Título: Besos sabor a café
Autora: Raquel Antúnez
Editorial: Autopublicado
Género: novela romántica, erótica
Páginas: 248
Publicación: Diciembre 2016
- ASIN: B01MTRRWWD
La vida de Adriana es un auténtico desastre, la relación con Álvaro pasa por una grave crisis desde hace años, pero le asaltan dudas y sobre todo ¿cómo dejarlo y regresar con su familia a Canarias con los problemas económicos a los que se enfrenta?
En medio de todo este caos, aparece alguien especial que vuelve el mundo de Adriana del revés. ¿Quién es realmente ese hombre que le hace perder la cabeza hasta llegar al ridículo? ¿Dónde vive? ¿En qué trabaja? Probablemente le separan al menos veinte años y un montón de cosas más, pero ¿podrá dejar pasar el amor una vez que vuelve a cruzarse en su vida? Huir no es la solución, es momento de tomar decisiones.
Gané un ejemplar digital de esta novela gracias al sorteo que Adictos a los Libros realizó tras finalizar el Reto Leemos en Digital del año pasado así que he querido aprovechar el Mes del Amor de Libros que hay que leer para leerlo, porque si no... sabía que me iba a costar más leer una novela romántica. Y ahora, te cuento mis impresiones sobre una novela que es más de lo que parece.
Raquel Antúnez se ha especializado en novela romántica y creo que le ha cogido bien el ritmo y la intriga necesarias para sustentar este tipo de obras. Es cierto que siempre tienen un componente previsible pero también es verdad que la autora maneja bien los tempos que requiere el género. Así, conocemos a una Adriana que intenta salir a flote de la crisis personal en la que el paro le ha sumido mientras capea el temporal que supone vivir inmersa en una relación que ya no es no es lo que era.
Con estos dos frentes emocionales abiertos, Adriana se refugia en el deporte y en las fantasías con un hombre con el que coincide todos los días en el parque cuando sale a correr. Un hombre bastante mayor que ella que, sin embargo, le tenderá una mano cuando más lo necesita.
Y así, Adriana va saliendo a flote en lo laboral mientras continúa hundiéndose en lo personal. A poco que me conozcas, adivinarás que esta es la parte que más me ha gustado del libro: Adriana acaba convirtiéndose en una mujer maltratada. Creo que Antúnez refleja muy bien tanto la estupefacción por el giro radical que da la pareja de la protagonista en cierto momento como la vergüenza y el miedo que ha de sentir una mujer que, de repente, se vea conviviendo con un hombre alcoholizado, violento, celoso y dominador. Me ha gustado mucho que la autora (de una forma valiente, creo yo) mezcle un tema tan controvertido y que tanta denuncia pública y privada merece y necesita con un género tan, en principio, alejado de una cuestión social tan polémica como esta. Considero que este matiz le da profundidad a la novela y (espero) puede dar que pensar a lectores y lectoras acostumbradas al tratamiento más descafeinado de la realidad que encontramos en algunas novelas.
Tanto me ha gustado cómo la autora maneja el tema de la violencia de género que me hubiera encantado un mayor desarrollo, más profundidad, aunque creo que lo esencial está sobre la mesa (reacciones, denuncias, apoyo del entorno, firmeza ante el agresor...).
Antúnez mezcla, así, dos grandes temas de reflexión y análisis en su novela: la crisis económica y sus consecuencias (monetarias pero también emocionales) y la violencia de género. Ambas contribuyen a que esta novela tenga poso y a que no sea una mera novelita romántica con final feliz.
Sin embargo, personalmente me han sobrado las escenas eróticas. Comprendo que lo erótico está de moda y que, hasta cierto punto, los lectores de romántica ya esperan el guiño erótico en las páginas de la novela pero a mí me ha interrumpido la lectura de una historia que yo consideraba más interesante, en vez de hacerme disfrutar con la propuesta sexual de los protagonistas de la obra. Pero todo va en gustos.
