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miércoles, 4 de marzo de 2015

"¡Gracias!", de Charo Pita y Anuska Allepuz: preguntas y ternura

http://www.lafragatina.com/libros/%C2%A1gracias


Título: ¡Gracias!
Texto: Charo Pita
Ilustraciones: Anuska Allepuz
Editorial: La Fragatina
Género: álbum ilustrado
Páginas: 32
Publicación: Febrero 2013
ISBN: 978-84-939833-5-2

  En ¡Gracias! una nieta tiene muchas preguntas que hacer a su abuela y ésta no tiene respuestas. Lo cierto es que no hace falta saberlo todo, comprenderlo todo, analizarlo todo; muchas veces es suficiente con disfrutarlo, vivirlo y, sobre todo, agradecerlo. Un cuento verdaderamente hermoso lleno de silencios en los que la narrativa se llena del color de las delicadas ilustraciones de Anuska y el texto se abre invitándonos a callar y sentir. Y a agradecer cada una de las maravillas que nos rodean y que, por habituales, podemos dejar pasar sin atender. Un libro álbum fantástico, ideal para leer, contar, compartir, regalar y disfrutar.
   "Atardecía. Candela y su abuela charlaban sobre las cosas del mundo". Un libro que comience así no puede decepcionar jamás, máxime si Candela es una de esas niñas curiosas por naturaleza, con la cabeza llena de preguntas que no calla (quizá porque no puede pero a lo mejor porque no quiere). Preguntas sobre la naturaleza, sobre la vida, sobre el paso del tiempo, sobre la magia de los días que se suceden unos a otros. Preguntas sin respuesta que se estrellan contra el silencio de una abuela que no puede (quizá tampoco quiera hacerlo, quizá crea que Candela ha de encontrar sus propias respuestas) responder.
    Este es el panorama, evocador, simbólico y lleno de lecturas, que nos dibujan Charo Pita y Anuska Allepuz utilizando (cada una en su parcela) un lenguaje lleno de metáforas y poesía y unos trazos tiernos en los que predomina la gama fría de los azules y los violetas, rota en ocasiones por el poder de los amarillos y naranjas. Una gama que aquí se llena del calor que desprende la especialísima relación entre nieta y abuela que queda reflejada, el cariño y el respeto mutuo (es como si las propias tonalidades se sumaran al juego de opuestos que establece el texto entre el silencio -azul, frío- de la abuela y el cariño -amarillo, caliente- que se tienen y que estalla en la tierna  ilustración final-) y, sobre todo, el mensaje final de la obra: aunque la vida tenga sus misterios insondables hemos de disfrutarla cada día y dar gracias por todo lo que nos ofrece. Abuelas y nietas incluidas.
      Una obra muy especial llena de preguntas y ternura. La sal de la vida.
     Nos seguimos leyendo.

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