Título: La hora de la araña
Autor: James Patterson
Editorial: Duomo Ediciones
Género: novela policíaca, thriller
Páginas: 544
Publicación: Enero 2017
ISBN: 9788416634330
Gary quiere sembrar el terror en la ciudad.
Desea cometer el crimen del siglo.Alex, brillante detective y psicólogo que sabe entrar en la mente de los asesinos en serie, intentará detenerlo. ¿Lo logrará?La hora de la araña ya ha llegado.Maggie Rose, la hija de una famosa actriz de Hollywood, ha sido secuestrada. También el hijo del secretario del Tesoro. La vida de ambos pende de un hilo y no hay tiempo que perder. Están en manos de Gary Sonejl, un asesino en serie que desea ser el centro de atención y que desde hace años tiene un objetivo: cometer el crimen del siglo.
Alex Cross es un sagaz detective de la Brigada de Homicidios y también psicólogo. Vive y trabaja en Washington. Es un tipo duro, que ha crecido en la calle y a quien le encanta su trabajo, pero, por encima de todo, adora a sus dos hijos. Hará todo lo posible para impedir los planes de Gary, aunque entrar en la mente de un psicopáta no será su único reto. Escondido entre los hilos de la tela de la araña, le espera algo mucho más terrorífico, algo que acecha su vida y la de su familia.
Me gustó mucho Vías cruzadas así que cuando Duomo me ofreció reseñar esta entrega protagonizada por Alex Cross, no me lo pensé. Poco después, Libros que hay que leer convocaba una lectura conjunta de la novela y, aunque al final las circunstancias han hecho que vaya un poco por mi cuenta en la lectura, me apunté porque un libro compartido siempre sabe mejor. Y ahora te cuento mis impresiones sobre la obra.
Lo primero que habría que advertir es que La hora de la araña es bastante anterior a Vías cruzadas. De hecho, esta es la primera entrega protagonizada por Alex Cross, publicada allá por 1993, mientras que Vías cruzadas era la última cuando la leí. Pero he de decir que, en contra de lo que me ha pasado con otros libros de los 90 que he leído ahora, no me ha parecido que haya envejecido mal. Todo lo contrario: creo que sigue siendo actual, que el ritmo de la novela te atrapa, que los temas tratados siguen siendo interesantes y que, realmente, lo único que se echa de menos son los móviles.
Alex Cross se nos presenta como un detective implicado no solo en su trabajo sino también con su familia (que acaba de pasar un gran golpe), sus amigos y la comunidad en la que vive. Perseverante y luchador, Cross no se conforma con las primeras impresiones ni con las versiones oficiales y suele seguir los casos incluso cuando se dan por cerrados.
Es lo que ocurre en este, un caso francamente retorcido (y muy interesante, claro está) que reflexiona sobre la frontera entre la enfermedad mental y la maldad pura y dura gracias a un personaje tan fascinante como deleznable: Gary, el antagonista de la novela, y sus dos personalidades diferentes: la del psicópata que busca ser alguien, cueste lo que cueste; y la del pusilánime padre de familia, incapaz de luchar ni por los suyos.
La psicología tiene, pues, gran peso en la novela, no solo por el caso, sino por la doble condición del protagonista: es detective pero también es psicólogo. Lo cual da mucho juego para la trama.
Además del caso en sí, la novela nos muestra el entorno familiar de Cross y una aventura amorosa que vive durante sus páginas, lo que nos permite conocer al personaje en muchas más facetas que su condición de policía.
Esta aventura amorosa también permite introducir un tema interesante y que, por lo que se ve (se habla de él en los dos los libros de Cross que he leído), tiene larga trayectoria en la saga: la cuestión racial. Cross es negro y en no pocas ocasiones reflexiona sobre el trato diferente que recibe el colectivo o, por ejemplo, también está el rechazo a parejas interraciales, como le ocurre a él con Jezzie durante la novela.
Además de este tema, la obra también reflexiona sobre la familia, la codicia, los límites del ser humano, la mente humana, la influencia determinante de nuestros padres, su ideología y el trato que nos dieron en nuestro carácter y hasta qué punto el dinero puede llevarnos por el camino del mal.
Así pues, me ha encantado leer esta novela que tiene un ritmo que consigue que te metas en ella desde la primera línea y un personaje carismático que seduce con mucha facilidad al lector (también con sus contradicciones, sus errores y sus defectos). Que siga protagonizando novelas de éxito 25 años después da buena muestra de lo que digo.
Nos seguimos leyendo.
Lo primero que habría que advertir es que La hora de la araña es bastante anterior a Vías cruzadas. De hecho, esta es la primera entrega protagonizada por Alex Cross, publicada allá por 1993, mientras que Vías cruzadas era la última cuando la leí. Pero he de decir que, en contra de lo que me ha pasado con otros libros de los 90 que he leído ahora, no me ha parecido que haya envejecido mal. Todo lo contrario: creo que sigue siendo actual, que el ritmo de la novela te atrapa, que los temas tratados siguen siendo interesantes y que, realmente, lo único que se echa de menos son los móviles.
Alex Cross se nos presenta como un detective implicado no solo en su trabajo sino también con su familia (que acaba de pasar un gran golpe), sus amigos y la comunidad en la que vive. Perseverante y luchador, Cross no se conforma con las primeras impresiones ni con las versiones oficiales y suele seguir los casos incluso cuando se dan por cerrados.
Es lo que ocurre en este, un caso francamente retorcido (y muy interesante, claro está) que reflexiona sobre la frontera entre la enfermedad mental y la maldad pura y dura gracias a un personaje tan fascinante como deleznable: Gary, el antagonista de la novela, y sus dos personalidades diferentes: la del psicópata que busca ser alguien, cueste lo que cueste; y la del pusilánime padre de familia, incapaz de luchar ni por los suyos.
La psicología tiene, pues, gran peso en la novela, no solo por el caso, sino por la doble condición del protagonista: es detective pero también es psicólogo. Lo cual da mucho juego para la trama.
Además del caso en sí, la novela nos muestra el entorno familiar de Cross y una aventura amorosa que vive durante sus páginas, lo que nos permite conocer al personaje en muchas más facetas que su condición de policía.
Esta aventura amorosa también permite introducir un tema interesante y que, por lo que se ve (se habla de él en los dos los libros de Cross que he leído), tiene larga trayectoria en la saga: la cuestión racial. Cross es negro y en no pocas ocasiones reflexiona sobre el trato diferente que recibe el colectivo o, por ejemplo, también está el rechazo a parejas interraciales, como le ocurre a él con Jezzie durante la novela.
Además de este tema, la obra también reflexiona sobre la familia, la codicia, los límites del ser humano, la mente humana, la influencia determinante de nuestros padres, su ideología y el trato que nos dieron en nuestro carácter y hasta qué punto el dinero puede llevarnos por el camino del mal.
Así pues, me ha encantado leer esta novela que tiene un ritmo que consigue que te metas en ella desde la primera línea y un personaje carismático que seduce con mucha facilidad al lector (también con sus contradicciones, sus errores y sus defectos). Que siga protagonizando novelas de éxito 25 años después da buena muestra de lo que digo.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 10/100
- Reto Genérico: 8 (1/2 thrillers)/40
- Reto Olvidados: 1
- Reto Sabuesos: 2