viernes, 30 de noviembre de 2012

BBF#10: "Baila, baila, baila", de Haruki Murakami

    
    Después de acabar Arcángeles, de Lourdes Ortiz, ayer por la tarde y leer por la noche Los amantes tristes, de Eugenia Rico, enterito, este viernes me encuentra con Murakami entre las manos. Tenía mucha curiosidad por leer a este autor y, aunque he visto en varios blogs que este no es el mejor libro para iniciarse con él, es el que más a mano me pillaba, así que aquí lo tengo. De momento, se me está haciendo un poco raro pero siento curiosidad por seguir la historia. Comienza así:

BBF#10

   Marzo de 1983
   A menudo sueño con el Hotel Delfín.
  Yo estoy en ese sueño. Es decir, «formo parte» de él como una especie de circunstancia continua. El sueño revela de manera manifiesta que pertenezco a la continuidad del sueño. En éste, el Hotel Delfín está deformado. Es más achatado y largo. Tanto que, en lugar de un hotel, parece un larguísimo puente techado. El puente se extiende desde tiempos pretéritos hasta los confines del universo. Y yo estoy en él. Allí, en ese hotel, hay alguien más, alguien que derrama lágrimas. Las derrama por mí.
   El hotel me envuelve. Percibo con toda claridad sus latidos y su calor. En el sueño, yo soy una parte más del hotel.
(Baila, baila,baila, Haruki Murakami)
   Los primeros párrafos ya presentan al hotel que será protagonista de la obra y nos introducen en ese ambiente onírico y de misterio que se mantiene a lo largo de la novela, así que sí da una idea de lo que nos vamos a encontrar en ella. Al menos, hasta donde he leído. Ya te contaré qué me parece al final.
   Nos seguimos leyendo.

Mes de la novela histórica en Libros que hay que leer: ¡me apunto!


  Hablé de pasada aquí de esta genial idea de Libros que hay que leer porque no tenía pensado participar. Pero noviembre no se me ha dado bien... se me ha dado requetebién y no solo he leído los libros que me había propuesto para mi reto mensual (con algunas variaciones que contaré mañana, cuando haga el balance definitivo) sino que he adelantado las lecturas obligatorias que tenía pendientes para la tesina del máster y que había dejado para diciembre. Así que tengo diciembre (en principio) libre de lecturas obligatorias y, por tanto, disponible para lecturas conjuntas, lecturas para Anika entre Libros, libros pendientes de sorteos y otros libros que quiero leer.
   Como al menos dos de los libros que tengo en mi lista para diciembre son novela histórica, al final me apunto a la iniciativa de Laky. Se trata de leer novela histórica y publicar reseñas, artículos, novedades, entrevistas... relacionados con este género. A cada tipo de  publicación corresponden unos puntos, puntos que serán válidos para el sorteo final con el que Laky nos motiva aún más para participar. Las bases están aquí. Hoy acaba el plazo... así que habrá que darse prisa.
    Yo, de momento, tengo pensando leer:
  • La bibliotecaria de Auschwitz, de Antonio G. Iturbe, dentro de la lectura conjunta organizada por Momentos de silencio compartido y O Meu Cartafol
  • La leyenda del ladrón, de Juan Gómez Jurado, a la que le tengo muchíiiisimas ganas desde hace ya un tiempo.
    Y, además, estoy apuntada a dos sorteos que también entrarían en esta categoría:
  • La fabulosa Historia de Henry N. Brown, de Anne Helene Bubenzer y
  • El coraje de Miss Redfield, de Ana R. Cañil (me apuntaré oficialmente el domingo)
    Así que diciembre será un mes histórico, lo veo venir.
    Nos seguimos leyendo.

jueves, 29 de noviembre de 2012

"La República", de Platón: una organización social diseñada hasta el más mínimo detalle

    Hoy recupero, de entre todas las reseñas que he ido escribiendo para Anika entre Libros, un clásico... pero clásico de verdad: La República de Platón. Era una de las lecturas obligatorias para una asignatura deel máster, teníamos que hacer un trabajo reflexivo sobre las organizaciones sociales y los grandes pensadores que habían aportado sus puntos de vista. Especialmente, teníamos que  establecer un estudio comparativo entre La República y Utopía, de Tomas Moro. Me encantaron las lecturas (aunque este lo leí en la playa y los alemanes me miraban un poco raro) y me gustó mucho hacer el trabajo. Esta es mi impresión sobre una gran obra.

