viernes, 15 de diciembre de 2017

"Konets", de César Pérez Gellida: colosal final para una octología épica



Título: Konets
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma de Letras
Género: novela, distopía, thriller, negra
Páginas: 560
Publicación: Noviembre 2017
ISBN: 9788491291848

  Olek Opiozcenek no es únicamente un nombre más en el extenso listado de víctimas que conformaron la «Obra» de uno de los más crueles asesinos en serie de la historia. Aquel niño nacido de la perversa simiente de Augusto Ledesma ha crecido bajo los cuidados de sus abuelos maternos y con el respaldo económico de una peculiar hada madrina: Rusalka. Sin embargo, Olek está empeñado en desenterrar esos secretos del pasado exprimiendo sus habilidades como hacker; pero, en ocasiones, descubrir el punto de partida condiciona el itinerario y, consecuentemente, el destino.
  Konets («fin» en ruso) es un thriller frenético, un tratado sobre la maldad estructurado en cuatro movimientos y desarrollado en dos escenarios temporales: la adolescencia de Olek y su madurez, o, lo que es lo mismo, el antes y el después de los sucesos que se narran en Khimera. Ambas novelas conforman el engranaje conclusivo entre las dos aclamadas trilogías «Versos, canciones y trocitos de carne» y «Refranes, canciones y rastros de sangre» que han atrapado a miles de lectores en el inabarcable universo gellidista.
«La luz y la oscuridad son dos conceptos que conforman una única idea. Dos fuerzas complementarias, pero opuestas. Si el mar es el yang: la absorción, lo pasivo, lo oscuro, y el río es el ying: la penetración, lo activo y la luz, ¿de cuál de las dos fuerzas te gustaría ser partícipe si tuvieras el privilegio de elegir sabiendo que ninguna se impone a la otra?»
   Cuando me tocó esta novela en el sorteo organizado por Kayena: Negro sobre Blanco, De tinta en vena y Con el alma prendida dentro de la iniciativa #SoyYincanera casi muero del alegrón. Luego vinieron los problemas: no pude leerlo al mismo tiempo que el resto de los participantes de la lectura simultánea porque se me juntaron varios asuntos personales que me impidieron tener todo el tiempo que necesitaba para leer y también porque al empezar a hacerlo, no me enteraba de nada: como ando tan en la parra últimamente no sabía que tenía que leer antes Khimera, así que interrumpí Konets para adelantar la lectura de la distopía gellidista por excelencia.
    Solventados los inconvenientes, no te puedes imaginar lo que disfruté de la lectura. Creo que Konets supone un cierre magnífico para la octología que conforman las trilogías Versos, canciones y trocitos de carne y Refranes, canciones y rastros de sangre, junto con la ya citada distopía Khimera. Y lo hace no solo porque cierre (desde mi punto de vista) de una forma magistral todas las tramas abiertas en los siete libros anteriores sino porque lo hace al más puro estilo Gellida: con acción, intriga y un ritmo trepidante.
    Y, por si eso fuera poco, lo hace uniendo dos géneros que, en principio, no tienen nada que ver: la distopía y el género negro. Y, encima, haciéndolo bien. Muy bien diría yo.
    Pérez Gellida logra algo que a mí me parece muy complicado: viajar en el tiempo y ofrecernos una visión de conjunto no solo de las historias expuestas en las otras siete novelas sino regalarnos una advertencia de futuro para la realidad que vivimos y, de propina, una posible solución (guste más o guste menos). 
    Creo que lo que más me ha gustado de Konets es la coherencia interna que guarda con toda la octología (y eso que, como he dicho, me parece complicadísimo hacer que una distopía pueda incluirse a la perfección en un saga negra y criminal pero negrísima y criminalísima). No me ha chirriado nada; todo lo contrario: me parece que todo fluye de manera tan natural que no concibo que Pérez Gellida no tuviera todo pensado y repensado cuando empezó a escribir.
    Descubrimos aquí, pues, cómo les ha ido a algunos de los personajes más queridos de los libros anteriores y también al hijo de uno de los más odiados: Augusto Ledesma. En este sentido, me han parecido super interesantes y francamente sugerentes algunas de las reflexiones que Pérez Gellida nos propone en esta obra: ¿asumimos los hijos el legado de nuestros padres? ¿Lo hacemos nuestro? ¿Nos alejamos de él? ¿Intentamos perpetuarlo o, hasta cierto punto, corregirlo? ¿Nos arrepentimos de los errores de nuestros progenitores? ¿Hay una carga genética (buena o mala) de la que no podemos librarnos y que nos condiciona queramos o no? Estas son solo algunas de las preguntas que me han surgido mientras leía y a las que el autor da respuesta a su manera en las tramas y subtramas de su octología.
    Y otro de los aspectos que más me han gustado de la novela es cómo Pérez Gellida maneja no solo los tempos (o, más bien, el ritmo vertiginoso de la obra; algo a lo que, por parte ya nos tiene acostumbrados) sino los giros y contragiros que nos hace dar y que a más de uno cogerán desprevenido a lo largo de la trama. Como me pasó a mí. ¡Qué congoja, madre mía, en un determinado momento de la obra (que, obviamente, no voy a desvelar) y qué reflexiones sobre la justicia poética, las serendipias y los círculos que se cierran!
     No quiero hablar mucho más sobre Konets porque creo que el lector debe ir dejando que el autor le lleve por dónde él quiere (y mira que quiere llevarnos por vericuetos y, además, llevarnos bien llevados) y debe ir sorprendiéndose con los efectos y sorpresas que tan extraordinariamente ha planteado. Así que termino esta reseña recomendando no solo este cierre, sino la octología completa. Una octología épica que ya ha cambiado la historia de la literatura española y que creo que seguirá haciéndolo durante mucho tiempo.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros87/100

