sábado, 28 de febrero de 2015

Balance febrero y #RetoMarzo15

 Febrero ha sido un mes raro, muy irregular en mi tiempo de lectura (sobre todo por el catarro y la infección de oído de Lucía y los carnavales) en el que, por si eso fuera poco, he hecho lo que me ha dado la gana y he cambiado un montón de libros sobre la marcha. Total, que la cosa ha ido así:
  1. Sí acabé Crímenes exquisitos, de Nieves Abarca y Vicente Garrido (me faltaban 600 páginas)
  2. También terminé El final de Sancho Panza y otras suertes, de Andrés Trapiello (me quedan 195 páginas)
  3. E hice lo propio con Los cuerpos extraños, de Lorenzo Silva (nos faltaban 130 páginas en el club de lectura)
  4. Sí he leído Némesis, de Ágatha Christie (220 páginas)
  5. Odio, amistad, novizgo, amor, matrimonio, de Alice Munro (344 páginas)
  6. Y The Storied Life of A. J. Fikry, de Gabrielle Zevin  (318 páginas) 
  7. He cambiado La familia, de Laura Rojas-Marcos (320 páginas) por Bienvenidos a la cocina, de Inés Ortega (220 páginas)
  8. Y ¿A qué llamas tú amor?, de Pilar Muñoz (424 páginas) por Las hojas de Julia, de María Jeunet, para la lectura conjunta organizada por Mundos de lectura (272 páginas)
  9. No me ha dado tiempo a leer Lo que no se dice (200 páginas)  
  10. Pero he empezado Alguien que no soy yo, de Elísabet Benavent (llevo 136 páginas)
  En el club de lectura estamos leyendo Las tres boda de Manolita pero como yo lo tengo fresco, no lo estoy releyendo. Y pasaremos con él buena parte de marzo, así que casi que no cuento con leer otro libro en este mes o, si acaso, apenas empezarlo.
   Y además de esos libros, he leído (y reseñado, si no, no las incluyo) las siguientes obras infantiles (que, como sabes, no cuento entre el total de libros leído pero sí entre las páginas):
  1. El pez arcoiris, de Marcus Pfister (32 páginas)
  2. El príncipe rana, de Ulf Stark y Silke Leffler (32 páginas)
  3. Feliz feroz, de El Hematocrítico (72 páginas)
  4. Super Beige, de Samuel Ribeyron (28 páginas)
  5. Gracias, de Charo Pita (32 páginas)
  Total, que el balance final queda así:

8 / 9 libros. ¡89% conseguido!

2.631 /2.751 páginas. ¡96% conseguido!

  Me doy con un canto en los dientes. En marzo, el mes de la familia, de la bienvenida a la primavera (y, también, a la alergia, aunque yo llevo ya un febrero divino), del Día de la Mujer, del inicio de las vacaciones de Semana Santa y de mi cumpleaños, trataré de leer:
  1. Acabar Alguien que no soy, de Elísabet Benavent (o por lo menos intentarlo) (me faltan 288 páginas)
  2. Lo que no se dice, que es un recopilatorio de relatos de varios autores, también para Anika entre Libros (200 páginas) 
  3. La confesión de Constanza, de Christophe Paul, para la lectura conjunta organizada por Leer es viajar (340 páginas)
  4. La familia, de Laura Rojas-Marcos, para Anika entre Libros (320 páginas)
  5. Un final perfecto, de Jonh Katzenbach, para Anika entre Libros (432 páginas)
  6. Bajo los tilos, de María José Moreno (208 páginas)
  7. Un amor casi perfecto, lo nuevo de Astrid Gallardo, una obra de la que me habló hace más de una año, en la que la autora tiene mucha ilusión y sobre la que me pica la curiosidad desde aquella tarde de febrero que tanto disfruté en su compañía (y de la Claudia Velasco y Miriam Lavilla) (368 páginas)
  8. La foto de Nora, de María Jeunet, para la lectura conjunta organizada por Mundos de lectura (304 páginas)
  9. Y también quería leer Pi y las estrellas sin luz, de Luis Miguel Mora Álvarez, un libro infantil con muuy buena pinta que me descubrió mi amiga María (166 páginas)
  Son 2.626 páginas sin contar los libros infantiles. No sé yo...

