Título: La maniobra de la tortuga
Autor: Benito Olmo
Editorial: Suma de Letras
Género: novela policíaca
Páginas: 360
Publicación: Mayo 2016
ISBN: 9788491290360
Empujado por el infortunio, el irreverente inspector Manuel Bianquetti se ve obligado a aceptar un traslado forzoso a la comisaría de Cádiz, un destino previsiblemente tranquilo que se verá alterado con el hallazgo del cadáver de una joven de dieciséis años. Una muerte violenta que le traerá reminiscencias de un pasado del que no logra desprenderse.
A pesar de la oposición de sus superiores, el inspector Bianquetti emprenderá una cruzada solitaria para atrapar al culpable siguiendo el rastro de unas evidencias que podrían no existir más allá de su imaginación. La realidad se va oscureciendo en la medida en la que el lector va devorando páginas al tiempo que participa junto al protagonista en la investigación de un caso cada vez más turbio y escabroso.
Había visto comentarios sobre Benito Olmo por la blogosfera y las redes sociales y me apunté su nombre como futura lectura. Cuando se puso en contacto conmigo para ofrecerme su nueva novela, no me lo pensé y, la verdad, no me arrepiento para nada. La maniobra de la tortuga ha sido mucho más de lo que esperaba, me ha encantado, y solo espero que tanto el autor como la editorial hagan caso a quienes les pedimos más Bianquetti y veamos pronto que esta novela se convierte en una saga. El inspector y el autor lo merecen.
El protagonista de esta novela, el inspector Bianquetti, es un personaje tipo en muchos aspectos pero sorprendente en otros. Enlaza con la novela negra y policíaca clásica en su condición de maldito, en tener un turbio pasado, en sus adicciones (en este caso, el tabaco) y en su individualismo (en este sentido, no he podido evitar acordarme del Sharko de Thilliez). Pero creo que su gran corazón le diferencia de otros muchos investigadores clásicos en los que parece primar más la socarronería y el estar de vuelta de todo.
Bianquetti está de vuelta de todo... pero solo hasta cierto punto. Atormentado por su pasado y por la distancia (física y psicológica) que mantiene respecto a su exmujer y su hija, el inspector busca un nuevo presente en Cádiz. Y la localización no es gratuita: resulta novedosa (me encanta esta tendencia de abrir la novela negra a ciudades que no sean Madrid y Barcelona) y, además, se convierte en una parte muy importante de la novela: la recorremos, la conocemos e, incluso, acabamos queriéndola. Digna merecedora, pues, de estar incluida en el Reto Ciudades con Libro.
Y no solo acabamos queriendo a la ciudad. También acaba enamorándonos ese Bianquetti grande como un oso, con unas manos demoledoras pero tan atribulado y con ese corazón. Creo que Olmo logra armar a la perfección un personaje contradictorio y, por lo tanto, muy humano al que se quiere a pesar de no comprender o no compartir algunas de sus reacciones y comportamientos.
La trama de intriga, la que sostiene esta novela, se va enredando con la historia de Cristina, una mujer maltratada que también se ha visto confinada a Cádiz intentado huir de su marido. Al principio, esta subtrama causa sorpresa en el lector, quien seguro intentará buscarle encaje en la trama general. Pero luego te conquista por sí sola, por la fuerza de su argumento y por el potencial del personaje. Y cuando descubres la conexión que hay entre la trama principal y esta... creo que te gusta aún más. Creo que suma, que enriquece, que completa y que anima a desear saber más sobre ellos.
Las dos tramas me parecen interesantes y creo que la principal está muy bien armada, mantiene la intriga y, además, incluye algún giro no esperado que favorece la acción y el efectismo de una obra policíaca. Pero, obviamente, la historia que tiene que ver con Cristina y su maltrato me ha encantado. Creo que está contada con realismo, con honestidad, sin morbo pero con toda la dureza que una situación así exige.
