Las dos vidas de Lucía Autora: Astrid Gallardo
Editorial: Tombooktu Género: novela Páginas: 208Publicación: Marzo 2013 ISBN: 978-84-15747-28-4
Sinopsis (editorial):
Cuando todo parece hundirse, tienes una segunda oportunidad que te demuestra que se puede volver a ser feliz a partir de los cuarenta.
La vida de Lucía está a punto de dar un giro de 180 grados. Una gran abogada que ha renunciado a su carrera y a un gran amor por su familia.
La pasión y el deseo han desaparecido de su matrimonio pero ella se dice a sí misma que eso es normal, que le pasa a todas las mujeres de su edad. Lo que ella no sabe es que el destino y su gran voluntad le tienen reservadas grandes sorpresas.
Dice la sinopsis que se puede volver a ser feliz a partir de los cuarenta. Yo creo que tenemos el deber de ser felices, tengamos la edad que tengamos, a pesar de nuestra tendencia al autoengaño o de nuestra falta de arrojo en determinados momentos y ante determinadas situaciones. Justo lo que le ocurre a la protagonista de esta novela: se autoengaña en su primera vida y le falta el valor o la determinación o el coraje o la dosis de locura necesaria para dar el paso que está deseando dar en la segunda vida. Lo curioso es que la falta de arrojo sí está claramente documentado en la novela: la narración, en primera persona, sí recoge esas dudas, esa... quizá habría que llamarla comodidad o, no sé, convención tradicional que hace que sea el hombre el que tiene que buscar/llamar/dar el primer paso. Se recoge explícitamente en algunos de los pensamientos que la protagonista pone por escrito y también en algunas de las conversaciones que transcribe. Sin embargo, la parte del autoengaño es algo que he percibido como lectora, no sé si consciente o inconscientemente, pero que no está claramente reflejada en el texto. Lucía es feliz y así lo proclama a los cuatro vientos. No sé si por convención literaria o por pequeños comentarios o gestos, el lector percibe, en el fondo, que lo que ocurre es que cree que es feliz, no que lo sea. Justo lo que se hace evidente para ella cuando todo estalla y su mundo perfecto salta en pedazos.
Las dos vidas de Lucía es una historia de dobles vidas (simultáneas o consecutivas, dependiendo del personaje del que hablemos), de mentiras y lealtades, de sacrificios que una cree que debe hacer, de justicia y de segundas oportunidades. Dentro de una cierta previsibilidad (hemos leído muchos libros y visto muchas pelis en los que ocurren estas cosas y, además, la autora va dejado pequeñas pistas que seguir, como el caminito de migas de pan de Pulgarcito), la historia engancha y creo que cualquiera que comparta algún punto en común con Lucía (tener una familia, unos hijos a los que adoras, trabajar o dejar de trabajar porque crees que es lo mejor para los que te rodean...) se sentirá identificado con ella. Yo he pensado muchos de los pensamientos de la protagonista, me he hecho las mismas preguntas y he obtenido las mismas respuestas. Aunque, así, en frío, no comparto su forma de actuar cuando comienza su segunda vida. Pero, claro, desde fuera es muy fácil juzgar y estoy convencida de que ni uno mismo sabe cómo va a reaccionar ante determinados obstáculos (o zancadillas). Creo que la capacidad de identificación de la protagonista con el lector es una de las grandes bazas de esta novela, pero eso no quiere decir que sea una obra para mujeres. Creo que los hombres también pueden reflexionar sobre lo que cuenta y sacar algún provecho para su vida.
Y, por supuesto, estoy convencida de que unas y otras podrán aprender algo del que, para mí, es el mejor personaje de la obra: Paula. Me ha gustado mucho que Astrid Gallardo haya incluido (aunque sea mínimamente, no me hubiera importado que ocupara más espacio en la obra) una enfermedad como la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) y hable de sus consecuencias, más allá de las que sufren los pacientes, primeros afectados, claro está, pero no los únicos. Cualquier enfermedad cambia a una familia y eso queda claramente demostrado en la obra. Enfermedades como esta son conocidas socialmente pero quizá no demasiado, así que cualquier guiño que se haga respecto a ellas es bien recibido. Y el personaje de Paula es, simplemente, genial. Un ejemplo a seguir. Deberíamos grabar con fuego en nuestra cabeza todo lo que dice porque es una pequeña sabia y su forma de ver la vida debería invadirnos a todos.
Solo por poner una pega a la novela, diré que me hubiera gustado un poquito más de profundidad en los personajes. Sé que hubiera supuesto aumentar el número de páginas, pero también vendría bien para entender sus razones, que en algunos casos no quedan muy bien explicadas o lo hacen por la mera oposición maniquea entre personajes buenos o malos o desde el punto de vista moral.
En definitiva, una novela fácil de leer, con la que muchos nos podemos sentir total o parcialmente identificados, escrita con un estilo ágil y sin complicaciones, que expone temas de interés (la desigualdad laboral y social de las mujeres, el acoso, la familia, la maternidad, la enfermedad...) y que puede ayudarnos a tomar las riendas de nuestra propia vida con otros aires. Con otros bríos.
