Título: El grupo de lectura
Autora: Elizabeth Noble
Editorial: Roca editorial
Género: novela contemporánea
Páginas: 576
Publicación: 01/06/2005
ISBN: 9788496940932
El grupo de lectura nos cuenta las tribulaciones de un grupo de mujeres que se reúne regularmente para leer y discutir acerca de los libros. Durante un año, las vidas de todas ellas se entrelazan con aquello que van leyendo. Lo que empieza como un simple grupo de reunión semanal deviene en un fórum en el que las protagonistas expresan sus puntos de vista acerca de la vida y exploran los caminos de la sinceridad y la amistad.
Este libro picaba mucho mi curiosidad por el título y la sinopsis, así que cuando vi que estaba disponible para los clubes de lectura de la Biblioteca de Azuqueca lo elegí como cierre del curso. Y, la verdad, no fue lo que esperaba.
Con ese título, me esperaba mucho más club de lectura y mucho menos una historia convencional sobre varias mujeres que se encuentran. Sus reuniones de lectura no son más que una excusa para contarnos otra historia (u otras historias). De hecho, aunque sus lecturas mensuales estructuran esta novela, lo que luego debaten sobre cada libro es mínimo y, en la mayoría de los casos, bastante superficial e ideológicamente tendente a un solo lado. Pero, bueno, en realidad toda la novela es así: se nos vende como mujeres hablando de libros y lo que nos ofrece en realidad es mujeres hablando sobre maridos e hijos. ¿De qué, si no, van a hablar las mujeres? (nótese la ironía, por favor).
Así pues, hubiera estado mejor que la novela se titulara "El club de las buenas madres" o algo así. Y, claro, "buenas" entendido desde un único punto de vista (ideología invisible a la carga): el de las madres que lo dan todo por sus hijos, que dejan de trabajar por ellos, que siguen conviviendo con maridos infieles o a los que han dejado de querer por ellos, que incluso aceptan hacerse cargo de los hijos de sus jovencísimas hijas para que ella pueda "disfrutar de la vida, que es joven". O sea, madres entendidas como ángeles del hogar que, sí, sufren (y bastante) en este caso, pero que no dejan de perpetuar este modelo de mujer.
Hay un par de mujeres que trabajan pero la carrera de una es meramente testimonial (de lo que se nos habla es de su novio y de su hija embarazada). Y la profesión de la otra solo sirve para potenciar la misma reflexión: mujer=madre. Es una matrona que quiere tener hijos pero no puede. Sinceramente, uno de los personajes más interesantes para mí pero que en la novela desaparece para no volver hacia la mitad.
Hay, por lo tanto, una tímida exploración del tema de la maternidad que no llega e, incluso, de la maternidad rechazada a través de un aborto pero el enfoque de la autora no permite profundizar en estos puntos de vista sino que o bien por el "castigo" que sufre la mujer que aborta o bien por la desaparición de la que no puede tener hijos, se nos devuelve a esa única visión de la maternidad defendida en la obra.
Hemos hablado mucho de ello en el club de lectura. Sí, la historias que se nos presentan son interesantes, dramáticas (un poco folletinescas, en ocasiones) y nos han hecho pensar y charlar sobre muchas cosas, pero al final el enfoque ideológico es uno solo. No hay lugar para la mujer que opta por no tener hijos. No hay lugar para una mujer que, aún siendo madre, se siente superada por la situación y admite que debería habérselo planteado antes de seguir la corriente (o la presión) social. No hay homosexuales que tengan que luchar por tener hijos o por no tenerlos. No hay ninguna soltera con hijos (sí, hay una soltera embarazada pero deja a su bebé en manos de su propia madre, liberándose de las responsabilidades que supone criar a un hijo). No hay más opciones para la mujer que ser madre. Y esposa. Y entregada.
Me ha parecido, pues, muy pobre el enfoque de la autora quien, además, hace decir a sus personajes cosas como "¿Es que nos estamos convirtiendo en un grupo de lectura feminista? Porque en tal caso, quiero dejar constancia de que a mí me gustan los hombres. Casi todos. Algunos más que otros, lo confieso, pero en principio estoy a favor de ellos", haciendo pervivir la falsa idea de que ser feminista es ir contra los hombres. No hay puntos de vista diferentes, no hay contraargumentación, no hay realidad.
Así pues, nos hemos encontrado con un libro que entretiene pero al que se le ve el plumero (ideológico) en cuanto rascas un poco. Una novela tendenciosa que presenta una única realidad aunque disfrazada: parece que nos habla de varias realidades, porque son varias las protagonistas y con casuísticas muy diferentes, pero en realidad nos hablan de una única cosa. De lo que siempre se nos ha hablado a las mujeres: matrimonio e hijos.
