Tenía muchas ganas de leer a Belén Gopegui, así que aproveché que a los lectores de Anika entre Libros nos ofrecieron tres libros para iniciarme. Y aunque unos me gustaron más que otros, lo cierto es que los tres me parecieron interesantes. Éste es mi favorito.
LA CONQUISTA DEL AIRE
(La conquista del aire, 1998)
Belen Gopegui
Editorial DeBolsillo
Colección Contemporánea
© Belén Gopegui, 1998
© Random House Mondadori, 2012
1ª Edición, Septiembre 2012
Género y tags: Narrativa, novela, economía, política, Historia española años 90, ideología, literatura española
ISBN: 9788499899978
346 Páginas
Argumento:
Carlos,
Marta y Santiago se conocen desde hace 15 años. Su amistad es sólida y
fuerte, tienen una trayectoria común y un gran número de vivencias
compartidas. Sin embargo, cuando Carlos les pida dinero prestado para
salvar su empresa, el lazo que los une se irá aflojando. Al mismo
tiempo, cada uno de ellos descubrirá que la vida, como la economía, se
construye a través de ciclos, de subidas y bajadas, de ganancias y
pérdidas, de épocas de caos y épocas de orden. Aunque ese orden sea solo
aparente.
Opinión:
Decía Calderón que la vida es sueño. La vida es economía, intercambio, ideología, elección y decisión, parece decir, en cambio, Belén Gopegui
en su tercera novela. De hecho, la ideología (tanto política como
económica) es el auténtico sostén del argumento, la que determina las
decisiones y sentimientos de los personajes, la que impulsa sus dudas y
sus preguntas vitales. ¿Cómo debe comportarse y qué debe sentir una
persona de izquierdas? ¿Se puede vivir bien y ser buena persona?,
pregunta uno de los protagonistas, poniendo de relieve la complejidad de
los comportamientos de cualquier persona en relación con sus creencias e
ideologías.
Pero las ideas no se mantienen puras. Ni
en la sociedad (los partidos políticos las adaptan y corrompen,
mantiene uno de los personajes) ni en las personas. Por eso, toda la
novela está impregnada del amargo sabor que deja la decepción, el ser
infiel a uno mismo y a lo que cree, la evolución que todos los seres
humanos vamos experimentando, la imagen que vemos ante el espejo
mientras la vida nos va moldeando, mientras las circunstancias nos van
obligando a elegir.
Gopegui
hace reflexionar al lector a través de estas páginas sobre
diversas cuestiones relacionadas con la economía, la política, la
ideología y el dinero: el origen de la satisfacción o la insatisfacción
laboral, las decisiones que tomamos pensando en el qué dirán o porque se
nos presupone una cierta forma de actuar atendiendo a nuestras
relaciones personales, nuestro empleo, nuestro sueldo o nuestras ideas;
el objetivo último del trabajo: ¿trabajamos para cambiar el mundo o
acabamos rindiéndonos a la productividad, a recibir nuestro sueldo a fin
de mes?; ¿Qué mueve al ser humano? ¿Alcanzar lo que sueña o conservar
lo que tiene?; ¿Atendiendo a qué parámetros se desarrolla la relación
individuo/sociedad? La propia autora defiende en el prólogo (auténtica
declaración de intenciones, poética literaria de la novelista) de la
obra la necesidad de que la novela, como género, no se limite a
entretener, sino que emocione y cree significado al mismo tiempo, que
deleite y sirva para ofrecer caminos para el aprendizaje y el
pensamiento del lector. Razón y sentimiento, emoción y conciencia, mito y
logos son, pues, relaciones que sustentan (o deberían sustentar) la
naturaleza misma del género novelesco, mantiene Gopegui.
Todas estas reflexiones están
respaldadas por numerosos apuntes teóricos, propiciados por las
profesiones y los estudios universitarios de los protagonistas, así como
por varias discusiones intelectuales entre amigos, al hilo, por
ejemplo, de una película pretendidamente comprometida o del papel que
juegan las ONGs en el mundo actual. Estas referencias, junto a las
alusiones explícitas a un tiempo histórico y político muy determinado de
la Historia de España (la década de los 90, diagnosticada por el
narrador omnisciente a través de la mención de la guerra sucia, el paro,
la corrupción, el acceso al gobierno por primera vez del Partido
Popular, el desgaste del PSOE…) anclan la novela a un tiempo específico y
real, histórico. El hecho de que los protagonistas, además, compartan
edad, trayectoria vital e ideas (aunque con diferencias), le da, además,
un cierto toque generacional, de retrato de una generación traicionada
por sus propias ideologías.
Y es que, al final, la realidad, nuestro
día a día, va modificando esas ideologías, moldea nuestros sueños,
pacifica el carácter, transforma las ilusiones y adapta nuestras
prioridades a nuestras nuevas circunstancias, haciendo que nos
planteemos la trascendencia real de los valores y la honestidad de lo
que creemos y sentimos.
Con un estilo sencillo pero lleno de referencias, teorías, reflexiones y alusiones, Gopegui
cincela el retrato de las ideas vencidas por la realidad, ahondando en
lo que el dinero nos hace sentir a través de esos dos amigos que prestan
cuatro millones de pesetas a su compañero que lo necesita pero cuya
acción les hace sentir inseguros, obligados, ruines, hasta el punto de
llegar a incidir en el cambio de sus vidas personales (pareja,
trabajo…).
Con una estructura circular contrapuesta
(que empieza con el insomnio de los tres amigos y finaliza con los
protagonistas durmiendo plácidamente, con el sueño pacífico que
proporciona tener tu vida en orden, aunque sea temporal o aparente), la
novela avanza gracias a una estructura en la que abundan las referencias
explícitas al tiempo (día, mes y año), sobre todo al comienzo, cuando
la urgencia de devolver el préstamo que Santiago y Marta conceden, sin
intereses, a Carlos es mayor. Esta fijación temporal, que en algunos
momentos llega, incluso, a ser similar a la de un diario, se refuerza
con la narración de acciones superpuestas en algunos pasajes de la
novela, ahondando en la idea de vidas y actos simultáneos, de acciones y
consecuencias, de decisiones propias que afectan a la biografía de los
demás.
En definitiva, nos encontramos ante una
novela redonda, tanto por su estructura, como por la configuración de
personajes y, sobre todo, por la profundidad de las reflexiones que
origina. Una novela que no pone trabas en su lectura pero que va dejando
en el lector un poso de teoría e introspección, de cuestionamiento de
la realidad y los propios valores.
Nos seguimos leyendo.
Que cantidad de libros me enseñas nuevos! ;D
ResponderEliminarOtro libro más que no conocía.
ResponderEliminarNo pinta mal del todo pero con la cantidad que tengo pendientes no creo que lo lea.
Besitos.
Yo tampoco conocía este libro. Parece interesante, pero dudo que lo lea, estoy intentando quitarme la lista de pendientes :)
ResponderEliminarun beso shakiano!!
No conocía a esta autora así que otro nombre que me llevo apuntado, que me dejas con ganas de acercarme a esta novela. Pero no me preguntes cuándo...
ResponderEliminarBesotes!!!
Me parece un libro super interesante, y no lo conocía!!
ResponderEliminarGracias por la reseña, lo buscaré =)
Besotes
No lo conocía, y por lo que cuentas parece interesante. Contigo mi lista de lecturas pendientes no puede ser menos que infinita... Jijiji
ResponderEliminarMuchas gracias por tu recomendación!
Besos