miércoles, 13 de diciembre de 2017

"La noche en que Frankestein leyó el Quijote", de Santiago Posteguillo: una obra curiosa, hermosa y muy interesante



Título: La noche en que Frankestein leyó el Quijote
Autor: Santiago Posteguillo
Editorial: Círculo de lectores
Género: metaliteratura
Páginas: 240
Publicación: 18/09/2012
ISBN: 978-84-08-00961-0

 ¿Quién escribió las obras de Shakespeare? ¿Qué libro perseguía el KGB? ¿Qué novela ocultó Hitler? ¿Quién pensó en el orden alfabético para organizar los libros? ¿Qué autor burló al índice de libros prohibidos de la Inquisición? Estos y otros enigmas literarios encuentran respuesta en las páginas de La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, un viaje en el tiempo por la historia de la literatura universal de la mano de Santiago Posteguillo, uno de los novelistas históricos más reconocidos por la crítica y el público de los últimos años. Y un profesor de literatura… poco convencional.
   Hacía ya varios años que compré este libro en el Círculo de Lectores y, por hache o por be (y a pesar de que hasta lo llevé a la Feria del Libro de Madrid para que me lo firmara el autor), aún no me había puesto con él. Por fin, este año (y gracias, como tantas veces, al Reto Serendipia Recomienda de Mónica Serendipia) le ha tocado el turno.
   Y, la verdad, no sé cómo he tardado tanto en leerlo porque me ha encantado. ¡Cómo para no hacerlo! Es, por así decirlo, un libro sobre los chascarrillos del mundo literario, sobre algunos de sus secretos y misterios y sobre algunas curiosidades que siempre viene bien saber. 
   Así, Posteguillo (con el buen hacer que le caracteriza) se ha documentado a la perfección en el inframundo literario para contarnos, por ejemplo, a quién se le ocurrió la magnífica idea de colocar los libros por orden alfabético y cómo (y para quién) nació Harry Potter.
    Al mismo tiempo, el autor se hace eco de algunos de los misterios literarios más controvertidos (como, por ejemplo, si Shakespeare escribió realmente sus obras; es más, si realmente existió) para ofrecernos un libro lleno de magia que, sin duda, hará las delicias de todo amante de la literatura.
     Y por si las historias en sí no fueran lo suficientemente interesantes, Posteguillo las cuenta como pocos. De este modo, La noche en que Frankestein leyó el Quijote se lee con doble placer: el del morbo que nos dan las historias, anécdotas y misterios del mundo literario y el del gusto estético y la fácil lectura que nos proporciona la prosa ágil y trabajada del autor.
     En definitiva, un libro que todo amante de la literatura debería leer. Una obra llena de misterios y curiosidades que auna el gusto por descubrir más sobre nuestra afición favorita al tiempo que nos permite disfrutar de la pluma (siempre grande) de Santiago Posteguillo.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros51/100
  •  Reto Serendipia Recomienda: 2/3
  •  Reto 25 españoles24/25

martes, 12 de diciembre de 2017

"El legado", de Katherine Webb: una interesante saga familiar



Título: El legado
Autora: Katherine Webb
Editorial: DeBolsillo
Género: novela contemporánea, saga familiar
Páginas: 488
Publicación: octubre 2012
ISBN: 9788499895130