Nos seguimos leyendo.
Con ese título, me esperaba mucho más club de lectura y mucho menos una historia convencional sobre varias mujeres que se encuentran. Sus reuniones de lectura no son más que una excusa para contarnos otra historia (u otras historias). De hecho, aunque sus lecturas mensuales estructuran esta novela, lo que luego debaten sobre cada libro es mínimo y, en la mayoría de los casos, bastante superficial e ideológicamente tendente a un solo lado. Pero, bueno, en realidad toda la novela es así: se nos vende como mujeres hablando de libros y lo que nos ofrece en realidad es mujeres hablando sobre maridos e hijos. ¿De qué, si no, van a hablar las mujeres? (nótese la ironía, por favor).
Así pues, hubiera estado mejor que la novela se titulara "El club de las buenas madres" o algo así. Y, claro, "buenas" entendido desde un único punto de vista (ideología invisible a la carga): el de las madres que lo dan todo por sus hijos, que dejan de trabajar por ellos, que siguen conviviendo con maridos infieles o a los que han dejado de querer por ellos, que incluso aceptan hacerse cargo de los hijos de sus jovencísimas hijas para que ella pueda "disfrutar de la vida, que es joven". O sea, madres entendidas como ángeles del hogar que, sí, sufren (y bastante) en este caso, pero que no dejan de perpetuar este modelo de mujer.
Hay un par de mujeres que trabajan pero la carrera de una es meramente testimonial (de lo que se nos habla es de su novio y de su hija embarazada). Y la profesión de la otra solo sirve para potenciar la misma reflexión: mujer=madre. Es una matrona que quiere tener hijos pero no puede. Sinceramente, uno de los personajes más interesantes para mí pero que en la novela desaparece para no volver hacia la mitad.
Hay, por lo tanto, una tímida exploración del tema de la maternidad que no llega e, incluso, de la maternidad rechazada a través de un aborto pero el enfoque de la autora no permite profundizar en estos puntos de vista sino que o bien por el "castigo" que sufre la mujer que aborta o bien por la desaparición de la que no puede tener hijos, se nos devuelve a esa única visión de la maternidad defendida en la obra.
Hemos hablado mucho de ello en el club de lectura. Sí, la historias que se nos presentan son interesantes, dramáticas (un poco folletinescas, en ocasiones) y nos han hecho pensar y charlar sobre muchas cosas, pero al final el enfoque ideológico es uno solo. No hay lugar para la mujer que opta por no tener hijos. No hay lugar para una mujer que, aún siendo madre, se siente superada por la situación y admite que debería habérselo planteado antes de seguir la corriente (o la presión) social. No hay homosexuales que tengan que luchar por tener hijos o por no tenerlos. No hay ninguna soltera con hijos (sí, hay una soltera embarazada pero deja a su bebé en manos de su propia madre, liberándose de las responsabilidades que supone criar a un hijo). No hay más opciones para la mujer que ser madre. Y esposa. Y entregada.
Me ha parecido, pues, muy pobre el enfoque de la autora quien, además, hace decir a sus personajes cosas como "¿Es que nos estamos convirtiendo en un grupo de lectura feminista? Porque en tal caso, quiero dejar constancia de que a mí me gustan los hombres. Casi todos. Algunos más que otros, lo confieso, pero en principio estoy a favor de ellos", haciendo pervivir la falsa idea de que ser feminista es ir contra los hombres. No hay puntos de vista diferentes, no hay contraargumentación, no hay realidad.
Así pues, nos hemos encontrado con un libro que entretiene pero al que se le ve el plumero (ideológico) en cuanto rascas un poco. Una novela tendenciosa que presenta una única realidad aunque disfrazada: parece que nos habla de varias realidades, porque son varias las protagonistas y con casuísticas muy diferentes, pero en realidad nos hablan de una única cosa. De lo que siempre se nos ha hablado a las mujeres: matrimonio e hijos.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 62/100
- Reto Olvidados: 20
Hola, guapa. No conocía este título. Sinceramente, me ha llamado mucho la atención. Un beso y muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUna pena que desaproveche la oportunidad, primero de hacer un libro sobre mujeres que hablan de sus lecturas en condiciones y, segundo, de incluir reflexiones sobre la situación real de las mujeres hoy en día. En fin, visto lo visto, no creo que vaya a leerlo. Un saludo!
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