“Quería un personaje que fuera mujer y que tuviera protagonismo. Porque la mujer en la novela negra o es la víctima, que aparece muerta en la primera página, o es la ayudante de alguien” (Alicia Giménez Bartlett, web oficial)
Esas fueron las premisas para crear un personaje extraordinario, al que lamento haber tardado en conocer: Petra Delicado. Porque Petra es protagonista, es mujer, es fuerte, es feminista, se aprovecha de sus cualidades femeninas, no tiene pelos en la lengua, es autocrítica, culta, inteligente, carga a sus espaldas con dos ex maridos, empieza su vida en solitario, pelea contra los malos sin saber cómo hacerlo, equivocándose y volviendo empezar; es dura pero tiene corazón, tiene claras las cuestiones importantes de la vida y porque tiene el arrojo suficiente como para darle un giro a su vida, romper con lo que no le gusta (sea un matrimonio o un trabajo) y perseguir nuevos sueños.
Tenía ganas de leer la saga entera y he comenzado por el principio: Ritos de muerte, publicado originariamente en 1996. En él, además del caso de violación que se va complicando a medida que avanza la trama, la autora presenta a los personajes principales: Petra Delicado, abogada que cambia su profesión por la de policía y trabaja en el departamento de documentación de Barcelona; y Fermín Garzón, un experimentado policía de 57 años, viudo y recién trasladado desde Salamanca. Por falta de personal, ambos son requeridos para investigar un caso de violación. Aunque pagarán cara su inexperiencia, finalmente acabarán resolviendo el puzle de una historia que permite a Giménez Bartlett reflexionar sobre múltiples cuestiones: el determinismo social, las diferencias de clase y sus consecuencias, las personas castigadas por la vida, la falta de esperanza y de futuro...
Conocemos a Petra y su historia de primera mano, a través de una narración en primera persona que nos pone en el lugar de la inspectora, que nos permite conocer sus pensamientos, sus fallos, sus autorreproches y su espíritu crítico y luchador. Esta incursión en la mente de la investigadora, además de acercarnos a ella, de conseguir que empaticemos con ella desde el primer momento, va entremezclando la acción propia de la novela negra con la reflexión, un tema sobre el que la propia Petra cavila en las páginas de este libro. De hecho, plantea la dicotomía entre acción y reflexión como parte de la competencia profesional de un determinado empleo, contraponiendo su trabajo intelectual en la sección de documentación, o incluso como abogada, frente a la investigación que realiza actualmente; aunque acaba dándose cuenta de que la acción no excluye las preguntas, el razonamiento lógico, a veces incluso previo al propio movimiento.
Ritos de muerte es un libro de contrastes (el propio nombre de la protagonista ya da una buena pista), de luchas, de reflexión sobre los enfrentamientos a los que todos nos hemos enfrentado alguna vez en la sociedad: hombre/mujer, ricos/pobres, jefe/subordinado, capital/provincias... Son muchos los personajes que van encarnando estas dicotomías pero, claro está, los más significativos son los dos protagonistas principales: Petra y Garzón. Son polos opuestos en todos los sentidos: ella es una mujer que defiende los derechos de su género y denuncia las discriminaciones que sufren las féminas en muy diversos ámbitos (laboral, psicológico, social, familiar...) mientras que él es un hombre tradicional, que considera a las mujeres como una bella flor a la que cuidar, que es incapaz de tratarlas como a semejantes y que nunca ha tenido a una mujer como superior; ella es culta, le gusta la música clásica, ha leído, está muy bien formada, muy preparada, utiliza un lenguaje de nivel alto, con múltiples referencias culturales, es inteligente y reflexiva mientras que Garzón se presenta más como un hombre de acción, que acata las órdenes sin cuestionárselas, que viene de provincias y, por lo tanto, se cree menos preparado intelectualmente, que se siente avasallado por la cultura y la formación de Petra, un hombre más sencillo, que no acaba de entender las reivindicaciones de su jefa; ella ha tenido dos maridos, tiene una visión ácida del amor, de las relaciones personales, no ha querido ser madre, no cree en la familia mientras que Garzón ha pasado toda su vida con la misma mujer a la que fue fiel hasta la muerte, no sabe vivir en soledad ni defenderse por sí mismo en el ámbito doméstico, tiene un hijo al que, sin embargo, casi no ve, porque tiene una carrera de éxito en Estados Unidos; ella es una jefa que no sabe cómo mandar, que lucha por hacerse con los trucos del mando, que busca su propia forma de ser y de actuar como líder mientras que él es el subordinado que la mitad de las veces no comprende por qué su inspectora hace lo que hace... En definitiva, que Petra y Garzón comienzan su relación con muy mal pie... aunque luego el trato se va suavizando hasta crear entre ellos lazos de auténtica camaradería, de auténtica amistad. La verdad es que la relación entre los dos es uno de los alicientes del libro, el que pinta sonrisas y humanidad en la gris y despiadada atmósfera de toda novela negra. Petra descubrirá muchas cosas sobre sí misma gracias al caso y gracias a Garzón y el subinspector, a su vez, empezará a plantearse su propia vida, su propia manera de entender el mundo y modificará el punto de vista desde el que analiza su pasado.