  Erica y Beth Calcott son hermanas, pero no es mucho lo que comparten: Erica, la menor, es una mujer de carácter, decidida a gobernar su pequeño mundo; Beth, en cambio, es un ser frágil que ya intentó una vez quitarse la vida y ahora lucha por recuperarse y cuidar de su hijo.
  Las dos hermanas deciden pasar unas vacaciones de Navidad en la mansión de la familia. Es ahí, en ese caserón lleno de altillos y sótanos, donde la memoria de las hermanas se despierta, y poco a poco va revelándose una historia misteriosa que empezó hace casi cien años, cuando una mujer desesperada dejó las praderas americanas para volver a Inglaterra, llevando consigo algo más que unas maletas. Erica quiere saber, Beth quiere olvidar, y el aire se llena de imágenes lejanas que van tomando cuerpo hasta explicar lo que de verdad sucedió una tarde de verano, cuando las dos eran niñas.
  Cabalgando entre el hoy y el ayer, El legado nos lleva a revisar nuestros recuerdos como si fueran juguetes antiguos y a mirar de otra manera un pasado que cargamos de culpas inútiles, sin saber que a veces la verdad puede devolvernos el placer de vivir.
   Este uno de esos libros que gusta leer de vez en cuando: una interesante saga familiar, con su dosis de misterio, sus secretos, sus conflictos sin resolver y su final esperanzador. En este caso, las protagonistas son las hermanas Erica y Beth, quienes, tras heredar la casa familiar, revivirán cierto episodio de su pasado que creían olvidado al tiempo que tratan de tratan de resolver el secreto mejor guardado de su familia.
    Como suele ser habitual en este tipo de novelas, la trama se divide en dos líneas temporales que se van trenzando a medida que vamos leyendo. Erica y Beth protagonizan el hilo temporal más cercano al presente aunque, como decía antes, su momento actual está tremendamente condicionado por un episodio del pasado que ha marcado sus vidas, sobre todo la de Beth. La vuelta al caserón familiar supondrá reencontrarse con amigos de la época a quienes no han vuelto a ver, así cómo revivir viejos sentimientos que también creían olvidados.
    Por su parte, el hilo conductor de la trama del pasado es Caroline y su matrimonio con un joven y próspero granjero de Oklahoma. Esta trama me ha resultado especialmente interesante puesto que nos lleva del Nueva York de principios del siglo XX a la Oklahoma del mismo periodo y nos permite ver no solo las diferencias entre nuestra época histórica y aquella sino, también, el salto en todos los sentidos que ha de vivir Caroline tras mudarse a la explotación de su reciente marido. 
    Así, la autora recrea con habilidad las incertidumbres de Caroline respecto al nuevo mundo en el que ha de vivir y en el que tantas cosas son tan diferentes al universo del que ella venía (empezando por el trato a la mujer y su papel social y terminando por las relaciones con los nativos americanos) al tiempo que contrapone dos formas muy distintas de vivir y dos organizaciones sociales y culturas casi cabría decir opuestas. 
     Esta parte me ha resultado tan interesante que, durante buena parte de la novela, prefería esta trama a la del presente. Sin embargo,a medida que avanzamos en la lectura, la línea actual va ganando intensidad y al final el interés por ambas se iguala, de manera que la lectura se acelera hasta llegar al culmen de las dos historias.
     Un culmen que nos habla de las decisiones que tomamos, del sentimiento de culpa y de lo que puede llegar a pesarnos en nuestras vidas y de las consecuencias de nuestros actos, para bien y para mal.
     Así pues, El legado ha resultado ser una lectura francamente interesante y muy entretenida que, sin mayores pretensiones, te sumerge en una historia que dice mucho y que nos permite reflexionar sobre la condición humana.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros68/100
  •  Reto Autores de la A a la Z: W 21/26

lunes, 11 de diciembre de 2017

"El castillo", de Luis Zueco: una magnífica novela histórica



Título: El castillo
Autor: Luis Zueco
Editorial: B de Books
Género: novela histórica
Páginas: 688
Publicación: 03/04/2012
ISBN: 9788490691663

