Título: El laberinto del hindú
Autor: José Vicente Alfaro
Editorial: autopublicado
Género: novela histórica, ficción histórica, aventura
Páginas: 329
Publicación: mayo 2017
ASIN: B071P7CR29
La antigua India… Siglo V de nuestra era.
La dinastía Gupta gobierna sobre la civilización más avanzada del mundo en aquella época, teniendo en cuenta que el Imperio romano se encontraba ya en plena decadencia y que China atravesaba un momento difícil. Su soberano, el emperador Kumaragupta, debía garantizar la seguridad de su pueblo frente a los ataques externos, a la vez que se enfrentaba a los demonios internos que atormentaban su propia existencia.
Al mismo tiempo, dos niños sin pasado llegan a la capital del imperio obsesionados con una idea que solo ellos conocen. Madhuk y Sarasvati son hermanos, carecen de estudios y no poseen ninguna pertenencia. Con todo, estarán dispuestos a hacer lo que sea para sobrevivir.
Sumérgete en una historia repleta de aventuras e intrigas palaciegas, donde la sociedad se organizaba en torno a un rígido sistema de castas y al dictado de los Vedas, que condicionaban por completo el discurrir del pensamiento hindú.
Interrumpo mis vacaciones blogueriles para publicar dos reseñas que quiero que vean la luz antes de que termine agosto. Empiezo por la de esta novela porque con ella participo en la lectura conjunta organizada por Libros que hay que leer y las bases exigen reseñar la obra antes del 31 de agosto si es que uno quiere participar en el jugoso sorteo que ha organizado Laky (y yo quiero). Así que allá voy.
Después de leer Bajo el cielo de los celtas y El último anasazi, no dudé en participar en la lectura conjunta de la que hablaba antes porque José Vicente Alfaro ya me ha conquistado. Y eso que yo no soy muy de novela histórica pero, no sé, la de este autor me resulta diferente. Quizá porque no enreda demasiado las tramas (son sencillas pero muy interesantes. Y variadas, porque siempre hay unos cuantos personajes cuyas vivencias se van superponiendo, lo que permite una mayor visión de conjunto y mayor nivel de intriga). Quizá porque se remonta a tiempos y culturas poco exploradas literariamente. Quizá porque introduce la documentación que ha necesitado para construir sus historias sin alardes y de una forma amena y muy didáctica. Quizá porque sus personajes parecen reales, cercanos, humanos, porque es fácil empatizar con ellos, porque acabas queriéndolos. Quizá.
Sea como fuere, estos son los aspectos que me gustan de las novelas de Alfaro y que he vuelto a encontrar aquí. Me llevé El laberinto del hindú a la playa y lo devoré en un par de días. Y es que el autor sabe mantener el interés, te va envolviendo poco a poco en el exótico mundo de la India y va logrando que te intereses por los destinos de los personajes que se van desarrollando ante tus ojos.
En este caso, además, juega con la estructura para dar un giro que yo fui intuyendo a medida que fui leyendo pero que, al principio, pasa un poco desapercibido. Así, crea una cierta intriga sobre los personajes principales que contribuye a aumentar tus ganas de leer, aunque lo que te va contando sobre ellos en cada página ya dan ganas de seguir avanzando por sí solo.
Alfaro sabe crear, como decía, personajes cercanos que, a pesar de sus defectos (afortunadamente, todos los tienen; no hay nadie perfecto, todos son muy humanos y cometen sus fallos) engatusan al lector para que quiera continuar profundizando en la historia.
Más allá de la trama (interesante y bien construida), el autor nos invita a reflexionar con él y con los personajes sobre cuestiones como la guerra, si todo es lícito por lograr o mantener el poder, si las cuestiones territoriales pesan más que las personas, si las acciones buenas son recompensadas y las deplorables, castigadas; sobre la venganza, el amor, la amistad, la fraternidad, el espíritu de superviviencia, la familia, las clases sociales, la desigualdad... Y lo mejor es que lo hace enfrentando puntos de vista o, por lo menos, formas diferentes de encarar cada una de esas cuestiones. Así el lector puede sacar sus propias conclusiones.
