Amigos aliados invisibles

  Las lideresas de mi secta favorita (y la única de la que soy miembro) nos proponen esta vez participar en una iniciativa muy propia de estas fechas que me encanta: amigos aliados invisibles. Como me chiflan estas cosillas, no he dudado en apuntarme. Y como las lideresas solicitan que nos presentemos brevemente, para dar pistas a nuestro amigo o amiga invisible, pues aquí estoy para cumplir con el requisito.

  Creo que quienes leen el blog habitualmente ya saben que soy periodista y que ejercí como tal durante más de diez años. En 2009 cerraron el periódico en el que trabajaba y, desde entonces, he emprendido un proceso de reinvención que me gustaría pensar que ha finalizado y que he encontrado un nuevo lugar en el mundo (y en el mercado laboral) gracias a los cuentos y a la literatura. Y que, encima, me hace muy muy muy feliz.

  Así que desde hace ya casi dos años me dedico a contar cuentos,

 

a impartir talleres (de escritura, de lectura, de redacción, de comunicación oral, de blogger, de redes sociales y de casi cualquier cosa que tenga que ver con leer y/o con escribir),

a dar charlas sobre literatura,

 

y pergeñar todo tipo de actividades de animación a la lectura para todos (desde bebés que aún no han nacido y están en la barriguita de sus mamás a adultos, a través de los clubes de lectura, pasando por los niños de mis ojos y los talleres y clubes que hago con ellos, que se han convertido en mi motor)

 

Y por si todas estas pistas fueran pocas, confieso mi vicio más vicioso: los productos de papelería. ¡Me gustan todos! Y, además, últimamente siento una necesidad especial de rodearme de cosas bonitas...

 

 Así que ya conoces otra faceta de mí, de la que hablo en este post con más detalle que de costumbre y, sobre todo, con más fotos. 

Nos seguimos leyendo.