domingo, 31 de marzo de 2013

Domingo de sorteos #25 y #retodeestasemana


    El jueves pasado comí con dos amigos muy muy queridos (de toda la vida) y sus dos no menos queridas esposas (e hij@s, claro, que llega un momento de la vida en el que todo se llena de Pet Shop, Pequeños Ponys, potitos y chupetes) y una de ellas dijo: "Jose y Lidia son iguales, solo que Jose con las maratones y Lidia, con los sorteos". Y es que cuando uno lleva el vicio dentro.... Todo esto para decir que la carne es débil y que aquí va otro puñado de sorteos más lleno de lo que me gustaría. Pero es que las tentaciones son muchas y el teclado es débil....
 

SORTEOS

 

  • Y es que una no puede dejar pasar sorteos con el de Cuentalibros, que celebra aniversario (¡¡¡muchísimas felicidades y muchísimos años más!!) poniendo en juego... ¡¡¡ocho libros!!! para cuatro ganadores. Y con títulos muy muy interesantes (cruzo los dedos para el de Carlos del Amor, que le tengo muchíiiiiismas ganas y es la primera vez que lo veo en un sorteo). Se puede participar hasta el 12 de abril, tal y como puedes ver aquí.
  • Mañana acaba el plazo para participar en el sorteo de Cosechas de otoño. Tengo mucha curiosidad por el libro, así que mato dos pájaros de un tiro: conozco el blog (que no había visto hasta ahora) y pruebo suerte. Las bases están aquí.
  • 600 seguidores son muchísimos seguidores. Adivina quien lee los ha alcanzado (¡¡felicidades!!) y, para celebrarlo, sortea ¡¡seis libros!! ¿Quieres saber cuáles son?? Pues pincha aquí. El plazo acaba el 25 de abril.
  • Otra de esas liantas maravillosas que he encontrado en la red, Carmen y amig@s, pone en juego otros siete libros para celebrar que ha culminado (con éxito, añado) su segunda semana dedicada a la novela negra. El sorteo está abierto hasta el 19 de abril, como puedes ver aquí.



#SORTEOS GANADOS

 

  ¡¡En plural!! Vuelvo de vacaciones y me encuentro con que he ganado tres libros en dos sorteos. ¡Así la vuelta se hace menos dura! Si nada lo impide, pronto llegarán a casa Lugares que no aparecen en los mapas, de Berta Noy, gracias a Libros que voy leyendo y dos ejemplares del Sorteo Generación Kindle organizado por Momentos de Silencio Compartido. No puedes ver mi sonrisa de oreja a oreja... pero es casi casi digna de foto.




#RETODEESTA SEMANA

 

  ¡Ay!!, la Semana Santa. ¡¡Ay!!!, las vacaciones. ¡Qué ruptura de la rutinas!! Para bien y para mal, claro. Aún así, he cumplido mi reto, acabar El año en que me enamoré de todas y El laberinto de la Atlántida, que espero terminar esta noche. Además, de regalo, he empezado El aire que respiras, de Care Santos (pero nada, sólo unas 20 paginillas), y Pídeme lo que quieras ahora y siempre, de Megan Maxwell, de Megan Maxwell, (la carne es débil y no me pude resistir el martes, cuando salió a la venta).
   Teniendo en cuenta que esta semana la niña tiene vacaciones, no me atrevo a comprometerme a mucho más que acabar estos dos. Además, estoy pendiente de un par de entrevistas y de que me lleguen los libros, así que no voy a poner ningún título más por si se me cuelan estos urgentes. De todos modos, con las más de 500 páginas de El aire que respiras casi que voy bien apañada.
   Y esta semana no he recibido libros, así que se acabó lo que se daba. ¡¡Feliz regreso!!  
    Nos seguimos leyendo.

