jueves, 15 de agosto de 2013

"Ancia", de Blas de Otero: una reflexión sobre las creencias y la muerte cargada de impotencia e ira

  Solemos asociar el verano con lecturas más ligeras, que se lean fácilmente a la orilla de cualquier masa de agua. Pero si tienes tiempo y las condiciones adecuadas, el verano puede ser una buena ocasión para leer libros más exigentes, de los que te hacen pensar constantemente. Yo leí la República de Platón en una playa casi desierta de Lanzarote (y los alemanes que me vieron lo flipaban, claro), no te digo más...
   Con ese espíritu hoy rescato la reseña de Ancia que publiqué en Anika entre Libros. Poemas fieramente humanos para reflexionar sobre cuestiones vitales de primera magnitud.
ANCIA (Edición 2009)
(Ancia, 1958)
Blas de Otero

Editorial Visor Libros
Colección Visor de Poesía

© Herederos de Blas de Otero
© Visor Libros
1ª Edición, 1984
19º Edición, 2009
Prólogo de Dámaso Alonso

Género y tags: Poesía, poesía de posguerra, poesía desarraigada, poesía existencial, intimismo, religión, poesía amorosa, literatura española.
ISBN: 9788475220123
176 Páginas

    Argumento:
  
   Ancia  recoge las primeras obras poéticas de Blas de Otero, en las que vuelca su ira contra un Dios que no responde a las plegarias del hombre, sus reflexiones sobre la muerte y el recuerdo de sus primeros amores.

Opinión:

   Si tuviéramos que aplicar un solo calificativo para caracterizar Ancia, éste sería “brutal”. Ancia es capaz de despertar al lector, se ponerle en pie de guerra, de abrirle los ojos…  y lo hace a dentelladas, a mazazos, con toda la ira y la frustración que en el hablante produce la incomunicación con Dios. Es, pues, una obra tremendamente conmovedora, capaz de despertar sentimientos encontrados, puesto que a los poemas en los que el poeta arremete contra Dios y lucha contra él con uñas y dientes se unen las suaves, dulces y sensoriales composiciones en las que reproduce recuerdos y sentimientos amorosos.
   Dos son, pues, los temas principales de la obra: el sentimiento amoroso y/o erótico y la radical soledad del ser humano, la incomunicación con Dios, el dolor, la sensación de pérdida… temas existencialistas tratados desde un punto de vista nihilista, en los que el autor llega a decir que le da “grima” vivir.
   La razón de la falta de sentido de la vida humana está en Dios, en su silencio, en el trato que reserva a los seres humanos (“deja ya de malmatarnos”, le increpa el poeta). Ante esta indiferencia, el hablante se rebela y lucha con su mejor arma: la palabra. Este combate da lugar a poemas desgarradores, en el que no sólo reprocha a Dios su silencio, sino que llega a desear matarle, como él mata a los hombres.
   El nihilismo, la falta de comunicación con Dios, la búsqueda infructuosa del sentido de la vida sitúan esta obra en la llamada “poesía desarraigada” que se cultivó en España tras la Guerra Civil. En ella, Otero muestra una profunda preocupación por todo lo humano (humaniza sus versos hasta el punto de que éstos caminan por la calle, se esconden, dan la mano y hasta escupen, incluso están encarcelados, junto a otros muchos hombres), una preocupación que derivará, en sus siguientes libros, en la corriente social que protagonizó la poesía de la década de los 50.
   Además de esta vertiente nihilista y angustiada, Ancia recoge composiciones en las que vierte sus recuerdos infantiles y sus experiencias amorosas. Versos a veces dulces, a veces hasta humorísticos y juguetones (la rima y el ritmo serán fundamentales para conseguir esa alegría poética), casi siempre sensuales, llenos de sonoridad y sensaciones (táctiles, olfativas, visuales, gustativas, auditivas…) pero que, en ocasiones, también remiten a la soledad radical del ser humano: el amor es el sostén del hombre, nos dice el poeta, pero a veces ni ese sostén es suficiente para sujetar el peso que éste ha de soportar sobre sus hombros. Amor y Dios sirven al poeta para buscar la trascendencia, la supervivencia, el aliento para vivir.
   El extraño título, Ancia, hace referencia a las dos obras que el poeta compila en este libro: Ángel fieramente humano (publicada en 1950) y Redoble de conciencia (que vio la luz en 1951). De la unión de las dos primeras letras del primer título y las tres últimas del segundo nace Ancia, recopilación publicada en 1958, en la que el poeta varió el orden de algunos de los poemas recogidos en los libros anteriores y sumó 48 nuevos.
   Así pues, nos encontramos ante una obra literaria magnífica, una de las más importantes de la poesía española, reflejo de una determinada época histórica, política y social pero cuyo contenido supera esa limitación temporal para convertirse en símbolo de la lucha humana básica: la que enfrenta al hombre con su soledad.
   Enlace a la publicación original en Anika entre Libros.
   Nos seguimos leyendo.

2 comentarios:

  1. Este año navego entre las exigentes y las menos exigentes, a mi también me parece un buen momento para leer cosas así, aunque llevo una semana en baja forma, todo se andará. Una reseña que es toda una invitación, la poesía pasa entre mis lagunas pero poquito a poco le voy poniendo remedio, a la lista. Besos

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  2. No lo has podido definir mejor. Desgarradores son todos los poemas que componen este libro. Esta queja contra Dios constante, esa falta de esperanza... Grandes poemas. Y me recuerdas que tengo a este poeta un tanto olvidado los últimos años, que este poemario lo leí en tiempos de facultad. Y ya ha llovido...
    Besotes!!!

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