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martes, 2 de diciembre de 2014

"El velo pintado", de William Somerset Maugham: desvelando el lado más oscuro del ser humano



Título: El velo pintado

Autor: William Somerset Maugham
Editorial: Ediciones B
Género: novela, drama
Páginas: 288
Publicación: 2009 (publicada originalmente en 1925)

  Kitty Garstin, joven y bella londinense, cumple sus veinticinco años sin haber alcanzado el objetivo para el que fue educada por su madre: hacer una buena boda. Por temor a que su hermana menor se case antes que ella, contrae matrimonio con un bacteriólogo, un hombre inteligente, educado y moralmente intachable, que la ador a pero de quien no está enamorada. Después de la boda, se trasladan a Hong Kong, donde Kitty se enamora de Charlie Towsend, un inglés apuesto y frívolo de la colonia extranjera, con quien será infiel a su marido. Descubiertas sus relaciones adúlteras, y traicionada por Charlie, se verá obligada a seguir a su marido a una zona del interior de China afectada por el cólera. Kitty, incapaz de obtener el perdón de su marido, se entrega a labores humanitarias. El contacto con la muerte y con una realidad dura y penosa hará de ella una persona nueva.
  ¡Qué gusto más amargo ha dejado esta novela en mi boca! Y me lo ha dejado tanto en el sentido literario como en el del contenido. No puedo decir que no me haya gustado pero tampoco puedo asegurar que sí lo ha hecho. Me explico.
     El gusto amargo en lo literario viene por el punto de vista del narrador: se trata de un narrador omnisciente en tercera persona pero que solo se mantiene al lado del personaje femenino principal, Kitty, ofreciéndonos su visión sesgada del mundo. Es innegable que la construcción literaria de este personaje es soberbia y que su caracterización psicológica es profunda y está perfectamente realizada. Incluso valoro el esfuerzo de ver al resto de personajes bajo la perspectiva de Kitty pero, entonces, ¿por qué elegir una tercera persona? ¿Por qué no hacerlo en primera? No es una crítica, que conste. Simplemente es la pregunta que me he hecho mientras leía la novela. Sobre todo porque el hecho de que el narrador nos ofrezca solo la visión que del mundo tiene Kitty me ha hecho sentir en no pocas ocasiones que se me ha hurtado el punto de vista de otros personajes, sobre todo, el de su marido, Walter, el personaje que (creo) peor dibujado queda y, dado su comportamiento, el que menos llega a conocer el lector. Soy consciente de que esto es una nueva consecuencia de la perspectiva elegida por el escritor: Kitty no llega a entender, quizá ni siquiera a conocer, a su marido, así que es lógico que, puesto que la novela está construida desde su punto de vista, el personaje de Walter también resulte opaco para el lector. Pero creo que este hecho me ha impedido entender sus razones, descubrir su corazón, ahondar en su personalidad y, quizá, entender el motivo y el objetivo final de su decisión respecto a Kitty y, por lo tanto, del libro.
    El amargo sabor de boca del que hablaba al principio también se refiere al contenido y creo que, nuevamente, también se debe a la perspectiva narrativa elegida por el autor. El mundo que nos describe Somerset Maugham y los personajes que nos presenta resultan cínicos, hipócritas, egoístas e infelices. Ni siquiera las monjas, que podrían haber sido protegidas por el manto de la entrega y la solidaridad, se libran de esa visión de personalidad dual (y, por tanto, hipócrita) bajo la que se nos presentan a los personajes de la novela. El resultado final es, como digo, un sabor amargo, una visión demasiado negativa del entorno. Pero creo que esta impresión tiene que ver con Kitty, con que vemos el mundo y tal y como ella lo vea. No es, pues, el autor el que quiere que nos demos cuenta de la maldad o el cinismo del ser humano. Ni siquiera el narrador. Es Kitty la que nos ofrece esa perspectiva, la responsable del tono y el ambiente general de la novela. Al menos, esa es mi impresión.
    Quizá Somerset Maugham quería hacer sentir al lector las mismas impresiones que vivía cada día una mujer de la época: la obsesión por personas y ambientes superficiales, la preocupación por la belleza y el paso del tiempo (la descripción de algunos personajes es ciertamente cruel), la desesperación por lograr un buen matrimonio y una buena posición social, la decepción de una sociedad que exige más de lo que da y en la que reina la hipocresía en vez de la convivencia. Si es así, por supuesto que lo ha logrado.
   He leído en algún sitio que alguien comentaba que esta es una novela machista y, al principio, yo también pensaba eso. "¡Menuda imagen que se da de la mujer!", he pensado a menudo mientras leía. ¡Qué modelos femeninos más horribles ha elegido el autor! Y es verdad. Kitty es superficial, su madre es una dictadora; su hermana, una sosa; la mujer de su amante, una arrogante; la superiora del convento, puro hielo... No se salva ni una. Pero pensando en lo que iba a decir en esta reseña me he dado cuenta de que los hombres tampoco salen mejor parados. Así que no puedo decir que se trata de una novela machista. Es verdad que refleja el machismo de una sociedad, pero la responsabilidad de ese machismo no se le puede atribuir, en este caso, al autor; quizá todo lo contrario: al mostrárnoslo de forma tan patente, podríamos incluso decir que es feminista. Creo, más bien, que se trata de una novela que refleja la parte más cínica del ser humano, también la más oscura, la que es capaz de la venganza más cruel y del utilitarismo más burdo. Y con el reflejo de esa parte también muestra, pues, la parte más deleznable de una sociedad en su conjunto, hombres y mujeres incluidos.
   No puedo decir, pues, que no haya disfrutado de la primera lectura del club de este curso puesto que me ha hecho pensar en todas estas cosas y en la condición humana. Pero, como decía, tampoco pasará a ser una de mis novelas favoritas, porque me falta la visión de Walter para entender el conjunto del mensaje. Y que conste: me falta a mí, a mi manera de entender el mundo y de abordar la literatura y su interpretación. Pero a buen seguro muchos lectores disfrutarán con esta novela que ahonda en el amor y el odio, en la traición y la venganza, en las expectativas y las decepciones, en la conveniencia de los matrimonios y en los caldos se cuecen en las camas en las que estos duermen cada día.
     Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto 100 libros: 96/100 
  •  Reto Novela Histórica: 14/15
  

