lunes, 3 de marzo de 2014

#leemosQuijote: capítulo VIII

http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com.es/2013/12/en-2014-leemos-el-quijote.html
  La aventura busca a quien la sigue y nosotros, caminando con Quijote y Sancho, hemos topado con los molinos de viento o, lo que es lo mismo, con el capítulo más conocido, recordado, parodiado, aprendido y reconocible de El Quijote. Fíjate sí será así que mientras lo leía me venía a la cabeza la voz del Sancho de los dibujos animados de mi época, advirtiendo a Don Quijote que no eran gigantes, como en los libros de caballería, sino simples molinos de viento, como en la vida real. Por cierto que, ya que menciono aquellos dibujos animados, he de decir que los he encontrado en mi biblioteca, así que Lucía los va a ver más pronto que temprano. El que avisa no es traidor.
   Parte del éxito o de la trascendencia de este capítulo está en que todo El Quijote está encerrado en él: la pugna entre realidad y fantasía que encarnan Sancho y Quijote, respectivamente; las referencias a elementos típicos de los libros de Caballería (los gigantes, en este caso, y los encantadores, en el encuentro con la señora vizcaína); la parodia, llena de humor e ironía; y el final de la aventura, siempre infeliz (y dañino) para el pobre de nuestro caballero andante. Y para su fiel escudero que, al final, también paga el pato.
   Me ha gustado mucho la limpieza y la condensación con la que Cervantes narra el suceso: sin florituras, sin recovecos, directo al grano. Si encontrásemos hoy en día una escena parecida a esta en un libro de aventuras, o en un thriller, más propio de nuestra época, probablemente el escritor describiría con todo lujo de detalles las idas y venidas del caballero contra los molinos y, desde luego, la peripecia no se resolvería en menos de una página. Es más, es que en este capítulo, se cuentan tres aventuras. Y, para más inri, la cosa queda a medias, como se narra en el párrafo final en el que, por cierto, Cervantes habla de dos autores de la obra: uno sería Cide Hamete Benengeli (tiene guasa el nombre) y el otro, el propio Cervantes.
   Y siendo este el segundo capítulo en el que aparece Sancho, el autor se esfuerza por presentar al lector los caracteres totalmente opuestos de caballero y escudero, con ejemplos tan claros como el estoicismo de Quijote frente al quejica de Sancho o el ayuno del caballero frente al festín que se da el escudero.
   Nos seguimos leyendo.


8 / 52 capítulos. ¡15% conseguido!

Comentarios de otros capítulos:
  • Capítulo I: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo Don Quijote de La Mancha
  • Capítulo II: Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso Don Quijote
  • Capítulo III: Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo Don Quijote de armarse caballero 
  • Capítulo IV: De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta 
  • Capítulo V: Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero 
  • Capítulo VI: Del donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo 
  • Capítulo VII:  De la segunda salida de nuestro buen caballero Don Quijote de La Mancha 

6 comentarios:

  1. Es cierto que hoy en día no se resuelve una situación en una página escasa. Tanto esperar la escena de los molinos y al final para que dure un suspiro.

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  2. Me ha dado penita de Sancho en este capítulo...
    Besotes!!!

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  3. Tus análisis son siempre impecables
    Besos

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  4. Guau, que resumen más completo del capítulo, ¡de diez!

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