Colaboración: reseña de "La última vuelta del scaife", de Mercedes Pinto Maldonado, elaborada por Maica López

   Dentro de la lectura conjunta de La última vuelta del scaife, hoy publico la reseña de Maica López, otra lectora encantada con la novela de Mercedes Pinto Maldonado. Ahí van sus palabras:

 

La última vuelta del scaife nos relata la dilatada y escabrosa vida de Josué, un judío que huye de Alemania a los diecinueve años, en los albores del nazismo, empujado por un amor imposible.

El protagonista nos narra su historia desde el ocaso de su aventura vital, cuando al fin alcanza la serenidad ansiada. Educado en un ambiente judío ortodoxo, necesitará una larga “travesía por el desierto” para comprender, a través de los dos grandes amigos que encuentra en el camino, que más allá de religiones y culturas existe un denominador común a todo ser humano : la capacidad de sobreponerse al instinto de supervivencia por el bien más preciado de la humanidad, el amor. Al igual que el scaife da vueltas incansable para convertir un diamante en bruto en una cegadora estrella, la vida girará alrededor de Josué durante casi un siglo, implicándolo en las situaciones más adversas e inesperadas, hasta hacerle comprender que en realidad su viaje no era una búsqueda, sino una huida de sí mismo.

  Me gustaría agradecer, en primer lugar, a Lidia el permitirme participar en la lectura conjunta de la novela “La última vuelta del Scaife” de Mercedes Pinto, a través de su blog “Juntando más letras”. Y, en segundo lugar, a la escritora Mercedes Pinto el haberme facilitado un ejemplar de su novela para que pudiera disfrutarla. Muchísimas gracias ;)

   Han sido tres motivos, los principales, por los que me animé a participar en esta lectura conjunta: el hecho de estar enmarcada históricamente en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra Civil Española y, por el buen sabor de boca que me dejó “Maldita” otra novela preciosa de Mercedes Pinto.

  Y ahora empiezo…

  “La última vuelta del Scaife” está narrada en primera persona por Josué, un judío que aprende el oficio de pulir diamantes y que inicia un viaje hacia África en busca de fortuna para hacerse merecedor de su gran amor Abigail. Lo que él desconoce es que su gran fortuna será encontrarse con los otros dos protagonistas principales, Carlos y Kuaima. Carlos, un español católico también en busca de fortuna en el río Orange y huyendo de su “bendita” esposa y, Kuaima, un africano de la tribu himba, luchando contra la esclavitud y la injusticia hacia la esperanza de un mundo mejor para él y su familia. Y digo luchando (y no huyendo), porque para mí, él no huye, él no busca: él construye, él vive.

   Se trata de tres personajes muy diferentes entre sí pero que, a lo largo de sus aventuras y desventuras, se complementan mutuamente saliendo como máximo beneficiario Josué ya que, sus dos compañeros de viaje le aportarán valores como la amistad, la humildad, la esperanza, la bondad, la sabiduría, el respeto, la justicia, la lucha, la generosidad y, una gran humanidad.

   La narración transcurre partiendo de Londres, pasando por Alemania, África y España. Y tal como suele escribir Mercedes, tanto los personajes, como los lugares, como las situaciones están descritas al máximo detalle, de manera que es muy fácil visualizarlos y sentirlos. Su lenguaje es sencillo y fluido sin dejar de estar muy bien documentados muchos de los relatos, por ejemplo, el tema de las diferentes religiones, el oficio de pulir un diamante con el scaife, la horrible y cruel historia de las guerras –Segunda Guerra Mundial y Guerra Civil Española- y sus consecuencias, por dar algunos ejemplos.

   Para finalizar, me gustaría  rescatar en mi reseña a Aarón, el padre de Josué, su amor por la libertad y los valores inculcados a su hijo: la valentía, la libertad de decidir por uno mismo, la honradez, la de vivir con desapego “porque nada te pertenece, ni siquiera tus hijos” […] Amaba la libertad de los demás tanto como la suya propia […]. Y, también al padre Marcus en su viaje en barco con Josué, una historia que le cuenta en la que sólo sobreviven los que no dejan de caminar, los que no pierden la esperanza.

   Después de esta lectura… estoy deseando empezar “Pretérito Imperfecto”…  porque intuyo que me va a gustar aún más…!!!

   Muchas gracias Mercedes, por estar siempre tan cerca de tus lectores.