Ficha técnica:
Título: La casa de los amores imposibles Autora: Cristina López Barrio Editorial: Plaza & Janés Género: novela contemporánea, romántica, realismo mágico Páginas: 480 Publicación: Junio 2010 ISBN: 9788401337543
Sinopsis (editorial):
Las mujeres Laguna han soportado una terrible maldición desde el principio de su linaje: una tras otra sufren mal de amores y sólo dan a luz niñas que perpetúan esta cruel herencia. Pero cuando después de décadas de pasiones prohibidas y amores trágicos nace el primer varón, se abre la puerta de la esperanza. ¿Conseguirá Santiago acabar con la maldición de su familia?
Las mujeres Laguna han cargado con una terrible maldición desde el principio de su linaje: una tras otra sufren mal de amores y sólo dan a luz niñas que perpetúan esta cruel herencia. Pero cuando después de décadas de pasiones prohibidas y amores trágicos nace el primer varón, se abre la puerta de la esperanza. ¿Será éste el fin de la maldición?
Una mágica novela sobre las trampas del deseo, la tragedia del amor y los lazos indestructibles de la familia.
Hacía mucho que no leía una novela de realismo mágico, de esas que tanto recuerdan a la Isabel Allende de los comienzos, a Como agua para chocolate o Cien años de soledad. Hacía mucho que no encontraba ninguna novela como esta y, la verdad, ha sido un auténtico placer volver a paladear la parte inexplicable de la realidad, la que está hecha de casualidades, de normas no escritas, de sentimientos, de sinrazón, de naturaleza en estado puro, de creencias que marcan el propio destino como si fuera verdad que este está escrito en alguna parte y no nos quedara más remedio que transitar por sus designios como si de camino de baldosas amarillas sin posibilidad de duda, retorno o desvío se tratara.
En el caso de las mujeres Laguna, ese camino marcado, sin desvío ni retorno, es la maldición del amor. Sobre ellas pesa un terrible anatema: amarán con locura, ese amor las perderá, el hombre que se case con ellas sufrirá lo indecible (si es que hay alguien que, viendo el percal, se atreva a hacerlo) y seguirán pariendo mujeres que sufran por amor por los siglos de los siglos. Así es cómo vamos conociendo lo pérfido que puede llegar a ser el amor para Clara, Manuela, Olvido y Margarita. Todas ellas acuden, irremediablemente, a su cita con la maldición, hasta convertirse en seres degradados, en mujeres fantasma, en suicidas, locas y pérfidas ejecutoras de una sentencia dictada siglos antes. Cada una a su manera, cada una con su personalidad y sus formas diferentes de enfrentarse al amor y al desamor, irá desgranando el dolor de su corazón en las páginas de este libro. Muchas tratan de romper con el maleficio, como Manuela, obsesionada hasta la sinrazón por la pureza de su hija Olvido; obsesión que acabará llevando al puntual e inexorable cumplimiento de la maldición. Otras, como la propia Olvido, tratarán de poner tierra de por medio con la intención de que el mal de amores familiar nunca llegue a rozar a sus hijas. De hecho, la parte de Margarita, la hija de Olvido, me ha parecido muy ilustrativa de lo que, en realidad, es muchas veces una maldición o eso que te hacen creer de pequeña que eres y tú conviertes en santo y seña de tu propia existencia, para bien o para mal, respetándolo o intentado alejarte de ello: Margarita envía a Olvido fuera de la Casona Roja de las Laguna con la intención de que ni siquiera sepa de la existencia de la maldición. Y Olvido es feliz. Pero en cuanto oye hablar de la maldición, el destino cae sobre ella como una losa, como una insalvable espada justiciera que cambia su vida para siempre.
Y así ocurre hasta que llegamos al punto de inflexión que marca el nacimiento de un niño. ¿Será ese el fin de la maldición? Personalmente, la parte de Sebastián es la que más ardua se me ha hecho de la obra e, incluso, hay un pasaje (y así lo comentamos en el club de lectura) demasiado exagerado, demasiado inverosímil, demasiado inexplicable y totalmente incomprensible.
Quitando este pequeño pero, el libro me ha parecido sugerente, poético y precioso. López Barrio trabaja y pule el lenguaje para ofrecer metáforas, imágenes y símbolos sorprendentes, que llenan la narración de magia y belleza. Contrapuntea esa belleza con algunas escenas macabras y con la inseparable conexión entre estado anímico y climatología o naturaleza, para conseguir el difícil equilibrio entre los elementos bondadosos y los malignos que una obra de este estilo requiere. Y mantiene y revive con acierto algunas de las convenciones típicas del género, como la exageración, la sensualidad, el feísmo de algunas escenas y personajes que se contrapone a la delicadeza y la ternura de otras, la presencia constante de la naturaleza como contrapunto y complemento al ser humano, la reiteración de hechos y personalidades (lo que entronca con la idea de la vida cíclica, del círculo que se cierra o de la inexorabilidad del destino) o los guiños permanentes a esa magia inexplicable que se cuela entre las costuras de la realidad para desmantelar todo apego a la racionalidad más estricta.
En definitiva, una novela deliciosa, llena de poesía y magia, que cuestiona la inexorabilidad del destino y que muestra todas las caras posibles del otro amor, el amor que condena, el que destroza todo a su paso, el que arranca vidas de cuajo, el que convierte en polvo de muerte todo lo que toca y el que, en ocasiones, es imposible evitar.
