jueves, 7 de febrero de 2013

"La estatua de bronce", de Lindsey Davis: Marco Didio Falco se consagra como el investigador más dicharachero de Roma

  Como cada jueves, rescato una reseña publicada en Anika entre Libros. Hoy, aprovechando el Mes de la Novela Negra, Policíaca y de Misterio, traigo al blog la segunda entrega de la Saga Marco Didio Falco, que aúna novela histórica y policial.

LA ESTATUA DE BRONCE. Saga Marco Didio Falco vol. 2
(Shadows in bronze, 1991)
Lindsey Davis

Editorial Edhasa
Colección Narrativas Históricas

© Crown Publishers, 1991
© Traducción de Horacio González Trejo, 1992
© Edhasa, 1992
1ª Edición, Abril 1992 / Última edición conocida Edhasa,

Género y tags: Novela histórica, novela policíaca, antigua Roma, saga Marco Didio Falco, literatura inglesa
ISBN: 9788435017893
475 Páginas

   
Argumento:
  
El investigador Marco Didio Falco (que no espía, que quede bien claro) sigue la pista, al servicio del emperador Vespasiano, de una conspiración contra éste. Gracias a este nuevo trabajo, volverá a encontrarse con algunos de los personajes que conocimos en el primer volumen, dando continuidad a la saga y cerrando (o eso parece) la trama de “La plata de Britania”.
 

Opinión:
   La mordacidad, la ironía y el humor negro de este investigador de la Roma Imperial de vuelta de todo y su mirada entre cínica y derrotada de cuanto le rodea vuelven a convertirse en los auténticos protagonistas de esta segunda entrega de la saga que narra las desventuras de Marco Didio Falco. Y es que, más allá del mero argumento y de las traiciones y corruptelas que investigará en esta ocasión, para mí, el verdadero protagonista de la novela es el tono con el que está escrita. La voz de Falco es la que guía la narración, relatada en primera persona (aunque a veces se describen acontecimientos o pensamientos que es imposible que el investigador conozca, aproximándose más a una tercera persona omnisciente que una narración en primera persona pura y dura). Por eso, es ella la que determina el ritmo de los acontecimientos (precipitado cuando así lo requiere la trama o sosegado cuando lo que se nos presenta son los pensamientos y reflexiones del propio Didio), la que describe lo que ocurre y la que consigue que el modo de ver y contar la vida de Falco se corresponda con el tono general de la novela. Los ojos desengañados con los que el romano ve el mundo que le rodea, las relaciones humanas, las conspiraciones políticas y los usos y costumbres de la sociedad romana del año 71 d.C. se convierten en los propios ojos del lector que se acerca a esta novela en pleno siglo XXI.
    La mirada personal y única de Falco es la que nos permite conocer una Roma en la que (en contra de la imagen pública que tenía en la época o, al menos, la que quería dar y la que ha llegado hasta nuestros días) muchas cosas funcionan mal; una Roma que esconde la basura debajo de la alfombra para mostrar, frente a la galería, sólo su mejor cara.
    La investigación de Falco, desenredando esa red de traidores que habían urdido un plan para derrocar a Vespasiano, da cuenta de las intrigas y conspiraciones que protagonizaba la vida política del momento, así como su organización y sus principales instituciones.
   Del mismo modo, los viajes que emprende el investigador en esta segunda entrega le permiten introducir valoraciones y reflexiones sobre la zona sur de Italia y sobre la relación que por aquel entonces mantenían romanos y griegos, teñida por cierto desprecio hacia la cultura de la que procedían, reflejo de esa imagen ciertamente prepotente que Roma ofrecía ante el mundo y ante sí misma.
   La acción se desarrolla, en este caso, en lugares próximos al Vesubio, por lo que no faltan las referencias a la erupción del volcán que tuvo lugar tan sólo unos años después y que destruiría dos de las ciudades visitadas en esta obra: Herculano y Pompeya.
   Pero si, al margen de la trama detectivesca, hay un tema que guía buena parte de la acción, enlaza con la primera entrega de la saga y propicia la continuidad en volúmenes posteriores es el amor. La presencia de Helena Justina, la clienta de Falco en “La plata de Britania”, esa mujer de órdago, independiente, inteligente y adelantada a su tiempo, es constante también en “La estatua de bronce”. Y no sólo porque el argumento de la primera entrega tenga continuidad en esta segunda a través de personajes vinculados a ellas, sino también porque se afianza la relación que mantiene con Falco, con sus vaivenes y sus altibajos. No obstante, la actitud de Helena Justina es bien diferente en esta segunda parte. La fortaleza y la seguridad que mostraba en la primera se han convertido aquí en tristeza, inseguridad, miedo, medias palabras y verdades ocultas. Sin embargo, esa nueva actitud quedará perfectamente explicada al final de la obra, abriendo nuevos caminos para futuras entregas de la saga.
   La ambientación, la descripción de lugares, costumbres y actividades propias de la época romana continúa siendo magistral en esta segunda entrega. Davis es una extraordinaria creadora de ambientes, lo que le permite dibujar escenarios (casas, calles, comercios, eventos festivos, caminos, mares, barcos, lugares públicos…) y contextos realistas que ahondan y/o completan la imagen que todos tenemos en la cabeza cuando pensamos en la Roma Imperial.
   Reconozco que la intriga meramente detectivesca me ha interesado en esta ocasión menos que en el primer libro, no sé si porque la trama amorosa lo envuelve todo, trasvasando la atención de la vida profesional a la vida privada de Falco; por la continuidad de algunos personajes e historias que ya aparecieron en La plata de Britania, importantes (sí) pero que (para mí) están incluidos aquí mediante un recurso demasiado manido en el género policíaco; o porque el ritmo trepidante que la acción adquiría por momentos en la primera intriga se ha desvanecido en esta segunda, dando lugar a una trama de corrupción con sus sorpresas, es cierto, pero más bien lineal.
   A pesar de ello, tengo la intención de continuar leyendo la saga porque Falco me ha conquistado y porque es el verdadero activo de esta novelas. Su visión del mundo choca con muchas de las ideas predeterminadas que yo tenía respecto a su época y su humor socarrón y negro me sorprende y divierte, dándome una excelente excusa para continuar saciando mi curiosidad por sus aventuras (sean del tipo que sean).
   Enlace a la publicación original en Anika entre Libros. 
   Nos seguimos leyendo.