BALANCE DE RETOS

  • Reto 25 españoles: 11/25->44%
  • Reto Libros Ilustrados: 3/3 -> 100% ¡CONSEGUIDO!
  • Reto Autores de la A a la Z: 10/24 -> 42%
  • Reto Libros Olvidados: 0
  • Reto Mujeres Lauredas: 2/5 -> 40%
  • Reto En Digital: 2/12 ->17%
  • Reto Genérico: 12/40 -> 30%
  • Reto Eternos Pendientes: 1/2 -> 50%
  • Reto Serendipia Recomienda: 1/3 -> 33%
  • Reto Autores Noveles: 0
  • Reto Novela Histórica: 1/15-> 7%              
  

¿CÓMO VA NUESTRO TARRO LIBRO?

 

  Entre libros infantiles (reseñados, por los que añado 50 céntimos) y para adultos (un eurito) este mes el Tarro-Libro ha añadido 11,50 euros por mi parte. Y Lucía ha metido otros dos euritos después de leer Pupi va a la peluquería, Pupi y el misterio de la televisión, Cuentos con beso para las buenas noches y El pez arcoiris. La verdad es que ha leído mucho más, porque los domingos por la tarde nos cogemos una montaña de libros de biblioteca y nos ponemos mano a mano a ver cuáles nos pueden servir para reseñar, pero el caso es que ella solo ha metido estas cuatro monedas de cincuenta céntimos. Creo que también tiene que ver con lo que tiene pensado reseñar en su blog... No lo sé seguro.
   El caso es que el Tarro-Libro tiene ya ¡23 euros! (13,50 de febrero y 9,50 de enero). Lo tendremos que poner a buen recaudo que hay un Gato Pelado en forma de padre en casa que quiere meterle mano sin echar ni una moneda.
    Nos seguimos leyendo.

viernes, 27 de febrero de 2015

"Un montón de gatos", de Eider Rodríguez: retrato de la sociedad actual por dentro y por fuera

   Ya he dicho en más de una ocasión que me gusta leer relatos de vez en cuando, sobre todo si son tan buenos como los que recoge este volumen. No conocía a la autora pero sus cuentos me encantaron, aunque yo no sea muy de gatos. Será por la alergia. En cualquier caso, rescato hoy la reseña que hice en su momento para Anika entre Libros, a ver qué te parecen a ti.

Un montón de gatosTítulo: Un montón de gatos
Título Original: (Katu jendea, 2010)
Autor: Eider Rodríguez
Editorial: Caballo de Troya
Copyright:
© Eider Rodríguez, 2010
© Random House Mondadori, 2012
Traducción: Zigor Garro y Eider Rodríguez
Edición: 1ª Edición, Febrero 2012
ISBN: 9788496594609
Tapa: Blanda
Etiquetas: literatura española, relatos, amor
Nº de páginas: 176

Argumento:

Un montón de gatos  reúne ocho cuentos que reflejan vivencias cotidianas, en ocasiones tan prosaicas como una muela podrida que se rompe. Pero detrás de la normalidad, de la cotidianidad, subyace el simbolismo, el significado múltiple de algunos objetos y animales que dan a entender mucho más de lo que representan.


Opinión:

   Las páginas de este libro no están pobladas por héroes, ni por personajes grandiosos, ni por sucesos extraordinarios. Por los ocho cuentos que la conforman desfilan situaciones ordinarias, sucesos cotidianos, personas normales y corrientes que, sin embargo, son capaces de transmitir al lector sensaciones, sentimientos y emociones más allá de la mera narración, de la aparente simplicidad de los hechos contados.
  Así, gatos, maletas, bolsos, libros, muelas, estaciones del año o necesidades fisiológicas como la sed se convierten en vehículos de transmisión de significados, de sentimientos y sensaciones, de recuerdos y hasta de profecías. Se convierten en auténticos símbolos de vivencias que el lector puede haber experimentado (en iguales o diferentes situaciones), por lo que la conexión entre éste y el texto es, en muchas ocasiones, total.
  Detrás de todos estos objetos subyacen el desamor, la infidelidad, la ilusión del primer amor, la algarabía de cada nuevo amor, las relaciones y jerarquías sociales, los sinsabores profesionales… Es decir, un puñado de situaciones conocidas por el lector, contadas en su cotidianidad. Pero detrás de esta cotidianidad, Eider Rodríguez explora la revolución que suponen algunas de esta experiencias (el primer amor, el último, cada ruptura, la maternidad, la infidelidad…), calibrando el tsunami emocional que provocan en cada persona.
  Además de esta condensación de significados en objetos triviales, el gran acierto de estos cuentos está, también, en la propia forma de narrar de Eider Rodríguez. Una joven escritora vasca que huye de la artificiosidad y la grandilocuencia narrativa y que ofrece, a cambio, imágenes imprevisibles, metáforas de gran belleza y reflexiones que reflejan a la perfección su peculiar manera de enfocar, observar y contar la realidad de cada día.
   Un montón de gatos  suma dos nuevos cuentos a los seis recogidos en Katu jendea, publicado en 2010, completando así un puñado de relatos que reflejan la sociedad actual por fuera y por dentro, en las interacciones entre personas, clases y culturas pero también en su interioridad, en los sentimientos y las reacciones de cada uno de sus componentes.
   Nos seguimos leyendo.