Nos seguimos leyendo.
Las dos vidas de Lucía es una historia de dobles vidas (simultáneas o consecutivas, dependiendo del personaje del que hablemos), de mentiras y lealtades, de sacrificios que una cree que debe hacer, de justicia y de segundas oportunidades. Dentro de una cierta previsibilidad (hemos leído muchos libros y visto muchas pelis en los que ocurren estas cosas y, además, la autora va dejado pequeñas pistas que seguir, como el caminito de migas de pan de Pulgarcito), la historia engancha y creo que cualquiera que comparta algún punto en común con Lucía (tener una familia, unos hijos a los que adoras, trabajar o dejar de trabajar porque crees que es lo mejor para los que te rodean...) se sentirá identificado con ella. Yo he pensado muchos de los pensamientos de la protagonista, me he hecho las mismas preguntas y he obtenido las mismas respuestas. Aunque, así, en frío, no comparto su forma de actuar cuando comienza su segunda vida. Pero, claro, desde fuera es muy fácil juzgar y estoy convencida de que ni uno mismo sabe cómo va a reaccionar ante determinados obstáculos (o zancadillas). Creo que la capacidad de identificación de la protagonista con el lector es una de las grandes bazas de esta novela, pero eso no quiere decir que sea una obra para mujeres. Creo que los hombres también pueden reflexionar sobre lo que cuenta y sacar algún provecho para su vida.
Y, por supuesto, estoy convencida de que unas y otras podrán aprender algo del que, para mí, es el mejor personaje de la obra: Paula. Me ha gustado mucho que Astrid Gallardo haya incluido (aunque sea mínimamente, no me hubiera importado que ocupara más espacio en la obra) una enfermedad como la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) y hable de sus consecuencias, más allá de las que sufren los pacientes, primeros afectados, claro está, pero no los únicos. Cualquier enfermedad cambia a una familia y eso queda claramente demostrado en la obra. Enfermedades como esta son conocidas socialmente pero quizá no demasiado, así que cualquier guiño que se haga respecto a ellas es bien recibido. Y el personaje de Paula es, simplemente, genial. Un ejemplo a seguir. Deberíamos grabar con fuego en nuestra cabeza todo lo que dice porque es una pequeña sabia y su forma de ver la vida debería invadirnos a todos.
Solo por poner una pega a la novela, diré que me hubiera gustado un poquito más de profundidad en los personajes. Sé que hubiera supuesto aumentar el número de páginas, pero también vendría bien para entender sus razones, que en algunos casos no quedan muy bien explicadas o lo hacen por la mera oposición maniquea entre personajes buenos o malos o desde el punto de vista moral.
En definitiva, una novela fácil de leer, con la que muchos nos podemos sentir total o parcialmente identificados, escrita con un estilo ágil y sin complicaciones, que expone temas de interés (la desigualdad laboral y social de las mujeres, el acoso, la familia, la maternidad, la enfermedad...) y que puede ayudarnos a tomar las riendas de nuestra propia vida con otros aires. Con otros bríos.
Nos seguimos leyendo.
Agradezco a la autora que se pusiera en contacto conmigo para hablarme de su libro y a la editorial que me facilitase su lectura.
Si quieres estar al día de la autora y su novela, puedes hacerlo a través de su web, de Facebook y de Twitter: @AstridGallardo1.
Y aprovecho para contarte que Astrid Gallardo estará firmando libros en la Feria del Libro de Madrid esta misma semana: el 1 de junio de 10 a 14 horas y el día 15, de 18 a 20 horas. Más información, aquí.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Desafío100 libros: 52/100
- Reto Sumando: 20/2013
A mi me ha gustado y lo he leído muy rápido ;D
ResponderEliminarTiene una portada de esas que de entrada me echanpara atrás al pensar en chick lit. Adivina quien lee ;eo por tu reseña que es otra cosa
ResponderEliminarSerá de mis próximas lecturas, espero disfrutarla también. Un besote!!
ResponderEliminarA mi el personaje de Lucía no terminaba de convencerme por varias razones, pero puede ser una sensación totalmente personal. Tras esas continuas alusiones a la familia perfecta y a lo maravillosa que era su relación de pareja también pensé que pudiera tratarse de un "autoconvencimiento" de ello. A mi la parte que más me gustó es la que tiene relación con la ELA y creo que podría haberse extendido más por ese camino y sacar más partido.
ResponderEliminarMe pareció que se leía bien, que la historia llegaba a enganchar, pero había muchas cosas que mi chirriaban un poco. No me terminó de convencer. Un beso.
Muy buena reseña, como siempre! Me has dejado con las ideas muy claras de lo que me voy a encontrar en este libro. Y a pesar de ver cómo lo has disfrutado, no me termina de llamar. Y con tanto por leer...
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo muchas ganas de leer esta novela y tu reseña me ha dejado babeando por el.
ResponderEliminarBesitos.