Ficha técnica:
Título: Helen no puede dormir Autora: Marian Keyes
Editorial: Plaza & Janés Género: novela Páginas: 528Publicación: Abril 2013 ISBN: 9788401354199
Sinopsis (editorial):
Helen Walsh, detective privada, está pasando una muy mala racha que le obliga a volver a instalarse en casa de sus padres. De repente recibe un nuevo encargo: encontrar al miembro de una banda musical que ha desaparecido justo antes de un concierto importante.
Helen Walsh no cree en el miedo -es un invento de los hombres para conseguir los mejores puestos y más dinero-, pero lo que no puede negar es que el mundo se está desplomando a su alrededor. Es detective privado y tiene cada vez menos trabajo, la van a desahuciar de su piso y ahora vuelve a encontrarse con todos sus demonios. Y uno de ellos es Jay Parker, un ex novio encantador, aunque nada fiable, que le pide que localice a un cantante desaparecido. En cinco días, Wayne Diffney tiene que tocar en un concierto muy importante, pero se ha esfumado sin dejar rastro. La relación de Helen y Jay acabó tan mal que ella se pone enferma solo con oír su nombre. Además, ahora tiene un nuevo novio, Artie Devlin, muy considerado y muy sexy, y con quien se lleva de maravilla... Si no fuera por su ex mujer, que siempre está por casa, y por su hijo, que odia a Helen... Pero ella nunca obedece las reglas, ni siquiera las suyas propias, y su peor enemigo está en su propia cabeza.
Cada vez estoy más segura de que, para bien o para mal, Marian Keyes ha abandonado el camino de la literatura chick definitivamente. Quedan toques del humor que caracterizaba a sus primeras obras, pero la chispa, la locura, el romanticismo, la frescura y el ritmo frenético de las novelas con las que adquirió fama mundial ha quedado atrás para dar paso a historias más sosegadas, con más poso, más medidas, algunas de las cuales hablan de cuestiones vitales de suma importancia, más allá de que tu chico te ponga los cuernos o te vayas a quedar soltera para toda la vida. Para mí, lo mejor es que la transición ha sido progresiva, no hay una obra en la que digas: "no, esta no es Marian Keyes, esto es totalmente diferente a Claire se queda sola". No hay una novela bisagra que divida su bibliografía en dos. Creo que ha sido un proceso de crecimiento personal y literario que ha desembocado en lo que hoy son sus novelas: siguen manteniendo un sello personal pero Keyes no se ha limitado a escribir la misma historia y una otra vez, sino que ha evolucionado y ha hecho evolucionar a sus lectores al mismo tiempo. Probablemente, alguno se haya quedado por el camino, pero también estoy convencida de que ha ganado otros muchos en estos casi 20 años que han pasado desde que publicarse Claire se queda sola.
A pesar de esa evolución, de ese mayor dramatismo, hay algo que las une a todas, más allá del estilo literario de la autora: la reflexión sobre la constante búsqueda de la felicidad, los momentos de crisis y cómo reponerse a ellos, la soledad y las pequeñas alegrías del día a día.
En esta ocasión, Keyes regresa a la familia Walsh para contarnos la historia de la pequeña de las hermanas, Helen, a la que ya conocemos de otras entregas. Helen ha crecido, quizás ha también ha madurado pero, desde luego, su vida no se parece a lo que ella querría que hubiera sido. Ni siquiera a lo que muchos lectores nos habíamos imaginado, atendiendo a lo que sabíamos de ella hasta ahora. Helen convive con una enfermedad tan incomprendida como la depresión, explica cómo le hace sentir y las resistencias que encuentra a su alrededor: desde quienes creen que la depresión no es una enfermedad real, hasta quienes no saben cómo reaccionar y acaban dando de lado al enfermo solo porque ellos mismos no saben cómo hacerle frente. Me ha interesado mucho esta parte de la narración porque de pequeña viví un episodio de depresión grave en un familiar muy cercano y no acabé de entender muy bien qué pasaba, ni qué sentía... Así que desde entonces, es una cuestión que me interesa especialmente.
Poco o nada hay de novela romántica en esta obra y bastante de novela de intriga, detectivesca. Helen es detective privado y ha de investigar la desaparición de uno de los integrantes de un antiguo grupo pop irlandés, a punto de volver a los escenarios, mientras lidia con un nuevo episodio de depresión con tendencias suicidas. La trama relacionada con esta investigación centra la novela y va avanzando sin prisa pero sin pausa gracias al tenaz trabajo de Helen y a una serie de intuiciones a las que le sabe sacar muy buen provecho.
Además de la depresión, la actual crisis económica aparece como telón de fondo de la novela y son muchas las ocasiones en las que Keyes trata de acercarse a las consecuencias que está teniendo en un país como Irlanda y, sobre todo, en sus ciudadanos, que son los que, realmente, han tenido que cargar con ella sobre sus hombros.