 Una novela sobre la construcción del grandioso e imponente castillo de Loarre.
    El sueño de unos hombres y mujeres que desafiaron su destino hace mil años.
    Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, una fortaleza impresionante, construida cuando esa zona era una peligrosa tierra de frontera. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña?
    Todo comenzó cuando un aguerrido monarca, el rey Sancho III el Mayor, decidió levantar una fortificación en una recóndita sierra, poco poblada y desde la que se podía avistar al enemigo musulmán a diez kilómetros de distancia. Y con la promesa de un futuro mejor, atrajo a un grupo de hombres y mujeres para quienes la supervivencia era una heroicidad cotidiana.
    Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo; y un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca.
    Y con sus escasos medios y conocimientos, lograron superar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder hasta culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave de la Reconquista.
    Esta es su epopeya.
   No sé por qué, la novela histórica no suele llamar mucho mi atención. Quizá porque, hoy en día, la Historia se mezcla con otros muchos subgéneros (thriller, landscape, romántico, erótico, misterio...) con mejor o peor fortuna y, al final, muchos de esos libros me dejan con una sensación bastante decepcionante, tal vez porque al final de la lectura pienso aquello de "quien mucho abarca, poco aprieta" y la novela se me queda coja, carente de profundidad o sin los detalles necesarios para hacer que la ambientación sea verosímil. O lo que más rabia me da: que la época histórica sea una mera excusa para que el autor o la autora hagan gala de lo mucho (que en realidad luego resulta que tampoco es tanto) que han investigado y que el resultado sea que el argumento que nos cuentan podría haberse desarrollado en cualquier otro momento de la Historia.
     Dicho lo cual, adelanto ya desde aquí que no me ha pasado nada de eso con El castillo; todo lo contrario. Me ha parecido una novela histórica de verdad, que sí, tiene su toque de intriga, su pellizquito romántico y su puntito de misterio pero que, en su conjunto, es puramente histórica. Y, además, indaga en una época que me ha encantado conocer: la España del siglo XI (aunque en aquella época no pudiéramos hablar de España como tal).
    La trama se centra en el Aragón de la primera mitad del siglo XI y, concretamente, en la construcción del castillo de Loarre, una de las más magníficas edificaciones de la época (y casi habría que de decir de cualquier época). Así, el autor va desgranando los problemas y conflictos que se van desarrollando a lo largo de los años durante los que duró tal construcción, engarzándolo con las vicisitudes personales y colectivas de quienes participaron directa o indirectamente en ese proceso.
   De este modo, conocemos a personajes tan interesantes como Fortún, Eneca, Ava o Javierre, todos ellos fruto de la imaginación del autor, que se codean en las páginas de esta novela con personajes históricos como Sancho Garcés III de Pamplona, Ramiro I de Aragón, Fernando Sánchez, conde de Castilla y rey de León o Sancho Ramírez, rey de Aragón y Pamplona, por poner algunos ejemplos.
    Zueco va entretejiendo la Historia real con la historia de estos personajes (tan humanos como verosímiles) y con todo lo que tiene que ver con la construcción del castillo, desde las últimas tendencias de la época hasta las novedades arquitectónicas y decorativas que se van incorporando a medida que pasan las décadas. De este modo, el autor nos permite acercarnos a la esencia misma del castillo de Loarre y hacernos una idea de lo que era construir una fortaleza de ese calibre en aquellos tiempos pero sin dejar de lado el factor humano, ese que nos habla de las pasiones, las valentías y las flaquezas de quienes, de un modo u otro, estuvieron presentes en la edificación del monumento. O pudieron estar puesto que, como hemos dicho, toda esta parte es una ficción del escritor. Eso sí, el proceso de documentación y ambientación está tan bien hecho, que no chirría y tanto la parte histórica como la ficcional están perfectamente imbricadas, dando como resultado una novela verosímil y muy muy entretenida de leer.
    Contada casi casi como una epopeya, El castillo mezcla las dosis perfectas de intriga, historias cotidianas e Historia para ofrecernos un libro muy ameno e interesante cuyos personajes se abren un hueco propio en nuestro corazón y cuyo gran protagonista, el castillo de Loarre, se convierte en visita obligada en nuestro próximo itinerario turístico.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros78/100
  •  Reto Genérico: 34 (2/2 guerrero)/40
  •  Reto Autores de la A a la ZZ 23/26

viernes, 8 de diciembre de 2017

"Billie", de Anna Gavalda: historia de dos patitos feos en su camino a la transformación



Título: Billie
Autora: Anna Gavalda
Editorial: Seix Barral
Género: novela contemporánea, romántica
Páginas: 248
Publicación: 23/01/2014
ISBN: 978-84-322-2105-7

