El título de este quinto capítulo no podía ser más descriptivo y más premonitorio: "donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero". Con eso, está todo dicho. ¡Pobre Don Quijote! No solo tiene molido el cuerpo y el orgullo, después de lo ocurrido en el capítulo IV, sino que da la impresión de estar más loco que nunca, creyendo ser distintos personajes de obras literarias, de esas que le han sorbido el seso.
Obviando la tremenda hipérbole y el esperpéntico personaje de Cervantes, lo cierto es que yo también, a veces, me he refugiado en la literatura para evadirme de algo que no me gustaba de la realidad. También he leído o he recordado algún pasaje que me haya gustado de forma especial antes de dormir o cuando siento dolor y quiero dejar de pensar en ello. Y también me he identificado con muchos de los personajes que he ido conociendo a lo largo de mi vida, así que también puedo hacer mías las palabras de Don Quijote cuando responde a Pedro Alonso: "Yo sé quién soy [...] y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia". Yo sé quién soy pero también sé que puedo convertirme en otra persona cuando leo. ¡Dios mío! ¿Tendrá razón mi padre? ¿Estaré yo también loca?
En este capítulo comienza a hablarse ya de hacer una limpia literaria. En aquellos momentos se habla de libros sacrílegos y Cervantes muestra, con ironía y exageración, la consecuencia de la lectura de esos libros tan extendidos en la época. No estoy muy de acuerdo con la quema de libros, sean cuales fuesen... pero lo cierto es que leyendo este pasaje (y adelantando lo que ocurrirá en el próximo capítulo) no he podido dejar de pensar en el panorama literario actual y en una imagen que he visto mucho mucho mucho estos días por las redes sociales.
Es cierto que a veces dan ganas de encender una hoguera....
Obviando la tremenda hipérbole y el esperpéntico personaje de Cervantes, lo cierto es que yo también, a veces, me he refugiado en la literatura para evadirme de algo que no me gustaba de la realidad. También he leído o he recordado algún pasaje que me haya gustado de forma especial antes de dormir o cuando siento dolor y quiero dejar de pensar en ello. Y también me he identificado con muchos de los personajes que he ido conociendo a lo largo de mi vida, así que también puedo hacer mías las palabras de Don Quijote cuando responde a Pedro Alonso: "Yo sé quién soy [...] y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia". Yo sé quién soy pero también sé que puedo convertirme en otra persona cuando leo. ¡Dios mío! ¿Tendrá razón mi padre? ¿Estaré yo también loca?
En este capítulo comienza a hablarse ya de hacer una limpia literaria. En aquellos momentos se habla de libros sacrílegos y Cervantes muestra, con ironía y exageración, la consecuencia de la lectura de esos libros tan extendidos en la época. No estoy muy de acuerdo con la quema de libros, sean cuales fuesen... pero lo cierto es que leyendo este pasaje (y adelantando lo que ocurrirá en el próximo capítulo) no he podido dejar de pensar en el panorama literario actual y en una imagen que he visto mucho mucho mucho estos días por las redes sociales.
Es cierto que a veces dan ganas de encender una hoguera....
Y termino hablando de una de las muchas "erratas" que podemos encontrar en la novela. Si te has fijado, el capítulo acaba con una coma, no con un punto, y la frase continúa en el capítulo siguiente. Es decir, el título del capítulo sexto se cuela en medio de la oración. Hay bastantes errores así en El Quijote. Muchos de ellos hacen pensar en que no hubo una posterior relectura que corrigiera estas erratas hasta cierto punto tontas. Siempre me ha llamado la atención esto de la gran obra de la lengua castellana. Es cierto que las épocas son diferentes, que no se puede medir con los baremos de hoy las obras del pasado pero no deja de resultarme curioso. Además, me parece que también habla del proceso de escritura de la obra. Da la impresión de que Cervantes fue escribiendo y luego pensó lo de poner títulos a los capítulos. O que, en ese caso concreto, decidió partir el texto en dos capítulos a posteriori, y eso sí que me parece mágico, como ver la obra en proceso. Hace que me imagine perfectamente a Cervantes imaginando, planeando y escribiendo su Quijote. Y me encanta.
Nos seguimos leyendo.Comentarios de otros capítulos:
- Capítulo I: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo Don Quijote de La Mancha
- Capítulo II: Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso Don Quijote
- Capítulo III: Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo Don Quijote de armarse caballero
- Capítulo IV: De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta
Queameno se hace leeros!!Besotes
ResponderEliminarYo estoy disfrutando mucho de este reto
ResponderEliminarNo recordaba eso de los signos de puntuación del Quijote, me ha gustado el apunte. Os voy leyendo los resúmenes :)
ResponderEliminarLa viñeta, jejeje, qué decir!!!
Besos
NO me había dado cuenta de la coma, qué curioso!
ResponderEliminarBesos
No me había fijado en el error
ResponderEliminarYo tampoco me había fijado, voy a ver si lo veo en cuanto coja el libro.
ResponderEliminarNo me había fijado! Anda, qué curioso. Y es la segunda vez que estoy leyendo el libro, que tiene tela la cosa que no me haya fijado...
ResponderEliminarBesotes!!!
Qué bueno! ni me había dado cuenta!!!!
ResponderEliminarOye, eso de la coma, ni me había fijado, jajaja Pero pasa más veces???
ResponderEliminarBs.