Nos seguimos leyendo. En el caso de las mujeres Laguna, ese camino marcado, sin desvío ni retorno, es la maldición del amor. Sobre ellas pesa un terrible anatema: amarán con locura, ese amor las perderá, el hombre que se case con ellas sufrirá lo indecible (si es que hay alguien que, viendo el percal, se atreva a hacerlo) y seguirán pariendo mujeres que sufran por amor por los siglos de los siglos. Así es cómo vamos conociendo lo pérfido que puede llegar a ser el amor para Clara, Manuela, Olvido y Margarita. Todas ellas acuden, irremediablemente, a su cita con la maldición, hasta convertirse en seres degradados, en mujeres fantasma, en suicidas, locas y pérfidas ejecutoras de una sentencia dictada siglos antes. Cada una a su manera, cada una con su personalidad y sus formas diferentes de enfrentarse al amor y al desamor, irá desgranando el dolor de su corazón en las páginas de este libro. Muchas tratan de romper con el maleficio, como Manuela, obsesionada hasta la sinrazón por la pureza de su hija Olvido; obsesión que acabará llevando al puntual e inexorable cumplimiento de la maldición. Otras, como la propia Olvido, tratarán de poner tierra de por medio con la intención de que el mal de amores familiar nunca llegue a rozar a sus hijas. De hecho, la parte de Margarita, la hija de Olvido, me ha parecido muy ilustrativa de lo que, en realidad, es muchas veces una maldición o eso que te hacen creer de pequeña que eres y tú conviertes en santo y seña de tu propia existencia, para bien o para mal, respetándolo o intentado alejarte de ello: Margarita envía a Olvido fuera de la Casona Roja de las Laguna con la intención de que ni siquiera sepa de la existencia de la maldición. Y Olvido es feliz. Pero en cuanto oye hablar de la maldición, el destino cae sobre ella como una losa, como una insalvable espada justiciera que cambia su vida para siempre.
Y así ocurre hasta que llegamos al punto de inflexión que marca el nacimiento de un niño. ¿Será ese el fin de la maldición? Personalmente, la parte de Sebastián es la que más ardua se me ha hecho de la obra e, incluso, hay un pasaje (y así lo comentamos en el club de lectura) demasiado exagerado, demasiado inverosímil, demasiado inexplicable y totalmente incomprensible.
Quitando este pequeño pero, el libro me ha parecido sugerente, poético y precioso. López Barrio trabaja y pule el lenguaje para ofrecer metáforas, imágenes y símbolos sorprendentes, que llenan la narración de magia y belleza. Contrapuntea esa belleza con algunas escenas macabras y con la inseparable conexión entre estado anímico y climatología o naturaleza, para conseguir el difícil equilibrio entre los elementos bondadosos y los malignos que una obra de este estilo requiere. Y mantiene y revive con acierto algunas de las convenciones típicas del género, como la exageración, la sensualidad, el feísmo de algunas escenas y personajes que se contrapone a la delicadeza y la ternura de otras, la presencia constante de la naturaleza como contrapunto y complemento al ser humano, la reiteración de hechos y personalidades (lo que entronca con la idea de la vida cíclica, del círculo que se cierra o de la inexorabilidad del destino) o los guiños permanentes a esa magia inexplicable que se cuela entre las costuras de la realidad para desmantelar todo apego a la racionalidad más estricta.
En definitiva, una novela deliciosa, llena de poesía y magia, que cuestiona la inexorabilidad del destino y que muestra todas las caras posibles del otro amor, el amor que condena, el que destroza todo a su paso, el que arranca vidas de cuajo, el que convierte en polvo de muerte todo lo que toca y el que, en ocasiones, es imposible evitar.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto100 libros: 8/100
- Reto Encuentra al Personaje: 2/5
- Reto Genérico: 8 (1 familiar)/40
- Reto 25 españoles: 8/25
- Reto Autores de la A a la Z: L
Entre las páginas de esta novela he encontrado uno de los personajes válidos para el Reto Encuentra el Personaje. Bueno, en realidad he encontrado a varios, porque tratándose de una saga de mujeres, he hallado hasta cinco mujeres embarazadas entre sus personajes. Clara, Manuela, Olvido, Margarita y Úrsula tienen hijos en La casa de los amores imposibles, así que está claro que me sirven como personaje embarazado. Por poner un ejemplo, elijo este que habla de Clara, en el capítulo 4:
La muchacha se retiró el trapo de los ojos y la imagen de aquella prostituta de pupilas de oro ataviada con un negligé naranja, el cabello suelto hasta más abajo de la cintura y los pechos de embarazada estallando los tules se le atravesó en el estómago para siempre.
Siempre me ha llamado mucho este libro, por su portada...es muy provocativa ;D y la verdad es que lo tengo apuntadísimo ;D
ResponderEliminarLa verdad es que es de los que más me ha gustado del club, salvando la parte de Santiago el libro se lee bastante bien :)
ResponderEliminarEste es uno de mis eternos pendientes, le tengo ganas,pero no se porque nunca le llega el día. Supongo que porque no lo tengo en casa y cuando voy a la biblioteca otro libro llama más me atención.
ResponderEliminarLo leí hace dos años y caí rendida ante las Laguna pero, sobre todo, ante la prosa exquisita de la autora. Como fetichista de las metáforas confieso que algunas las leí y releí mil veces para saborearlas. Besos.
ResponderEliminarLo tengo pendiente desde hace mil!!!
ResponderEliminarBesotes
Lo tengo en la estantería desde hace... Mejor no lo digo...
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues no lo conocía, así que me lo apunto directamente. La portada me parece genial.
ResponderEliminarBs.
Me gustó muchíiiiiisimo, precisamente esta semana publiqué en el blog la segunda novela de esta escritora, que también es una maravilla! Bss
ResponderEliminarYo me acabo de estrenar con la segunda novela de la autora, que me ha gustado mucho. Por lo que veo, ha solucionado los fallitos de su primera novela. Aún así, ésta me parece que parte de una premisa original, así que muy probablemente acabará cayendo:)
ResponderEliminar1beso!