 Franck y Billie provienen de orígenes muy diferentes. No sólo no estaban destinados a encontrarse sino que, además, tenían todas las papeletas para que la suya fuera una vida nefasta marcada por la miseria —miseria física, moral e intelectual—. De verdad, todas las papeletas. Hasta que un buen día (el primero de su vida) se conocieron.
  Esta novela cuenta una inmensa historia de amor entre dos patitos feos que, a fuerza de obligarse mutuamente a levantar la cabeza, terminan por convertirse en dos grandes y majestuosos cisnes. Billie nos habla de la amistad como la verdadera familia, del valor de saber ser diferente frente a los convencionalismos y de la capacidad transformadora del amor absoluto.
   Cuando de pequeña me preguntaban que cuál era mi cuento favorito, siempre respondía que El patito feo. Será porque siempre he sentido de forma especial las emociones de ese patito dejado de lado por ser diferente y siempre he soñado con convertirme en cisne algún día. Creo que por eso me ha gustado tanto esta novela, porque, en el fondo, habla de dos patitos feos en su camino hacia la transformación.
    O lo que es lo mismo: habla de dos adolescentes a los que la vida no ha tratado demasiado bien en su camino hacia la madurez. Un camino que recorrerán juntos; primero, desde la amistad más profunda y sincera y, después, desde el amor más incondicional y libre.
    Gavalda elige a Billie, la protagonista de la obra, como narradora en primera persona, lo que nos ofrece una visión profunda y compleja de unos personajes tan sencillos como vulnerables. Y, sobre todo, tremendamente humanos, otro de los elementos que más me gustan de la narrativa de la autora: su capacidad para convertir en héroes (o antihéroes, depende de cómo se mire) a gente normal o, incluso, a gente a la que puede que llegaras a mirar por encima del hombre si te la encontraras por la calle.
    Gracias a su pluma ágil y su forma de escribir (hecha casi diría de silencios, de susurros, de insinuaciones más que de narraciones puras y duras), Gavalda nos permite no solo conocer a esos personajes sino, sobre todo, entenderlos, comprenderlos e, incluso, quererlos.
    Así, acompañamos a Billie y a Franck en su tortuoso camino mientras nos van enseñando una profunda lección sobre la amistad, el amor, la necesidad de encontrarse a uno mismo y de marcar nuestro propio camino. Además, la novela nos ofrece otros temas sobre los que reflexionar más que interesantes como la adolescencia, las drogas, la prostitución, el alcohol o la homosexualidad.
    Una obra, pues, puro Gavalda que, como todas las suyas, nos hacen sentir de una manera muy especial, implicados con los personajes, afectados por sus problemas y felices por sus alegrías. Una característica de la novelística de la autora (la de hacerte sentir emociones, no solo leerlas) que me sigue encantando.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros34/100
  •  Reto Genérico23 (2/3 amorosos)/40
  •  Reto Leemos en digital10/12

miércoles, 6 de diciembre de 2017

"Cuentos mínimos", de Pep Bruno y Goyo Rodríguez: lo bueno, si breve, infinitamente bueno



Título: Cuentos mínimos
Autor: Pep Bruno
Ilustrador: Goyo Rodríguez
Editorial: Anaya
Género: microcuentos
Páginas: 64
Publicación: 30/04/2015
ISBN: 978-84-678-7137-1

 Cuentos que primero fueron tuits, ¿o son tuits que quisieron convertirse en cuentos? En cualquier caso, una recopilación de historias condensadas en unas pocas líneas que harán volar la imaginación del lector mucho más allá de sus páginas y de la red social en la que nacieron.
   "El abuelo pidió que sus cenizas fueran esparcidas por la casa. Desde entonces nos da no-sé-qué barrer o limpiar. Fue su mejor regalo".
   Pep Bruno lleva cinco años escribiendo (todos los días, que se dice pronto) un microcuento a través de Twitter (es decir, ajustado al número de caracteres que la red social permite en cada mensaje, que ya es reto) con el hashtag  #CuentoPB. Si no has tenido la oportunidad de leer ninguno, te recomiendo que busques ese tag en Twitter y lo hagas; te aseguro que la búsqueda va a merecer la pena. Y no solo porque sea curioso o complicado o alucinante que se pueda escribir un cuento diario de esas dimensiones sino porque, además, los microcuentos de Pep son fantásticos: bien escritos, contundentes, con su punto de humor o de sorpresa, con su mensaje y su poesía. Un trabajo de diez.
    Fruto de ese esfuerzo es este librito (¡cómo me hubiera gustado que fuera más gordo!) publicado hace ya dos años en el que se recogen algunos de esos cuentos tuit. En ellos podemos ver todo lo que he dicho antes: la capacidad de Bruno para sorprender, para hacer pensar, para sugerir, para evocar, para permitirnos recordar, para imaginar, para conseguir esbozar una sonrisa en nuestras bocas, para construir poesía en 140 caracteres o para hacernos soñar. En definitiva, para lograr la magia de la literatura pero en un formato condensado más concentrado que las pastillas de caldo de pollo.
    En total, el libro nos regala 50 historias, unidas de dos en dos por un mínimo hilo argumental, por alguna referencia, por el contexto, por el tema o por la ambientación pero, sobre todo, enlazadas gracias a la fabulosa labor de Goyo Rodríguez como ilustrador de unos cuentos tan maravilloso. Tampoco era fácil el reto de integrar dos microcuentos en una sola ilustración y él lo logra y lo hace, además, manteniendo el clima mágico que crea Bruno con sus cuentos. Aunque, para ser exactos (y aunque la ilustración vaya después del cuento en cuanto a su momento de creación), Rodríguez abre la puerta de la magia con sus ilustraciones (lo primero que vemos cada página) y Bruno nos lleva de la mano por ese mundo particular, bello, realista, onírico o poético creado por él a través de sus microrelatos.
   Publicada por Anaya, la obra está recomendada para lectores de a partir de 10 años pero creo necesario advertir que no se trata de una creación infantil. Los cuentos de Bruno no tienen edad y pueden ser consumidos en cualquier etapa de la vida, aunque la editorial considere que a partir de los diez años es un buen momento para empezar a hacerlo.
    En definitiva, una obrita espectacular que se degusta en nada pero a la que gusta volver de ver en cuando para paladear y para recrearse en la propuesta creativa y literaria que nos regala.
         Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros84/100
  •  Reto Genérico: 36 (1/2 relatos)/40

