Hay libros que no gusta leer. No porque estén mal escritos, porque no tengan estructura, porque los personajes no estén bien construidos o porque la historia no te atraiga lo más mínimo. No. Hay libros que no gusta leer porque es inconcebible que lo que te están contando sea verdad. Porque hacen que te cuestiones la naturaleza del ser humano, la raíz de la maldad, la falta de empatía, el fundamentalismo de algunas ideologías, la verdad absoluta de la que se creen poseedores algunas personas que, en mi opinión, no es solo que estén equivocadas, es que son ellas las que no deberían existir.
Hay libros que te conmueven y hay libros que hacen que se te revuelva el estómago, que llores de rabia e impotencia, que se te encojan las entrañas al pensar en lo que debieron de pasar sus protagonistas y al reflexionar sobre cómo es posible que un ser humano le haga eso a otra persona, a otro igual.
Todo eso es lo que sentí este verano cuando leí Las desterradas hijas de Eva, de Consuelo García del Cid Guerra. Un testimonio real sobre lo que ocurrió en algunas instituciones que supuestamente servían para proteger a las mujeres durante el Franquismo y la Transición. Pero nada más lejos de la verdad. El relato de los sucesos, las palabras de las víctimas y la reflexión sobre lo que ocurrió son escalofriantes, inconcebibles. Y lo que es más, al peso de lo que les hicieron, las mujeres que pasaron por estas torturas han tenido que sumar no solo unas consecuencias psicológicas terribles, sino también el silencio, la ocultación, el que nadie conozca lo que les ocurrió. Mucho menos, que alguien lo haya llevado a los tribunales. Ahora salen a la luz pública. Espero que se haga justicia.
Enlazo no sólo la reseña que he hecho para Anika sobre el libro, sino también la página de la autora y algunas otras webs de interés sobre el tema. A ver si por fin sale de las tinieblas de la ocultación.
- Reseña: Auspiciados por el Patronato de Protección a la Mujer franquista, existían toda una serie de instituciones que poco o nada tenían que ver con lo que proclamaban: proteger a la mujer. Consuelo García del Cid publica ahora el resultado de sus investigaciones sobre lo que ocurrió en centros como el Preventorio de Guadarrama, la Maternidad de Peña Grande o el Reformatorio de San Fernando. Lugares en los que se encerraba a niñas y jóvenes cuyo único delito había sido quedarse embarazadas (en muchas ocasiones como fruto de una violación, incluso de sus padres o hermanos) o ser demasiado rebeldes para un régimen que subyugaba a la mujer e impedía toda libertad y capacidad de decisión para ella. (seguir leyendo)
- Blog de la autora
- Vídeo sobre el libro
- Periódico digital dirigido por la autora
No me extraña que te haya costado leer el libro sabiendo que es verdad todo lo que cuenta. Me pasó lo mismo con un libro sobre abusos sexuales a menores. Tremendo. ¡Menos mal que después leiste a Alicia!
ResponderEliminarUn beso
Sí, menos mal!! jajajaja. Hay que ir alternando porque si no...
EliminarLa verdad es que me afecta mucho descubrir que pasan cosas como esta.
Besos!
Como consecuencia de la presentación del libro me han remitido a tu blog, ojeando veo que es de mi interés, si me permites me quedo en esta tu casa.
ResponderEliminarUn saludo
Encantadísima de que te quedes :D. ¡¡Bienvenido!! Será un placer leer tus comentarios. Espero que te guste lo que voy publicando.
EliminarUn saludo
Muchas gracias por tus palabras. Seguimos luchando por la memoria todas las afectadas que pasamos por los centros del Patronato. Consuelo García del Cid Guerra.
ResponderEliminarCOMO PUEDO PONERME EN CONTACTO CON VOSOTRAS? PARA MI ES MUY IMPORTANTE. CONOCI PADRE DAMIAN Y ALBACETE
ResponderEliminarTeresa, yo solo reseñé el libro, pero te paso la dirección de contacto que aparece en el blog de la autora, Consuelo García del Cid: txaite@yahoo.es. Te dejo también la dirección del blog, por si te sirve de ayuda: http://consuelogdelcid.blogia.com/
EliminarUn saludo y espero que puedas contactar con ella. Si necesitas cualquier cosa, ya sabes dónde estoy.