jueves, 30 de enero de 2014

"Dies irae", de César Pérez Gellida: rizando el rizo

http://www.sumadeletras.com/es/libro/dies-irae/










Ficha técnica:


Título: Dies irae           Autor: César Pérez Gellida             Editorial: Suma de Letras   Género: novela negra, thriller     Páginas: 552 Publicación:  Octubre 2013 ISBN: 9788483655375

Sinopsis (editorial):


  La acción de este thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera entre dos mundos. Au­gusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de sus víctimas y de la humilla­ción de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará el ins­pector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecu­ción de un asesino en serie que parece haber acentuado su voracidad. Entretanto, al otro lado de la frontera, el psicó­logo criminalista y exagente del KGB Armando Lopategui, «Carapocha», recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes en el tiem­po, descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes y asistiremos a su sorprendente desenlace.  Tras el rotundo éxito de Memento mori, primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, César Pé­rez Gellida nos conduce de nuevo por los complejos labe­rintos que conforman la mente criminal desde los ojos de sus protagonistas, ya sean víctimas, asesinos en serie, ge­nocidas o quienes les persiguen. El inesperado desarrollo de los acontecimientos obligará al lector a pasar páginas en una ineludible búsqueda de respuestas.  Haciendo gala de un particular estilo cinematográfico aclamado por la crítica literaria, el autor nos envuelve en una trama adictiva, tejida a partir de un argumento sólido y pespunteado de poemas y canciones que componen una singular banda sonora del crimen.
   No voy a hacer esta reseña demasiado larga (o por lo menos, voy a intentarlo). No porque crea que hay poco de lo que hablar en esta segunda entrega de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne (estaría hablando horas y horas sobre tooooodo lo que me ha hecho sentir y pensar), sino porque, en primer lugar, no quiero que se me escape nada que pueda destripar el gran final de la obra a nadie y, segundo, porque me ha dejado tan impactada uno de los asesinatos de la novela, que prefiero medir mucho mis palabras, no vaya a ser una indirecta para críticos y blogueros y pague mi verborrea con la muerte.
    César Pérez Gellida consigue mantener el interés, la intriga y la capacidad de adicción de la primera parte aunque introduce aquí un nuevo elemento para la reflexión: como dice Carapocha, "no hay peor asesino en serie que aquel que se siente legitimado por una bandera". El autor abre la puerta así a otro tipo de asesinatos y de asesinos sobre los que el peso de la ley suele caer con menos contundencia que sobre los Augustos de la vida: los que se producen en el desarrollo de una guerra, los asesinatos justificados por el fragor de una batalla o, directamente, ordenados o permitidos por quienes han de velar por el cumplimiento de la ley. Pérez Gellida nos devuelve al conflicto ocurrido en la antigua Yugoslavia durante la década de los 90, una de las primeras guerras de las que guardo memoria, que viví con cierta consciencia y sobre la que, en su momento, me mantuve bastante informada, quizá porque me pilló en la Facultad de Periodismo y hablamos bastante de ello en clase. O sea que es una guerra que me toca de cerca, que en su momento me impactó y que, por lo tanto, me ha unido (aún más, si cabe) a la obra de Pérez Gellida.
    La guerra y sus muertes entran en Dies irae a través de la ventana que abre Carapocha (me encanta el apodo, no lo puedo remediar. Creo que dice tanto del tono general de la obra...) en su intento por vengar la muerte de su esposa. Al hilo de esta trama, secundaria en la trilogía pero igual de importante en esta entrega que la relacionada con el psicópata Augusto, al que conocimos en Memento mori, Pérez Gellida propone una reflexión sobre la guerra, sobre las muertes que quedan impunes, sobre la animalización del hombre en esas circunstancias y, de forma indirecta, sobre lo lejanas que nos quedan todas esas muertes (por muy cruentas, horribles e injustas que sean) de la comodidad de nuestro sofá y la tele a través de la que las vemos.
    Me ha interesado mucho esta subtrama o, quizá mejor en este caso, trama paralela, por la cantidad de datos que aporta, por la reflexión que plantea y por lo que me ha hecho pensar y recordar, aunque cierto es que aleja al lector del destino de Augusto y Sancho, a los que dejamos como dejamos al acabar Memento mori.
    Y hablando de acabar: César Pérez Gellida es un maestro de los finales trepidantes que te dejan sin aliento y que te fuerzan a desear, a anhelar, a suplicar, a rogar que se publique ya Consummatum est, la entrega que cerrará la saga y que verá la luz en marzo. Las 100 últimas páginas son de infarto y el final... En fin, yo cerré el libro con una única palabra en la boca. No digo más. No puedo decir más. 
    Por lo que respecta a la intriga principal, seguimos conociendo a los protagonistas de la saga en esta entrega, descubriendo algunos datos que nos dejan con la boca abierta. Pérez Gellida vuelve a atrás en el tiempo para ofrecer más información sobre cómo se fraguó la relación entre Augusto y Carapocha al tiempo que continúa la narración donde la dejó para continuar la caza del psicópata, con nuevas víctimas, nuevos métodos y nuevos personajes.
    Respecto a esta trama principal o vertebradora de la trilogía, sigue cautivándome todo lo que tiene que ver con la mente humana y, en este sentido, la descripción de Carapocha sobre cómo plantar cualquier idea en la mente de un hombre y destruir todo lo que ha sido hasta ese momento me parece tan fascinante como aterradora. La metáfora del jardinero de ideas me ha dejado tocadísima, porque veo que, en el fondo, se lleva a cabo cada día, aunque sea a menor escala. En periodismo lo llamamos crear corrientes de opinión o, en jerga de andar por casa, calentar un tema, pero nunca me había planteado hasta dónde se podría llegar, radicalizando el método y los objetivos.
     Y todo ello manteniendo algunas de las característica que ya vimos en la primera entrega: el enciclopedismo de la obra, las referencias a múltiples facetas de la cultura (lo de Vizzini y Fezzik me ha llegado al alma), a los deportes, la metaliteratura y, por supuesto, la música, pieza fundamental de la personalidad de Augusto.
     En definitiva, que Dies irae es digna sucesora de Memento mori, que Pérez Gellida ofrece más de lo mismo pero con el aliente añadido de la reflexión sobre la guerra y que no puedo esperar a acabar una trilogía que me está dejando casi tan trastornada como lo están algunos de sus personajes.
    Nos seguimos leyendo.   
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto100 libros: 7/100
  •  Reto Autores de la A a la Z: P 4/24
  •  Reto Genérico: 7 (1 thriller)/40
  • Reto 25 españoles: 7/25 
  •  Reto Libros musicales: 3/5
  • Reto Negro y Criminal: 2/15
  • Reto Encuentra al personaje: 3/12
  He encontrado en esta obra varios personajes que me servirían para el Reto Encuentra el Personaje, pero prefiero ponérmelo (al menos de momento) un poco más difícil e intentar no meter más de un personaje por libro en el reto. Así que, de Dies irae me quedo con el pelirrojo, barbudo en este caso: Ramiro Sancho. Y  cumplo ahora con los requisitos del reto. Los datos del libro y la portada ya están puestos más arriba, así que paso al personaje directamente:
   Ramiro Sancho es uno de los personajes principales de la trilogía, concretamente, el policía que persigue al psicópata Augusto, en esta entrega, hasta más allá de los límites de su jurisdicción. En varios momentos de la obra se habla del color de su pelo y, en este caso concreto, de su barba: piensa en cortársela varias veces pero, al final, se queda en Dies irae como el barbudo pelirrojo de mirada sincera y aspecto desaliñado, según la percepción de la inspectora jefe Galo en, por poner un ejemplo, la página 210.
 