LA REPÚBLICA O EL ESTADO
(Πολιτεία, Politeia,395-370 a.C.)

Platon


Editorial Austral
Colección Clásica

© Miguel Candel, 2011
© Patricio de Azcárate Corral, 2011
© Austral, 2011
Traducción de Patricio de Azcárate Corral
1ª Edición, Mayo 2011

Género y tags: Ensayo, política, estado ideal, organización social, utopía, filosofía, Antigüedad clásica, literatura griega

ISBN: 9788467036589

432 Páginas

 
 
Argumento:

    En La República, una de sus obras más importantes, Platón expone la organización social y política de lo que él considera que sería el Estado ideal. Partiendo del análisis de qué es la justicia y quién es más feliz, si el hombre justo o el injusto, Platón utiliza la clásica forma del diálogo para desgranar todos los aspectos que contribuyen a instaurar un régimen capaz de convertir a cualquier ciudad en la ciudad perfecta.

Opinión:

   Son muchos los autores que, desde una ideología u otra, en un momento histórico u otro, desde una perspectiva social, política, económica, etc. han buscado el diseño teórico de la ciudad perfecta. Una ciudad en la que reine la armonía, cada uno ocupe su lugar y en la que todos puedan ser felices. Platón lo hizo en La República, una de sus obras más importantes, en la que esboza las pautas principales capaces de configurar el Estado ideal.
     Nada escapa a la estructura social y política diseñada por Platón. En los diez libros que desarrollan su teoría sobre el Estado perfecto (la “ciudad saludable”, “ciudad feliz”, o “ciudad dueña de sí misma”, tal y como las irá denominando a medida que vaya avanzando su análisis), el filósofo va exponiendo la organización de todos los aspectos relacionados con la distribución social y política, la jerarquía de las ciencias, la configuración del sistema y currículo educativo… A través de la forma literaria del diálogo, conducido por Sócrates, Platón va dando forma a una ciudad en la que la felicidad es el fin. Pero no se trata de una felicidad individual, o una felicidad de todos y cada uno de los ciudadanos. Se trata de una felicidad general, colectiva, en la que algunos tendrán que sacrificarse por el bien de la comunidad.
     Platón estructura la sociedad dividiéndola en tres clases: los hombres de oro (los gobernantes), los de plata (auxiliares) y los de bronce y hierro (artesanos, labradores…). A pesar de la fuerte estratificación social, existe una cierta permeabilidad que permite pasar de una clase a otra. Por eso, dice Sócrates, los gobernantes tendrán que vigilar que si un niño con alma de plata nace en una familia de bronce (por poner un ejemplo) sea reconducido al lugar al que pertenece.
     Para Platón, el gobierno de la ciudad ha de quedar en manos de filósofos, quienes, por su formación, su alejamiento de los vicios, su amor a la verdad y a la esencia de las cosas y su eterno afán por aprender, pueden conducir de forma más correcta los designios de los ciudadanos. Aun así, Platón advierte que aquel filósofo que realmente lo sea, se negará, al menos en principio, a verse relacionado con la política.
     La base de toda la felicidad social se encuentra en la educación. Una buena educación evita un gran número de leyes, puesto que es capaz de moldear hombres íntegros que saben cómo deben actuar en cada momento. Por eso, Platón concede gran importancia al diseño de los planes educativos, estableciendo claramente qué disciplinas deben ser estudiadas y hasta configurando un calendario de estudio en el que cada ciencia tiene su edad idónea para ser aprendida. Así, por ejemplo, la dialéctica no debe ser enseñada hasta los 30 años. Como norma general, la educación debe desarrollar el cuerpo y la mente, de manera que la gimnasia y la música se convierten en dos áreas de aprendizaje fundamentales. En cuanto al método pedagógico, Platón apuesta por un enseñanza basada en el juego que ayude a los más pequeños a formarse de una forma que resulte atractiva para ellos.
