martes, 31 de mayo de 2016

"La habitación de los niños", de Valentine Goby: un relato desgarrador de una verdad terrible

http://siruela.com/catalogo.php?id_libro=3016&completa=S


Título: La habitación de los niños
Autora: Valentine Goby
Traducción: Isabel González-Gallarda
Editorial: Siruela
Género: novela histórica, intimista
Páginas: 200
Publicación: Marzo 2016
ISBN: 978-84-16638-69-7

  1944, campo de concentración de Ravensbrück. Cuarenta mil mujeres libran una batalla diaria por la supervivencia en un universo en el que la vida no tiene cabida. Pero siempre hay un espacio para la esperanza: la habitación de los niños.
  Mila, una jovencísima militante de la Resistencia francesa, es deportada a Ravensbrück tras ser detenida en una acción clandestina. Al igual que las demás prisioneras políticas, se siente aliviada al saber que no será condenada a muerte, pero lo ignora todo sobre el viaje que le aguarda y las normas necesarias para sobrevivir en su futuro lugar de confinamiento. Gracias a la solidaridad de las compañeras y a una tenacidad inquebrantable, Mila conseguirá vislumbrar un rayo de luz en mitad de las tinieblas al descubrir el Kinderzimmer, un barracón destinado a los recién nacidos; un lugar lleno de vida en mitad de un paisaje de desesperación al que la protagonista se aferrará con todas sus fuerzas, por ella y por el niño que lleva en su seno.
  En esta intensa y conmovedora novela, convincente recreación de uno de los más dramáticos episodios de la historia del siglo XX, Valentine Goby consigue articular lo indecible, transmitiéndonos todo el coraje y la esperanza de un grupo de mujeres anhelantes de libertad.
   Mira que he leído libros duros, que he leído libros sobre la II Guerra Mundial, el nazismo y los campos de concentración y mira que he leído libros duros sobre esa temática (jamás olvidaré La bibliotecaria de Auswitch o Y tú no regresaste)... pero creo que pocos como este. Me atrevería a decir que es el libro más duro que he leído en mi vida. Y es cierto que nuestra sensibilidad (en general o hacia un tema en concreto) en el momento en el que leemos un libro es determinante, pero este libro es duro lo leas cuando lo leas. Es más, recomiendo leerlo (porque recomiendo leerlo, y lo hago, además encarecidamente) en una época de estabilidad, tranquilidad y felicidad. Porque si no... En fin, no sé qué podría pasar si no tienes el estado mental adecuado para enfrentarte a lo que nos cuenta Valentine Goby.
    Aunque, pensándolo bien, más que contarnos, Goby  nos lleva al campo de Ravensbrück y logra que compartamos sensaciones con quienes llegan a él al comienzo del libro (Mila y su prima Lisette). Y uno de los métodos mediante los que consigue meternos en el campo, en el horror que vivieron las 132.000 personas que se calcula que estuvieron presas en él, es el uso del lenguaje y el estilo en el que nos llega la historia. Por un lado, el narrador en tercera persona omnisciente pretende ser aséptico y mostrarnos la realidad tal cual es, sin paños calientes, sin medias tintas, si eufemismos. Pero, en ocasiones, utiliza una segunda persona que viene a ser una especie de conciencia de Mila, alguien que a veces le recrimina, a veces le aconseja y muchas veces le da ánimos para continuar.
     El estilo (pulcro, desnudo, parco y tremendamente certero) también favorece esa impresión de asepsia que hace que el texto duela. Pero, a veces, ese estilo pulcro se contagia por unos toques de poesía que no embellecen el momento si no que hacen duela aún más. Todo ello consigue no solo que te involucres en lo que se cuenta sino que reflexiones sobre cómo te han contado este mismo cuento otras veces, cómo se han suavizado algunas aspectos, cómo se han poetizado otros e, incluso, cómo en ocasiones se han regodeado en los puntos más dramáticos pero olvidando que ese dramatismo le pasó a alguien, que hubo un ser humano detrás de ese dolor.
   Y aquí no ocurre eso. Aquí no se pierde el punto de vista humano (para lo bueno pero también para lo malo) en ningún momento. Siempre ves que ese dolor, ese bastonazo, ese robo, esa muerte, ese castigo; esa esperanza en la libertad le ocurre a alguien, hace que alguien sienta y, por lo tanto, tú también lo sientes.
      Como también sientes (porque la autora es capaz de hacer que lo sientas) la incertidumbre que siempre provoca que te hablen en un idioma que desconoces. Cuando Mila y Lisette llegan a Ravensbrück, uno de sus primeros problemas es acatar una serie de órdenes que no comprenden. ¿Cómo obedeces a quien no entiendes? Pero Goby mantiene ciertas palabras en alemán durante todo el texto, por lo que la reflexión sobre el lenguaje y los límites que nos marca en el conocimiento del mundo continúa vigente durante toda la obra. Y su incomprensión (¡qué fácil lo tenemos hoy con internet!) favorece esa sensación de miedo, de ausencia, de temor a equivocarse y a sus consecuencias.
    Goby recrea, pues, de manera soberbia pero terriblemente descarnada, la realidad de las 40.000 mujeres con las que compartió espacio esta Mila inventada pero que podría haber sido cualquiera de ellas. Cualquiera que tenía una vida, que luchó por lo que creía justo y que acabó convertida en un esqueleto humano y sin dignidad alguna. Cualquiera que llegó a Ravensbrück con un hijo creciendo en el vientre y que tuvo que parir de cualquier forma entre el frío, la mugre, los piojos y el hambre. Cualquiera que tuvo que luchar por sacar a su hijo adelante y ver cómo otros niños morían tras los tres meses de esperanza de vida que concedía a los recién nacidos la forma de vida en el campo. Cualquiera que perdió a alguien allí, cualquiera que se preguntó si le quedaría alguien fuera, cualquiera que perdió la esperanza y cualquiera que se agarró a la más mínima señal para seguir viviendo. 
     En definitiva, un libro tremendo, muy difícil de leer pero que todos deberíamos leer. Un libro que nos hace sentir y reflexionar y, sobre todo, desear que todo aquel horror no se vuelva a repetir. Jamás. 
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros: 48/100
  • Reto Genérico: 28 (1/1 histórico de pasado reciente)/40
  • Reto Mujeres Laureadas: 3/5 (Premio de los Libreros franceses 2014)
  • Reto Yincana Histórica: 4/35

