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jueves, 7 de marzo de 2013

"Diario I. 1931-1934", de Anaïs Nin: el diario como herramienta para canalizar la furia creativa

   Aprovecho el Mes En Femenino de Momentos de Silencio Compartido y la Quincena Erótico-Festiva de Libros que hay que leer para rescatar esta reseña de Anika entre Libros. Y no porque éste sea un libro erótico (aunque sexo hay) sino porque Anaïs Nin fue una de las primeras mujeres que abordó la literatura de este género, tal y como conté en la reseña de Delta de Venus


DIARIO I. 1931-1934
(The Diary of Anaïs Nin, Volume I: 1931-1934, 1969)
Anais Nin

Editorial RBA
Colección Narrativas

© Anaïs Nin, 1969
© RBA Libros, 2009
© Traducción de Enrique Hegewicz, 1977
1ª Edición, Junio 2009

Género: Diario. Narrativa autobiográfica, literatura, creación literaria, surrealismo, vanguardias literarias, literatura y mujer, psicoanálisis, lite
ISBN: 9788498675597
416 Páginas

   
Argumento:
  
  El alma de Anaïs Nin es la auténtica protagonista de este diario, en el que vuelca sus miedos, sus inquietudes, sus traumas, sus dudas, sus reflexiones literarias y sus vivencias bohemias en el París de los años 30. Un diario que es un cuaderno de notas, un libro de bitácora vital, una pista de pruebas creativas, una adicción, el reflejo de una época y una forma de vida, el punto de partida para tantas cosas y el lugar al que volver para refugiarse del mundo exterior.

Opinión:
  
    Hay autores que utilizan las drogas, el sexo, la ira o el amor para canalizar su energía creativa; Anaïs Nin utilizaba su diario. Un diario que es más que una narración de los acontecimientos más importantes, de la relación con personajes famosos, con su familia o con sus psicoanalistas; es una indagación en su personalidad múltiple, en sus traumas, en su camaleónica forma de ser y en su sentimiento de dualidad interna, dividida entre la mujer y la escritora. Y, por supuesto, una pista de pruebas en la que ensayar formas y técnicas narrativas, retratos, descripciones… que luego depurará o utilizará directamente en sus creaciones y un oasis donde desahogar todo lo que la autora lleva dentro y no cabe dentro de la literatura. Al menos, de la literatura tal y como ella la entiende.
   Estas son las razones por las que los diarios de Anaïs Nin son tan ricos: porque retratan la vida intelectual y creativa de una época muy fecunda para la cultura universal (en este caso, los años 30); porque ahondan en la reflexión sobre la materia literaria, sobre los hábitos a la hora de escribir, sobre los distintos talantes creativos, sobre el modo de encarar la tarea de elaborar una novela, sobre los diferentes procesos que implica, sobre la influencia de unos autores y unas obras sobre otros y, en el caso concreto de Anaïs Nin, sobre la especial condición de la mujer literata, de la mujer artista; y porque indaga en la propia personalidad de la autora, en su forma de comportarse, de ver y entender el mundo, en sus taras y sus anhelos, en sus sufrimientos y su entrega hacia los demás.

