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lunes, 19 de agosto de 2013

"Nacer mujer en China", de Xinran Xue: un doloroso retrato de la situación de la mujer

      Ficha técnica:


Título: Nacer mujer en China. Las voces silenciadas   Autora: Xinran Xue
Editorial: Booket        Género: novela testimonial, biografía Páginas: 304     
Publicación:  23/01/2007       ISBN:  978-84-96580-19-0

Sinopsis (editorial):


   El 1989, con los primeros indicios de apertura del régimen comunista chino, la periodista Xinran Xue inició un programa radiofónico en el que invitaba a las mujeres chinas a hablar de sus experiencias personales. El libro es una recopilación de esos testimonios, tanto de las esposas privilegiadas de los líderes del partido como de las mujeres de los campesinos.
  Desde que tengo uso de razón me ha interesado el universo femenino y, sobre todo, la lucha por la igualdad y la denuncia de las injusticias, humillaciones, vejaciones y situaciones de abuso de poder que la mujer sufre solo por el hecho de serlo, así que en cuanto supe que existía este libro tuve ganas de leerlo. Por unos motivos u otros, lo he ido dejando hasta ahora y tengo la sensación de que, efectivamente, este era el momento de leerlo: no es un libro que se pueda o se deba leer en cualquier circunstancia. Xinran recoge testimonios durísimos, algunos (por no decir todos) realmente desgarradores y creo que es necesario, primero, saber con lo que vas a encontrarte en sus páginas para prepararte para lo que vas a leer y, segundo, estar en un momento de tu vida en que leer este tipo de testimonios te va a enriquecer y no te va a hundir, además de que (creo) hace falta leerlo con tiempo. No es una obra farragosa, el estilo es muy limpio, muy periodístico, no tiene alardes de creación literaria sino el relato puro y doloroso de la situación que viven las voces silenciadas hasta que Xinran les dio voz, pero sí es verdad que las historias requieren una cierta calma para aprehender todo el dramatismo que encierran, además de que las protagonistas merecen que el lector pase tiempo con ellas, que las conozca, que las entienda, que sepa de su sufrimiento.
  El libro mezcla literatura y periodismo para ofrecer algunos de los muchos testimonios recogidos por Xinran durante su época como periodista. Por eso, al relato de las vidas de diferentes mujeres, Xinran suma su pasado y sus propias experiencias relacionadas con la radio y sus vivencias como periodista en una etapa de la historia de China en la que los profesionales de los medios de comunicación están socialmente muy bien considerados, aunque han de lidiar día a día con las exigencias y censuras del gobierno.
  Xinran se propone averiguar cuál es la situación de la mujer en China y el resultado de su investigación no puede ser más desgarrador: mujeres ninguneadas, olvidadas, utilizadas como mera herramienta, violadas, vejadas, injuriadas, encarceladas, humilladas... Ni las esposas de los mandatarios ni las pocas mujeres con éxito profesional se libran de una vida privada desoladora, como ese el caso de la propia Xinran. Me ha resultado pavoroso descubrir un régimen político en el que las personas son meros peones que cumplen determinadas funciones y que son movidos de casilla cuando conviene al juego, sin pensar en sus propias necesidades y vínculos. 
   Xinran desnuda el corazón de las mujeres para mostrar todo lo que guardan dentro: el amor que no se puede mostrar, el amor que espera durante 40 años, el amor a los hijos, el amor a otras mujeres, la incomprensión y, sobre todo, el dolor de la humillación. Porque una de las situaciones más frecuentes de las que se habla es la violencia ejercida contra las mujeres, comenzando por el abuso sexual y la violación. Son muchos los testimonios de violaciones recogidos en el libro, relatos realmente desgarradores que recogen no solo el momento en el que el abuso tiene lugar sino, sobre todo, las terribles consecuencias para quienes lo padecen: el dolor, la enajenación mental, el odio o temor hacia los hombres, embarazos no deseados... La violación es uno de los abusos cometidos contra las mujeres que, personalmente, me parece más abominable: es la humillación por el mero hecho de que uno es hombre y la otra mujer, es la animalización del ser humano, la maldad del que se cree superior y utiliza esa posición de privilegio para herir, la cosificación de la mujer convertida en mero recipiente de ¿placer? Ni siquiera estoy segura de que produzca placer sexual, creo que en muchas ocasiones se queda en el espurio placer que produce a ciertas personas (¿siguen siendo personas? No para mí, desde luego) la dominación del más débil o del que crees inferior a ti, la supremacía del hombre vinculada no a su capacidad intelectual y el mérito de sus obras, sino exclusivamente a sus atributos físicos y su fuerza. 
  Xinran descubre para el lector occidental un mundo de humillaciones desconocido, da voz a las silenciadas para que se hagan oír por todo el mundo. Sus testimonios se convierten en denuncias, en relatos tan reales como desgarradores que ningún lector con corazón puede conocer sin romperse por dentro. Xinran desgrana todo un catálogo de situaciones vejatorias cometidas en nombre de la ideología, del poder, del dinero, de la mera fuerza física y, sobre todo, de una sociedad que relega a las mujeres a un papel no ya secundario sino meramente instrumental, en muchos casos (en este sentido, el último de los capítulos es realmente sangrante).
  Nacer mujer en China me parece un libro magistral, una obra para conocer la situación que muchas mujeres han vivido y que, desgraciadamente, siguen viviendo en muchos rincones del planeta. Una obra para hacer reflexionar y, quiero pensar, también para mover a la acción y que también puede servirnos como aviso en este mundo primermundista, occidental, que creemos avanzado y super moderno pero en el que algunos de sus habitantes se siguen aferrando a la amenaza, la coacción o la violación como método para infundir miedo a la mujer (solo este verano he leído algunos artículos me han dejado patidifusa, en este sentido, como el de esta periodista inglesa que recibió amenazas de violación en Twitter por emprender una campaña para evitar que las mujeres dejaran de estar representadas en los billetes del Reino Unido, la polémica sobre el trato a las mujeres en San Fermín, por no hablar de lo que está ocurriendo en Siria, como las violaciones de niñas utilizadas como arma de guerra, entre otras atrocidades).
  Nos seguimos leyendo.




    Incluyo este libro en los siguientes retos:
  • Desafío100 libros: 82/100
  • Reto Sumando: 20/2013 
  • Reto Autores de la A a la Z: X

3 comentarios:

  1. Con tu reseña me han entrado muchas ganas de leerlo. Además que me encantan los libros sobre memorias y testimonios reales y crudos. Me lo apunto!

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  2. ¡Es tremenda la situación de las mujeres chinas! Yo no he leído ningún libro como éste pero sí novelas de Pearl H. Buck que, de forma supongo muchísimo más light, ya te permiten hacerte una idea
    Besos

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  3. Me gustan mucho también este tipo de libros. Éste lo leí a principios de año y me dolió mucho. Te pone la piel de gallina en muchas ocasiones. Estremecedora esta novela.
    Besotes!!!

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