     Para velar por el bien de toda la sociedad, Platón establece una clase social diferente, objeto de amplio estudio y debate durante la obra: los guardianes. Los guardianes pueden ser hombres y mujeres (tras un largo intercambio de opiniones, Sócrates y sus compañeros de diálogo llegan a la conclusión de que hombres y mujeres sólo difieren que unos fecundan y otras alumbran), deben poseer una amplia y específica formación (bien detallada en las páginas de la obra), no poseen nada (abogando por un colectivismo que deroga la propiedad privada y que evita cualquier tipo de conflicto en este sentido –tanto la riqueza como la pobreza corrompen el alma humana, sentencia Platón-), no pueden casarse (el matrimonio está prohibido entre ellos, las mujeres y los niños también forman parte de ese colectivismo, de tal forma que todos los niños son considerados hijos de todos y a todos compete su educación, vigilancia y formación como futuros guardianes) y su tarea fundamental será salvaguardar tanto la ley como la costumbre. Para el filósofo griego será fundamental preservar a los que sean genéticamente superiores. Por eso, aquellos guardianes que demuestren más coraje y valía no sólo obtendrán reconocimientos públicos sino que tendrán preferencia a la hora de elegir pareja.
     En la parte final de la obra, una vez trazadas las pautas que darán lugar al Estado ideal, Platón analiza otros regímenes políticos que no son sino una degradación de éste. Así, ni la timocracia o timarquía (régimen de los ambiciosos), ni la oligarquía (régimen de los ricos), ni la democracia, ni la tiranía constituyen buenas organizaciones políticas. Para Platón, la libertad es fuente de todo mal y no conduce más que a una esclavitud mayor. La libertad lleva al libertinaje, a la anarquía, al desenfreno y a la desvergüenza. Y es que, para el filósofo, todo lo que nace no puede por menos que corromperse, por lo que será vital la vigilancia del Estado y la organización milimétrica de sus componentes.
     Como puede verse, buena parte de los grandes temas de Platón aparecen en La República, obra de madurez del filósofo. Desde la relación de la justicia y la felicidad; el bien, la belleza y la virtud y la oposición entre ciencia y apariencia, hasta mitos tan conocidos como el de la caverna, la obra compendia gran parte del saber platónico.
    La detallada descripción de la organización social y política del Estado ideal enlaza esta obra con la literatura utópica, con la diferencia fundamental de que ésta no es una novela, sino una obra filosófica con unos planteamientos ideológicos que Platón consideraba debían hacerse realidad.
     Desde la perspectiva que aporta el paso del tiempo y la evolución histórica, política y social que hemos vivido desde la Antigüedad griega, la obra de Platón no deja de sorprender. Sorprende la vigencia de algunos de sus planteamientos casi tanto como lo obsoleto de otros tantos. La esclavitud o la negación absoluta de la libertad al ciudadano son propuestas intolerables en nuestra sociedad actual. Y sin embargo, su análisis de los regímenes políticos no puede poner menos de recordar, hoy, a tantas democracias que se hacen llamar así pero que en realidad ocultan otros sistemas de organización, en los que el dinero o la economía pesan más que las personas y su libertad.
   Enlace a la publicación original en Anika entre Libros. 

   Nos seguimos leyendo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Lucía y el deporte

   Situación: El domingo pasado, después de la carrera de Fórmula 1. Massa empieza a hablar en portugués.

    Lucía: Mamá, no entiendo lo que dice ese chico. ¿Habla en inglés?
   Yo: No, cariño, habla en portugués
  Lucía (se queda escuchando atentamente): Buah, seguro que está diciendo: gracias a todos, esto es un deporte y... bla bla bla...
 
   Moraleja: Casi cinco años y ya podría dedicarse al deporte profesionalmente. Por lo menos, ya podría hacer declaraciones a la prensa.