lunes, 4 de diciembre de 2017

"Khimera", de César Pérez Gellida: un thriller para reflexionar



Título: Khimera
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma de Letras
Género: distopía, thriller
Páginas: 544
Publicación: marzo 2015
ISBN: 9788483657355

  2054. Tras la Guerra de Devastación Global, la realidad social y geopolítica ha cambiado rotundamente. Los viejos conceptos de la democracia y el capitalismo han sido enterrados por las corrientes transhumanistas y la tecnofagia. El poder se concentra en manos de las grandes corporaciones, sin embargo, todavía queda un cabo suelto, un molesto inconveniente que se escapa de las afiladas uñas de la Asamblea: Khimera.
  En la arriesgada búsqueda de un enigmático personaje conocido como el bogatyr -héroe para algunos y villano para otros-, están puestas las últimas esperanzas de aquellos que luchan para lograr que el mundo cambie para siempre.
  César Pérez Gellida, autor de la trilogía «Versos, canciones y trocitos de carne», éxito absoluto de crítica y ventas en el último año, vuelve a la narrativa sobrepasando todas nuestras expectativas y rompiendo sus propios cánones con un relato que estilísticamente recuerda a la habilidad creativa de J.R.R. Tolkien y a la maestría visionaria de George Orwell o William Blake. Una reinvención del thriller literario al más puro estilo Gellida que algunos ya han calificado de obra maestra.
  Escribo esta reseña poco después de terminar el libro... y la verdad es que no sé si me gusta la idea. Por un lado, quiero atrapar todas las sensaciones que tengo ahora mismo dentro de mí pero, por otro, sé que este es una de esas obras que dejan huella y, por lo tanto, sé que le voy a dar muchas vueltas en mi cabeza (no tanto a la trama como a todo al escenario que Pérez Gellida nos pinta) y que tanto mis opiniones actuales como mi aprendizaje personal serán diferentes de aquí a unas semanas. Quizá meses. O incluso años. Porque Khimera es de esos libros que llegan para quedarse, aunque tú no lo sepas.
   Lo primero que he de decir es que me costó bastante entrar en la obra. Me encantan las distopías pero me saturan mucho las relaciones internacionales, las guerras, las estrategias militares... así que me costó hacerme con el mundo en el que nos instala el autor. Un mundo... pufff... no sé ni cómo definirlo: hostil, inhumano, en el que las personas (o, mejor, dejémoslo en los seres que lo habitan) tienen una falsa sensación de libertad y en el que, en el fondo, todo está controlado y me atrevería a decir orquestado por instancias superiores.
   Y eso fue lo que me enganchó de la novela, más allá de las guerras y el nuevo orden mundial que Pérez Gellida imagina (¿o premoniza?): comprobar que aunque los creamos tan diferentes, el futurista horizonte que nos dibuja el autor no es tan distinto a lo que estamos viviendo, narcotizados por la rutina y la golosina de las tecnologías.
    Y esta es una de las cuestiones a las que no paro de darle vueltas y que más me asusta de la novela: ¿hasta qué punto puede llegar a pasar lo que Pérez Gellida cuenta en su obra? Y lo que es peor, ¿hasta qué punto muchas de esas cosas no están pasando ya?
   Si el universo en el que se ambienta Khimera fue mi primer factor de anclaje a la novela, el segundo fue mucho más habitual si hablamos del autor vallisoletano (el que se ha convertido ya en marca de la casa): su capacidad narrativa. Pérez Gellida le tiene cogido el pulso al thriller y sabe cómo generar no solo intriga sino darle el ritmo más adecuado para mantener pegado al lector a sus páginas, al tiempo que desarrolla todo lo que ha pergeñado para la novela.
    Da igual el género (novela negra o distopía), el autor sabe cómo construir esa sensación y es capaz de lograrlo aún en un subgénero que a mí me parece tan complicado como la distopía, en el que la acción está siempre supeditada (al menos en el comienzo de la obra) a la descripción necesaria para llevar a cabo la presentación de ese mundo creado por el autor, de los personajes ideados y del relato de sus particulares formas de vida.
    No voy a entrar a hablar mucho del contenido en sí porque creo que es fundamental que el lector vaya desvelando las tramas, trampas y misterios que el autor ha ideado para él a medida que vaya avanzando en la lectura del libro, así que solo añado que ese contenido es brutal y que es capaz de despertar más preguntas que respuestas.
    Y una nota más: ha sido un placer reencontrarme con algunos de los personajes de las trilogías policíacas del autor y saber qué ha sido de ellos, aunque sea en este universo inhóspito y pavoroso.
    En definitiva, Pérez Gellida nos regala una novela inquietante y, hasta cierto punto, terrorífica, muy bien cimentada y con una trama solvente y efectiva que se devora a ritmo de thriller aunque su digestión será larga. Pero placentera.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros83/100

