Título: Diecisiete cuentos y dos pingüinos
Autor: Daniel Nesquens
Ilustrador: Emilio Urberuaga
Editorial: Anaya
Género: LIJ
Páginas: 96
Publicación: 22/8/2001
ISBN: 978-84-207-0017-5
¿Qué pasaría si en una calurosa tarde de toros termina navegando un barco en medio de la plaza? ¿Y si unos espaguetis se enderezan al son de la flauta? Cosas así ocurren en estos cuentos... y es que ser un buen observador es fundamental: de ese modo se sabe, por ejemplo, cómo se las arreglan dos pingüinos para ponerse nombre, si los coches tienen rabo, o por qué resulta sospechoso el señor del maletín.
Cuanto más leo a Daniel Nesquens, más me gusta. Me parece un autor diferente, con propuestas entre divertidas y absurdas que a veces te hacen reír, otras veces te descolocan pero siempre siempre te hacen sentir algo. Incluso pensar.
Leí este libro primero con el club de 7-8 años y después con el de 9-10 y a los dos grupos les encantó. Unos cuentos más que otros, todo hay que decirlo, pero en general quedaron encantados con estos relatos cortos y que apelan directamente al mundo infantil, bien porque los protagonistas son niños, bien porque mezclan la inocencia y la imaginación típica de los más pequeños.
Entre este puñado de cuentos podemos encontrar algunos que se acercan más al misterio y otros que nos invitan a dejarnos llevar por la imaginación y viajar de su mano a lugares insospechados. O gracias a medios de transporte tan sorprendentes como una pompa de chicle.
Creo que los cuentos de Nesquens, además de divertir, también permiten a los niños que creen e imaginen con libertad, así que si los trabajamos con ellos podemos encontrar todo un filón de recursos para transportarnos a mundos diferentes.
Además, encontré esta guía de lectura con ejercicios aprovechables elaborada por la propia editorial a la que también le hemos sacado mucho jugo.
Por último, hay que señalar que las ilustraciones de Emilio Urberuaga no le van a la zaga al contenido y nos adentran de lleno en el mundo a veces absurdo, a veces real de Nesquens. Grandes, a doble página y llenas de color, estas ilustraciones ayudan en ocasiones a situar al texto y, en otras, nos permiten seguir jugando con la propuesta del autor.
En definitiva, un libro para disfrutar al que se le puede sacar mucho partido. Palabra de pingüina.
Leí este libro primero con el club de 7-8 años y después con el de 9-10 y a los dos grupos les encantó. Unos cuentos más que otros, todo hay que decirlo, pero en general quedaron encantados con estos relatos cortos y que apelan directamente al mundo infantil, bien porque los protagonistas son niños, bien porque mezclan la inocencia y la imaginación típica de los más pequeños.
Entre este puñado de cuentos podemos encontrar algunos que se acercan más al misterio y otros que nos invitan a dejarnos llevar por la imaginación y viajar de su mano a lugares insospechados. O gracias a medios de transporte tan sorprendentes como una pompa de chicle.
Creo que los cuentos de Nesquens, además de divertir, también permiten a los niños que creen e imaginen con libertad, así que si los trabajamos con ellos podemos encontrar todo un filón de recursos para transportarnos a mundos diferentes.
Además, encontré esta guía de lectura con ejercicios aprovechables elaborada por la propia editorial a la que también le hemos sacado mucho jugo.
Por último, hay que señalar que las ilustraciones de Emilio Urberuaga no le van a la zaga al contenido y nos adentran de lleno en el mundo a veces absurdo, a veces real de Nesquens. Grandes, a doble página y llenas de color, estas ilustraciones ayudan en ocasiones a situar al texto y, en otras, nos permiten seguir jugando con la propuesta del autor.
En definitiva, un libro para disfrutar al que se le puede sacar mucho partido. Palabra de pingüina.
Nos seguimos leyendo.
Si juntamos humor absurdo con ilustraciones de Emilio Urberuaga, tiene que estar muy, muy bien.
ResponderEliminar¡Besos!
Qué buena pinta! Éste me lo llevo, para disfrutarlo con mi hija.
ResponderEliminarBesotes!!!