Título: El celoso extremeño
Autor: Miguel de Cervantes
Editorial: Bruño
Género: novela corta
Páginas: 60
Publicación: 1991
ISBN: 8421614762
Publicadas en Madrid en 1613, las Novelas ejemplares pertenecen al periodo en que la madurez creadora de Miguel de Cervantes (1547-1616) alcanza su expansión plena y abren, junto con el Quijote, el camino a la literatura moderna. Versión realista del entremés El viejo celoso, El celoso extremeño es un magistral tratamiento de las consecuencias que acarrean los matrimonios desiguales entre viejos caducos y mujeres jóvenes y lozanas, que ofrece una opción distinta al rígido y bárbaro código del honor matrimonial imperante en otras obras de la época.
Me he propuesto ir, poco a poco, poniéndome al día con la obra completa de Cervantes, así que cuando Carmen y amig@s propuso el reto de leer las Novelas Ejemplares a lo largo del año, me apunté sin dudarlo. Elegí El celoso extremeño y aquí estoy para comentar mis impresiones.
Lo primero que he de decir es que es una novela corta que se lee muy bien. Además, la edición que he utilizado (la que encontré en la biblioteca, antigua pero muy práctica, de Bruño y comentada por Eugenio Alonso Martín) me ha ayudado mucho en cuestión de vocabulario y a la hora de hallar significado a expresiones ya en desuso que podrían complicar la lectura. La propia extensión de la obra (60 páginas; en esta edición se acompaña de Rinconete y Cortadillo y El licenciado Vidriera, además de diferentes estudios y análisis) también favorece la rápida lectura de la misma.
Agudo e incisivo (como siempre), Cervantes nos propone aquí la reflexión sobre los matrimonios desiguales en edad. Un hombre de 68 años se casa con una jovencita de "trece o catorce años" (página 185), hija de una familia noble pero pobre que acepta con gusto la dote a cambio de semejante enlace. Inocente e infantil, Leonora vivirá encerrada en su casa, por orden de su marido, en un hogar que más parece una clausura que una auténtica residencia marital.
Y es que, quizá por la diferencia de edad o tal vez por la propia personalidad del marido, el matrimonio saca a relucir los celos extremos del protagonista de esta novela corta. Y he aquí el auténtico tema de reflexión de la obra: los celos hacen más daño que la libertad y no garantizan un amor más profundo ni más prolongado. Más bien al contrario.
Cervantes arma la trama de esta novela ejemplar (ejemplar tanto en la forma -novedosa en aquella época- como en el contenido) de manera sólida y nos propone un nudo en el que entran en juego algunos de los elementos más característicos de la literatura de la época: las amas no confiables, el engaño, las malas artes de algunos, los malos entendidos... Hasta que el dramático final ayuda a fijar la moraleja: ni estos matrimonios desiguales funcionan ni los celos son buenos consejeros.
Así pues, aunque corta, Cervantes nos ofrece en este novela uno de los mejores ejemplos de su prosa certera, de su capacidad de hacer reflexionar al lector y su don (casi mágico) a la hora de crear personajes. Personajes honestos, complejos y llenos de riqueza que, aunque más simplificados sus caracteres aquí que en otras novelas más largas (por la longitud de la obra pero también por los valores que encarnan cada uno de ellos), representan a la perfección al ser humano, sus virtudes y sus taras.
Nos seguimos leyendo.
Lo primero que he de decir es que es una novela corta que se lee muy bien. Además, la edición que he utilizado (la que encontré en la biblioteca, antigua pero muy práctica, de Bruño y comentada por Eugenio Alonso Martín) me ha ayudado mucho en cuestión de vocabulario y a la hora de hallar significado a expresiones ya en desuso que podrían complicar la lectura. La propia extensión de la obra (60 páginas; en esta edición se acompaña de Rinconete y Cortadillo y El licenciado Vidriera, además de diferentes estudios y análisis) también favorece la rápida lectura de la misma.
Agudo e incisivo (como siempre), Cervantes nos propone aquí la reflexión sobre los matrimonios desiguales en edad. Un hombre de 68 años se casa con una jovencita de "trece o catorce años" (página 185), hija de una familia noble pero pobre que acepta con gusto la dote a cambio de semejante enlace. Inocente e infantil, Leonora vivirá encerrada en su casa, por orden de su marido, en un hogar que más parece una clausura que una auténtica residencia marital.
Y es que, quizá por la diferencia de edad o tal vez por la propia personalidad del marido, el matrimonio saca a relucir los celos extremos del protagonista de esta novela corta. Y he aquí el auténtico tema de reflexión de la obra: los celos hacen más daño que la libertad y no garantizan un amor más profundo ni más prolongado. Más bien al contrario.
Cervantes arma la trama de esta novela ejemplar (ejemplar tanto en la forma -novedosa en aquella época- como en el contenido) de manera sólida y nos propone un nudo en el que entran en juego algunos de los elementos más característicos de la literatura de la época: las amas no confiables, el engaño, las malas artes de algunos, los malos entendidos... Hasta que el dramático final ayuda a fijar la moraleja: ni estos matrimonios desiguales funcionan ni los celos son buenos consejeros.
Así pues, aunque corta, Cervantes nos ofrece en este novela uno de los mejores ejemplos de su prosa certera, de su capacidad de hacer reflexionar al lector y su don (casi mágico) a la hora de crear personajes. Personajes honestos, complejos y llenos de riqueza que, aunque más simplificados sus caracteres aquí que en otras novelas más largas (por la longitud de la obra pero también por los valores que encarnan cada uno de ellos), representan a la perfección al ser humano, sus virtudes y sus taras.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 74/100
- Reto Cervantino: 1
- Reto Olvidados: 23
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