lunes, 20 de noviembre de 2017

"El murciélago", de Jo Nesbo: mi estreno con Nesbo



Título: El murciélago
Autor: Jo Nesbo
Editorial: Reservoir Books
Género: novela policíaca, intriga, negra
Páginas: 384
Publicación: marzo 2015
ISBN: 9788416195251

 Harry Hole es enviado a Sydney desde Oslo para que investigue el asesinato de una mujer noruega, Inger Holter, cuyo cadáver ha sido encontrado entre oscuras rocas, al pie de un acantilado. La policía sospecha que fue violada antes de morir, pero no se ha hallado rastro alguno de ADN.  Harry Hole tendrá como compañero de investigación a Andrew Kengsinton, detective aborigen australiano. Ambos sospechan del novio de Inger, Evans White, atractivo camello conocido por la policía. Sin embargo, Harry comienza a vislumbrar que el caso es más complejo de lo que a priori pudiera parecer, y poco después el equipo de investigación relaciona una serie de desapariciones y asesinatos sin resolver que sugieren que un asesino en serie anda suelto.  Harry Hole es un joven y brillante detective, pero esconde un oscuro secreto. Durante su estancia en Sydney se enamorará perdidamente de Birgita Enquist, a quien le confesará lo que oculta su pasado y qué le aleja de su país...
   Tenía muchas ganas de estrenarme con Jo Nesbo, autor al que le sigo la pista desde hace ya algunos años, aunque no hubiera leído nada. Por eso, cuando este verano me puse a ver qué libros, autores y géneros me faltaban para completar los retos de este años vi que me faltaba un autor cuyo apellido comenzara por la letra ene y me dije: "mira qué buena oportunidad para quitarte la espinita 'nesbiana'". Y aunque he de decir que El murciélago no ha sido de mis novelas policíacas favoritas, sí que repetiré con Nesbo porque Hole tiene algo especial que me ha conquistado.
   Es cierto que es un personaje hasta cierto punto vulnerable (y lo que le ocurre contribuye mucho a configurarlo de una manera muy determinada para las próximas entregas de la saga) pero creo que tiene mucho carisma y, sobre todo, muchos matices.
    El resto de los personajes, en cambio, no queda tan definido como Hole y, hasta cierto punto, Nesbo abusa de determinados estereotipos, sobre todo los asociados al trabajo policial.
   Sí me ha gustado, aunque quizá sea un aspecto que hace que la trama se desvíe de lo principal, todo lo que tiene que ver con Australia y sus aborígenes, tema muy abordado a lo largo de todo el relato y que me ha resultado muy interesante, quizá, por no conocer demasiado ni el tratamiento actual que se les da ni el que se les dio en un pasado más o menos reciente.
    El caso en sí me ha resultado un poco rocambolesco pero está bien tramado y, al margen de las digresiones que suponen esos comentarios y esa exploración sobre los aborígenes de los que acabo de hablar, avanza con buen ritmo y resulta interesante.
    Así pues, aunque El murciélago no me haya convencido al cien por cien, sí que volveré a confiar en Nesbo aunque, creo yo, me pasaré a novelas más recientes, sobre todo por ver la evolución del personaje y de la narrativa del autor.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros72/100
  •  Reto Autores de la A a la ZN 22/26

viernes, 17 de noviembre de 2017

"El color de los ángeles", de Eva Díaz Pérez: un fabuloso retrato de Murillo

   Eva Díaz Pérez me consuitó hace ya años con El sonámbulo de Verdún, así que cuando ofrecieron su última novela para reseñarla para  Anika entre Libros, no me lo pensé. Y, una vez más, no me ha decepcionado.