sábado, 30 de marzo de 2013

Mes de los libros con peli... o de las pelis hijas de libros



   Me gustan mucho las reseñas conjuntas que El búho entre libros hace sobre libros que se convierten en películas. Es un tema que siempre me ha interesado mucho y creo que sus reseñas son acertadas, atrayentes y muy instructivas. Así que cuando decidió extender lo que hace al resto de la blogosfera (sorteo incluido), me tentó, claro. Me lo he pensado mucho porque exige mucho tiempo: leer el libro y ver la peli. Sé que muchos pensarán: "ver una peli, vaya esfuerzo"... pero en este momento de mi vida poder sentarme dos horas seguidas para ver una peli y las condiciones de silencio necesarias para poder escucharla, es (como mínimo) complicado. Así que lo he pensado mucho (muchísimo) y he decidido (por lo menos) intentarlo. Tampoco pierdo nada por tratar de hacerlo y, además, tengo dos libros que encajan en el perfil: Orgullo y prejuicio, que tengo pendiente para el Reto Orgullo y Prejuicio de Carmen y amig@s, y La lista de Schindler, el magnífico regalo que Inés (de Inés y sus libros) me regaló por el Bloguero Invisible.
   También tengo pendiente Criadas y señoras... pero creo que tendrá que esperar. Sólo abril sabe si me dará tiempo.
   Nos seguimos leyendo. 

1.- Orgullo y prejuicio, de Jane Austen

¡Yo también quiero un abril chick-lit!



   Me gusta leer chick-lit de vez en cuando y tengo varios pendientes, así que me apunto a la iniciativa de Inés y sus libros... a ver cuánto doy de mí. Por lo pronto, tengo dos libros de este género en mi lista de pendientes: La familia Walsh A-Z, de Marian Keyes, y Nunca volveremos a ser las mismas, de Brenda H. Lewis. Pero, además, creo que este mes sale el nuevo de Marian Keyes y me gustaría conocer a la Megan Maxwell chick-lit... así que títulos no me faltan. Lo que necesito es tiempo. 
  Iré añadiendo aquí los libros que vaya reseñando... y en mayo hacemos balance.
   Nos seguimos leyendo. 

viernes, 29 de marzo de 2013

"Arcángeles", de Lourdes Ortiz: visiones sobre la España de los 80 a ritmo de videoclip




















Ficha técnica:


Título: Arcángeles              Autor: Lourdes Ortiz 
Editorial: Plaza y Janés                                          Género: novela, novela experimental          Páginas: 206 
Publicación:  1986    ISBN: 84-01-38070-7

Sinopsis (editorial):