  Nos seguimos leyendo.

martes, 27 de noviembre de 2012

Gente que quiere llevar la razón


     Hay gente que discute por el mero placer de discutir. Les gusta eso del rifi-rafe, el intercambio de opiniones, el cruce de puntos de vista, el aprendizaje a través de la confrontación. Estas personas, en ocasiones, fuerzan sus propias opiniones para encontrar nuevos argumentos con los que rebatir al oponente, en un intento por sacar el máximo provecho a la lid. En el forcejeo dialéctico, pocas veces se acaloran ni alzan la voz. Debaten con energía y con seguridad, sin rabia ni ira. Para ellos, el combate de ideas y argumentos es como jugar al ajedrez: una demostración de inteligencias por turnos. Es un dar para recibir, pensando siempre en volver a dar.
    Pero hay quien discute con el afán de tener siempre razón. Son personas que, en la bronca, no buscan nuevos argumentos, sino que dan vueltas a la misma idea una y otra vez, como borrico en la noria, sin aportar nada nuevo en cada intervención. Como mucho, añaden ejemplos diferentes (ni siquiera novedosos), en un intento por justificar, vía recurso a la experiencia, su opinión.
    Con los primeros, suelo actuar como un miura, entrando al trapo sin contemplaciones, argumentando y contraargumentando casi con más pasión que razón. Pero, en el fondo, disfruto de esa vuelta de tuerca, de que me fuercen a pensar deprisa cuál será mi próximo ataque, intentado que, en la medida de lo posible, sea tan brillante como el que me acaban de lanzar. Porque, curiosamente, estos ‘discutidores’ casi casi profesionales tienen la inteligencia suficiente para ser brillantes en sus manifestaciones, aunque éstas no coincidan plenamente con lo que piensan en su fuero interno.
     Con los segundos me enrabieto y acabo cediendo. Doy la razón, en un intento por frenar una discusión hueca. Tú ganas, da igual, no merece la pena perder el tiempo. Lástima que esto último me ocurra con tanta frecuencia.
    Nos seguimos leyendo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

"Una tienda en París", de Màxim Huerta: romper con el presente sumergiéndote en el pasado



     Como dijo Laky, de Libros que hay que leer, en su reseña sobre esta novela y como corroboraron algunos de los comentaristas de aquella entrada, muchos tenemos prejuicios ante "los televisivos" que se meten a escritores. En mi caso, he leído algunos libros realmente malos pero, en fin, soy de las que piensa que cualquiera que haya invertido parte de su siempre escaso tiempo en escribir un libro merece una oportunidad, así que decidí dársela a Màxim Huerta. Y he de decir que aunque las protagonistas de la novela no han acabado de conectar conmigo, su estilo literario me ha sorprendido y que algunas de sus frases pasarán a mi base de datos de citas literarias.
    Màxim Huerta nos presenta en su tercera novela una reflexión sobre las segundas oportunidades, la necesidad de vencer un pasado opresivo y la felicidad que producen los encuentros y reencuentros fortuitos.
    Durante prácticamente la mitad de la novela es Teresa la que nos lleva de la mano a través de su vida gris: el fallecimiento de su madre, su infancia bajo el manto de una tía rígida e inflexible, su historia de amor frustrada, su abulia, su necesidad de un cambio. Un cambio que comenzará a forjarse cuando descubra, por casualidad, el viejo cartel de una antigua tienda de París. A raíz de ese hallazgo, distintas señales le irán marcando un camino que conduce, directamente, al color: al París de Alice Humbert, a su tienda, a su vida. Y entonces, como por arte de magia, Alice también se hará palabra en la novela, intercambiando el testigo de la narración (también en primera persona) con una Teresa que no puede dejar de investigar la vida de Alice.
    Alice aporta el color a la vida de Teresa y la frescura a la novela de Màxim Huerta. Es un fantasma para Teresa que en un momento dado (en mi opinión, no en el momento literariamente más efectivo, la verdad) se materializa para el lector, ofreciéndole la perspectiva de otra vida, sumergiéndole en la vorágine del París artístico del período de entreguerras, invitándole a participar en sus fiestas y eventos, haciendo que se codee con Modigliani o Coco Chanel, permitiéndole descubrir sus fastos y sus omisiones.
    Si Teresa es el gris que tanto aborrece en sus clases de pintura, Alice es el color. Un color que ha llegado para inundar la vida de Teresa y para traerle buena suerte: gracias a la búsqueda de Alice, Teresa no solo descubrirá un futuro, sino también un pasado que creía perdido.
    Como ya he avanzado, he de reconocer que Huerta me ha sorprendido con su estilo. Me han gustado mucho algunos giros, algunas frases, algunas metáforas, algunas imágenes utilizadas (como las alusiones al color), algunas ideas que se van diseminando a lo largo de la novela (como esa niña que guarda, a escondidas, pedacitos de tela de los vestidos que va dejando atrás). Sin embargo, la obra no llegó a llevarme a su redil hasta que apareció Alice, o sea, hasta la mitad, más o menos. Puede ser una cuestión de ritmo (la voz monocromática de Teresa acaba volviéndose tan gris como su vida mientras que la de Alice rompe y acelera la narración) o de estructura (ya he dicho que yo no haría surgir el personaje de Alice justo ahí, en el momento en que lo hace), pero el que caso es que la novela en general, aun interesándome el tema que propone, no ha acabado de conectar conmigo. A ello ha contribuido, además, la introducción de ciertos elementos que creo que no aportan mucho, como, por ejemplo, el fantasma: si ya está hablando de las intuiciones, de las señales, de los pálpitos, de seguir al propio corazón por encima de la razón... no entiendo por qué introduce al fantasma y, sobre todo, la escena del baño. ¿Quiere simbolizar la obsesión de Teresa por Alice, que le lleva a verla y olerla donde no está? Es un cabo que se me queda suelto... No sé, me falla.
    Por lo demás, es una novela de fácil lectura, con reflexiones muy motivadoras y pinceladas de belleza literaria que aumentan la sensación positiva general. 
    No he leído Una tienda en París sola. Lo he hecho acompañada (magníficamente acompañada) por los participantes en la lectura conjunta organizada por el blog Momentos de silencio compartido. Además, tuve la suerte de ganar mi ejemplar en el sorteo, así que... ¡perfecto! ¡¡Gracias, chicas, por la lectura y el sorteo!! Cada día me gusta más leer y compartir lo que leo. Enriquece mucho más mis lecturas. Por cierto que en el blog puedes encontrar una entrevista con el autor.
    Y ya puestos a enlazar, te dejo también el link a la página oficial de la novela y a la de Màxim Huerta.
    Nos seguimos leyendo.  