lunes, 30 de mayo de 2016

"La librería a la vuelta de la esquina", VV.AA.: un fantástico puñado de relatos



Título: La librería a la vuelta de la esquina
Autores: Belén Barroso, Ana Bolox, Javier de los Ríos, Alejandro Gamero, Rebeca C. Garín, Ana González Duque, Mónica Gutiérrez Artero, Aránzazu Mantilla, Desireé Ruiz Pérez y JAP Vidal
Editorial: Autoeditado
Género: relatos, metaliteratura
Páginas: 195
Publicación: 01/11/2015
ASIN: B017HEGLPY

 Diez autores y once relatos rinden un espléndido homenaje a librerías, libreros, libros y lectores. Policíacas, misteriosas, románticas, fantásticas, realistas... historias extraordinarias con el protagonismo indiscutible de una librería siempre única, como la imaginación de quien la describe y la habita, de quien la dota de personajes y llena sus estantes de libros raros y maravillosos para que el lector se pasee por entre sus prometedores estantes. Por estas páginas transitan encantadoras investigadoras, clásicos que cobran vida, libreros excéntricos, herencias librescas, detectives suspicaces, acertijos de siglos pasados, palabras mágicas que conjuran hechizos olvidados, James Joyce, Hemingway, una dragona y hasta el mismísimo señor de las tinieblas.
   Entra, lector, ponte cómodo y respira sin prisas el aroma de la literatura bajo el tenue polvo de sus estantes. Traspasa el umbral de estas librerías, eres más que bienvenido.
   ¿A qué lector compulsivo no se le van los ojos detrás de cualquier escaparate de cualquier librería? ¿Quién no se queda pegado a cualquier acumulación de libros que encuentra? ¿Quién no ha pensado alguna vez alguna historia que tuviera lugar dentro de una librería? ¿Quién no tiene una librería y un librero o librera de cabecera? ¿Quién no ha soñado con tener (¡o vivir!) en una librería? ¿Quién no se ha enamorado de una librería? ¿O de un libro? ¿O de una historia? ¿O de un autor? ¿O de un personaje? ¿O de alguien a quien ves leyendo un libro que a ti te encantó?
     ¿Quién no se queda colgado de un título que lleve las palabras libro, librería, lector o escritor? Pues eso se me pasó a mí con este volumen. Llevaba tiempo viéndolo en las redes y en internet y cuando Libros que hay que leer planteó un sorteo al hilo de su mes de la metaliteratura, no me lo pensé ni un segundo. La suerte me sonrió (¡cómo me gusta que la suerte ponga en mi camino libros como este!), lo leí y ahora lo reseño, cumpliendo con el compromiso de hacerlo en mayo.
    ¿Qué puede encontrar cualquier lector que se acerque a esta propuesta? Diez autores diferentes, once relatos de géneros y texturas bien distintos, once historias que solo tienen en común la ambientación (o parte de su ambientación) en una librería y, sobre todo, mucho amor por los libros. Aunque, bien mirado, no es verdad que los once relatos solo tengan en común la ambientación y el amor por los libros. No sé si es algo premeditado o, simplemente, les sal así, pero hay... tampoco sé cómo llamarlo... ¿una atmósfera? que unifica el conjunto de los relatos.
    Y eso que, como digo, los hay para todos los gustos: fantásticos, románticos, negros, feel-good, realistas, de misterio... Creo que todos los lectores verán reflejados sus gustos en uno o varios de los cuentos que aquí se narran, lo que hace que sea fácil que el libro, en general, guste a casi cualquiera.
    Tampoco son iguales los estilos y, hay que decirlo, la calidad de los relatos. Hay alguno al que se le ven los titubeos del escritor principiante y hay uno con bastantes erratas... Pero, en general, el nivel es muy bueno y hay algunos sublimes. Yo he disfrutado de todos, la verdad, aunque, claro está, también tengo mis favoritos. Y he de decir que las escritoras que ya conocía y que aparecen en esta recopilación (Ana González Duque, Mónica Gutiérrez Artero y Belén Barroso) no me han decepcionado en absoluto y que gracias a ellas (en realidad, ellas eran mi golosina de este volumen, el cebo que me atrajo hasta él) he podido conocer a otro puñado de autores a los que seguirles la pista.
    No puedo decir más que me ha sorprendido muy gratamente esta selección de cuentos con su toque de magia, de intriga y de humor, que logran un conjunto tan variado como equilibrado que te atrapa desde el primer cuento (¡y qué primer cuento! ¡Uno de mis favoritos!) y que hará las delicias de cualquiera que haya deseado alguna vez con pasar una noche en una librería y descubrir si algún autor o algún personaje se cuela en sus sueños.

     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros: 53/100
  •  Reto Genérico: 31 (1/2 relatos)/40
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