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viernes, 24 de junio de 2016

"Martina con vistas al mar" (Horizonte Martina #1), de Elísabet Benavent: más Benavent en una historia gastronómica

  Me gustan mucho los libros de Elísabet Benavent porque, aunque es novela romántica y erótica, presenta unos modelos de mujer que se ajustan bastante a lo que yo entiendo que es una mujer y una relación con un hombre (o con varios, como ocurre en su anterior trilogía). Por eso, en cuanto ofrecieron esta bilogía para reseñar en Anika entre Libros supe que sería mía. Y ahora la traigo al blog.

http://www.megustaleer.com/libro/martina-con-vistas-al-mar-horizonte-martina-1/ES0144173Título: Martina con vistas al mar (Horizonte Martina I)
Título Original: (Martina con vistas al mar, 2016)
Autor: Elísabet Benavent
Editorial: Suma de Letras Colección: Fuera de Colección


Copyright:
© Elísabet Benavent Ferri, 2016
© Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., 2016
Edición: 1ª Edición: Enero 2016
ISBN: 9788483658482
Tapa: Blanda
Etiquetas: amistad, amor, erótica, gastronomía, música, literatura española, Madrid, novela, novela de personajes, sagas, bilogías, sexo, parejas, pandilla, madurez, sentimientos, restaurantes, cocina
Nº de páginas: 672


Argumento:

Martina es una gran cocinera pero tan contenida que ella misma piensa que es un poco robot. Martina adora a Pablo Ruiz, chef de renombre, innovador y apasionado. Pablo es todo lo contrario: puro impulso, puro sentimiento. A veces demasiado. Así que cuando se junten, está claro que saltarán chispas.


Opinión:


