Páginas

viernes, 17 de febrero de 2017

"Los trabajos de Persiles y Sigismunda", de Miguel de Cervantes:

 Durante el año pasado, quise aprovechar el aniversario de la muerte de Cervantes para ponerme al día con su obra. Entre los títulos que leí estaba este, que reseñé para Anika entre Libros y hace unas semanas y que ahora traigo hasta el blog.


Título: Los trabajos de Persiles y Sigismunda
Título Original: (Los trabajos de Persiles y Sigismunda, 2016)
Editorial: Penguin Clásicos
Colección: Penguin clásicos
Copyright:
© Introducción, edición y apéndices: Isabel Lozano-Renieblas, 2016
© Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., 2016
Edición: 1ª Edición: Febrero 2016
ISBN: 9788491051640
Tapa: Blanda
Etiquetas: aventuras, clásicos, amor, intriga, literatura española, novela, viajes, alegorías, novela bizantina
Nº de páginas: 496

Argumento:
Periandro y Auristela se hacen pasar por hermanos mientras viajan por medio mundo, corren aventuras y conocen a personajes de lo más singulares. Solo al final descubriremos quiénes son en realidad, cuál es el vínculo que los une y el porqué de todas sus peripecias.

Opinión:

Si con "El QuijoteCervantes escribió una novela de caballerías que superaba a todas las demás novelas de caballería y que utilizaba todos sus tópicos y convenciones para dinamitar el género desde dentro y crear una suerte de parodia mágica e inmortal, algo parecido hace con "Los trabajos de Persiles y Sigismunda": elige un género en el que enmarcar su obra y luego hace y deshace tópicos y códigos hasta conseguir una novela que supera a todas las demás de su género. Incluso, a todas las demás de su producción, al menos desde el punto de vista del propio autor que siempre consideró que esta, publicada en 1617, era su mejor obra.
Como bien explica Isabel Lozano-Renieblas en la introducción que abre la obra, Cervantes rehízo la novela bizantina o de aventuras para conseguir algo que va más allá de ella y que, por lo tanto, se ha leído de forma muy diferente a lo largo de los siglos. De hecho, más allá de las aventuras que corren y de los personajes con los que se van encontrando y cuyas historias van descubriendo a medida que avanza el viaje, se puede hacer una lectura alegórica, simbólica, llena de significados diferentesa lo explicitado en el  texto a lo largo de toda la obra.
El autor alcalaíno se sirve de convenciones propias del género, como la sucesión de peripecias, el viaje, los peligros, las pruebas, etcétera para crear una novela diferente, que tiene un hilo conductor subyacente (cuya intriga irá siendo desvelada poco a poco) pero que también mantiene una de las características más típicamente cervantinas: el hecho de que los protagonistas se vayan cruzando en su camino con toda suerte de personajes que les van contando sus historias, de manera que, en el fondo, la novela es una suerte de cuento enmarcado (de novela enmarcada, dada su amplitud) en el que la trama principal se va enriqueciendo con montones de subtramas que tienen interés e importancia desde que aparece el personaje que las protagoniza hasta que este desaparece.
Esta característica también da pie a otro de los elementos que más me han llamado la atención de la novela: las aventuras no son vividas, son narradas. Es decir, no vives la aventura con el personaje (algunas sí, pero muchas no) sino que es el personaje el que, a posteriori, cuenta la peripecia en la que se vio envuelto. De esta manera, se deja ligeramente a un lado la inmediatez y la tensión de lo que se está viviendo en el momento y se añade un poso de reflexión y análisis de lo ocurrido.

Así pues, Cervantes vuelve a ofrecernos una novela redonda, magnífica, intricada y llena de peripecias que demuestra su don como narrador y, sobre todo, como innovador literario. Una auténtica joya.

    Enlace a la reseña original.
   Nos seguimos leyendo.

1 comentario:

  1. Muy buena reseña. Y un clásico que aún no he leído, pero que tengo que leer.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar