martes, 19 de marzo de 2013

"Las niñas perdidas", de Cristina Fallarás: la cara más cruel del ser humano


Ficha técnica:


Título: Las niñas perdidas              Autor: Cristina Fallarás
Editorial: Roca Editorial        Género: novela, novela negra Páginas: 208
Publicación: 28/13/2011    ISBN: 978-84-9918-264-3

Sinopsis (editorial):


  Existe otra Barcelona: la que se aleja del turismo, los anuncios institucionales con gente sonriente y el diseño. Es en esa otra ciudad, la canalla, en la que la ex periodista y detective Victoria González se mueve pisando fuerte. Y eso que su avanzado estado de gestación no se lo pone fácil.
   Cuando Victoria recibe el anónimo encargo ‒acompañado de un cheque de explícito y sustancial contenido‒, empieza a imaginar que los infiernos barceloneses que ella conoce están a punto de ganar kilómetros en profundidad. Dos hermanas desaparecidas, de 6 y 8 años. Una de ellas, ya asesinada brutalmente; la otra, en paradero desconocido. Lo que significa que hay que encontrarla lo antes posibles, viva y entera preferentemente.
   Si es verdad que la diferencia entre la novela negra y la novela policíaca es que en la primera la presencia del mal es palmaria, entonces Las niñas perdidas es una novela negra negrísima. Quizá una de las más negras que he leído en mi vida.
 Quizá por eso su autora, Cristina Fallarás, logró convertirse en la primera mujer que ha ganado el premio Dashiell Hammet de novela negra que otorga la Asociación Internacional de Escritores Policiacos, además de ganar el Premio Internacional de Novela L'H Confidencial 2011(entre otros).
   Y aún así (o quizá ésa es la razón del premio y las peculiares emociones que transmite), ésta no es una novela negra al uso. Para empezar, la protagonista es una mujer, Victoria González, (algo a lo que nos vamos acostumbrando, afortunadamente) investigadora, que está embarazada de cinco meses (cosa inaudita hasta el momento, hasta donde yo sé) y sin que se sepa el padre de la criatura (lo que escandalizaría a muchos). Con su barriga y su propia furia a cuestas, llega a sus manos un caso que tocará su alma: el secuestro, tortura, violación y asesinato de dos niñas (una de ellas aún en paradero desconocido) de seis y ocho años. Con este somero resumen del contenido, ya se puede adivinar por dónde irán las reflexiones que propone Cristina Fallarás en la novela: la maternidad, la pederastia, la crueldad suprema, el abuso sexual, las situaciones sociales y familiares que marcan las vidas para siempre y la maldición que pesa sobre la mujer, aún hoy. De hecho, tal y como ella misma explica en esta entrevista la indignación o el miedo que sintió ella misma cuando supo que iba a traer al mundo a una niña ("un ser frágil, que podría sufrir agresiones sexuales o verbales o malos tratos en la familia o en el trabajo...") fue lo que le condujo a la idea de base de la novela: la investigación de estas dos víctimas, niñas que ni siquiera habían empezado a vivir, y que en su cortísima vida padecieron mucho más que otras muchas personas, más de lo que cualquier ser humano es capaz de soportar.
   Esa rabia, esa indignación que es pura ira, se deja ver en el contenido de la novela (que no obvia las descripciones más duras) pero también en el tono general de la obra y en el lenguaje empleado. Fallarás habla sin miramientos, sin tapujos, sin pudor, dispara a la cara del lector situaciones envenenadas y descarnadas, tacos, insultos, frases como puñales que van potenciando el ambiente general de la novela: un ambiente de criminalidad, de bajos fondos, de drogas, alcohol, de soledad, oscuro, sucio, pobre, marginal, en el que es difícil abrirse camino, sin esperanza, sin alma. En él sitúa a unos personajes vencidos por la vida, sin luz. Y, a la cabeza, esa Victoria llena de ira, de rabia, de preguntas, de incertidumbres.
  Victoria, el narrador o quizá la propia autora canalizan esa rabia maltratando animales. Así, algunos capítulos son manuales con instrucciones específicas para matar a un pez, a un perro, a un hámster o a un gato. Capítulos, sin duda, polémicos, que dan donde más duele: la movilización que muchas veces despiertan los casos de maltrato o abandono animal frente a la pasividad con la que vemos desfilar por los informativos y periódicos los casos de mujeres maltratadas, las noticias de pederastia, las violaciones, la vejaciones, las muertes de seres humanos inocentes.
   Las niñas perdidas es una novela difícil, dura, que crea sentimientos muy precisos en el lector. Sentimientos y reflexiones muy ácidos, espeluznantes en ocasiones, sobre la sociedad en la que vivimos, sobre el presente que construimos cada día (o que permitimos que alguien construya a nuestro alrededor, mientras cerramos bien las ventanas de nuestra propia comodidad para no verlo) y sobre el futuro en el que intentarán sobrevivir nuestros hijos. Nuestra hijas.
   Nos seguimos leyendo.


   Nota: he meditado mucho si ponerle cuatro o cinco estrellas a esta novela. Cinco estrellas quiere decir que es una obra imprescindible, super recomendable... y no quiero que pese sobre mi cabeza la recomendación de una obra tan dura como ésta. Lo es, sin duda; pero no es una novela que todo el mundo vaya a apreciar, porque no es una novela que se disfrute. Es una novela para pasarlo mal, para pensar y para reaccionar. Como no me decido, no pongo estrellas esta vez. Aunque le pongo un 9 en las notas del Reto Negro y Criminal.

   Si te ha picado la curiosidad o si quieres saber de qué hablo antes de embarcarte en esta lectura, puedes leer el primer capítulo aquí.
   Y puedes oír a Cristina Fallarás hablando de esta novela aquí.




   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 13.000 páginas: 208/13.000
  •  Reto En Femenino: 10/15
  •  Reto Autores de la A a la Z: F
  •   Desafío100 libros: 20/100
  • Reto Sumando: 18/2013 
  • Reto 25 españoles: 17/25
  •  Reto Negro y Criminal: 7/15

10 comentarios:

  1. Tomo nota del libro, no lo conocía! ;D gracias

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  2. Pufffff, no me siento yo con fuerzas para esta lectura. Que tenga niñas tan pequeñas como víctimas ya de por si no me gusta. Me parece que va a ser difícil que le dé una oportunidad. Un beso.

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  3. A todas se nos remueven muchísimas cosas dentro con la maternidad. Todos, niños y niñas (y no tan niños y niñas, podemos ser víctimas de malos tratos y abusos. Es nuestra obligación prevenir a nuestros hijos y vigilarlos de cerca. Dicho esto (que parezco el Papa), no me veo con ánimos de leer esta obra. Más que nada, porque sería capaz de entrar en ella con un machete... Últimamente necesito obras de las que no te hacen pensar en nada, absolutamente en nada. Cuando recupere un estado mental 'normal', igual entra en la lista.

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  4. Si ya decía yo, que si tu decías brutal, brutal debía ser.... Sin duda la sumo a mi lista de "me lo pido"!
    Muchas gracias por tu reseña y por tu recomendación!!! Besos

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  5. Este libro me da miedo, me encanta la novela negra pero cada vez que he oído hablar a esta mujer en alguna entrevista me ha dado algo, es muy directa y muy visceral y me da que no podría con el libro, que sería demasiado duro para mí, y tus palabras me lo confirman. Un beso.

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  6. Jo pues como para no picarme la curiosidad!!!!me disgusta lo de los animales...pero tengo que leerla!
    Gracias por la reseña.
    Un beso!

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  7. Pues pinta muy bien, no lo conocía...
    Gracias por la reseña =)

    Besotes

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  8. No lo conocía, me la apunto.
    Pinta genial.
    Besitos.

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  9. Una temática muy dura... Pero me tienta. Aunque será seguramente más adelante, que ahora mismo llevo ya varios libros que me están encantando pero me están haciendo sufrir de un modo... Y necesito cambiar un poquito de tono...
    Besotes!!!

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  10. Pues si el mal está tan presente y es tan dura, me la apunto, aunque para un poco más adelante, que ahora no podría con ella.

    Un besote

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