   Arcángeles es una meditación sobre el tiempo que mira de nuevo con ironía y algo de desgarro hacia aquellos que, hace veinte años, fueron protagonistas de su época. Pero Arcángeles no es sólo esa meditación, a veces nostálgica, sobre la traición o la renuncia, o sobre el paso del tiempo, sino que es, sobre todo, un viaje de iniciación que se desarrolla simultáneamente en dos niveles: iniciación del joven Gabriel a través del conocimiento en un recorrido que sigue inevitablemente un itinerario de búsqueda y descenso a los infiernos así como recapitulación perpleja de la novelista que, convirtiéndose así en protagonista, narrada a su vez, acompaña a Gabriel en ese recorrido, mientras busca el modo de contar ese nuevo modo de ver. Gabriel nos da, de esta forma, una nueva perspectiva, agobiada por las imágenes agresivas y demasiado rápidas de los años ochenta, y hay algo de la estructura del vídeo-clip en ese agolpamiento de sensaciones y colores.
  Durante la década de los 80 la literatura española fue abandonando progresivamente la experimentalidad de los 70 y acomodándose a una forma de contar más canónica desde el punto de vista formal, más centrada en la reflexión y el análisis (ideológico, sentimental, político, social...) que en la innovación estética. No obstante, algunos autores escribieron novelas experimentales o con algún elemento transgresor. Algunos autores, como Lourdes Ortiz en este libro, aunaron ambas tendencias: reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos buscando formas narrativas diferentes.
    Externamente, Arcángeles está dividido en tres partes, de diferente extensión. La más amplia, la primera (que ocupa dos terceras partes del conjunto, aproximadamente), es la que mejor refleja esta combinación de tendencias. Existe un diálogo entre el protagonista, Gabriel, y la propia autora. Un diálogo que en ocasiones es real pero otras veces es solo literario y que incluye reflexiones sobre el devenir de la propia novela que estamos leyendo y hasta una entrevista en la que la autora desgrana su idea de la literatura, en un guiño metaliterario también muy frecuente en la época. Esta primera parte está construida a bases de imágenes muy rápidas, pinceladas literarias que nos van descubriendo diferentes aspectos de la sociedad española de los 80: la literatura, las drogas, la fiesta nocturna, la irreverencia y el afán de transgresión de la juventud, la homosexualidad, la ecología, el paro, el mundo universitario... La técnica que la autora pretende llevar hasta la literatura es la del videoclip: una sucesión de imágenes rápidas para dar una idea de conjunto global.
   Esas sugerencias están construidas a base de metáforas, imágenes poéticas, visiones surrealistas y referencias culturales de todo tipo (música, cine, literatura...). Sin olvidar, claro está, los guiños a la religión (empezando por el propio título de la obra y el nombre del protagonista) y la aparición de personajes de la mitología y la literatura clásica.
    La impresión que he sacado de esta primera parte es un poco dantesca: me ha dado la sensación que Lourdes Ortiz, como Virgilio, va llevando a Gabriel/Petrarca por diferentes escenarios cuya yuxtaposición configura una imagen global no del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, sino de la sociedad española de los 80.
    La segunda parte abandona esa atmósfera de irrealidad, de subjetividad, de abstracción, de viaje metafórico, para centrarse en la realidad de una serie de personajes de clase media-baja que luchan por salir adelante en una sociedad que no se lo pone fácil y que escenifican a la perfección el salto generacional que se produjo en la época, salto generacional potenciado aún más por el salto ideológico y político que tuvo lugar en España en las décadas de los 70 y los 80.
    En la última parte se funden las dos anteriores, ofreciendo una conclusión temática, de personajes y de reflexiones al conjunto de la novela. Una tercera parte que deja en la boca el regusto amargo de quienes esperaban más de los cambios que se produjeron en España, de quienes vivieron la parte menos idílica de esos cambios, de quienes sufrieron el paro, la renuncia a los sueños a cambio de un salario diario con el que sobrevivir, la amenaza de convertirse en una versión algo más moderna pero igual de desesperanzada de sus padres.
    Una obra, en definitiva, que sugiere más que cuenta, que hace pensar más que narra y que pone sobre el mantel una serie de cuestiones que protagonizaron una de las épocas más importantes de la Historia española más reciente.
     Nos seguimos leyendo.   

    He encontrado un artículo de El País con declaraciones en el que arroja algo de luz sobre sus intenciones al escribir esta obra. Lo enlazo por si te interesa.

BBF#27: "El laberinto de la Atlántida", de Álvaro Bermejo

  
   Llevo ya un par de semanas con este libro entre las manos, así que toca acabarlo ya. Me costó un poco entrar en la historia y, además, se cruzaron otros dos libros/compromisos en medio, de ahí el retraso. Pero de este fin de semana no pasa. Empieza así