17 comentarios:

  1. No me sonaba esta saga de nada...y vaya esa mezcla de novela negra e histórica me ha llamado mucho y me apetece conocer ese humor del autor.
    Gracias por el descubrimiento.
    Un beso!

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    1. A mí me pareció muy curioso eso de compaginar novela histórica y criminal, fue lo que me atrajo en un primer momento. Es curioso, sí.
      Besos

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  2. Ufff como que no.... Como que de momento la dejo pasar. No acaba de llamarme la atención lo suficiente.
    Muchas gracias por tu reseña!
    Besos

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    1. Es amena. Lo único es que hay que prestar especial atención a los nombres para no perderse jajajaja.
      Besos

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  3. No la conocía, no me suena de nada la novela y seguro que no he leído nada de este autor. Besos

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    1. Yo la conocí gracias a Espido Freire, que habló de la saga en Facebook. A ver si leo algún otro, que me quedé en el segundo y son 20!
      Besos

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  4. Me desanima que sea una saga, eso de tener que continuar una novela detrás de otra, porque si no te falta algo no me gusta nada. Me atrae mucho, según tú comentas, la forma como está escrita, me gustan mucho las novelas escritas con sentido del humor y si es negro mucho más, pero no es suficiente para que me interese por esta.
    Un beso.

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    1. Pues aquí la trama que conforma la saga es importante, porque sí que va continuando de uno libro a otro, así que si no te gustan las sagas....
      Besos

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  5. Pues no conocía estos libros. Pero me dejo esta saga bien apuntada que esta combinación de novela negra y novela histórica, con esas dosis de humor me atraen mucho.
    Besotes!!!

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    1. Yo he soltado alguna buena carcajada gracias a Falco jajaja.
      Besos

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  6. Leí una novela de esta saga, pero es posible que no fuera la primera y por eso, aunque me gustó, no terminó de engancharme

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    1. Es que al estar ligadas, es posible que el caso te pueda atraer pero te pierdes mucho de la configuración de los personajes.

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  7. Sabes que soy fan de esta saga, los leí casi todos de adolescente y me encantaron. Alguna la he releído años más tarde y debo reconocer que Marco Didio Falco me sigue fascinando.

    Besos

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    1. Yo espero continuar pronto con la saga. Falco es peculiar peculiar... jajaja
      Besos

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  8. Pues no conocía ni la novela, ni la saga, pero me ha encantado lo que cuentas de ella.

    Un beso.

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    1. Pues yo encontré todos los ejemplares en la biblioteca, así que debe ser super famosa jajajaja.
      Besos

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  9. Me ha gustado leerte, se nota que es una lectura que has disfrutado bastante... aunque no sé qué hacer, es un tipo de género que no me hace mucho tilín normalmente...

    Besotes

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