También me ha gustado el carácter de esta Adriana que conocemos en sus horas bajas pero que está llena de determinación y reacciona (creo yo) de forma bastante verosímil a los reveses que le está dando la vida. Cierto es que yo no haría alguna de las cosas que ella hace pero no por ello ella está equivocada y yo tengo la razón; cada uno hacemos lo que podemos o lo que queremos en determinadas circunstancias.
En definitiva, Antúnez nos presenta una novela solvente y entretenida, que abre la puerta a la reflexión sobre temas importantes al mismo tiempo que permite disfrutar de una buena ración de amor con sus gotitas de sexo.
Nos seguimos leyendo.
Raquel Antúnez se ha especializado en novela romántica y creo que le ha cogido bien el ritmo y la intriga necesarias para sustentar este tipo de obras. Es cierto que siempre tienen un componente previsible pero también es verdad que la autora maneja bien los tempos que requiere el género. Así, conocemos a una Adriana que intenta salir a flote de la crisis personal en la que el paro le ha sumido mientras capea el temporal que supone vivir inmersa en una relación que ya no es no es lo que era.
Con estos dos frentes emocionales abiertos, Adriana se refugia en el deporte y en las fantasías con un hombre con el que coincide todos los días en el parque cuando sale a correr. Un hombre bastante mayor que ella que, sin embargo, le tenderá una mano cuando más lo necesita.
Y así, Adriana va saliendo a flote en lo laboral mientras continúa hundiéndose en lo personal. A poco que me conozcas, adivinarás que esta es la parte que más me ha gustado del libro: Adriana acaba convirtiéndose en una mujer maltratada. Creo que Antúnez refleja muy bien tanto la estupefacción por el giro radical que da la pareja de la protagonista en cierto momento como la vergüenza y el miedo que ha de sentir una mujer que, de repente, se vea conviviendo con un hombre alcoholizado, violento, celoso y dominador. Me ha gustado mucho que la autora (de una forma valiente, creo yo) mezcle un tema tan controvertido y que tanta denuncia pública y privada merece y necesita con un género tan, en principio, alejado de una cuestión social tan polémica como esta. Considero que este matiz le da profundidad a la novela y (espero) puede dar que pensar a lectores y lectoras acostumbradas al tratamiento más descafeinado de la realidad que encontramos en algunas novelas.
Tanto me ha gustado cómo la autora maneja el tema de la violencia de género que me hubiera encantado un mayor desarrollo, más profundidad, aunque creo que lo esencial está sobre la mesa (reacciones, denuncias, apoyo del entorno, firmeza ante el agresor...).
Antúnez mezcla, así, dos grandes temas de reflexión y análisis en su novela: la crisis económica y sus consecuencias (monetarias pero también emocionales) y la violencia de género. Ambas contribuyen a que esta novela tenga poso y a que no sea una mera novelita romántica con final feliz.
Sin embargo, personalmente me han sobrado las escenas eróticas. Comprendo que lo erótico está de moda y que, hasta cierto punto, los lectores de romántica ya esperan el guiño erótico en las páginas de la novela pero a mí me ha interrumpido la lectura de una historia que yo consideraba más interesante, en vez de hacerme disfrutar con la propuesta sexual de los protagonistas de la obra. Pero todo va en gustos.
También me ha gustado el carácter de esta Adriana que conocemos en sus horas bajas pero que está llena de determinación y reacciona (creo yo) de forma bastante verosímil a los reveses que le está dando la vida. Cierto es que yo no haría alguna de las cosas que ella hace pero no por ello ella está equivocada y yo tengo la razón; cada uno hacemos lo que podemos o lo que queremos en determinadas circunstancias.
En definitiva, Antúnez nos presenta una novela solvente y entretenida, que abre la puerta a la reflexión sobre temas importantes al mismo tiempo que permite disfrutar de una buena ración de amor con sus gotitas de sexo.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 8/100
- Reto Genérico: 6 (1/3 amorosos)/40
- Reto 25 españoles: 6/25
- Reto Autores de la A a la Z: A 6/25
- Reto Leemos en Digital: 3/12
- Reto Libros Autoeditados: 1
Esta vez no creo que me anime, que ya sabes que no es muy de mi estilo.
ResponderEliminarBesotes!!!