Hay
dos cosas que me han fascinado de Cervantes leyendo este capítulo. La
primera, su habilidad para poner nombre a los personajes que van
desfilando por la novela. Ya lo hemos visto con el propio Don Quijote,
con Sancho Panza, con Dulcinea y con otros pero... ¿qué me dices de
Pentapolín del Arremangado Brazo o de Alifanfarón? ¡Son brutales!
Uniendo el ampuloso recurso de la tradicional novela de caballerías y
ese humor incisivo al que nunca renuncia, Cervantes crea un universo de
nombres y lugares que son capaces de caracterizar a los personajes a los
que nombran solo con decirlo, que ayudan al lector a hacerse una idea
de ellos y que, por supuesto, dan rienda suelta a la ironía y al sentido
del humor cervantino.
Y la segunda habilidad que queda clara en este capítulo es la capacidad de Cervantes para generar intriga: la descripción de los (supuestos) participantes en el enfrentamiento que se va a desarrollar antes los ojos de Sancho y Don Quijote sirve para retardar el momento en el que estos se encontrarán (con lo que se va generando en el lector una cierta emoción, una anticipación, una excitación por lo que va a pasar) y, al mismo tiempo, da una idea de la cantidad de combatientes y sus linajes. Quizá sea un poco sacrílego lo que voy a decir pero no he podido evitar pensar, mientras nuestro caballero iba desgranando la lista de participantes, sus orígenes y sus blasones, en Juego de Tronos. Friki que es una.
Pero, con todo lo que demora el momento del ataque, ¡qué rápido lo cuenta después! Pim, pam, pum y ya tenemos a Don Quijote desdentado y descostillado de nuevo. El pobre caballero confundió, esta vez, ovejas y carneros con esos magníficos ejércitos que describía y el resultado fue el de siempre: siniestro total. Sobre todo en la quijada alta.
Y ya solo nos queda esperar que esta noche puedan dormir en un alojamiento sin encantamientos, ni fantasmas, ni hechizos, ni malandrines... ¡porque vaya racha que llevamos!
Nos seguimos leyendo.Y la segunda habilidad que queda clara en este capítulo es la capacidad de Cervantes para generar intriga: la descripción de los (supuestos) participantes en el enfrentamiento que se va a desarrollar antes los ojos de Sancho y Don Quijote sirve para retardar el momento en el que estos se encontrarán (con lo que se va generando en el lector una cierta emoción, una anticipación, una excitación por lo que va a pasar) y, al mismo tiempo, da una idea de la cantidad de combatientes y sus linajes. Quizá sea un poco sacrílego lo que voy a decir pero no he podido evitar pensar, mientras nuestro caballero iba desgranando la lista de participantes, sus orígenes y sus blasones, en Juego de Tronos. Friki que es una.
Pero, con todo lo que demora el momento del ataque, ¡qué rápido lo cuenta después! Pim, pam, pum y ya tenemos a Don Quijote desdentado y descostillado de nuevo. El pobre caballero confundió, esta vez, ovejas y carneros con esos magníficos ejércitos que describía y el resultado fue el de siempre: siniestro total. Sobre todo en la quijada alta.
Y ya solo nos queda esperar que esta noche puedan dormir en un alojamiento sin encantamientos, ni fantasmas, ni hechizos, ni malandrines... ¡porque vaya racha que llevamos!
Comentarios de otros capítulos:
- Capítulo I: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo Don Quijote de La Mancha
- Capítulo II: Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso Don Quijote
- Capítulo III: Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo Don Quijote de armarse caballero
- Capítulo IV: De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta
- Capítulo V: Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero
- Capítulo VI: Del donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo
- Capítulo VII: De la segunda salida de nuestro buen caballero Don Quijote de La Mancha
- Capítulo VIII: Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos de felice recordación
- Capítulo IX: Donde se concluye y da fin a la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron
- Capítulo X: De lo que más le avino a Don Quijote con el vizcaíno y del peligro en que se vio con una turba de yangüeses
- Capítulo XI: De lo que le sucedió a Don Quijote con unos cabreros
- Capítulo XII: De lo que contó un cabrero a los que estaban con Don Quijote
- Capítulo XIII: Donde se da fin al cuento de la pastora Marcela, con otros sucesos
- Capítulo XIV: Donde se ponen los versos desesperados del difunto pastor, con otros no esperados sucesos
- Capítulo XV: Donde se cuenta la desgraciada aventura que se topó Don Quijote en topar con unos desalmados yangüeses
- Capítulo XVI: De lo que sucedió al ingenioso hidalgo en la venta que él imaginaba ser castillo
- Capítulo XVII: Donde se prosiguen los innumerables trabajos que el bravo Don Quijote y su buen escudero Sancho Panza pasaron en la venta que, por su mal, pensó que era castillo
jajaja, Quijote y Juego de tronos; ahí es ná!
ResponderEliminarAys, que no da ni una nuestro pobre don Quijote...
ResponderEliminarBesotes!!!