 BBF#26

 Mayo de 1968. No, no estoy en París enfrentándome a las cargas de los mamelucos en el Boulevard des Capucins, sino a más de diez mil kilómetros de distancia de las barricadas, conduciendo un viejo Pontiac descapotable por la infinita serpiente de asfalto que se prolonga desde Vancouver a Los Ángeles. Acabo de poner fin a nueve meses como schollar en la universidad canadiense y voy a pasar un año en una cátedra similar en la meca de la liberación sexual, en Berkeley-California. No me fío de los tópicos. Por si acaso, en el asiento de al lado llevo una chica bastante espectacular. El viento que azota su melena forma parte del guión. A retazos, me descubre su mirada. Esos ojos gris violeta, preciosos, grandes, ligeramente almendrados, añaden una nota de misterio a un rostro que, sin ellos, es tan regular que corre el riesgo de ser perfecto. (El laberinto de la Atlántida, Álvaro Bermejo)
   Solo con el primer párrafo ya se ven muchas de las características del libro: el aire fanfarrón del protagonista, las anglicismos, el ambiente... Pero la verdad es que el meollo de la cuestión no empieza hasta pasadas las 50 primeras páginas, por eso digo que me costó entrar en la historia (y creo que no soy la única, por lo que he ido leyendo por ahí). Ya te contaré el balance final.   
   Nos seguimos leyendo.

jueves, 28 de marzo de 2013

"Estaba en el aire", de Sergio Vila-Sanjuán: un maravilloso viaje sonoro a la España de los 60


      Ficha técnica:


Título: Estaba en el aire       Autor: Sergio Vila-Sanjuán
Editorial: Destino                                                        Género: novela histórica                  Páginas: 240
Publicación: 12/02/2013            ISBN:  978-84-233-4624-0

Sinopsis (editorial):


