lunes, 31 de marzo de 2014

"Oscuridad", de Amelia Noguera: una distopía para reflexionar sobre la esencia del ser humano

Ficha técnica: 


Título: Oscuridad          Autora: Amelia Noguera                    Editorial: Amazon  Género: novela, distopía  Páginas: 281  Publicación:  4/2/2014   ASIN: B00IE6111Y

Sinopsis (Amazon):


   La verdad está al otro lado del mar.
    Perturbadora. Enigmática. Adictiva.
   Atrévete a descubrir la esencia de la nueva Humanidad. Puede que después ya sea tarde para regresar.
   «Los lobos aúllan. No tienen hambre, comen las abundantes alimañas que se esconden en los matorrales pero es su naturaleza y emiten ese sonido quejumbroso y lúgubre que otros como ellos oyen y responden. Aun así, los siervos pastores los mantienen a raya en el valle con antorchas encendidas que apoyan sobre altos palos y lo atraviesan en una línea inclinada en la noche si los miras desde la aldea. Las granjas están más abajo, alejadas lo suficiente para no perturbar demasiado el sueño de los inconscientes. En ellas se crían sobre todo aves para utilizar sus plumas, vacas para obtener leche y pieles o carneros para devanar su lana. Algunos, después, también se comen su carne. No todos quieren ser virtuosos. Cada uno peca según su criterio. Dicen que la carne de ganso es grasa, untuosa como la pulpa de un aguacate. Que en la boca deja un sabor fuerte. Yo no la he probado nunca. Sigo los preceptos de los Dioses. Los huevos sí; son un manjar, proteína pura y sabor. Aún no son materia viva y no hay peligro de que contengan ningún alma perdida. Miro por el ventanuco. Aún el negro. Y percibo ahora el olor penetrante en la oscuridad, que, ahí afuera, lo abarca todo todavía. Huele a penumbra, a miedo, a agua impregnando la tierra. Llueve. El aire ruge. Levanta remolinos que llevan polvo, hojas y suciedad hasta incrustarlo todo en los bajos de las puertas y en la maleza de los tejados. Y, aunque aún no ha amanecido, ya no puedo volver a dormirme. No puedo apartar de mi pensamiento las palabras de Ares. Sí, es su naturaleza. No puede dominarla. Él, aquí, jamás será feliz, ¿lo seré yo en otro lugar solo porque esté él? ¿Soy yo feliz aquí? ¿Qué deseo? ¿Qué necesito? ¿Por qué no me molesta lo que me molesta lo suficiente como para desear que cambie? Hay muchas cosas que no me gustan, que mi madre deba elegir marido, que Fedonías me elija como favorita, que ajusticien a los ladrones. Tampoco deseo irme a otro lugar para poder vivir con Ares. Ni tener que elegir un marido que no sea él cuando alcance la edad máxima permitida. Si sigo pensando en ello, encontraré muchas más reglas que no deseo seguir. Pero las reglas son necesarias. Sin ellas, todo sería el caos. La destrucción y la barbarie».
   No sé si a Amelia Noguera le habrá resultado fácil o difícil escribir esta novela pero a mí me ha costado leerla. En el aspecto más superficial, porque hay que hacer un esfuerzo para entrar en una historia en la que todo es diferente y has de asimilar una organización social y familiar distinta a la que conocemos. Pero en eso consiste una distopía, así que quien lea este libro debe tener las cosas claras. Y, en el aspecto más profundo, también me ha costado mucho leer este libro por todo lo que plantea, por las preguntas que lanza al aire sobre el ser humano, el comportamiento y la organización social, las formas más eficientes de estructurar una sociedad, las razones últimas por las que tomamos nuestras decisiones y la pugna siempre constante entre corazón y razón, entre ideales y amor (entendido en sentido amplio, no solo amor de pareja). Es mucho lo que Noguera me ha hecho pensar con esta novela, me ha dado muchos pinchazos en el corazón y me ha provocado, me ha hecho salir de mi zona de confort de lectora a la que presentan un mundo conocido para llevar a la exploración de mis propias creencias, vivencias e ideales. Quizá en eso también consista una distopía. Incluso, tal vez, en eso debería consistir la literatura.
    Solo hay una trama, un hilo conductor para la historia, el que protagoniza Maya y sus dudas sobre la isla en la que vive, Democracia, pero para contarnos esa historia, Noguera ha construido un escenario totalmente inventado: ha moldeado una sociedad, con unas creencias determinadas, una estratificación social muy cerrada, un reparto de alimentos y unas obligaciones sociales estrictas y sitúa, en ese contexto, a una serie de personajes que bregan como pueden con esa organización social y las propias dudas sobre si hay algo mejor al otro lado del mar, fuera de Democracia.