   La vida intelectual y creativa queda reflejada en sus relaciones con el escritor Henry Miller, con el polifacético (dramaturgo, actor, novelista, poeta…) Antonin Artaud, creador del Teatro de la crueldad; o con el psicoanalista Otto Rank. Miller y Nin establecieron un vínculo personal y profesional que les llevó a confiar plenamente el uno en el otro en todos los ámbitos. Tanto es así, que Miller entrega sus obras a la autora (como se cuenta al final de este primer diario, el escritor publicará su famosísimo Trópico de cáncer financiado por Anaïs) y tanto su esposa como él mantienen una relación de amor y amistad con ella. Este triángulo y las dudas de unos (sobre todo de Miller) sobre los sentimientos de los otros dos reproduce en buena medida la relación descrita por Proust en La prisionera, quinta entrega de En busca del tiempo perdido. De hecho, las referencias al autor francés son constantes en la primera parte del diario.
    Un diario que a la autora le sirve para indagar en la creación literaria y en su condición de mujer. Anaïs se enfrenta a un modelo de literata que se esconde detrás de un pseudónimo o de unas técnicas narrativas masculinas. Ella quiere ser mujer y quiere ser artista y lucha por conseguirlo. En medio sitúa la enfermedad mental, la neurosis, de la que es tratada por dos psicoanalistas diferentes, con métodos bien diferentes y resultados también dispares. Nin quiere romper una de las máximas de Rank: cuando se curan de la neurosis, las mujeres entran en la vida; los hombres, en el arte. Por eso, una parte de sí misma reniega de la curación y prefiere continuar sintiéndose como un espejo roto, cuyos fragmentos reflejan una personalidad diferente, acomodada a las necesidades de la persona con la que se encuentre en cada momento.
   La autora reflexionará con especial empeño en la relación que mantiene con su padre, a quien no veía en años. De hecho, explica que comenzó a escribir su diario como una forma de comunicarse con él, quien abandonó a su familia cuando Anaïs tenía once años. Recuperado, vivirán una relación de amor y mentiras en la que ambos pugnarán por encontrar en el otro un reflejo de sí mismos, buscando las similitudes y diferencias entre ellos. Ese abandono marcará la vida de Anaïs y su relación posterior con su padre, su madre y sus hermanos.
   Si dolorosa es para la autora la relación con su padre, no menos lo será una de las vivencias que describe en la parte final de este primer diario: el aborto que sufre, embarazada de seis meses. El terrible sufrimiento que experimentó durante las horas que estuvo de parto, un parto que tuvo como resultado una niña muerta, queda milimétrica y desgarradoramente reflejado en estas páginas, que finalizan con el viaje de Nin desde Francia (donde se ha desarrollado prácticamente toda la obra) a Nueva York.
   Anaïs brilla con luz propia, es distinta a las demás mujeres, se niega a la normalización, a vestir como mandan los cánones estéticos o las modas, a vivir como marcan las reglas, a sentir como dicta la sociedad. Así lo atestigua su diario, una obra que suma un total de 35.000 páginas, publicada en siete tomos, algunos de los cuales fueron revisados una vez fallecidos los personajes de los que se hablaba en ellos. Un testimonio de una época y de un estilo de vida singular, de una personalidad arrolladora, de una escritora única, de una mujer excepcional.
   Enlace a la publicación original en Anika entre Libros. 
   Nos seguimos leyendo

11 comentarios:

  1. No lo conocía, pero aunque tu reseña es magnifica la obra no me seduce demasiado. Un besazo.

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    1. El género biográfico es un género especial, no a todo el mundo le gusta y además el personaje tiene que tener peso para que te atraiga. Y lo peor de este libro es que, en teoría, son como siete diarios y creo que en español sólo éste... o éste y otro. O sea que un poco patatilla, la verdad. Pero bueno, yo disfruté mucho con éste.
      Besos!

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  2. Me parece una lectura interesantísima. Me la apunto para hacerme con ella.
    Un beso.

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  3. He leído a Nin, pero no su diario. Me lo apunto, porque me ella me encanta.

    Un besazo

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    1. A mí me gustó mucho el diario, porque habla mucho de su proceso de creación y de lo difícil que es para ella abrirse camino como mujer. Me resultó muy interesante, la verdad.
      Besos!

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  4. No lo conocía, creo que pude ser una lectura interesante =)

    Besotes

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    1. Sí que interesante. Yo creo que aunque no haya leído nada de la autora, está muy bien por el retrato de la época, la psicología y sus problemas como mujer.
      Besos

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  5. No conocía a la autora. No creo que me anime con su Diario, aunque tu reseña es fantástica. Quizás busque alguno de sus libros y le dé así una oportunidad a este género.
    Besotes!!!

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    1. Yo también estoy descubriéndola como literata, porque no he leído todas sus obras, estoy en ello.
      Besos!

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