Título: El color de los ángeles
Título Original: (El color de los ángeles, 2017)
Autor: Eva Díaz Pérez
Editorial: Planeta Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos


Copyright:
© Eva Díaz Pérez, 2017
© Editorial Planeta, S.A., 2017
Edición: 1ª Edición: Mayo 2017
ISBN: 9788408171126
Tapa: Dura
Etiquetas: familia, ángeles, aprendizaje, arte, biografía novelada, religión, histórica, literatura española, novela, pintura, prostitución, pintores, siglo XVII, Sevilla, la peste, homosexualidad, prostitución masculina, fe y creencias, arcángeles, pintura religiosa, Murillo
Nº de páginas: 352


Argumento:

  El reposo obligado, tras caerse de un andamio mientras pintaba, devuelve a la memoria del maestro pintor Murillo buena parte de las escenas de su vida. Así, mientras se recupera, el lector conocerá aspectos de su vida familiar, de su labor profesional, de su empeño por conseguir determinados colores o ademanes, su obsesión por captar las expresiones más adecuadas o las dudas sobre sus cuadros y la fe que en ellos se plasma.


Opinión:

  Leer a Eva Díaz Pérez es como hacer un viaje. Un viaje en el espacio pero también en el tiempo. Y es que su capacidad para reproducir ambientes y escenas es maravillosa y, en este caso, logra realmente que el lector visite la casa, el taller y la ciudad en los que moró y trabajó Bartolomé Esteban Murillo, uno de los pintores españoles que mejor ha retratado la religiosidad, gracias, sobre todo, a sus ángeles y sus inmaculadas.
  De ello se habla (y mucho) en la novela. Díaz Pérez ahonda no solo en la recreación o la reconstrucción de la vida del insigne pintor sevillano sino que también nos propone un acercamiento a su técnica y su mente. Así (y aprovechando la excusa del reposo del artista, tras caer de andamio, y de los recuerdos que el forzoso parón traen a su memoria), la autora nos va sacando y metiendo en la vida actual (enero de 1682, momento en el que se produce el accedente de un Murillo ya anciano) y en los sucesos de su pasado como si de un viaje a través de toda una época y toda una vida se tratara.
   Conocemos de este modo a su familia, su mujer, sus hijos y el personal de la casa a los que acaba queriendo como uno más. Descubrimos sus pasiones, sus miedos y el dolor de haber perdido a tantos hijos. Y nos adentramos en la mente de un pintor genial, un artista que busca la precisión, el color exacto, la expresión más adecuada, la postura, el entorno y la invitación a sentir la religión a través de sus obras de la forma más minuciosa y rigurosa.
  Díaz Pérez nos ofrece, pues, un retrato muy humano y completo de un pintor genial. Un retrato que no se queda en la mera descripción de sucesos, sino que es todo un fresco de la personalidad y el arte de un Murillo que no siempre estuvo seguro ni de su forma de pintar ni de si su obra lograba el objetivo buscado (mover a la religiosidad) o había en ella un puntito de vanidad e intento de sobrevivir a la muerte, duda que le asaltaba, sobre todo, cuando veía a su mujer buscando el rostro de sus hijos fallecidos pero retratados en forma de ángeles en los diferentes cuadros del pintor que adornaban las iglesias sevillanas.
  Pero, como decía al principio, la autora no se queda en un vivo retrato de Murillo y su entorno sino que lo acompaña de un telón de fondo que es más que un mero decorado y que se convierte en otro de los grandes alicientes de esta novela. La Sevilla del siglo XVII queda aquí retratada con sus luces y sus sombras, su religiosidad y su beatería, su cara más oculta y rechazada (al menos en aquella época). Y también descubrimos en esta obra la Sevilla de la peste, la de los viajes a las Américas, la del arte y la de la decrepitud.
  Y todo ello con una pluma, la de Eva Díaz Pérez, que en este caso más que pluma parece pincel. Y es que la autora se contagia de la minuciosidad de Murillo para ofrecernos una novela ágil, emotiva, melancólica y serena pero que es capaz de llenarse de emociones cuando la historia así lo requiere o de intriga, cuando la trama lleva (ya hacia el final de la obra) a Murillo a enfrentarse con personajes y escenarios que nunca hubiera querido conocer.
   En este sentido (y no quiero decir mucho, para no estropear esta parte de la trama a nadie), no he podido evitar pensar en la ocultación, en la vergüenza, en el rechazo y en la visión retorcida de algo que hoy empezamos a ver como normal que se tenía en la época y en el mucho sufrimiento (y los muchos abusos) que tuvieron que pasar los implicados.
   En definitiva, creo que Murillo se podría sentir feliz por recibir un regalo como este en el cuarto centenario de su nacimiento. Una obra profunda humana llena de arte y vida.
    Enlace a la reseña original.
   Nos seguimos leyendo.

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