Ficha técnica:



Título: Una tienda en París  
Autor: Màxim Huerta 
Editorial: MR    Género: novela Páginas: 352  
Publicación  3/10/2012    ISBN: 9788427039032
 

domingo, 25 de noviembre de 2012

"5x2=9. Diez miradas contra la violencia de género": la violencia en primera persona

    Acabo mi semana contra la violencia de género dando voz a las víctimas. Al menos una voz literaria, tamizada por las maravillosas plumas de Ángeles Caso, Espido Freire, Rosa Regàs, Eugenia Rico y Lourdes Ventura, cinco escritoras comprometidas en la lucha por la erradicación de la violencia doméstica. Las cinco escritoras se reunieron con cuatro mujeres maltratadas y con el hijo de una quinta mujer, cuya ausencia (ese 9 del título, esa unidad que nos falta para llegar al 10) constituye una grandísima llamada de atención al tiempo que cubre el hueco de las que ya no están, de las que murieron a manos de sus parejas.
    El libro va tejiendo la voz de esas mujeres que cuentan y analizan sus experiencias, sus sentimientos, algunos episodios importantes de su vida, recuerdos de su infancia o de su juventud, las consecuencias de lo que le has pasado, cómo les ha cambiado el carácter, la personalidad y la propia vida... con el filtro más poético, reflexivo y literario de la pluma de las cinco escritoras, que ofrecen un perfil certero, próximo, cariñoso y cómplice de las cinco mujeres en el que es inevitable que no se vayan infiltrando los sentimientos que el encuentro con ellas provocó en las literatas. El resultado es, pues, una obra muy humana, que habla de la experiencia de la violencia de género en primera persona, al tiempo que ofrece la visión crítica y reflexiva de quien está comprometida con la erradicación de estas situaciones.
   El testimonio de las mujeres permite ver claramente qué mecanismos psicológicos se ponen en marcha tanto en el maltratador como en las víctimas y dan una idea muy certera (y muy válida socialmente) de las dinámicas de poder y sumisión que se establecen en el seno de la pareja. Y la visión que ofrece Alejandro, el hijo de Mari Carmen, nos permite conocer el punto de vista de los niños que viven en un entorno de violencia física y/o psicológica y las consecuencias que ello tiene en su futuro. Un análisis de consecuencias que también realiza, en el prólogo del libro, Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco.
  Las fotos de Concha Casajús que acompañan los relatos inciden en esa imagen de cercanía, de sentimientos compartidos y de dolor acompañado que transmite todo el libro. Pero, más allá del sufrimiento,  del testimonio real, del poder conocer de primera manera qué es la violencia de género y las reflexiones sobre ello que proponen tanto las víctimas como las escritoras, quiero quedarme con la sensación de liberación, de vida por estrenar, de esperanza y de camino hacia la felicidad que han emprendido todas ellas. Un camino que ojalá puedan comenzar a dar muchas otras mujeres que están pasando actualmente por lo que ellas ya han dejado atrás (aunque su sombra les acompañe durante todo la vida). Mi mano está tendida, quiero ayudarlas a dar el primer paso... y el segundo... y el tercero. Mi mano está tendida. ¿Y la tuya?
   Nos seguimos leyendo.  

