Hace unos meses, leí para Anika entre Libros un par de libros para niños que me hicieron mucha gracia. Recupero hoy el primero para el blog.
Enlace a la reseña original.
Título: Don Gerundio en el bosque de la prosa
Título Original: (Don Gerundio en el bosque de la prosa, 2010)
Autores: Francisco Poyatos Jiménez, Mariano Velasco
Editorial: Talentura
Colección: Deslenguados
Copyright:
© Texto: Mariano Velasco, 2010
© Ilustraciones: Francisco Poyatos Jiménez, 2010
© Editores Policarbonados, 2010Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Junio 2010
ISBN: 9788493765927
Tapa: Blanda
Etiquetas: aventuras, colecciones, versos, lengua, lenguaje, libros ilustrados, literatura española, refranes, 8 años, 9 años, 10 años, 11 años, literatura infantil, lingüística, didáctico
Nº de páginas: 148
Argumento:
Don Gerundio, junto a sus amigos Infranganti, Caproveche, Osomodo, Solista e Isopato han de ayudar a Potito a resolver su grave problema: de un tiempo a esta parte solo habla en verso. Así que tendrán que visitar el Bosque de la Prosa y resolver una serie de pruebas para que el niño pueda volver a hablar como todos.
Opinión:
No es fácil aunar la didáctica de la lengua y el entretenimiento. Pero este libro lo consigue. Don Gerundio (todo hay que decirlo: un poco redicho) logra enseñarnos muchas cosas sobre el lenguaje al mismo tiempo que nos hace vivir una aventura en busca de la prosa perdida.
Sin embargo, creo que hay que aspectos que podrían mejorarse. El comienzo, por ejemplo, se me ha hecho un poco lento. Creo la obra hubiera ganado en interés si se hubiera adelantado el inicio de la aventura y, al mismo tiempo, se hubieran ido presentado a los personajes. La sensación es que la presentación de personajes es un poco larga. Tampoco era fácil acortarla: son muchos los amigos de Don Gerundio y cada uno merece una explicación tanto de su nombre como de su personalidad. Mariano Velasco ha reunido, además, un elenco de seres variados (personajes y animales, chicos y chicas) con cualidades diferentes que dan lugar a un conjunto heterogéneo pero que se completa hasta conseguir una unidad casi perfecta. Una unidad que aquí promete y que puede dar mucho juego en futuras entregas.
Otro aspecto que a mí, como adulta, se me ha hecho un poco pesado son las explicaciones de las frases hechas. Una de las grandes apuestas de esta obra (y acertada) es intentar mostrar a los más pequeños el significado y el valor de buena parte de la fraseología y los refranes que utilizamos en castellano. De hecho, varios de los nombres de los personajes principales tienen que ver con esto. Incluso, al final del libro se incluye un práctico y muy útil diccionario de frases hechas y refranes. Por eso me parece repetitivo que algunas se expliquen también dentro del texto. Entiendo su objetivo, pero creo que ralentiza el comienzo de la acción. Otro punto a favor en este sentido es que las frases hechas aparecen diferenciadas tipológicamente (negrita, cambio de tamaño y de tipo de letra), lo que ayuda al lector a percatarse no solo de la frase hecha utilizada, sino de la cantidad de ellas que usamos en el lenguaje habitual.
Otro elemento que creo que ralentiza la acción son los resúmenes del comienzo de cada capítulo. Cierto es que tienen un tono humorístico que le sienta muy bien al conjunto pero creo que los capítulos son lo suficientemente cortos como para que el lector recuerde lo que ha pasado hasta el momento. Además, el hecho de que sean tan cortos (y, por lo tanto, la lectura se haga ágil) hace que haya un gran número de resúmenes, es decir, que estos sean demasiado frecuentes. O sea que al final se hace un poco repetitivo.
Sí me han gustado (y mi hija de ocho años más aún) el humor, los juegos del lenguaje, la personalidad de Don Gerundio, los dobles sentidos, la interpretación literal de las frases hechas... Todo ello da un toque general de humor que aligera la carga didáctica y que le sienta muy bien al argumento.
También el argumento en sí tiene toques de humor que nos ha encantado leer. Como también nos ha gustado la mezcla de una historia de aventuras y pruebas con la intención didáctica y la dimensión lúdica del lenguaje. Mención especial merece el juego con las onomatopeyas, sobre todo al hilo de Caproveche, que da mucho juego a lo largo de la novela.
En definitiva, una obra amena y fácil de leer que cumple muy bien con su objetivo de formar y entretener y de demostrar que el lenguaje no es solo útil, sino también divertido.
