Acabo de darme cuenta de que no os explicado por qué la columna que escribía en el periódico se llamaba "Juntando letras" y, por lo tanto, por qué este blog se titula "Juntando más letras". Mi primera columna lo hacía.
En el mundillo de los medios de comunicación, una de las (muchas) maneras de denominar a un periodista en sentido despectivo consiste en llamarle ‘juntaletras’. Ciertamente, le quita mucho contenido a la profesión... pero, sinceramente, no lo encuentro tan peyorativo como otros.Porque juntar letras, hilvanar palabras y conseguir decir lo que uno quiere decir no es tan fácil como parece. En la redacción nos acribillamos a preguntas los unos a los otros: qué queda mejor, cómo se dice cuando..., decidme un sinónimo de... Todo para lograr que las letras, una vez juntas, tengan justo el sentido que uno quiere que tengan. A eso se le llama precisión. Lo enseñan en la facultad... pero no es tan fácil de conseguir. La lectura (y quizá también la escritura) entre líneas, las malinterpretaciones y los dobles sentidos son más frecuentes de lo que uno quisiera.Todo ello en el ámbito periodístico. Pero si viajamos al mundo de los sentimientos, lo de juntar letras se hace más difícil todavía. Y lo peor es que aquí sí que no tienes la posibilidad de acudir a una facultad durante cuatro o cinco años para aprender algo. La ‘universidad de la vida’ (dicen) es la mejor escuela. Pero a veces creo que sería mejor que también nos dieran unas clases sobre cómo expresar lo que uno siente, con precisión y, sobre todo, con valentía.Porque, ¿se han fijado cuánto cuesta, en general, hablar de lo que uno siente de verdad? ¿Se han dado cuenta del esfuerzo que hay que hacer para decirle a alguien (compañero, subordinado, pareja, hijo, amigo...) que ha hecho algo bien? No digamos ya pronunciar palabras tan terroríficas como ‘te quiero’ o ‘confío en ti’, ‘me he equivocado’ o ‘eres importante para mí’. Y eso que de juntar bien letras como éstas depende buena parte de nuestra felicidad.
La verdad es que estamos viviendo en una sociedad en la que cuesta decir esas cosas tan bonitas,otra cosa que no comprendo es que quizás somos capases de decirlas por un medio como éste (por ejemplo) y no decirlas a la cara.
ResponderEliminarEl otro día estaba pensando mientras que veía el telediario que estamos viviendo unos momentos en los que el periodismo debe hacer una labor SUPER importante y es la de decir la verdad que los gobiernos maquillan tanto, en estos días mas que nunca escucho a esos periodistas neutros...
Aprovecho para alabar vuestra labor que sin duda es difícil y animaros a decir la verdad de la situación de nuestro país y Europa...
Me ha encantado tus pensamientos Lidia. Un saludo :D
A veces escribir es más fácil que mirar a los ojos y decir lo que sientes. El simple hecho de escribir te permite una mayor reflexión y, por tanto, profundizar más en tus sentimientos. Pero decirlo a la cara siempre es más espontaneo y natural! A mí me gusta combinar los dos métodos y me gusta que mi chico también los combine ;).
ResponderEliminarRespecto a los medios... creo que corren tiempos difíciles para los medios de comunicación. Llegan muy tocados por la crisis, por servir de eco a las disputas meramente políticas y por no poner el dedo donde duele (no están para perder anunciantes ni campañas oficiales, aún a costa, creo yo, de perder lectores/espectadores/oyentes). Sólo espero que se recuperen (nos recuperemos) de ésta.
Gracias, Nieves! (Y perdona que haya tardado en contestar. Estoy de exámenes y tengo poquísimo tiempo).
Un saludo!