Ficha técnica:

Título: 5x2=9. Diez miradas contra la violencia de género  
Editores: Silvia Pérez y Fernando Marías Autoras de Capítulos: Ángeles Caso, Espido Freire, Rosa Regàs, Eugenia Rico y Lourdes Ventura.
Editorial: Península  Género: biografía    Páginas: 144  
Publicación  01/04/2009    ISBN: 9788483078815

Domingo de sorteos #9 y reto semanal


    Hay muchos sorteos activos... pero esta semana voy a ser comedida y "solo" me voy a apuntar a cuatro. Son estos:
  • Libros que voy leyendo pone en juego tres ejemplares de Nunca volveremos a ser las mismas. El sorteo está abierto hasta el 9 de diciembre y las bases están aquí.

  • O meu Cartafol sortea tres ejemplares en formato digital de las obras de Raquel Antúnez hasta el 8 de diciembre. Puedes ver las obras y las bases aquí.

  •  Esta misma mañana acabo de descubrir este blog y este sorteo, con el que celebra su segundo año en la red (¡¡felicidades!!). Me han gustado ambos, así que ¡me quedo! Está abierto hasta el 15 de diciembre. Bases, aquí.
  • Y finalizo por hoy con el sorteo de Momentos de silencio compartido: tres ejemplares de La fabulosa historia de Henry N. Brown. El plazo está abierto hasta el 6 de diciembre y las bases, aquí. Por cierto, que el blog ha estrenado una nueva sección muy recomendable: cada domingo publicará una reseña de literatura infantil. Algo muy útil para quienes tenemos niños pequeños. La primera, un pop-up de cuentos navideños.
 
    Acabo esta entrada haciendo balance de mi #retodeestasemana y avanzando el de la próxima semana. Sí he cumplido mi reto semanal, aunque con una ligera variación: me propuse leer Irse de casa, de Carmen Martín Gaite, Amado amo y Te trataré como a una reina, de Rosa Montero y acabar El padre de Blancanieves, de Belén Gopegui. Pues bien, he leído los tres primeros, pero al final dejé sin terminar el último porque no me parecía que pudiera aportar mucho a mi tesina y en este momento tengo que acabar las lecturas para ella, así que lo he aparcado. En su lugar, ayer empecé Black, black, black, de Marta Sanz. Llevo algo más de un tercio, no sé si me dará tiempo a acabarlo hoy. Espero que sí, si no, será mi primer libro del reto de la semana que viene. Y además, tengo previsto leer Arcángeles, de Lourdes Ortiz, El bandido doblemente armado, de Soledad Puértolas, y... no sé, tengo tres de Eugenia Rico para elegir (La muerte blanca, Los amantes tristes y La edad secreta), no sé en cuál de los tres encontraré un personaje masculino que me sirva para la tesina. ¿Has leído alguno de los tres? ¿Hay personajes masculinos interesantes? Si no... tendré que leerme los tres, entre esta semana y la que viene. El próximo domingo, te cuento qué hice al final.
    Y hoy también colgaré dos entradas, esta y la correspondiente a mi semana contra la violencia de género. Cierro ciclo dándole voz a las víctimas. Espero que hayas encontrado interesante mi modesta iniciativa y que alguno de los libros te haya tocado el corazón.
    Nos seguimos leyendo.
     
 
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