Título Original: (Don Gerundio en el bosque de la prosa, 2010)
Autores: Francisco Poyatos Jiménez, Mariano Velasco
Editorial: Talentura
Colección: Deslenguados
Copyright:
© Texto: Mariano Velasco, 2010
© Ilustraciones: Francisco Poyatos Jiménez, 2010
© Editores Policarbonados, 2010Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Junio 2010
ISBN: 9788493765927
Tapa: Blanda
Etiquetas: aventuras, colecciones, versos, lengua, lenguaje, libros ilustrados, literatura española, refranes, 8 años, 9 años, 10 años, 11 años, literatura infantil, lingüística, didáctico
Nº de páginas: 148
Argumento:
Don Gerundio, junto a sus amigos Infranganti, Caproveche, Osomodo, Solista e Isopato han de ayudar a Potito a resolver su grave problema: de un tiempo a esta parte solo habla en verso. Así que tendrán que visitar el Bosque de la Prosa y resolver una serie de pruebas para que el niño pueda volver a hablar como todos.
Opinión:
No es fácil aunar la didáctica de la lengua y el entretenimiento. Pero este libro lo consigue. Don Gerundio (todo hay que decirlo: un poco redicho) logra enseñarnos muchas cosas sobre el lenguaje al mismo tiempo que nos hace vivir una aventura en busca de la prosa perdida.
Sin embargo, creo que hay que aspectos que podrían mejorarse. El comienzo, por ejemplo, se me ha hecho un poco lento. Creo la obra hubiera ganado en interés si se hubiera adelantado el inicio de la aventura y, al mismo tiempo, se hubieran ido presentado a los personajes. La sensación es que la presentación de personajes es un poco larga. Tampoco era fácil acortarla: son muchos los amigos de Don Gerundio y cada uno merece una explicación tanto de su nombre como de su personalidad. Mariano Velasco ha reunido, además, un elenco de seres variados (personajes y animales, chicos y chicas) con cualidades diferentes que dan lugar a un conjunto heterogéneo pero que se completa hasta conseguir una unidad casi perfecta. Una unidad que aquí promete y que puede dar mucho juego en futuras entregas.
Otro aspecto que a mí, como adulta, se me ha hecho un poco pesado son las explicaciones de las frases hechas. Una de las grandes apuestas de esta obra (y acertada) es intentar mostrar a los más pequeños el significado y el valor de buena parte de la fraseología y los refranes que utilizamos en castellano. De hecho, varios de los nombres de los personajes principales tienen que ver con esto. Incluso, al final del libro se incluye un práctico y muy útil diccionario de frases hechas y refranes. Por eso me parece repetitivo que algunas se expliquen también dentro del texto. Entiendo su objetivo, pero creo que ralentiza el comienzo de la acción. Otro punto a favor en este sentido es que las frases hechas aparecen diferenciadas tipológicamente (negrita, cambio de tamaño y de tipo de letra), lo que ayuda al lector a percatarse no solo de la frase hecha utilizada, sino de la cantidad de ellas que usamos en el lenguaje habitual.
Otro elemento que creo que ralentiza la acción son los resúmenes del comienzo de cada capítulo. Cierto es que tienen un tono humorístico que le sienta muy bien al conjunto pero creo que los capítulos son lo suficientemente cortos como para que el lector recuerde lo que ha pasado hasta el momento. Además, el hecho de que sean tan cortos (y, por lo tanto, la lectura se haga ágil) hace que haya un gran número de resúmenes, es decir, que estos sean demasiado frecuentes. O sea que al final se hace un poco repetitivo.
Sí me han gustado (y mi hija de ocho años más aún) el humor, los juegos del lenguaje, la personalidad de Don Gerundio, los dobles sentidos, la interpretación literal de las frases hechas... Todo ello da un toque general de humor que aligera la carga didáctica y que le sienta muy bien al argumento.
También el argumento en sí tiene toques de humor que nos ha encantado leer. Como también nos ha gustado la mezcla de una historia de aventuras y pruebas con la intención didáctica y la dimensión lúdica del lenguaje. Mención especial merece el juego con las onomatopeyas, sobre todo al hilo de Caproveche, que da mucho juego a lo largo de la novela.
En definitiva, una obra amena y fácil de leer que cumple muy bien con su objetivo de formar y entretener y de demostrar que el lenguaje no es solo útil, sino también divertido.
Nos seguimos leyendo.
Qué entretenido se ve!
ResponderEliminarBesotes!!!
Bonito y entretenido se ve.
ResponderEliminarBesos