Título: Que no, que no me muero
Autora: María Hernández Martí
Ilustrador: Javi de Castro
Editorial: Modernito Books
Género: novela gráfica
Páginas: 168
Publicación: Próximamente (abril 2016)
ISBN: 9788494488207
“Yo nací azul y sin paciencia ninguna. Lo del color se me pasó en un ratito, con oxígeno y eso, pero lo otro no. Llevo toda la vida dedicando grandes cantidades de energía a no reventar de coraje, a no meterme en demasiados líos y a fabricarme un sucedáneo razonable de la paciencia que me falta.
En este libro se cuenta cómo en estos últimos años he tenido muchísimas oportunidades para desplegar una paciencia maravillosa, zen, elegantísima, de esa que te ilumina de inteligencia y te embellece y sirve de inspiración a los demás.
Y cómo las he desaprovechado todas.”
Lupe tiene 38 años, pareja, perro, padres, hermanos, amigos, problemas de trabajo, clientes que no pagan y un cáncer de mama. Se enfrenta a esto último con el mismo sentido del humor peculiar que aplica al resto de su vida, pero se encuentra con que de pronto se espera de ella que sea un ejemplo de positivismo y superación. Y que tome batidos de remolacha.
Los cuentos que dan lugar a este libro, maravillosamente escritos por María Hernández Martí (Vida Tinta) funcionan como válvula de escape para una protagonista que asiste perpleja ante la incomodidad y las impertinencias de la gente que la rodea. Javi de Castro (La última aventura, Sandía para cenar), el intrépido ilustrador que se atreve a traducir gráficamente estos cuentos eminentemente literarios, consigue interpretar la historia con sus magníficos dibujos a través de soluciones compositivas imaginativas y a la medida de los cuentos.
El resultado, este cómic ácido, humorístico e inteligente, es sencillamente brillante.
Hace unas semanas, me llegó un correo de Modernito Books hablándome de este libro y, no sé, fue amor a primera vista. Me sedujo el desparpajo con el que estaba escrita la sinopsis, el tema y que fuera novela gráfica, sobre todo teniendo en cuenta el reto que me he propuesto para este año. La editorial me envió una edición no venal y ese mismo día, por circunstancias ajenas a mi voluntad pero que me vinieron más que bien, empecé a leer. Y luego... ya no pude parar.
Me ha encantado la forma en que la autora aborda una enfermedad como el cáncer. Por eso, este libro es a veces duro, a veces divertido pero siempre honesto. En él, Hernández Martí saca a la luz los malos (malísimos) momentos que conlleva el tratamiento... y no solo por la quimioterapia o sus efectos secundarios, sino también por las reacciones de los demás a la enfermedad.
Así, las ilustraciones de Javi de Castro, llenas de color (muchas veces oscuro, pero otras vibrante) nos ponen frente a los ojos a esta mujer calva que se deja las deja las cejas en la camilla de masajes, que pasea a su perra y que no tiene pelos en la lengua a la hora de hacer ver lo que la enfermedad supone para su vida.
Además del valor testimonial (sin dramatismos pero con honestidad) de la obra, me ha gustado mucho que también rompe tabúes y nos muestra la realidad de cómo vemos a los enfermos de cáncer. Así, desde la excesiva compasión hasta la falta de delicadeza de algunos, la obra nos va contando cuentos, o desgranando capítulos, o deshojando el abecedario que sirve de índice, para hablarnos de las reacciones a veces exageradas y poco sensibles de quienes se cruzan con la protagonista.
De hecho, el título puede entenderse de dos maneras diferentes: como una afirmación de fuerza y valentía o como la enésima vez que la protagonista que negar que se vaya a morir cuando alguien que se entera de la enfermedad le empieza a contar batallitas sobre enfermos que no pudieron superarla.
En definitiva, me ha encantado este libro lleno de honestidad brutal, de ironía y de humor casi casi negro que pone ante nuestros ojos la verdad sobre el cáncer pero que, en el fondo, es un gran grito de ánimo a quienes lo padecen y de satisfacción por la batalla ganada (aunque el miedo a la recaída siempre esté ahí) de quienes han pasado por ello.
Nos seguimos leyendo.
Me ha encantado la forma en que la autora aborda una enfermedad como el cáncer. Por eso, este libro es a veces duro, a veces divertido pero siempre honesto. En él, Hernández Martí saca a la luz los malos (malísimos) momentos que conlleva el tratamiento... y no solo por la quimioterapia o sus efectos secundarios, sino también por las reacciones de los demás a la enfermedad.
Así, las ilustraciones de Javi de Castro, llenas de color (muchas veces oscuro, pero otras vibrante) nos ponen frente a los ojos a esta mujer calva que se deja las deja las cejas en la camilla de masajes, que pasea a su perra y que no tiene pelos en la lengua a la hora de hacer ver lo que la enfermedad supone para su vida.
Además del valor testimonial (sin dramatismos pero con honestidad) de la obra, me ha gustado mucho que también rompe tabúes y nos muestra la realidad de cómo vemos a los enfermos de cáncer. Así, desde la excesiva compasión hasta la falta de delicadeza de algunos, la obra nos va contando cuentos, o desgranando capítulos, o deshojando el abecedario que sirve de índice, para hablarnos de las reacciones a veces exageradas y poco sensibles de quienes se cruzan con la protagonista.
De hecho, el título puede entenderse de dos maneras diferentes: como una afirmación de fuerza y valentía o como la enésima vez que la protagonista que negar que se vaya a morir cuando alguien que se entera de la enfermedad le empieza a contar batallitas sobre enfermos que no pudieron superarla.
En definitiva, me ha encantado este libro lleno de honestidad brutal, de ironía y de humor casi casi negro que pone ante nuestros ojos la verdad sobre el cáncer pero que, en el fondo, es un gran grito de ánimo a quienes lo padecen y de satisfacción por la batalla ganada (aunque el miedo a la recaída siempre esté ahí) de quienes han pasado por ello.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto Novela Grafica: 2/3
- Reto 100 libros: 22/100
Qué buena pinta!
ResponderEliminarEsta temática tratada de este modo me gusta. Podría animarme.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo tiene mi padre, pero a mí ahora mismo no es un libro que me apetezca leer, no es el momento.
ResponderEliminarUn beso!
Será de mis próximas lecturas =)
ResponderEliminarBesotes