  Además, incluyo Dies Irae en el Reto Libros Musicales. La verdad es que hay tantas referencias musicales, letras y títulos de canciones en esta novela que podría hacer todo un álbum musical (de hecho, César Pérez Gellida tiene listas en Spotify tanto de este libro como de Memento mori). Pero como el reto exige (en la categoría que yo he elegido) poner un vídeo... y soy incapaz de decidirme, he decidido compartir dos. El primero, porque Iván Ferrero me encanta y le tengo muuuuy abandonaíco al pobre (Días azules y su letra aparecen en las páginas 205 y 206).

   Y el segundo porque Lullaby, de The Cure, es una canción que me seduce y me pone los pelos de punta a partes iguales desde que era niña. Me recuerdo hipnotizada frente a la tele viendo el vídeo y escuchando esa voz susurrante y esas notas... y al mismo tiempo deseando salir corriendo. Creo que el vídeo consigue transmitir la idea de la canción. Y lo mejor es que esta canción está excepcionalmente bien elegida en la novela: por un lado, define a Augusto con una referencia cultural que muchos tenemos y que, por lo tanto, no necesita más palabras y, por otro lado, permite una representación muy visual de la tela de araña que Augusto está preparando para su víctima, en el momento en que aparece citada. La referencia a Lullaby y un pedacito de la letra se encuentran en la página 272.

14 comentarios:

  1. Esperando la siguiente parte con ganas!!Besotes

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  2. Lo tengo pendiente y no creo que tarde mucho en leerlo, la verdad :D

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  3. Que reseña mas completita,estpy deseando leerlo....saludos

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  4. Estuve esperando a saber la fecha de lanzamiento de la tercera parte para ponerme con Dies irae. Ahora que ya se conocé, febrero será el mes para volver a sumergirme en toda esa sangre, versos y notas musicales que se salen del mapa por su originalidad e intriga.
    Muchas gracias por no desvelar nada... ;)
    Un beso

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  5. Todos habláis genial de esta trilogía, y yo sigo sin animarme... Pero es que hace un tiempo que decidí no meterme en sagas ni cosas así porque luego me siento atada. Reacciono como tú con 'Lullaby'... Es que The Cure me puede.

    Un beso

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  6. Poco que decir a tu reseña. Está claro que ""QUEREMOS MAS"". Besos.

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  7. Aún no he comenzado con la saga, y no sé si hacerlo ahora que tengo los dos libros en casa, o esperar al tercero.

    Un saludo.

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  8. Yo me tengo k poner con él, pero no veo el momento.

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  9. Por lo que veo es un libro que aparte de gustarte mucho, algo que comparto contigo porque esta trilogía es de lo mejor que he leído en el 2013, también es un libro que te ha servido para muchos retos. En cuanto a Lullaby, ahí me has pillado. Es una de las canciones que más me gustan de The Cure y es verdad lo que dices de la voz de Robert Smith... Besitos.

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  10. Y yo que aún no me he estrenado con estos libros...
    Besotes!!!

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  11. Que nos estará esperando en la última parte

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  12. No he leído ninguno todavía, sin duda lo haré pues están dando de que hablar y para bien.uUn saludo

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  13. Éste lo tengo ya apuntado porque he visto muy buenas reseñas :)

    Bs.

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