En definitiva, Benito Olmo me ha conquistado con la primera novela suya que leo. Se ha convertido, por méritos propios, en un autor del que estar muy pendiente y con el que tendré que ponerme al día, además de sumarme a las peticiones de que Bianquetti no termine aquí. Tiene el carisma suficiente para que tanto el autor como la editorial apuesten por él y le den una laaaaarga vida.
Nos seguimos leyendo.
Agradezco al autor y a la editorial en envío de este ejemplar para su reseña.
El protagonista de esta novela, el inspector Bianquetti, es un personaje tipo en muchos aspectos pero sorprendente en otros. Enlaza con la novela negra y policíaca clásica en su condición de maldito, en tener un turbio pasado, en sus adicciones (en este caso, el tabaco) y en su individualismo (en este sentido, no he podido evitar acordarme del Sharko de Thilliez). Pero creo que su gran corazón le diferencia de otros muchos investigadores clásicos en los que parece primar más la socarronería y el estar de vuelta de todo.
Bianquetti está de vuelta de todo... pero solo hasta cierto punto. Atormentado por su pasado y por la distancia (física y psicológica) que mantiene respecto a su exmujer y su hija, el inspector busca un nuevo presente en Cádiz. Y la localización no es gratuita: resulta novedosa (me encanta esta tendencia de abrir la novela negra a ciudades que no sean Madrid y Barcelona) y, además, se convierte en una parte muy importante de la novela: la recorremos, la conocemos e, incluso, acabamos queriéndola. Digna merecedora, pues, de estar incluida en el Reto Ciudades con Libro.
Y no solo acabamos queriendo a la ciudad. También acaba enamorándonos ese Bianquetti grande como un oso, con unas manos demoledoras pero tan atribulado y con ese corazón. Creo que Olmo logra armar a la perfección un personaje contradictorio y, por lo tanto, muy humano al que se quiere a pesar de no comprender o no compartir algunas de sus reacciones y comportamientos.
La trama de intriga, la que sostiene esta novela, se va enredando con la historia de Cristina, una mujer maltratada que también se ha visto confinada a Cádiz intentado huir de su marido. Al principio, esta subtrama causa sorpresa en el lector, quien seguro intentará buscarle encaje en la trama general. Pero luego te conquista por sí sola, por la fuerza de su argumento y por el potencial del personaje. Y cuando descubres la conexión que hay entre la trama principal y esta... creo que te gusta aún más. Creo que suma, que enriquece, que completa y que anima a desear saber más sobre ellos.
Las dos tramas me parecen interesantes y creo que la principal está muy bien armada, mantiene la intriga y, además, incluye algún giro no esperado que favorece la acción y el efectismo de una obra policíaca. Pero, obviamente, la historia que tiene que ver con Cristina y su maltrato me ha encantado. Creo que está contada con realismo, con honestidad, sin morbo pero con toda la dureza que una situación así exige.
En definitiva, Benito Olmo me ha conquistado con la primera novela suya que leo. Se ha convertido, por méritos propios, en un autor del que estar muy pendiente y con el que tendré que ponerme al día, además de sumarme a las peticiones de que Bianquetti no termine aquí. Tiene el carisma suficiente para que tanto el autor como la editorial apuesten por él y le den una laaaaarga vida.
Nos seguimos leyendo.
Agradezco al autor y a la editorial en envío de este ejemplar para su reseña.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 59/100
- Reto Autores de la A a la Z: O 19/25
- Reto Sabuesos: 6
- Reto Ciudades con Libro: 6
La tengo pendiente. veo que está gustando mucho.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Que bien habláis todos de Bianquetti y la maniobra de la tortuga! A mí me has convencido con esos aires de novela clásica policíaca y con los rasgos algo distintos a los habituales del inspector protagonista. Bss
ResponderEliminarLo he leído hace poquito y coincido totalmente contigo.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola!
ResponderEliminarYo nunca había escuchado nombrar al autor ni a su obra, pero me ha gustado la manera en la que has hablado de ellos. Voy a llevarme apuntado este titulo y espero lo disfrute tanto como tú, chance y yo también me termino sumando a la petición de más libros.
Un abrazo.
No me importaría leerlo =)
ResponderEliminarBesotes