¿Buenas o malas? Mujeres en la literatura

   Coincidiendo con el día de la mujer, el Seminario Permanente sobre Literatura y Mujer de la Facultad de Filología de la UNED organiza unas jornadas en las que aborda diferentes aspectos de esta relación. Este año, el coloquio tendrá lugar la próxima semana (miércoles, jueves y viernes) y en él se discutirá un tema que me parece interesantísimo: la bondad o la maldad de las mujeres en la literatura. Me parece fascinante porque, si lo piensas, en la tradición literaria prácticamente sólo hay dos tipos de mujeres: las santas o las pecadoras; la madre amantísima y buena a morir o la pervertidora, la rompedora de hogares y conciencias, la que emponzoña, la hija directa de esa Eva que incitó al pobre Adán a morder la manzana.

  Como puedes ver en el programa, las diferentes ponentes irán ahondando (en muchos casos, desmontando) distintos estereotipos relacionados con el personaje femenino, tópicos fruto de una sociedad claramente patriarcal, por supuesto. Desde la propia Eva hasta Los juegos del hambre, muchas serán las protagonistas de estos análisis. Las grandes mujeres de la literatura (Ana Karenina, Madame Bovary, la Regenta -todas ellas, curiosamente, creadas por hombres-) serán diseccionadas en tres jornadas en las que no faltarán, claro está, las referencias a las brujas.

   Como explican desde la organización de las jornadas "la literatura, mayoritariamente escrita por hombres, ha venido ofreciendo una visión “parcial” de la realidad, en la que las mujeres se dividían en “buenas” y “malas” de acuerdo a unos criterios morales y sociales dictados por la ideología dominante masculina, que ha configurado todo un imaginario de modelos femeninos plasmado en las artes plásticas y en el cine". Una visión que, pese a los cambios sociales que han tenido lugar en las últimas décadas, siguen muchas veces activos, vivitos y coleando en el subconsciente colectivo. Y muchas veces somos las propias mujeres las que nos encargamos de alimentarlos.

  Las jornadas prometen. Ya te contaré qué dan de sí.

  Nos seguimos leyendo.