Título: Abecé diario
Autor: Raúl Vacas
Ilustradora: Elena Queralt
Editorial: Edelvives
Género: poesía
Páginas: 64
Publicación: 2012
ISBN: 9788426384751
29 poemas de la A hasta la Z. Don Gato, el Conde Helado, i de intriga, la Bella Durmiente... Juegos de palabras, trabalenguas, historias breves en verso, escenas sorprendentes, palabras a medio escribir y otras descolocadas. 29 poemas para disfrutar inteligentemente del lenguaje y sus infinitas posibilidades
Si eres de los que o las que aún no han leído nada de Raúl Vacas, ya estás tardando. Su obra suele considerarse infantil (y lo es) pero sus poemas son taaaan divertidos y proponen tantos juegos lingüísticos que pueden ser disfrutados, como en aquel juego, de cero a 99 años. Y los de 100 a 200, también.
En este Abecé diario, Vacas aprovecha el alfabeto para proponernos una serie de poemas de los que disfrutar en varios sentidos: con su lectura, descubriendo el juego lingüístico que hay detrás y hasta intentado imitar ese juego para construir nuestras propias composiciones.
Al menos, eso es lo que hago yo con los niños de la Casita de los Cuentos, bien sean los de los talleres de animación a la lectura o los de los clubes de lectura. Y, la verdad, siempre me funcionan. Porque los poemas son divertidos en sí mismos pero cuando descubren lo que hay detrás, empiezan a apreciar la dimensión más lúdica y creativa de la lengua.
Así, podemos encontrar en este ejemplar versos de cabo roto, epéntesis, anagramas... Y podemos ayudar a que los niños aprendan conceptos como la rima, el orden natural de la frase, el hipérbaton, el ritmo, qué es el estribillo....
Además, las ilustraciones de Elena Queralt contribuyen a crear una atmósfera general de magia y diversión que le da mucha vida al conjunto del libro.
Y acabo haciendo mención a una experiencia que aún no he probado pero que tiene muy buena pinta: al buscar este libro en la página de Edelvives he descubierto Ta-tum. Libros que laten. Una propuesta lúdica y didáctica de la editorial, dirigida principalmente a profesores y alumnos pero que espero explorar a fondo en breve, a ver si también se le puede sacar partido en los clubes de lectura (que supongo que sí).
En definitiva, un libro que es mucho más que un libro con el que se puede leer, rimar, aprender, divertirse y dejar volar la imaginación. No es poco.
Nos seguimos leyendo.
En este Abecé diario, Vacas aprovecha el alfabeto para proponernos una serie de poemas de los que disfrutar en varios sentidos: con su lectura, descubriendo el juego lingüístico que hay detrás y hasta intentado imitar ese juego para construir nuestras propias composiciones.
Al menos, eso es lo que hago yo con los niños de la Casita de los Cuentos, bien sean los de los talleres de animación a la lectura o los de los clubes de lectura. Y, la verdad, siempre me funcionan. Porque los poemas son divertidos en sí mismos pero cuando descubren lo que hay detrás, empiezan a apreciar la dimensión más lúdica y creativa de la lengua.
Así, podemos encontrar en este ejemplar versos de cabo roto, epéntesis, anagramas... Y podemos ayudar a que los niños aprendan conceptos como la rima, el orden natural de la frase, el hipérbaton, el ritmo, qué es el estribillo....
Además, las ilustraciones de Elena Queralt contribuyen a crear una atmósfera general de magia y diversión que le da mucha vida al conjunto del libro.
Y acabo haciendo mención a una experiencia que aún no he probado pero que tiene muy buena pinta: al buscar este libro en la página de Edelvives he descubierto Ta-tum. Libros que laten. Una propuesta lúdica y didáctica de la editorial, dirigida principalmente a profesores y alumnos pero que espero explorar a fondo en breve, a ver si también se le puede sacar partido en los clubes de lectura (que supongo que sí).
En definitiva, un libro que es mucho más que un libro con el que se puede leer, rimar, aprender, divertirse y dejar volar la imaginación. No es poco.
Nos seguimos leyendo.