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viernes, 8 de mayo de 2015

"España invertebrada y otros ensayos", de José Ortega y Gasset: la reflexión que no pasa de moda

   Ortega y Gasset es, para mí, un valor seguro así que intento leer todo lo que se va reeditando. Esta reseña la hice para Anika entre Libros.

España invertebrada y otros ensayos
Título: España invertebrada y otros ensayos
Título Original: (España invertebrada y otros ensayos, 2014)
Autor: José Ortega y Gasset
Editorial: Alianza
Colección: El libro de bolsillo,Bibliotecas de autor,Biblioteca Ortega y Gasset


Copyright:
© España invertebrada. Bosquejo de algunos pensamientos históricos (1914), Herederos de José Ortega y Gasset
© Conclusión, en Apéndice (1922), Herederos de José Ortega y Gasset
© Particularismo y acción directa. Notas de fenomenología social -I. Un poco sobre perspectiva (1920), Herederos de José Ortega y Gasset
© [Militares y clases mercantiles] (1920), Herederos de José Ortega y Gasset
© Alianza Editorial S.A., 2014
Edición: 1ª Edición: Junio 2014
ISBN: 9788420686080
Tapa: Blanda, bolsillo
Etiquetas: ensayo, historia de España, política, filosofía, literatura española, orígenes, nacionalismo, sociedad española, nacionalismo vasco, sobre literatura, nacionalismo catalán, cultura española, independentismo
Nº de páginas: 168




Argumento:

Convencido de que los problemas de España hunden sus raíces en nuestra historia, Ortega y Gasset se retrotrae hasta el origen mismo de nuestra nación para encontrar allí la causa de algunos de los dilemas que el país lleva arrastrando durante décadas, como el caso de los nacionalismos. El filósofo diagnostica el origen del problema y propone una solución, que pasa por cambiar nuestra forma de entender la organización social y de valorar a nuestros dirigentes.


Opinión:

 El Ortega y Gasset más político, el más preocupado por la organización social y los problemas de España sale a la luz en estas páginas para esbozar un ensayo sobre el origen de los males españoles. Tomando la distancia que él cree necesaria para dibujar un panorama lo más completo posible, el filósofo nos lleva hasta la época del declive romano para buscarlos. Así, explica el pensador que el mero hecho de que Hispania fuera conquistada por los visigodos en vez de por los galos (que hicieron lo propio en el país vecino) ya marca diferencias entre el carácter y la forma de ser de España y Francia.
  Ortega continúa viajando a través de los siglos para hablarnos también del momento fundacional para España como nación y teorizar sobre el surgimiento de cualquier estado. Cree el filósofo que ese primer germen nacional no nace de la conquista o del sometimiento a la fuerza de los más fuertes sobre los más débiles sino que brota del compromiso mutuo de unión de dos pueblos diferentes en busca de una meta en común. Así pues, defiende que no es el pasado lo que une a un país y sus diferentes sensibilidades, sino la renuncia a los particularismos a favor de la lucha por un futuro común, el compromiso ante un objetivo por conseguir.
  El pensador reflexiona sobre los nacionalismos vasco y catalán y sitúa ambos movimientos en la tendencia general española de pérdida de territorio e influencia progresiva desde el siglo XVII. De igual modo, muestra su sorpresa por la preocupación que causa lo que él llama el "nacionalismo afirmativo" de ambas zonas frente a la falta de interés por el "nihilismo nacional" de otras regiones españolas. España ha perdido ese compromiso por el futuro, cree el filósofo, y lo realmente importante no es que haya pueblos que se quiera desgajar del tronco común, sino que no haya un proyecto colectivo para todos ellos, capaz de integrarlos, de darles sentido y de configurar la personalidad de nuestro país.
  Ortega analiza, igualmente, el modo en que se organizan las sociedades y explica que a España le falta una aristocracia que lleve las riendas del país, refiriéndose al concepto político que propone el gobierno de los mejores, de los excelentes. Según explica, los mejores son capaces de movilizar al resto de la masa social, estimulando a cada uno de sus componentes a dar, también, lo mejor de sí mismo. El filósofo se lamenta de que no solo en España falte esa aristocracia que haga del nuestro un país de excelencia, sino que aquí, en dirección opuesta, practicamos una aristofobia que nos lleva a odiar a ese colectivo de sobresalientes. La mediocridad de la masa se impone, pues, frente a la excelencia que cree podría llevar a España a un futuro mejor.
  Así pues, la regeneración del país pasa, para Ortega, por recuperar (o instaurar) un "culto al hombre selecto" que lleve a la sociedad en general a mantener un hambre de perfección capaz de hacer progresar al país entero.
  El pensador fue exponiendo, con gran éxito, todas estas ideas en sucesivos artículos en presa durante los primeros años de la década de los 20. De hecho, en la introducción de este libro se habla de las ediciones, reediciones y traducciones de este diagnóstico histórico de los males de España (aunque el propio Ortega dice que, en su momento, no permitió que la obra fuese traducida porque sería como desnudar los más profundos complejos y las taras españolas frente a naciones potencialmente enemigas). A ese germen periodístico que acabó convertido en libro, la presente edición añade dos prólogos del propio Ortega (a la segunda edición y a la cuarta) y una conclusión (en forma de Addenda) que ya se incluyó en varias de esas ediciones anteriores. Lo realmente novedoso de la publicada por Alianza este año es que ha incluido, bajo la coletilla de "y otros ensayos", dos textos inconclusos (de hecho, el último finaliza en mitad de una frase, sin terminar la idea que está desarrollando) que los expertos creen que podrían ser borradores preliminares de los escritos finales. Tanto las variaciones entre estos textos y el definitivo como algunas de las peculiaridades estilísticas de Ortega que los editores han respetado permiten al lector adentrarse en la forma no solo de pensar sino también de trabajar de uno de los grandes filósofos españoles.
   Nos seguimos leyendo.

2 comentarios:

  1. Lo tengo en casita pero la verdad es que no termino de animarme...
    Besotes!!!

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  2. El ensayo político y la filodofía no son lo mío así que lo dejo pasar.

    Un besote.

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