"Za Za, emperador de Ibiza", de Ray Loriga: ¿y si le felicidad fuera la mejor droga?

Ficha técnica: 

Título: Za Za, emperador de Ibiza          Autor: Ray Loriga         Editorial: Alfaguara  Género: novela contemporánea Páginas: 216  Publicación:  12/2/2014   ISBN: 9788420475103

Sinopsis (editorial):

  Esta es la historia de Za Za, futuro emperador de Ibiza. Y es la historia de un gigantesco embrollo. Porque ZAZA es el nombre del mayor yate de recreo jamás visto antes, y, por si eso fuera poco, también es el nombre de la droga perfecta, la más potente, inocua, alucinante y limpia droga jamás creada o encontrada, esa que provoca felicidad sin límite sin exigir peaje a cambio, ni al alma ni al cuerpo. Zacarías Zaragoza Zamora, alias Za Za, disfruta en Ibiza de un retiro tranquilo y sin sobresaltos, convencido de que sus tiempos de dealer habían acabado hace años. Pero el pasado ha regresado con sonido preciso a su vida para convertirle en emperador de la isla. ¿Despropósito? Hay quien lo llama destino.

 Hacía muuucho tiempo que no leía a Ray Loriga y ha sido un placer descubrir que no ha cambiado. Que ha madurado, que escribe aún mejor... pero que sigue arriesgando y proponiendo historias diferentes, estructuras diferentes, juegos diferentes, temas diferentes. El chico que me dejó boquiabierta con Héroes y Caídos del cielo es hoy un hombre capaz de sorprender, de ironizar, de hacer sonreír con sus ocurrencias pero también de provocar, de despertar reflexiones y de juzgar algunas de las incongruencias de nuestro mundo.
    Porque... ¿cómo va a ser emperador Za Za? ¿Sobre quién va a gobernar? ¿Cómo un hombre que quiere pasar tan inadvertido que prácticamente se vuelve invisible va a aceptar la notoriedad que supone ser emperador? Todo es incongruente en esta novela, sobre todo al principio, hasta que vas atando cabos y empiezas a ver la relación entre Za Za, el cincuentón derrotado y semitransparente, ZAZA, el gran yate de recreo que llega a Ibiza, Zaza, el simio feliz, y Zaza, la mejor droga jamás inventada. Todo se llama igual y es diferente... ¿o no tanto? Confieso que me divirtió mucho el juego que Loriga construye con la Z a lo largo de la novela y que alguna que otra vez pensé en el sueño (zzzzzzz).
    Y también me lo he pasado en grande con ese narrador en tercera persona que parece un narrador heterodiegético o incluso testigo pero que es mucho más. Y lo es porque comenta lo que ve, mete el dedo en la llaga, tiene alardes de estilo (hay muchas figuras en el texto de Loriga: metáforas, gradaciones, imágenes sensoriales, bimembraciones, trimembraciones, comparaciones, ironías...) y hasta se atreve a inmiscuirse en la conversación de dos personajes (hay un momento en el que presenta a dos personajes, comenta que están conversando y dice, textualmente, vamos a ver qué dicen) o que los contradice o se contradice a sí mismo (como cuando habla de una historia que no interesa a nadie pero que él acaba contando al lector). El narrador es, para mí, el gran logro de esta novela, su elemento más fresco, quizá el que la identifique; desde luego, el que yo recordaré cuando el argumento y los personajes se hayan desdibujado en mi memoria.
    Y creo que también quedará en mí la reflexión sobre la risa y la felicidad, sobre esas veces que reímos cuando no debemos y sobre si puede existir una droga cuyo único efecto sea la felicidad. O que, quizá, la felicidad sea la mejor droga que existe...

    Nos seguimos leyendo.  

   Incluyo este libro en los siguientes retos:

•  Reto100 libros: 34/100