Aprovecho el Mes En Femenino de Momentos de Silencio Compartido y la Quincena Erótico-Festiva de Libros que hay que leer para rescatar esta reseña de Anika entre Libros. Y no porque éste sea un libro erótico (aunque sexo hay) sino porque Anaïs Nin fue una de las primeras mujeres que abordó la literatura de este género, tal y como conté en la reseña de Delta de Venus.
DIARIO I. 1931-1934
(The Diary of Anaïs Nin, Volume I: 1931-1934, 1969)
Anais Nin
Editorial RBA
Colección Narrativas
© Anaïs Nin, 1969
© RBA Libros, 2009
© Traducción de Enrique Hegewicz, 1977
1ª Edición, Junio 2009
Género: Diario. Narrativa autobiográfica, literatura, creación literaria, surrealismo, vanguardias literarias, literatura y mujer, psicoanálisis, lite
ISBN: 9788498675597
416 Páginas
Argumento:
El alma de Anaïs Nin
es la auténtica protagonista de este diario, en el que vuelca sus
miedos, sus inquietudes, sus traumas, sus dudas, sus reflexiones
literarias y sus vivencias bohemias en el París de los años 30. Un
diario que es un cuaderno de notas, un libro de bitácora vital, una
pista de pruebas creativas, una adicción, el reflejo de una época y una
forma de vida, el punto de partida para tantas cosas y el lugar al que
volver para refugiarse del mundo exterior.
Opinión:
Hay autores que utilizan las drogas, el sexo, la ira o el amor para canalizar su energía creativa; Anaïs Nin
utilizaba su diario. Un diario que es más que una narración de los
acontecimientos más importantes, de la relación con personajes famosos,
con su familia o con sus psicoanalistas; es una indagación en su
personalidad múltiple, en sus traumas, en su camaleónica forma de ser y
en su sentimiento de dualidad interna, dividida entre la mujer y la
escritora. Y, por supuesto, una pista de pruebas en la que ensayar
formas y técnicas narrativas, retratos, descripciones… que luego
depurará o utilizará directamente en sus creaciones y un oasis donde
desahogar todo lo que la autora lleva dentro y no cabe dentro de la
literatura. Al menos, de la literatura tal y como ella la entiende.
Estas son las razones por las que los diarios de Anaïs Nin
son tan ricos: porque retratan la vida intelectual y creativa de una
época muy fecunda para la cultura universal (en este caso, los años 30);
porque ahondan en la reflexión sobre la materia literaria, sobre los
hábitos a la hora de escribir, sobre los distintos talantes creativos,
sobre el modo de encarar la tarea de elaborar una novela, sobre los
diferentes procesos que implica, sobre la influencia de unos autores y
unas obras sobre otros y, en el caso concreto de Anaïs Nin, sobre la
especial condición de la mujer literata, de la mujer artista; y porque
indaga en la propia personalidad de la autora, en su forma de
comportarse, de ver y entender el mundo, en sus taras y sus anhelos, en
sus sufrimientos y su entrega hacia los demás.
La vida intelectual y creativa queda reflejada en sus relaciones con el escritor Henry Miller,
con el polifacético (dramaturgo, actor, novelista, poeta…) Antonin
Artaud, creador del Teatro de la crueldad; o con el psicoanalista Otto
Rank. Miller y Nin establecieron un vínculo personal y profesional que
les llevó a confiar plenamente el uno en el otro en todos los ámbitos.
Tanto es así, que Miller entrega sus obras a la autora (como se cuenta
al final de este primer diario, el escritor publicará su famosísimo Trópico de cáncer
financiado por Anaïs) y tanto su esposa como él mantienen una relación
de amor y amistad con ella. Este triángulo y las dudas de unos (sobre
todo de Miller) sobre los sentimientos de los otros dos reproduce en
buena medida la relación descrita por Proust en La prisionera, quinta entrega de En busca del tiempo perdido. De hecho, las referencias al autor francés son constantes en la primera parte del diario.