Los capítulos cortos, el estilo ágil, la trama de intriga... todos ellos son elementos que van tirando del lector y que hacen que la novela tenga una fácil lectura, a pesar del dramatismo o la profundidad de algunas situaciones o reflexiones. Sin perder el toque optimista de sus obras, Marian Keyes ofrece en esta novela un retrato realista y humano de una enfermedad tan cercana y a la vez tan desconocida como la depresión a través de un personaje en ocasiones estrambótico pero que se define como una gran luchadora, en todos los sentidos. Un personaje al que merece la pena conocer.
Nos seguimos leyendo.
A pesar de esa evolución, de ese mayor dramatismo, hay algo que las une a todas, más allá del estilo literario de la autora: la reflexión sobre la constante búsqueda de la felicidad, los momentos de crisis y cómo reponerse a ellos, la soledad y las pequeñas alegrías del día a día.
En esta ocasión, Keyes regresa a la familia Walsh para contarnos la historia de la pequeña de las hermanas, Helen, a la que ya conocemos de otras entregas. Helen ha crecido, quizás ha también ha madurado pero, desde luego, su vida no se parece a lo que ella querría que hubiera sido. Ni siquiera a lo que muchos lectores nos habíamos imaginado, atendiendo a lo que sabíamos de ella hasta ahora. Helen convive con una enfermedad tan incomprendida como la depresión, explica cómo le hace sentir y las resistencias que encuentra a su alrededor: desde quienes creen que la depresión no es una enfermedad real, hasta quienes no saben cómo reaccionar y acaban dando de lado al enfermo solo porque ellos mismos no saben cómo hacerle frente. Me ha interesado mucho esta parte de la narración porque de pequeña viví un episodio de depresión grave en un familiar muy cercano y no acabé de entender muy bien qué pasaba, ni qué sentía... Así que desde entonces, es una cuestión que me interesa especialmente.
Poco o nada hay de novela romántica en esta obra y bastante de novela de intriga, detectivesca. Helen es detective privado y ha de investigar la desaparición de uno de los integrantes de un antiguo grupo pop irlandés, a punto de volver a los escenarios, mientras lidia con un nuevo episodio de depresión con tendencias suicidas. La trama relacionada con esta investigación centra la novela y va avanzando sin prisa pero sin pausa gracias al tenaz trabajo de Helen y a una serie de intuiciones a las que le sabe sacar muy buen provecho.
Además de la depresión, la actual crisis económica aparece como telón de fondo de la novela y son muchas las ocasiones en las que Keyes trata de acercarse a las consecuencias que está teniendo en un país como Irlanda y, sobre todo, en sus ciudadanos, que son los que, realmente, han tenido que cargar con ella sobre sus hombros.
Los capítulos cortos, el estilo ágil, la trama de intriga... todos ellos son elementos que van tirando del lector y que hacen que la novela tenga una fácil lectura, a pesar del dramatismo o la profundidad de algunas situaciones o reflexiones. Sin perder el toque optimista de sus obras, Marian Keyes ofrece en esta novela un retrato realista y humano de una enfermedad tan cercana y a la vez tan desconocida como la depresión a través de un personaje en ocasiones estrambótico pero que se define como una gran luchadora, en todos los sentidos. Un personaje al que merece la pena conocer.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Desafío100 libros: 79/100
- Reto Sumando: 21/2013
- Reto Desafía tu estantería: 1/5
A mí Marian Keyes me encanta, ya sea en sus primeras novelas o en las últimas. La saga de las hermanas Walsh me parece divertidísima, aunque es cierto que esta última entrega es un poco más seria que las anteriores.
ResponderEliminarUn besito.
Me decpciona que no sea tipo sus primeros libros. Yo esperaba que tratándose de Helen habría más humor. No sé, me gusta más la Marian Keyes de los inicios.
ResponderEliminarUn saludo!
Estoy de acuerdo contigo en que Marian Keyes, poco a poco, a ido abandonado el Chick Lit. Aunque no creo que lo haya hecho del todo, aún queda en este libro restos del género, pero es una pena que solo queden restos.
ResponderEliminarSu literatura se ha vuelto más madura y ha perdido la 'chispa' que caracterizó sus primeras novelas.
Aún no se si eso me disgusta, pero si se que echo de menos historias como la de Por los pelos o Lucy Sullivan se casa.
Besos.
Hace mucho que no leo nada de Marian Keyes y este ha ocupado el primer puesto como posible :) Besos
ResponderEliminarY otra reseña positiva más de este libro! Y yo que no me estreno con la autora... A ver si le pongo remedio pronto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tiene buena pinta!!!
ResponderEliminarSaludoss
No he leído nada de la autora pero ya veo que es la que menos toques de humor tiene...me llama sobre todo por como trata la autora el tema de la depresión.
ResponderEliminarUn beso!
Me gusta mucho esta autora, fue de los primeros libros suyos (y del género) que leí en su día =)
ResponderEliminarBesotes
Yo también creo que lo que escribe últimamente Marian keyes no es chick-lit sino narrativa a secas.
ResponderEliminarSus tramas, la forma de escribir y ese poso de tristeza alejan sus últimas novelas de las primeras.
Besos
No logré cogerle el punto, me gustó más cualquiera de los otros...
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