"Impostores", de Lisi Harrison: el inicio de una saga que promete

Título: Impostores
Autora: Lisi Harrison
Editorial: Anaya
Género: novela juvenil
Páginas: 303
Publicación: mayo 2015
ISBN: 978-84-678-7134-0

 Tres chicas, dos chicos y cinco diarios secretos. Son los cinco de Fénix, su foto está en la página dieciocho del Anuario del Instituto Noble. Han sido elegidos. Todos pensaban que eran los estudiantes más extraordinarios de primero. Se equivocaban. Son unos impostores. Los cinco estudiantes más populares del instituto Noble tienen secretos que esconder... Secretos que han revelado en sus diarios. Ahora, uno de ellos hace públicos esos diarios para mostrar por qué los cinco son unos IMPOSTORES.

  Me gusta leer novela juvenil de vez en cuando (y más que voy a tener que hacerlo si al final salen adelante los clubes de lectura infantiles y juveniles en la Biblioteca de Azuqueca), así que cuando vi la propuesta de lectura conjunta organizada por Libros que hay que leer y El universo de los libros no me lo pensé. Tuve suerte, me tocó uno de los ejemplares en juego (¡gracias!) y pude participar en la iniciativa.
   Impostores presenta a cinco jóvenes interesantes, aunque he de decir que esta primera entrega poco más hace que eso: presentar. Durante las 303 páginas que dura este libro no llegamos al nudo de la acción, nudo que podría ser lo que ocurre al final de la obra, aunque se deja en el aire justo cuando se acaba de esbozar. Entiendo que es una saga llamada Los cinco de Fénix y conformada por seis novelas) y que hay que conseguir que el lector llegue al próximo ejemplar, pero me ha parecido demasiado facilón recurrir a un cliffhanger como cortar el nudo justo cuando empezaba a enredarse. Sí hay una introducción que plantea cuál podría ser el contenido de la saga (alguien ha robado unos diarios que está publicando, y que es lo que nosotros estamos leyendo) pero no sé si, al final, con este recurso pasará un poco lo que ocurrió en Gossip Girl: allí no eran diarios lo que publicaba sino cotilleos de unos y otros a través de un blog. Quién era el autor o autora de tales entradas se planteó, en un primer momento, como el misterio de la saga pero muy muy pronto pasó a un lugar más que secundario, porque lo importante era lo que le iba ocurriendo a los personajes mientras alguien cotilleaba sobre ellos. O sea que el misterio de quién era la chica cotilla se quedó en un mero macguffin que desencadena la acción pero poco juego más da a lo largo de la serie (hablo de la serie porque fui incapaz de leer los libros. Leí uno... y no más. Imposible).
    No sé si Harrison habrá utilizado la misma fórmula o fórmula parecida pero la impresión que a mí me ha causado es esta. Dicho lo cual he de decir que sí he disfrutado de la lectura, aunque al final me haya quedado una sensación de frustración, de vacío.
    Y digo que he disfrutado de  la novela porque los personajes dibujados por Harrison me han parecido la mar de interesantes. Creo que todos pueden dar mucho juego y, aunque, como he dicho, en esta entrega poco hacemos más que conocerlos, la presentación no se hace pesada. Hubiera estado bien un poco más de acción, pero los capítulos cortos, el hecho de que sean cinco los personajes (y que, por lo tanto, haya que invertir bastante tiempo en ir conociéndolos a todos) y el estilo rápido y ágil hacen que la lectura sea amena y ligera.
    ¿Por qué digo que hay que invertir tiempo en conocer a los personajes? A pesar de que son muy diferentes entre ellos y creo que está bastante lograda su caracterización no solo a través de lo que cuenta sino también a través de cómo lo cuenta y de que, incluso, la edición esté tan cuidada que hasta se hayan esforzado en diferenciar gráficamente cada uno de los diarios, lo cierto es que al principio cuesta saber quién es quién. Tampoco ayuda el hecho de que todos compartan personajes secundarios y que, al final, unos vayan apareciendo en el diario de los otros.
     Harrison recurre a tipos muy marcados, que en algunos casos rozan el estereotipo, (Sheridan es la aspirante a gran actriz que escribe escenas en vez de un diario; Duffy es el deportista obsesionado por su equipo y sus triunfos; Jagger es el maldito, el solitario, el castigado por la vida; Lily es la peculiar chica que ha sido escolarizada en casa hasta este momento y que acude a una institución público de educación por primera vez y Vanessa es la típica empollona empeñada en sacar las mejores notas posibles) para potenciar la diferencia entre unos y otros pero, según vamos leyendo, el estereotipo se va diluyendo a medida que vamos conociendo las razones de cada uno de ellos para abrazarse a ese modelo concreto de persona.
   En definitiva, una novela fácil de leer, que se queda en la presentación de la saga pero que tiene (para mí) los suficientes datos como para darle una oportunidad a la segunda entrega.
     Nos seguimos leyendo.

  Agradezco a la editorial el envío de este ejemplar y a Tatty y Laky, la organización del sorteo en el que me tocó este libro para participar en la lectura conjunta.

   Incluyo este libro en los siguientes retos:

• Reto Genérico: 26 (1/1 juvenil)/40 
• Reto Autores de la A a la Z: H 17/25