EN BUSCA DE UN NUEVO MODELO SOCIAL


   Me ha fascinado lo que Noguera es capaz de transmitir al lector, lo que es capaz de hacerle pensar. ¿Cómo crees tú que deberíamos organizarnos para vivir en una sociedad plena, con una convivencia pacífica y fructífera, una economía eficiente y una dirección política, judicial y religiosa justa? ¿Qué cambiarías de nuestra sociedad para imaginar un mundo perfecto? ¿Y qué pasa con quienes disienten, con los que no están de acuerdo con el sistema? ¿Qué hacemos con ellos? ¿Tienen derecho a existir?
    Noguera sepulta nuestro sistema social actual, asolado por una devastadora crisis a todos los niveles, para construir, años después, un nuevo mundo que, en el caso de Democracia, bebe de las fuentes de la Antigua Grecia. Así, no solo la organización social guarda cierta relación con algunas creencias griegas, sino que los nombres y el culto a determinadas deidades está inspirado en ella. Incluso la forma de narrar es, en ocasiones, un poco homérica.
    Una de esas deidades (no sabremos hasta el final quién es) ejerce de narrador en tercera persona para contarnos lo que le va sucediendo a un grupo de personajes en los que va centrando su atención: Maya, Ares, Menelao, Helena, Alexia, la madre de Maya... Ubicado en un plano superior, el dios ve, narra, compara esa sociedad con la del lector actual, al que se dirige explícitamente, e, incluso, juzga el comportamiento humano.
    Esta voz omnisciente se va alternando con la narración en primera persona de Maya, quien nos va contando, en un tiempo presente que nos pone a su lado, que nos hace ver su mundo con los ojos con los que ella lo está viendo, sus vivencias, sus pensamientos, los sucesos que van cambiando su percepción sobre ese universo en el que vive y, sobre todo, sus dudas. Sus terribles dudas.
    Digo terribles porque en Democracia no hay lugar para la duda. O crees en la organización social que existe o te marchas. No hay lugar para el debate ni para la disidencia. Por eso, las voces discordantes acaban marchándose en un barco con destino a la vecina isla de Europa. Pero es imposible tener la certeza de que Europa existe, de que realmente uno es libre para irse de Democracia y el barco no es, en realidad, una excusa para el castigo, para la condena a muerte del diferente, del que no se amolda.

UNA HISTORIA LLENA DE METÁFORAS

 

   Una distopía como esta no sirve solo para imaginar un mundo ideal o, en su defecto, proponer alternativas al modelo social que conocemos, sino que también es útil para establecer comparaciones con nuestra forma actual de vivir. Y ahí entran en juego las metáforas y las lecturas que cada uno hará de lo que Noguera cuenta o cree que cuenta o lo que uno se imagina que, en realidad, quiere decir. Hay algunas bastante claras (como la crítica al engaño generalizado, a la mentira socialmente aprobada para mantener el status quo, para que el poder siga estando en manos de quien está) pero hay otras más veladas e, incluso, algunas personales, algunas que quizá el lector vea y la autora ni siquiera sepa que las ha incluido en su texto.
   Porque esta novela da lugar a múltiples interpretaciones y a mucho debate. Es una de esas novelas que a cada lector le inspirará reflexiones diferentes y le moverá a analizar aspectos de su personalidad y de su forma de relacionarse con los demás. Los personajes encarnan reacciones distintas ante una misma situación, valores diferentes, creencias enfrentadas, formas de amar dispares. Por eso, a veces chocan y a veces no se entienden entre ellos mismos. Justo lo que nos pasa en muchas ocasiones en nuestra vida real. Es fácil que el lector se identifique o disienta o no comprenda a alguno de los personajes o, incluso, algunas de sus decisiones, no al personaje en general. Porque al final todos estamos hechos de matices y son esos matices los que, por encima de caracterizaciones generales, marcan la diferencia.
   En definitiva, Noguera construye una novela que es más que una novela: es una invitación a la reflexión y al análisis crítico no solo de la sociedad en la que vivimos sino, también, de nuestra propia forma de pensar y de convivir social y familiarmente.
    Nos seguimos leyendo.  

   Agradezco a Pedro, del blog El búho entre libros, que organizase el sorteo en el que me tocó este ejemplar que he disfrutado tanto. Y te recomiendo su reseña sobre Oscuridad: es muy profunda y completa y explica muy bien qué es una distopía.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto100 libros: 30/100
  

7 comentarios:

  1. Gracias, Lidia. Es una reseña que dice muchísimo de lo que escribí sin desvelar nada. Creo que hay muchos elementos en esta novela que provocan sensaciones muy diferentes según cómo es cada lector. Suele pasar, pero creo que en esta novela es así en mayor medida.
    Y no dices nada del final, espero que cumpliera las expectativas. En este tipo de novelas, a mí me fastidia mucho como lectora que no sea así. Por cierto, he cambiado la cubierta en Amazon unos días, para hacer experimentos...

    Un beso y, de nuevo, gracias.
    Amelia

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    Respuestas
    1. Sí, sí me gustó el final, me pareció apropiado, cierra el mensaje. Y también me gustaron mucho los giros de la última parte :)
      ¡Gracias a ti por pasarte! Me alegro de que te haya gustado la reseña.
      ¡Un beso!

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  2. Por cierto, este párrafo es fantástico, gracias.
    "Es mucho lo que Noguera me ha hecho pensar con esta novela, me ha dado muchos pinchazos en el corazón y me ha provocado, me ha hecho salir de mi zona de confort de lectora a la que presentan un mundo conocido para llevar a la exploración de mis propias creencias, vivencias e ideales. Quizá en eso también consista una distopía. Incluso, tal vez, en eso debería consistir la literatura."

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  3. He leído alguna novela de Amelia Noguera y me gusta su forma de escribir, pero por lo que dices de esta novela, no me parece que sea una lectura apropiada para mi habitat natural de lectura, así que habrá que buscar la ocasión. Besos.

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  4. Me gusta mucho lo que nos cuentas que te ha transmitido, y me apetece mucho su lectura. Me la llevo bien anotada.
    Gracias por tu reseña.
    Besos

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  5. A mi no me costó nada hacerme con la historia. Claro, que a mi me encantan las distopías. Una gran reseña la que has hecho

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  6. A ver si me hago con ella y la leo en algun momento,saludos

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