miércoles, 25 de febrero de 2015

"Super Beige", de Samuel Ribeyron: el heroísmo de cada día

http://www.loscuatroazules.com/index2.php?seccion=catalogo&idioma=es&id=31


Título: Super Beige
Autor: Samuel Ribeyron
Editorial: Los cuatro azules
Género: álbum ilustrado, LIJ
Páginas: 28
Publicación: 30/4/2014
ISBN: 978-84-941866-2-2

  Super-Beige quiere ser un héroe y salvar a la humanidad. Pero todo lo que le rodea se resiste a ser salvado pues están muy contentos con su lugar en el mundo. ¿Nadie necesita los poderes de Super-Beige? Humor, ternura y una ilustración llena de encanto es la que construye Ribeyron combinando volúmenes con fondos planos. Un libro infantil para niños que quieren ser super héroes cotidianos.
  Una de las cosas que más me gusta de los cursos, talleres y reuniones de narración oral o animación a la lectura en los que he participado es que no solo saco de ellos buenas (buenísimas) ideas que poner en práctica sino que también suelo llevarme apuntados algunos libros maravillosos. Como es el caso.
    Super Beige es un personaje realmente especial. Es tierno, es reflexivo y lucha contra lo que a muchos nos ocurre en el día a día: el querer y no poder, o el querer y no saber cómo. Super Beige da sus primeros pasos en el mundo y tiene muy claro lo que quiere hacer aunque parte con la carga de los prejuicios e informaciones previas conocidas (en su caso, cómo debe comportarse un super héroe y la carga de un nombre mediocre en sus espaldas). En el fondo, algo parecido a lo que muchos sentimos cuando, por ejemplo, acabamos la carrera y nos lazamos al mundo laboral sin tener, en realidad, mucha idea de cómo se lleva a la práctica todo lo que hemos aprendido hasta el momento.
   Así, el entrañable protagonista de esta historia tendrá que ir encontrando su camino. Super Beige no se dejará llevar por el desánimo (¿pero es que en este mundo no hay nadie que necesite salvado? ¡Por favor! ¡Qué difícil es ser super héroe en los tiempos que corren!), reflexionará cuando vea que los pasos que está dando no le llevan a su destino y acabará viendo que, a veces, las cosas son mucho más fáciles de lo que nos parecen y que para cambiar o, como es el caso, salvar al mundo, solo es necesario mirar bien por dónde uno pisa.
     Me ha conquistado la trama de este libro, su guiño al viaje del héroe clásico en la literatura y al cómo a veces hay que dar la vuelta al mundo buscando algo que uno encuentra al regresar a casa. A poco que se rasque, podemos encontrar maravillosas metáforas muy visuales (por ejemplo, Super Beige empieza con la cabeza bien alta, preguntando a los pájaros, y acaba hablando con las coles semienterradas, cuando su viaje está a punto de acabar). Y es que, como suele ocurrir con la literatura infantil (al menos, con la buena), Super Beige tiene varios niveles de lectura, desde el más sencillo (la maravillosa historia del niño que quiere ser héroe) hasta las más profundas.
    Y no menos me han conquistado las ilustraciones de esta hermosura de libro donde la gama de colores dominantes (está claro) camina de la mano del contenido y, sobre todo, del título de la obra.
    Ribeyron trata con ternura y cariño a los héroes de cada día, a esos que no pisan a nadie para cumplir sus objetivos y que triunfan, aunque no lo parezca, y aunque las limitaciones de partida (en este caso, el nombre: ¿cómo puede un héroe llamarse con un color que a muchos recuerda a... bueno, cosas no muy agradables de ver y, sobre todo, de oler?) pudieran hacer pensar lo contrario. Toda una declaración de intenciones. Y, por supuesto, una lección que aprender.
     Nos seguimos leyendo.
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