Por si todo esto fuera poco, Alicia Giménez Bartlett también plantea una reflexión sobre la sociedad en la que vivimos, la conducta humana, la falta de confianza en los funcionarios, los motivos para cometer un crimen y sobre los medios de comunicación, sobre el papel que desempeñan algunos programas y algunos periodistas, mostrándose muy crítica con la labor que realizan y con la frivolización de determinados temas (como los criminales) que se plantea en algunos medios, así como con la conversión de todo en valor meramente económico que lleva a cabo la televisión.
Y sobre todas estas cuestiones planea la reflexión principal: la de la mujer. La autora analiza los roles tradicionales de hombres y mujeres en la sociedad, en el ámbito laboral y en el sentimental o familiar para poner de relieve la discriminación aun existente y los múltiples tópicos que continúan vigentes. Son continuas las referencias al género, a la diferencia, a la desigualdad. El hecho de elegir un caso de violación para este primer libro profundiza en la imagen social de las mujeres, en la victimización que padecemos en muchos casos.
Por todo ello, me ha encantado conocer a Petra Delicado: porque mezcla hábilmente la acción y la reflexión, porque pone sobre el tapete temas que me interesan mucho, porque pretende contribuir a eliminar la invisibilidad de la mujer, en este caso, como protagonista de la novela negra; porque no se queda en la mera descripción del caso, sino que abunda en el análisis social, sentimental y psicológico de las personas, del mal, de los delincuentes; porque asistimos a la construcción de una investigadora, que da sus primeros pasos, que se pierde, que se equivoca, que se exaspera... no le viene todo rodado, como pasa en otras novelas del género, sino que Petra hace frente a su propia inseguridad, a su miedo, a su sentimiento de soledad frente a un colectivo que la menosprecia por el mero hecho de ser mujer y a sus equivocaciones para encontrar su hueco como inspectora, se hace valer como mujer capaz de capitanear una investigación criminal. Y me ha gustado mucho el tono personal con el que está escrito pero también su nivel léxico y lingüístico y sus referencias cultas que contrastan con la rudeza de los procedimientos policiales, con el lenguaje vulgar de la calle, los tacos, los improperios, incluso los eufemismos. Ritos de muerte es una novela negra diferente. Hoy, en pleno 2012, el género nos ofrece cada vez más variaciones, más allá del tópico investigador clásico. Hoy hay mujeres juez que llevan la voz cantante, ayudantes femeninas con tanto protagonismo como el propio detective principal y hasta investigadores homosexuales. Pero en 1996, en España, Petra Delicado abrió nuevos caminos para la novela policíaca, nuevos caminos que han resultado muy fructíferos y enriquecedores. Y lo que es mejor: más allá del intento de dar un giro al género, Giménez Bartlett supo crear un personaje atractivo y válido y crear una historia tan sugerente como la que más.
Nos seguimos leyendo.
Ficha técnica:
Título: Ritos de muerte
Autor: Alicia Giménez BartlettEditorial: Booket Género: novela negra, policíaca, thriller, misterio Páginas: 368Publicación 11/03/2003 ISBN: 9788408092728
Me ha encantado tu reseña.
ResponderEliminarYo he leído un libro de la serie pero ahora mismo no recuerdo su título. Y también me gustó mucho.
Besos
Gracias, Laky!
EliminarPues como tengo intención de leer los ocho y reseñarlos todos... cuando salga el tuyo, cantas bingo y comentamos! jajajaja
Besos!
A mi me gustan las historias así donde las mujeres son las protagonistas en todo su esplendor, que coraje me da cuando ponen a las mujeres como secundarias, en la sombre del hombre.
ResponderEliminarMe gusta mucho lo que nos cuentas. La tendré en cuenta, no lo dudes.
Un beso :)
Sí, y la novela negra tiende (o tendía, tradicionalmente) mucho a convertir a las mujeres en víctimas o en amantes o en ayudantes y se acabó.
EliminarEl resto de mujeres que aparecen en esta primera novela son mujeres muy castigadas por la vida, mujeres controladoras, alienadas por su trabajo y su situación familiar, sometidas a sus maridos, resentidas... a excepción de la periodista del programa de telebasura. Pero yo creo que es porque el contexto social general que pinta es de degración, de cierta marginalidad. Sin embargo, en la segunda novela, hay otro personaje femenino exquisito. Ya te contaré ;)
Si te animas a leerla, espero tus comentarios :)
Besetes!