10 comentarios:

  1. Ay Lidia, qué novela... No sé si has visto la adaptación cinematográfica, pero es una de mis películas favoritas: dos actores enormes en estado de gracia y una fotografía maravillosa. En mi caso, leí el libro de Somerset Maugham después de haber visto la película y decir que me resultó amargo es quedarse muy muy corto. Por una vez, yo me quedo con la peli.
    Besotes.

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  2. He visto la película y sí que me gusto, el libro no se...Besotes

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  3. He visto la película y la encuentro genial.. no sabía que hubiera el libro
    me lo voy a mirar, porque a Somerset hay que tenerlo en cuenta
    gracias por la reseña
    un besito

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  4. ¡Hola!
    Hace poco encontré este libro en una librería de segunda mano por dos euritos y lo compré. Es tan corto que seguramente me ponga a leerlo en una tarde de esas desocupadas (que parecen no existir xD), pero ya me habían avisado que era "machista". Aún así, tengo ganas de leerlo a ver que me parece a mi.
    ¡Un beso!

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  5. Forma parte de mi enorme lista de pendientes este libro. Después de leerte, no voy a quitarla de ahí, pero sí voy a bajar mis expectativas, por si acaso.
    Besotes!!!

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  6. Pues no sé, no termina de convencerme...
    Besos!

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  7. PArece bastante d emi estilo, quizás le de una oporutnidad <3

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  8. Este lo quiero!
    Lo tengo apuntado desde hace mil =)

    Besotes

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  9. después de leer tu reseña y los comentarios, creo que me pondré a buscar la película ;)
    un beso,
    Ale

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