   Una mujer de la alta sociedad, muy bella y muy desgraciada. Un publicitario embarcado en un programa radiofónico que busca a personas desaparecidas. Un magnate con buenos contactos políticos dispuestos a consolidar su imperio. Un joven del Norte que rastrea sus orígenes. Un la Barcelona de 1960, las trayectorias de todos ellos se cruzan iluminando ambientes contrapuestos.
   Estaba en el aire es una historia de sentimientos y búsqueda personal, de periodismo e intrigas empresariales, que transcurre en un momento histórico poco abordado por la narrativa actual. Un momento en el que España empezaba a salir de la negrura de posguerra para convertirse en una sociedad de consumo, animada por promociones televisivas y elegantes fiestas veraniegas a la luz de la luna, como las que frecuentan los protagonistas de esta novela.
    Estaba en el aire es uno de esos libros capaces de transportarte a épocas que no has vivido, no tanto por la historia (o historias) que cuenta (que también), como por la cantidad de detallitos pequeños, nimios, accesorios que van creando un fabuloso contexto tan real que te parece estar viviendo en él. Sergio Vila-Sanjuán extrae todo el jugo a una época histórica, los años 60, para meternos de lleno en la España que quiere mirar al futuro y dejar atrás el pasado. Todos los elementos de la novela contribuyen a crear ese ambiente, ese contexto, esa perfecta recreación de una época que yo no he vivido, pero que he sentido sobre la piel mientras leía el libro.
   En primer lugar, las historias que cuenta: son historias que sólo podían haber ocurrido en la España franquista que comienza a desperezarse, a salir de la pesadilla, para meterse de lleno en el American Way of Life que llegaba a través de los primeros televisores y de los anuncios publicitarios. Hay dos tramas principales (entrelazadas con un buen número de tramas menores) que nos hablan de esa España. La primera, la protagonizada por Juan Ignacio Varela, tiene que ver con el auge de la publicidad como herramienta de expansión empresarial, con la censura, con el éxito inesperado de un programa de radio, con los intereses económicos que pesan más que los intereses humanitarios. La historia de Juan Ignacio habla de esa época determinada de la Historia de España, del auge de los medios de comunicación y el despegue industrial y empresarial.
    La segunda de las tramas principales nos cuenta lo que le ocurrió a Tona Viladomiu. Por mantener el misterio y no destripar esta parte del argumento a nadie, diré que, desde la óptica de hoy, no es para tanto. Pero en los años 60... pues las cosas transcurrirían tal y como tienen lugar en la novela. 
   Junto al contenido de las tramas, tan de la época como hemos visto, otro de los elementos que contribuye a crear ese ambiente, a sumergirnos de lleno en la España (o la Barcelona, porque aunque no es una novela catalanista, sí es verdad que el aire de modernidad, de vanguardia que destila la novela, también propiciado por la clase social que retrata, no se daba en todas las ciudades españolas, ni muchísimo menos) del despertar son los pequeños detalles: citar las marcas y objetos propios de aquellos años, hablar de un determinado tipo de tiendas, bares, ocio... Son las pinceladas contextuales que van llevándote de la mano, poco a poco, al tiempo en el que Vila-Sanjuán quiere que te sitúes. Para mí, es uno de los grandes aciertos: esa capacidad de mimetizar una época y hacértela sentir aunque no la hayas vivido, aunque sólo sea por contraste respecto a lo que tú conoces o recuerdas.
   Estos pequeños detalles se acompañan de explícitas explicaciones históricas que ahondan en ese viaje en el tiempo y que dan cuenta de los cambios que se estaban produciendo. Explicaciones que surgen de la voz de un narrador que se mueve a través del tiempo, que explica el pasado pero que también adelanta lo que está por ocurrir, creando una útil imagen de conjunto en la cabeza del lector.
   Finalmente, el tercer eje sobre el que se asienta esa magnífica ambientación es, claro está, el programa de radio sobre el que se centra buena parte del argumento y que cuenta pequeñas historias humanas, pinceladas de un país y una época, que nos sitúan perfectamente en las coordenadas espacio-temporales a las que el autor quiere que viajemos. Es una maravilla cómo está contada esta parte, cómo es capaz de captar el sonido de aquel programa, que fue real, que se emitió entre 1960 y 1962, y transcribirlo de tal manera que suena en las páginas de este libro. Abrir los capítulos en los que se radia Rinomicina le busca. Barcelona llama a España es como encender el transistor y escuchar todas las historias apenas esbozadas en la novela en la voz del propio Luis Ruipérez, ese monstruo de las ondas retratado en la novela e inspirado en personajes reales, como el propio autor cuenta en la justificación y agradecimiento final de la obra y como contó también en la presentación
   Junto al vivísimo programa de radio, también aparece (remarcada en tipografía diferente) la publicación que, en la realidad histórica, le apoyaba y completaba la información de lo ocurrido en los reencuentros más sonados de la emisión. Los medios de comunicación están, pues, muy presentes en la novela. Pero es que ya el propio narrador que nos va desvelando las diferentes historias que componen el argumento total de la obra es muy periodístico de por sí y trata de contarnos lo ocurrido con objetividad y perspectiva, tratando de ofrecer un análisis de algunas de las cosas que van teniendo lugar. Además, el hecho de que nos hable en presente y en pretérito perfecto compuesto (el tiempo verbal que usan los medios de comunicación para actualizar las noticias, para que el oyente/lector/espectador las sienta como cercanas, aunque tuvieran lugar hace horas y hablen de acciones complemente cerradas), ya nos pone en contacto con esa inmediatez de medios como la televisión y la radio, nos mete en una acción que está transcurriendo en el ahora literario, aunque tuvo lugar hace más de 50 años en el tiempo histórico.
   Estaba en el aire me ha parecido una obra tremendamente ágil, en la que se suprime todo lo superfluo, las divagaciones, los tiempos muertos, los preludios y el análisis de consecuencias, para contarnos el momento justo sobre el que el autor pone el foco. Quizá te deja con ganas de más, de más páginas, de más historias, de vivir el futuro de los personajes de forma directa y no mediante el resumido epílogo con el que el narrador cierra la novela y las principales historias contadas. Unas historias que, pincelada a pincelada, van creando las formas y tonalidades del cuadro que Vila-Sanjuán pone ante nuestros ojos.  Un cuadro que representa una época ya pasada pero que forma parte de nosotros mismos. Una época que, quizá como dijo Iñaki Gabilondo en la presentación de este Premio Nadal 2013, fue el inicio de la etapa histórica y económica que justo ahora finaliza. 
   Nos seguimos leyendo.