   Elísabet Benavent ha conseguido dar con la fórmula mágica que le permite escribir sagas diferentes pero totalmente reconocibles, de tal manera que ha logrado crear un universo coherente que, incluso, podría ser compartido por todos los personajes que ha ido creando a lo largo de los años.
   Todas sus novelas comparten, pues, una serie de ingredientes comunes: amor, amistad, una pandilla de chicas y sus vivencias laborales, sentimentales y personales; erotismo, un escenario urbano (Madrid), buen rollo, emociones, un lenguaje directo, un estilo sencillo, un ritmo ágil y un argumento que atrapa a quien guste del género.
   Volvemos a encontrar todos estos elementos, que ya se han convertido en marca personal de la autora, en esta nueva saga (bilogía, en este caso) que nos traslada al mundo de la gastronomía y los restaurantes más experimentales y exitosos.
   Dos serán los personajes que se desenvuelvan en este contexto, los dos centrales: Martina y Pablo. Dos personajes totalmente opuestos (Martina es pura contención mientras Pablo es adrenalina, energía y pasión) que acabarán atrayéndose como imanes cuando ella comience a trabajar en el restaurante de él.
   Benavent aliña el plato principal que conforman estos dos personajes con un surtido de secundarios con bastante peso en las subtramas que se desarrollan de forma paralela. Subtramas encabezadas por Sandra y Amaia, las dos amigas y compañeras de piso de Martina, y sus problemas sentimentales y laborales.
   A pesar de esta división en tres subtramas diferentes, será Martina la que ejerza de narradora de todas ellas (como también suele ser habitual en las novelas de Benavent), de manera que las historias llegan al lector a través de la voz en primera persona de la protagonista y de su filtro personal: en varias ocasiones, Martina analiza lo que hacen sus amigas y, hasta cierto punto, juzga sus decisiones. Incluso llega a saber más que ellas, lo que la convierte en una suerte de voz narradora omnisciente cuando no lo es. Es este uso de la voz narradora el que más hace saltar mis alarmas de verosimilitud porque no paro de pensar "¿y cómo sabe Martina esto?", sobre todo en un momento dado en el que dice explícitamente que su amiga le contó otra cosa. Ciertamente, es un recurso que da mucha frescura a la novela (da la impresión de que es la propia Martina la que te está contando la historia mientras toma un café con el lector) y unifica todas las tramas, pero nunca puedo evitar que me asalten esas preguntas cuando leo los libros de Benavent.
   Junto a la voz de Martina, también escuchamos de Pablo, quien narra algunos de los episodios de la novela, también en primera persona, creando un contrapunto muy interesante y enriquecedor para la trama.
   Tanto las voces narrativas en primera persona como el lenguaje coloquial (que podría considerarse incluso vulgar o soez por la gran cantidad de tacos y expresiones mal sonantes que incluye, pero que también son marca de la casa) contribuyen a generar cercanía en el lector, potencian que este empatice con los personajes y que se involucre en sus historias hasta devorar los libros, a pesar del número de sus páginas. A propósito de este tipo de lenguaje he de decir que me parece interesante el contraste que propone respecto al género romántico y a sus convenciones tradicionales. Es una forma de transgredirlas y, creo yo, de actualizarlas.
   Benavent reflexiona e invita a pensar en esta bilogía sobre el poder de la pasión (no solo erótica sino entendida como un enamoramiento de todas y cada una de las parcelas de tu ser, que te hacen vivir la vida de una forma tremendamente intensa) y sus peligros, sobre el punto contrario: la contención casi casi inhumana; sobre la necesidad de expresar nuestros sentimientos y emociones y, sobre todo, sobre el deber de sentirlos; sobre esas veces en las que nuestra vida entra en una vía muerta de la que no nos atrevemos a salir, por comodidad, por miedo, por pereza...; sobre la amistad, sobre el amor, sobre el matrimonio o sobre qué es necesario para que una pareja llegue a buen puerto.
   La autora sabe mantener el ritmo de la historia, ir gestionando los nudos y las subtramas y, sobre todo, crear un clímax final que se convierte en un auténtico gancho para continuar leyendo la segunda parte.
   Solo hay una cosa que no me ha gustado: siendo esta una obra tan moderna, actual e incluso transgresora en algunos sentidos, me ha sorprendido (y disgustado) que Martina no reaccione con más rotundidad cuando Pablo la humilla en público y, sin embargo, sí reaccione de tal forma al final, cuando descubre que el chef le ha mentido y le ha ocultado una parte importante de su vida (que, por otra parte, era fácil de adivinar y, además, tampoco me parece tan grave). Creo que la situación actual frente a la violencia de género debe llevarnos a salir corriendo ante cualquier menosprecio y/o humillación pública o privada, por muy justificada por su carácter que esté. De hecho, creo que ese es el problema: que justificamos según qué cosas en el carácter, la pasión o, incluso, el amor y no deberíamos hacerlo. Y qué mejor manera de sacar a la luz socialmente este tipo de situaciones que a través de un libro que aboga por las relaciones de pareja diferentes y por una vivencia del sexo y del amor en total libertad.
   En cualquier caso, Benavent nos vuelve a ofrecer una obra divertida, amena, cercana, con alto contenido sexual y directa que reflexiona sobre el poder del amor y de la pasión y sobre sus límites.
   Enlace a la reseña original.
   Nos seguimos leyendo.

6 comentarios:

  1. Paso de puntillas ya que la tengo pendiente. Me gusta mucho esta autora y parece que no decepciona esta vez.

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  2. También me gustó y lo disfruté bastante, más que el segundo.
    Un beso ,)

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  3. Aunque leo cosas positivas sobre esta autora, la verdad es que siguen sin llamarme sus libros.
    ¡Besos!

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  4. Lo has puesto muy bien así que tal vez me anime, quiero darle una segunda oportunidad a esta autora porque su trilogía alguien que no soy me dejo con una sensación bastante mala y quería resarcirme con otra lectura para comparar.

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  5. No son libos que me llamen, así que esta vez lo dejo pasar.
    Besotes!!!

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  6. Yo les tengo ganas, aunque me gustaría leer antes los de Valeria =)

    Besotes

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