El laberinto del hindú, sin ser una novela trepidante, está llena de aventuras, de incidentes, de sucesos que van ocurriendo y que van aumentando el interés de la obra. Pero, además, esas incidencias se van mezclando magistralmente con las descripciones de los lugares y las gentes, de la Historia y las historias, hasta conseguir una ambientación que, para mí, es otro de los grandes éxitos de Alfaro.
Así pues, El laberito del hindú es una novela sólida, bien construida, con unos personajes muy solventes, que cumple el doble objetivo de mostrarnos una cultura tan diferente y lejana al tiempo que entretiene e intriga y que plantea temas de fondo más que interesantes.
Nos seguimos leyendo.
Después de leer Bajo el cielo de los celtas y El último anasazi, no dudé en participar en la lectura conjunta de la que hablaba antes porque José Vicente Alfaro ya me ha conquistado. Y eso que yo no soy muy de novela histórica pero, no sé, la de este autor me resulta diferente. Quizá porque no enreda demasiado las tramas (son sencillas pero muy interesantes. Y variadas, porque siempre hay unos cuantos personajes cuyas vivencias se van superponiendo, lo que permite una mayor visión de conjunto y mayor nivel de intriga). Quizá porque se remonta a tiempos y culturas poco exploradas literariamente. Quizá porque introduce la documentación que ha necesitado para construir sus historias sin alardes y de una forma amena y muy didáctica. Quizá porque sus personajes parecen reales, cercanos, humanos, porque es fácil empatizar con ellos, porque acabas queriéndolos. Quizá.
Sea como fuere, estos son los aspectos que me gustan de las novelas de Alfaro y que he vuelto a encontrar aquí. Me llevé El laberinto del hindú a la playa y lo devoré en un par de días. Y es que el autor sabe mantener el interés, te va envolviendo poco a poco en el exótico mundo de la India y va logrando que te intereses por los destinos de los personajes que se van desarrollando ante tus ojos.
En este caso, además, juega con la estructura para dar un giro que yo fui intuyendo a medida que fui leyendo pero que, al principio, pasa un poco desapercibido. Así, crea una cierta intriga sobre los personajes principales que contribuye a aumentar tus ganas de leer, aunque lo que te va contando sobre ellos en cada página ya dan ganas de seguir avanzando por sí solo.
Alfaro sabe crear, como decía, personajes cercanos que, a pesar de sus defectos (afortunadamente, todos los tienen; no hay nadie perfecto, todos son muy humanos y cometen sus fallos) engatusan al lector para que quiera continuar profundizando en la historia.
Más allá de la trama (interesante y bien construida), el autor nos invita a reflexionar con él y con los personajes sobre cuestiones como la guerra, si todo es lícito por lograr o mantener el poder, si las cuestiones territoriales pesan más que las personas, si las acciones buenas son recompensadas y las deplorables, castigadas; sobre la venganza, el amor, la amistad, la fraternidad, el espíritu de superviviencia, la familia, las clases sociales, la desigualdad... Y lo mejor es que lo hace enfrentando puntos de vista o, por lo menos, formas diferentes de encarar cada una de esas cuestiones. Así el lector puede sacar sus propias conclusiones.
El laberinto del hindú, sin ser una novela trepidante, está llena de aventuras, de incidentes, de sucesos que van ocurriendo y que van aumentando el interés de la obra. Pero, además, esas incidencias se van mezclando magistralmente con las descripciones de los lugares y las gentes, de la Historia y las historias, hasta conseguir una ambientación que, para mí, es otro de los grandes éxitos de Alfaro.
Así pues, El laberito del hindú es una novela sólida, bien construida, con unos personajes muy solventes, que cumple el doble objetivo de mostrarnos una cultura tan diferente y lejana al tiempo que entretiene e intriga y que plantea temas de fondo más que interesantes.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 59/100
- Reto Genérico: 22 (1/2 exóticos)/40
- Reto Autopublicados: 3/8
Me encanta la India. Es un país que siempre me ha fascinado, desde pequeña, y que me fascinó aún más cuando lo conocí. Tengo apuntada esta novela desde hace unas semanas, cuando la vi en otro blog. No conozco al autor, pero me atrae mucho.
ResponderEliminarBesines.
Muchas gracias por participar en la lectura conjunta y suerte en el sorteo (no te olvides de ponerme el enlace a tu reseña en el post en el que convocaba la lectura)
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado aunque no me extraña jajaja
Besos