Un diario que a la autora le sirve para
indagar en la creación literaria y en su condición de mujer. Anaïs se
enfrenta a un modelo de literata que se esconde detrás de un pseudónimo o
de unas técnicas narrativas masculinas. Ella quiere ser mujer y quiere
ser artista y lucha por conseguirlo. En medio sitúa la enfermedad
mental, la neurosis, de la que es tratada por dos psicoanalistas
diferentes, con métodos bien diferentes y resultados también dispares.
Nin quiere romper una de las máximas de Rank: cuando se curan de la
neurosis, las mujeres entran en la vida; los hombres, en el arte. Por
eso, una parte de sí misma reniega de la curación y prefiere continuar
sintiéndose como un espejo roto, cuyos fragmentos reflejan una
personalidad diferente, acomodada a las necesidades de la persona con la
que se encuentre en cada momento.
La autora reflexionará con especial
empeño en la relación que mantiene con su padre, a quien no veía en
años. De hecho, explica que comenzó a escribir su diario como una forma
de comunicarse con él, quien abandonó a su familia cuando Anaïs tenía
once años. Recuperado, vivirán una relación de amor y mentiras en la que
ambos pugnarán por encontrar en el otro un reflejo de sí mismos,
buscando las similitudes y diferencias entre ellos. Ese abandono marcará
la vida de Anaïs y su relación posterior con su padre, su madre y sus
hermanos.
Si dolorosa es para la autora la
relación con su padre, no menos lo será una de las vivencias que
describe en la parte final de este primer diario: el aborto que sufre,
embarazada de seis meses. El terrible sufrimiento que experimentó
durante las horas que estuvo de parto, un parto que tuvo como resultado
una niña muerta, queda milimétrica y desgarradoramente reflejado en
estas páginas, que finalizan con el viaje de Nin desde Francia (donde se
ha desarrollado prácticamente toda la obra) a Nueva York.
Anaïs brilla con luz propia, es distinta
a las demás mujeres, se niega a la normalización, a vestir como mandan
los cánones estéticos o las modas, a vivir como marcan las reglas, a
sentir como dicta la sociedad. Así lo atestigua su diario, una obra que
suma un total de 35.000 páginas, publicada en siete tomos, algunos de
los cuales fueron revisados una vez fallecidos los personajes de los que
se hablaba en ellos. Un testimonio de una época y de un estilo de vida
singular, de una personalidad arrolladora, de una escritora única, de
una mujer excepcional.
Tomo nota...que no la conocía ;D
ResponderEliminarYa me contarás, si te decides
EliminarNo lo conocía, pero aunque tu reseña es magnifica la obra no me seduce demasiado. Un besazo.
ResponderEliminarEl género biográfico es un género especial, no a todo el mundo le gusta y además el personaje tiene que tener peso para que te atraiga. Y lo peor de este libro es que, en teoría, son como siete diarios y creo que en español sólo éste... o éste y otro. O sea que un poco patatilla, la verdad. Pero bueno, yo disfruté mucho con éste.
EliminarBesos!
Me parece una lectura interesantísima. Me la apunto para hacerme con ella.
ResponderEliminarUn beso.
He leído a Nin, pero no su diario. Me lo apunto, porque me ella me encanta.
ResponderEliminarUn besazo
A mí me gustó mucho el diario, porque habla mucho de su proceso de creación y de lo difícil que es para ella abrirse camino como mujer. Me resultó muy interesante, la verdad.
EliminarBesos!
No lo conocía, creo que pude ser una lectura interesante =)
ResponderEliminarBesotes
Sí que interesante. Yo creo que aunque no haya leído nada de la autora, está muy bien por el retrato de la época, la psicología y sus problemas como mujer.
EliminarBesos
No conocía a la autora. No creo que me anime con su Diario, aunque tu reseña es fantástica. Quizás busque alguno de sus libros y le dé así una oportunidad a este género.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo también estoy descubriéndola como literata, porque no he leído todas sus obras, estoy en ello.
EliminarBesos!