La verdad es que siempre me ha atraído este título, pero por una u otra razón, nunca lo he leído y ahora, a raíz de esta reseña (que es fantástica), no te imaginas las ganas que me han entrado de leerlo, ya que la novela negra y la policíaca en general siempre me han gustado.
ResponderEliminarUn beso.
A mí me gusta mucho la novela negra y me está gustando mucho la saga de Petra Delicado. Me parece diferente, con mucha reflexión y, desde luego, el valor que tiene Petra, que es una mujer... de aúpa! jajajaj. Yo te lo recomiendo. Si lo lees, ya me contarás qué te parece.
EliminarGracias!! Besos
He conocido tu blog gracias a la iniciativa de Kayena y desde aquí le doy las gracias, porque no quisiera pasar por alto reseñas tan buenas como esta.
ResponderEliminarAún no he leído nada de Giménez Bartlett, pero me parece muy interesante que haya elegido a una mujer como protagonista y no como una simple ayudante.
Un saludito y por aquí me quedo.
Gracias por la generosidad de tu comentario. Me alegro de que Kayena nos haya "presentado". Eres muy bienvenido. Siéntete como en tu casa.
EliminarUn saludo
Siempre es de agradecer, leer entradas que nos quieren enganchar a los demás a leer novela negra, así que habrá que apuntarse esta saga y darle una oportunidad,
ResponderEliminarbesucus
Creo que hay reseñas que invitan a leer por la pasión con la que están escritas. Se nota que al autor de la reseña le ha gustado el libro y lo que transmite es entusiasmo contagioso. Creo que este es mi caso con este libro.
EliminarSi te animas, ya me contarás qué te parece.
Un beso
Solo he leído un libro de Gimenez Barlett Mensajeros de la oscuridad y me gusto Petra Delicado sin embargo aún no se muy bien porque no he continuado nunca con la saga, quizas me anime a hacerlo algún día empezando por el principio que creo que la que yo leí era la tercera de la serie...
ResponderEliminar"Mensajeros de la oscuridad" me pareció brutal. Creo que pergeñar una trama literaria sobre una mujer inspectora y femenista sobre la base de unos penes cortados deja al lector boquiabierto. Bueno, a mí es lo que me pasó, no podía parar de leer y de reír (esas reacciones entre los hombres cada vez que llegaba un nuevo pene cortado es que no tienen precio jajajaj).
EliminarCada entrega es diferente, ahonda en un aspecto de la realidad y de la sociedad o en otro... y eso me parece muy enriquecedor para la trama policíaca y para la novela en su conjunto.
Besos!
No he leído ningún libro de esta serie. Como me gusta la novela negra debería animarme, pero esa imagen de Ana Belén de la versión televisiva me echa para atrás
ResponderEliminarJajajaja. Te confieso que a mí me echaba más para atrás aún el ver a Fermín Garzón con la cara de Santiago Segura jajaja. No vi la serie en su momento, solo algún fragmento suelto, así que no puedo opinar sobre cuánto se parecen o se dejan de parecer los personajes del libro y de la serie. Pero sí te digo que los personajes del libro son auténticos, son geniales (con o sin cara de Ana Belén jajaja).
EliminarBesos
Hola! Yo también he descubierto este blog por Kayena. Y debo decir que venia de decir en el blog de Norah, En el rincón de una cantina, que no me gustaba este género. Sin embargo cuando he descubierto a Kayena y he visto una reseña de Ritos de muerte, he flipado!!! Fue el primer libro que leí en mi adolescencia, que no fuera mandado por el colegio. Lo disfruté tantísimo... le tengo tan buen recuerdo. Ahora, que yo me dedico también a escribir, y una vez leida tu reseña me he dado cuenta del porqué éste libro si me gustó: Por Ella. Por Petra, que fue toda una inspiración a la mujer. LA adoraba. Escribir en primera persona es lo que tiene. Muchas gracias por haberme hecho recordar ese momento. Un saludo. Ah! y me quedo por aqui investigándote. :)
ResponderEliminarBienvenida, Montse!! Encantada de saludarte y de que te quedes. Eres mi seguidora número 50 así que un hurra para ti ;)
EliminarMe alegro de que te haya gustado la reseña. Yo acabo de terminar la saga al completo, así que me he hecho una experta en Petra. Vamos, su mayor fan. ¡Qué mujer!!! jajaja
Besetes... y hasta la próxima!
En la novela Ritos de Muerte hay un error. En la página 36 dice que la novia de Hugo, con quien se casará pronto, se llama Elvira, sin embargo, más tarde, en la página 126 la nueva esposa de Hugo se llama Gloria.
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