   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 13.000 páginas: 240/13.000
  •  Reto Autores de la A a la Z: V
  •  Reto Histórico: 4/5
  •  Desafío100 libros: 28/100
  • Reto Sumando: 17/2013
  • Reto 25 españoles: 23/25               



miércoles, 27 de marzo de 2013

"Últimas noticias del paraíso", de Clara Sánchez: despertando a la vida



Ficha técnica:


Título: Últimas noticias del paraíso                         Autor: Clara Sánchez          Editorial: Punto de lectura    Género: novela, narrativa contemporánea     Páginas: 288 
Publicación:  16/03/2007    ISBN:  9788466319102

Sinopsis (editorial):


  La vida de hoy mismo, la de las modernas urbanizaciones y sus formas de convivencia, de soñar y de amar.
   La que abre camino, entre nuevos cambios y nuevas tecnologías, perpleja, hacia el conocimiento de sí misma.
    Un espacio mágico donde los sucesos extraordinarios y los habituales se nivelan ante la mirada familiar y al mismo tiempo reflexiva y poética de Fran, el narrador de Últimas noticias del paraíso, a través de cuya conciencia Clara Sánchez explora la inquieta y contundente realidad contemporánea y demuestra que sólo se cumplen los sueños de quien los tiene, y que creer en la suerte es creer en la vida con todas sus infinitas posibilidades.
     Una novela sobre el paraíso de cada uno.
   Últimas noticias del paraíso (que fue premio Alfaguara de Novela en el año 2000) es, al mismo tiempo, un retrato social, un retrato generacional y un retrato personal. O, lo que es lo mismo, una reflexión sobre la sociedad actual (centrando el foco en la vida en las urbanizaciones, las peculiaridades de la vida en un entorno que ni es rural ni es del todo urbano, las relaciones que se establecen entre unos vecinos hasta cierto punto aislados del resto del mundo, los centros comerciales que se convierten en eje de la vida social, punto de reunión y foro en el que dejar pasar los días...), una reflexión sobre ese momento de la vida en el que uno tiene que dar el paso, dejar de ser niño y madurar, emprender el camino que conduce al adulto que uno será en breve; y la narración personal de un chico que vive en ese entorno y se encuentra justo en esa edad de cambio.
    Ese chico es Fran, que va desnudando sus miedos, sus inquietudes, sus deseos y sus frustraciones ante el lector a medida que va transcurriendo la novela. Un chico en proceso, un adolescente que se marcha y un hombre que está por venir. A lo largo de la narración, iremos viéndole crecer, madurar, coger las riendas de su propia vida. Haciéndonos partícipes de esta evolución, Clara Sánchez consigue que sintamos en primera persona esa sensación de paso del tiempo, de niños que crecen, de vecinos que van y vienen, de transformación inevitable en la quietud de un entorno que no cambia propio de la vida en las urbanizaciones.      
   La autora consigue ver más allá de la realidad. Mediante ese retrato social y personal, logra componer una mirada más profunda, que hurga en esa realidad para extraer de ella su auténtica esencia. A través de una narración sencilla, en primera persona, Clara Sánchez nos pone frente a los ojos las verdades que a veces se nos ocultan y las que, en otras ocasiones, nos hurtamos a nosotros mismos. 
   Con una narración sencilla, en la que Fran nos habla en primera persona y analiza su entorno con una mirada llana y profunda y con el espíritu del héroe y del náufrago, Clara Sánchez retrata un tiempo y una sociedad, una etapa de incertidumbre y cambio, de superficialidad y búsqueda de la esencia, de transformación de uno mismo y de lo que nos rodea. Aunque las velocidades no sean parejas. 
   Nos seguimos leyendo. 
   De todo lo que he leído sobre esta novela, me ha interesado especialmente esta entrevista y la opinión de Santos Sanz Villanueva en El Cultural.
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